Domingo 25 de marzo de 2018
El nombre del Cavall Verd está estrictamente ligado al de la Vall de Laguar, y no solo por su presencia, que domina imponente el valle, también por que una leyenda lo une a la historia del lugar. Historia que habla de tiempos de reconquista y de musulmanes sublevados que resistieron en el valle y tallaron escalones en lo que hoy conocemos como Catedral del Senderisme, y leyenda, la que cuenta que quienes luchasen hasta el final por esas tierras serían llevados al paraíso a lomos de un gran caballo verde, equino simbolizado en esta caliza montaña, que realmente se llama Penya Roja o Penyal Roig, a la que ascendimos, y que llevaba en la agenda desde el día que vinimos por primera vez a hacer la ruta de los escalones, hace ya la friolera de seis años. Así que ya tocaba cabalgar este caballo, ¿verdad?.
Mi compañero en esta ruta fue Jaime, primo de Eva, ya ha salido alguna que otra vez en el blog, y hoy se estrenaba en las montañas alicantinas. Podríamos haber empezado la ruta desde cualquiera de los tres pueblos que conforman el municipio de la Vall de Laguar, aunque al final, y para empezar a pisar sendero desde el principio optamos por hacerlo desde Benimaurell, el más occidental de los tres, ya pasaríamos por los otros dos, el Campell y Fleix, en la recta final de la excursión.
Fuimos callejeando hasta que dimos con las marcas del PR-CV 181, que nos guiaron prácticamente durante todo el recorrido. Enseguida dimos con el sendero, que por la vertiente norte de esta Serra del Penyal va ganado altura rumbo al Coll de Garga, aunque nosotros no llegamos a él, sino que nos detuvimos en otro anterior y más oriental, en el que tomamos la variante de la cresta. Hasta llegar allí una bonita sección bajo unas paredes, otra entre almendros y cerezos y unas bonitas vistas de Benimaurell y la Vall de Laguar, así como de sierras como la del Carrascal, Migdia o Segària.
Desde este collado pusimos marcado rumbo este, y tras una breve incursión por la vertiente sur de la sierra nos montamos a lomos, y hoy nunca mejor traída la expresión, del cordal. En este largo y entretenido tramo, el mejor sin duda de toda la ruta, no perdimos de vista nuestro objetivo cimero de la jornada, al que nos fuimos aproximando progresivamente, sorteamos, bien por una vertiente, bien por la otra, ayudados de cadenas en un par de pasos, los diferentes obstáculos rocosos que fueron saliendo a nuestro paso, y se nos ampliaron las vistas hacia la Vall de Pop, Serrella, Cocoll, Carrascal de Parcent y Montgó. Un tramo de los que hay que degustar cada metro, como así hicimos.
Así acabamos llegando al collado previo a la cima del Cavall Verd y su abrupta y caliza cara occidental. A partir de este punto dejamos de seguir el PR inicial y nos dejamos guiar por unos puntos amarillos. El caballo que hasta ahora se había mostrado dócil empezó a soltar algunas unas coces, me explico, un muro de unos cinco metros, que de no ser por unas grapas de ferrata y una cadena sería un paso de IV de escalada, y casi inmediatamente después una trepada por una especie de chimenea. Tras ese segundo paso enlazamos con el PR que sube desde Murla, por el que fácilmente, por terreno empinado eso sí, ganamos la cima.
Allí arriba comprobamos que la leyenda del Cavall no es tan descabellada, la mañana, que se había presentado gris, acabó despejándose, paró el viento, unas vistas excelentes, un rodal de mullida hierba en la que sentarse, los bocatas, y un botellín de vino que porteó Jaime...cada uno tendrá su percepción del paraíso, pero nosotros, en esos precisos momentos, estábamos en él.
Tras un buen rato en nuestro paraíso particular invertimos el camino hasta el collado previo, ahora si que podíamos decir que habíamos domado al corcel. Allí le retomamos el pulso al PR inicial, que empezó a perder metros bajo la cara norte del Cavall. Así acabamos topando con un asfaltado, donde se nos abrían dos alternativas, una, cerrar por él la circular yendo directamente a Benimaurell, o dos, alargarla un pelín más pasando antes por el Campell y Fleix, como habréis supuesto nos quedamos con la segunda. Alternando tramos de sendero con otros de asfalto hicimos cabo a la Capella de Sant Josep, y al cabo de unos instantes a la alargada calle principal de el Campell, desde allí tomamos el empinado camino que comunica este núcleo con el de Fleix, allí pasamos junto a un bar con terracita, y aunque ya nos habíamos ventilado un buen bocata en la cima del Cavall no pudimos resistir la tentación de sentarnos y tomarnos unas alcachofas fritas y unos mejillones, regados con dos Estrella Galicia por barba. Tras este pequeño homenaje cubrimos, por un tramo del PR-CV 147 (Catedral del Senderisme) y entre cerezos que empezaban a florecer, el trayecto entre Fleix y Beniamurell, finalizando, con un buen manojo de espárragos, recogidos en la parte final, esta ruta de asalto al Cavall Verd.
Un saludo a tod@s.
El nombre del Cavall Verd está estrictamente ligado al de la Vall de Laguar, y no solo por su presencia, que domina imponente el valle, también por que una leyenda lo une a la historia del lugar. Historia que habla de tiempos de reconquista y de musulmanes sublevados que resistieron en el valle y tallaron escalones en lo que hoy conocemos como Catedral del Senderisme, y leyenda, la que cuenta que quienes luchasen hasta el final por esas tierras serían llevados al paraíso a lomos de un gran caballo verde, equino simbolizado en esta caliza montaña, que realmente se llama Penya Roja o Penyal Roig, a la que ascendimos, y que llevaba en la agenda desde el día que vinimos por primera vez a hacer la ruta de los escalones, hace ya la friolera de seis años. Así que ya tocaba cabalgar este caballo, ¿verdad?.
Mi compañero en esta ruta fue Jaime, primo de Eva, ya ha salido alguna que otra vez en el blog, y hoy se estrenaba en las montañas alicantinas. Podríamos haber empezado la ruta desde cualquiera de los tres pueblos que conforman el municipio de la Vall de Laguar, aunque al final, y para empezar a pisar sendero desde el principio optamos por hacerlo desde Benimaurell, el más occidental de los tres, ya pasaríamos por los otros dos, el Campell y Fleix, en la recta final de la excursión.
Fuimos callejeando hasta que dimos con las marcas del PR-CV 181, que nos guiaron prácticamente durante todo el recorrido. Enseguida dimos con el sendero, que por la vertiente norte de esta Serra del Penyal va ganado altura rumbo al Coll de Garga, aunque nosotros no llegamos a él, sino que nos detuvimos en otro anterior y más oriental, en el que tomamos la variante de la cresta. Hasta llegar allí una bonita sección bajo unas paredes, otra entre almendros y cerezos y unas bonitas vistas de Benimaurell y la Vall de Laguar, así como de sierras como la del Carrascal, Migdia o Segària.
Esta calle de Benimaurell se encargó de ponerle colorido, en una mañana de cielo gris, a los primeros compases de la ruta. |
Las marcas de PR nos sacaron del pueblo y nos condujeron a este hormigonado, por el que empezamos a aproximarnos a la Serra del Penyal. |
Las marcas no tardaron en enviarnos a este bonito sendero, por el que fuimos ganando altura paulatinamente, siempre bajo esas llamativas paredes. |
A pesar de lo gris del día tuvimos buenas vistas en esta primera parte de la ruta. Vall de Laguar, Benimaurell, Serra del Migdia, Serra de Segària y el hoy omnipresente Montgó. |
Solo hacía cuatro días que había entrado la primavera y esta ya empezaba a dar rienda suelta a su belleza, en este caso con esta bonita orquídea. |
El PR continuaba su curso, ahora entre muros de piedra y almendros, hacia el Coll de Garga. |
Una de las lazadas que dibujaba el sendero en este tramo de la ruta. |
Desde este collado pusimos marcado rumbo este, y tras una breve incursión por la vertiente sur de la sierra nos montamos a lomos, y hoy nunca mejor traída la expresión, del cordal. En este largo y entretenido tramo, el mejor sin duda de toda la ruta, no perdimos de vista nuestro objetivo cimero de la jornada, al que nos fuimos aproximando progresivamente, sorteamos, bien por una vertiente, bien por la otra, ayudados de cadenas en un par de pasos, los diferentes obstáculos rocosos que fueron saliendo a nuestro paso, y se nos ampliaron las vistas hacia la Vall de Pop, Serrella, Cocoll, Carrascal de Parcent y Montgó. Un tramo de los que hay que degustar cada metro, como así hicimos.
Vimos algunas de las montañas alicantinas a las que hemos visitado en este primer trimestre de 2018, el Cocoll, al que ascendimos unas semanas antes... |
...y el espectacular Pla de la Casa, en la magnífica Serrella, donde estuvimos en enero. |
Volando voy. |
Jaime, disfrutó a lo grande su estreno en montañas alicantinas. |
Nos desviamos momentáneamente del sendero para asomarnos a este balcón pétreo hacia la Vall de Pop, el Cocoll, el Carrascal de Parcent y l'Aixortà. |
En algún tramo la cresta se agudizó y nos ofreció algún que otro patio respetable hacia la Vall de Laguar. |
Pero en líneas generales se trata de un cresteo ancho y sin dificultades técnicas, salvo, como veréis más adelante, tres pequeños tramos. |
La doble cima del Cavall Verd no nos quitó ojo durante todo el cresteo. Nosotros tampoco se lo quitamos a ella. |
Empezaron a aparecer los primeros farallones rocosos, este lo salvamos por la izquierda. |
Bonitas formaciones las que nos ofreció esta parte alta de la Serra del Penyal. |
Vistazo atrás hacia el primer farallón esquivado y la cima de la Penya Alt. |
Este segundo obstáculo también fuimos a salvarlo por la izquierda, pero el paso estaba en el otro lado... |
...así que media vuelta. |
Otro mogote rocoso, en el que encontramos el primero de los tres tramos equipados de la ruta. |
Otro aéreo vistazo atrás, en el que vimos Benimaurell, donde empezamos la ruta. Empieza a despejarse el cielo. |
Precioso tramo de cresta, al fondo el Montgó. |
Este nuevo gendarme, evidentemente, lo salvamos por la derecha. |
Otra preciosa estampa del cresteo. |
Segundo paso equipado... |
...al que le sigue un nuevo gendarme. |
Superados estos dos últimos farallones echamos la vista atrás para ver como compiten entre sí. |
La cima del Cavall cada vez más cerca, solo nos quedaba sortear un último obstáculo rocoso, el más grande de todos. |
Teníamos que haberlo hecho por su izquierda, pero por error nos metimos en la derecha... |
...igual pasamos sin problemas, y además pudimos contemplar y pasar bajo esta bóveda. |
Recuperamos el sendero. Por cierto, a este último mogote se le conoce como el Frare Amortallat (el Fraile Amortajado). |
Así acabamos llegando al collado previo a la cima del Cavall Verd y su abrupta y caliza cara occidental. A partir de este punto dejamos de seguir el PR inicial y nos dejamos guiar por unos puntos amarillos. El caballo que hasta ahora se había mostrado dócil empezó a soltar algunas unas coces, me explico, un muro de unos cinco metros, que de no ser por unas grapas de ferrata y una cadena sería un paso de IV de escalada, y casi inmediatamente después una trepada por una especie de chimenea. Tras ese segundo paso enlazamos con el PR que sube desde Murla, por el que fácilmente, por terreno empinado eso sí, ganamos la cima.
Allí arriba comprobamos que la leyenda del Cavall no es tan descabellada, la mañana, que se había presentado gris, acabó despejándose, paró el viento, unas vistas excelentes, un rodal de mullida hierba en la que sentarse, los bocatas, y un botellín de vino que porteó Jaime...cada uno tendrá su percepción del paraíso, pero nosotros, en esos precisos momentos, estábamos en él.
Llegamos al collado previo al Cavall Verd, que remata con elegancia el cresteo. |
A partir de aquí dejamos de seguir momentáneamente el PR y nos dejamos guiar por unos puntos amarillos. |
Estos puntos nos marcaron el mejor camino por esta pared caliza. |
Tercer paso equipado y punto clave en la ascensión final al Cavall Verd. Unas grapas y una cadena nos ayudaron a solventar esta pequeña escalada. |
Porque visto lo visto el único camino factible de esta vertiente, a no ser que vayamos con equipo de escalada, es el que nos marcan los puntos amarillos. |
En la cima del Cavall Verd, o Penya Roja...o Penyal Roig, a 792 metros. |
Pese a su modesta altura, la privilegiada situación de esta cima nos brindó unas vistas excelentes, hacia el interior de Alacant... |
...y también hacia la costa. En primer término la cima oriental del Cavall Verd. |
Profundizamos en las vistas al litoral, Serra de Segària, pendiente de visitar, con los núcleos del Ràfol d'Almúnia, Benimeli y Sanet y Negrals en sus faldas. |
Como no, el Montgó. |
Miramos hacia el sur de la provincia de València, donde destacan tres grupos de montañas: Selleta/Lletrera, Penyalba/Mondúber y Serra de Corbera. |
Vamos al interior/sur de Alacant: Carrascal de Parcent, Aixortà, Cocoll... |
...Penya Alta de l'Aixortà, Aitana... |
...Mallada del Llop y Pla de la Casa en la Serrella... |
...y otro de los emblemas alicantinos, el Montcabrer. |
Y finalizamos el repaso a las vistas con dos buenos patios, el que cae al sur, hacia la Vall de Pop y Benigembla... |
...y el que se desprende al norte, hacia la Vall de Laguar y el Campell... |
...al cual acercamos con el zoom. |
Tras un buen rato en nuestro paraíso particular invertimos el camino hasta el collado previo, ahora si que podíamos decir que habíamos domado al corcel. Allí le retomamos el pulso al PR inicial, que empezó a perder metros bajo la cara norte del Cavall. Así acabamos topando con un asfaltado, donde se nos abrían dos alternativas, una, cerrar por él la circular yendo directamente a Benimaurell, o dos, alargarla un pelín más pasando antes por el Campell y Fleix, como habréis supuesto nos quedamos con la segunda. Alternando tramos de sendero con otros de asfalto hicimos cabo a la Capella de Sant Josep, y al cabo de unos instantes a la alargada calle principal de el Campell, desde allí tomamos el empinado camino que comunica este núcleo con el de Fleix, allí pasamos junto a un bar con terracita, y aunque ya nos habíamos ventilado un buen bocata en la cima del Cavall no pudimos resistir la tentación de sentarnos y tomarnos unas alcachofas fritas y unos mejillones, regados con dos Estrella Galicia por barba. Tras este pequeño homenaje cubrimos, por un tramo del PR-CV 147 (Catedral del Senderisme) y entre cerezos que empezaban a florecer, el trayecto entre Fleix y Beniamurell, finalizando, con un buen manojo de espárragos, recogidos en la parte final, esta ruta de asalto al Cavall Verd.
Un saludo a tod@s.
Collado que separa la cima del Cavall Verd de la cima oriental, llamada Corbellot, en ella parece ser que se encuentran los restos del Castell de Pop. |
Tramo de las cadenas y las grapas, ahora en bajada. |
De vuelta al collado recuperamos el sendero PR del inicio, en el que nos deleitamos con diversas perspectivas de la cara norte del Cavall Verd... |
...como por ejemplo esta, que es la que he elegido para encabezar este reportaje. |
Ampliando esta última imagen descubrimos una curiosa formación, y también una pequeña obertura en la pared. |
Decidimos alargar la ruta pasando por el Campell y Fleix. Al primero llegamos combinando tramos de asfalto con otros de sendero... |
...muy bonitos todos ellos, y con el fajo de espárragos en constante aumento. |
Poco antes de llegar a el Campell pasamos junto a la Capella de Sant Josep. |
Llegando a el Campell. |
Calle principal de esta población. |
Desde el Campell subimos hasta Fleix, la subida nos dio hambre, y también sed, y es por eso que paramos a repostar 😀. |
Lavadero de la Font Grossa en Fleix, donde se toma el sendero que baja hacia la ruta de la Catedral del Senderisme. |
Del lavadero de Fleix al de Benimaurell, |
Despedimos con esta bonita toma del área recreativa de la Font de Benimaurell con el Cavall Verd al fondo. |
Como bien dices:
ResponderEliminar"Allí arriba comprobamos que la leyenda del Cavall no es tan descabellada, la mañana, que se había presentado gris, acabó despejándose, paró el viento, unas vistas excelentes, un rodal de mullida hierba en la que sentarse, los bocatas, y un botellín de vino que porteó Jaime...cada uno tendrá su percepción del paraíso, pero nosotros, en esos precisos momentos, estábamos en él."
La ocurrencia fue tuya Jaime, yo solo la he adornado un poco ;-). A ver si repetimos en breve. Un abrazo.
EliminarHola Dani,
ResponderEliminarCada vez que leo tus crónicas de las montañas alicantinas me entran más ganas de escaparme por la zona.
Espectacular ese cresteo por el Cavall, como dices, esta vez si que ibais a lomos de la montaña de forma casi literal.
Eso si que es una forma perfecta de terminar una ruta, unos buenos mejillones bien regados por unas frescas cervezas... vosotros si que sabéis!!!
Un abrazo.
Ya son unas cuantas las que tienes en la agenda, ¿verdad? jeje, yo sin duda apuntaría también esta del Cavall.
EliminarUn abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarComo dice David, estas rutas con crestas y buenos patios nos acrecientan las ganas de ir a Alicante.
Lo de la cresta se ve una gozada.....y fíjate que estoy leyendo la entrada a las 8:45 de la mañana, y la cerveza con los mejillonacos ya me provocan hambre y sed...
Me suena esa fuente con lavadero de Fleix, ahí bien cerca debiera haber un higuera gigante.
Un estrella Gali...digo un abrazo.
Así, es junto a ese lavadero hay una higuera guapa, que estaba empezando a brotar por esas fechas, ahora estará más bonita, al igual que todos los cerezos de la zona.
EliminarContinuando nuestra oda "Full Metal Jacket" a la cerveza...la cerveza con raciones, ya sean bravas o mejillones...jajaja.
Un abrazo.
jajaja, deberíamos escribirla y popularizarla, aunque sea en nuestras rutas...
EliminarEn la próxima ruta que hagamos conjunta, juntaremos todos los versos que tenemos y nos grabaremos cantándola, e irá como vídeo friki en el resumen del año jajaja.
EliminarHola Dani:
ResponderEliminarHace unos días Sandra y yo hicimos nuestros primeros pinitos por Alicante o mejor dicho por las costa alicantina. Mientras íbamos en el coche y admirábamos sus montañas, gracias a tus entradas en estas tierras, comentamos que deberíamos volver en breve para realizar alguna otra ruta más lo antes posible y leyendo esta crónica y como nos gustan tanto realizar rutas con cresterío, igual volvemos antes de lo pensado gracias a ti.
Saludos y a seguir disfrutando de la montaña.
Yo os recomiendo sin dudar esta ruta, sin ser excesivamente complicada tiene ese punto de "picantillo" que le dan los pasos equipados. Yo os recomendaría un fin de semana en la zona, en época de floración de los cerezos, o sea ahora, y un día la ruta de los escalones y el otro esta del Cavall.
EliminarUn abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarMe suena mucho el Cavall Verd, no se si por que lo has subido alguna vez y leí la entrada, o por que lo hayas nombrado subiendo otra montaña alicantina ...
La verdad que esta zona tiene unas montañas muy chulas, lastima que solo pueda ir por esa zona en verano, porque tengo unas cuantas pendientes, y este verano nos bajamos más al Sur, al Cabo de Gata.
Me ha parecido un recorrido muy entretenido, con esa larga cresta, que al no tener pasos complicados, te permite disfruta de cada paso y de las vistas.
Veo que tenemos gustos musicales parecidos, para mí los Héroes del Silencio fue un grupo que me marco desde chabal y siempre serán mi grupo favorito, en la furgoneta nunca falta un disco de ellos.
Un saludo.
Y por fin he encontrado el camino que ha de guiar mis pasos...
EliminarBueno, de los dos que íbamos al que realmente le gustan de verdad los Héroes del Silencio es a Jaime, yo no es que sea un fan acérrimo, pero reconozco que tienen un buen puñado de canciones cojonudas, que no faltan en la lista de reproducción que uso para conducir. Me pasa algo parecido con otro grupo de Zaragoza, Amaral, que sin ser de mis favoritos también tiene muchas canciones que me gustan, especialmente por las letras y la voz de Eva Amaral.
Al Cavall Verd todavía no había subido, tal vez te suene por que lo he mencionado en las crónicas de alguna de las rutas que hemos hecho este principio de año por Alicante, especialmente en la que subimos al Cocoll, no hace mucho, y en la que el Cavall lo estuvimos viendo constantemente.
Quizás por altura no tenga el renombre que tienen Bèrnia, Puig Campana, Aitana etc, pero por el tramo de la cresta, y la trepada final ya vale la pena recomendar esta montaña.
...y nadar mar adentro, y no querer salir!! ;-), un saludo.
Ale Dani, otra muesca en tu revólver. Mira que me trae buenos recuerdos el Cavall Verd. Un par de veces he podido disfrutar de esa bonita montaña (creo que en la primera de esas fue cuando coincidimos en Fleix ¿no?),de los cerezos en flor de la Vall de Laguar y de la leyenda que atesora.
ResponderEliminarUn abrazo
Ya la tenemos en la saca Paco. Así es, en la parada de autobuses de Fleix concretamente, mientras nos bebíamos un café del que llevaban los chicos de Trotasendes en la mochila, pues el bar estaba cerrado a esas horas ;-).
EliminarUn lugar de los que desprende energía, la Vall de Laguar.
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Uno de los emblemas del senderismo de Alicante que nos has explicado a las mil maravillas. Desde luego, cualidades tiene para serlo de sobra. El cresteo, esa subida con grapas, esas panorámicas de la cumbre, esas cervezas con alcachofas y mejillones...En fin, que de las más emblemáticas de Alicante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Emilio.
EliminarAl igual que en mi respuesta a tu comentario de Riglos, tras dos visitas a la Vall de Laguar y la Catedral del Senderisme, y la más reciente a la aledaña Vall de Pop, ganas teníamos de montar este Cavall Verd, y al igual que Riglos, no nos decepcionó, una excursión que no me importaría repetir, y si es con el tapeo mejor que mejor jeje. Como bien dices, una montaña que pese a no alcanzar la altura de otras alicantinas se puede codear con ellas sin ninguna duda.
Un abrazo.