La Loma Sincabo de Ludiente

Domingo 13 de enero de 2019

Volvemos al Alto Mijares, una de nuestras comarcas favoritas y que teníamos un tanto abandonada últimamente. Uno de los puntos más espectaculares de esta salvaje comarca del interior castellonense lo encontramos en el desfiladero con meandro que el Río Villahermosa forma a su paso entre Ludiente y Argelita. Ya nos habíamos asomado a sus abismos desde la Ventanica de Ludiente, desde lo alto de Muela del Buey Negro y desde la subida a la Canaleta, pero nos faltaba hacerlo desde la cima de la Loma Sincabo. El domingo pasado le pusimos remedio a eso, y volvimos a disfrutar del desfiladero a vista de buitre.

Nos reservábamos la Loma Sincabo para un día en el que solo dispusiésemos de la mañana para salir al monte y ese domingo se dio esa circunstancia. Obviamente con esto queda claro que se trata de una excursión de corta distancia, y también con poco desnivel, aunque eso no nos debe llevar a engaño, pues se trata de un recorrido de cierta dificultad, sobre todo en su primera mitad, puesto que transcurre por senderos muy perdidos y largos tramos de monte a través en los que habrá que enfrentarse a matorrales punzantes, pisar incómodo terreno lapiaz e incluso realizar alguna pequeña trepada. 

Pero antes de ponernos en materia hagamos un breve repaso, nada, cinco fotos, a nuestros antecedentes con la Loma Sincabo, es decir, como la habíamos visto hasta ahora desde otros puntos cercanos.

Empezamos con esta perspectiva desde la Ventanica de Ludiente, tomada cuando estuvimos allí a finales de 2012.

En las siguientes tres fotos nos remontamos a abril de 2014, cuando desde Ludiente subimos a la Muela del Buey Negro (derecha) y luego volvimos a Ludiente por el interior del Río Villahermosa. En la imagen queda patente la rivalidad entre estas dos bonitas cimas calizas.

De nuevo las dos, poco antes de llegar al collado previo a la Muela.

Y finalmente ya desde arriba de la Muela vemos así el desfiladero y la Loma Sincabo.

Y en noviembre de 2015 subimos al Cabeço Blanc por la ancestral senda de la Canaleta y tuvimos esta visión de la Loma Sincabo, resquebrajada por el Barranco Noguereta.

Hemos aparcado nada más entrar en Ludiente, a donde hemos llegado pasadas las nueve de la gélida mañana. Justo antes de la primera casa del pueblo parte una cuesta hormigonada que de inmediato nos mete en el monte, subimos unos bancales y llegamos a unos corrales, allí empezamos a seguir un ancho sendero, que sigue el curso del río, del cual tenemos bonitas vistas. Poco a poco el sendero, empedrado en alguno de sus tramos, se va internando más en el monte y va perdiendo anchura, hasta acabar siendo comido por la vegetación y hacerse complicado a veces intuirlo, de hecho nos tocó recular un par de veces. Finalmente, al llegar a unas antiguas terrazas de cultivo, el sendero desaparece.

Mientras el sol empieza a iluminar Ludiente nosotros nos internamos en la umbría del Río Villahermosa.

La principal culpable que aún no nos lleguen las irradiaciones de Lorenzo es la Muela del Buey Negro, que vigilará nuestros pasos durante toda la subida.

Por ancho sendero todavía, camino de la Masía de los Majuelos, donde este empezará a empeorar.

Vistazo hacia el Puente Nuevo, Ludiente,y las cimas del Cabezo de Mingoyerbas y las Herrerías, que ya gozan de pleno sol.

Tras batallar por dentro del bosque con un sendero volátil este desaparece totalmente al llegar por esta zona, primer contacto con las paredes de la Loma Sincabo, cuya parte alta hemos de alcanzar.

A partir de ahora toca buscarse la habichuelas para seguir avanzando. Tras unos titubeos damos con una especie de canal que nos facilita, de cierta manera, el acceso al cordal de la Loma Sincabo. Al alcanzarlo y seguirlo gozamos de una primera gran panorámica del desfiladero, un aperitivo de lo que nos esperaba un poco más arriba. También nos asomamos a unos primeros cortados, en los que destaca sin duda la ubicación del abrigo pastoril de la Cueva Alta.

Tras dar unos cuantos palos de ciego por unos "aliagosos" bancales damos con el paso clave para alcanzar el cordal. Aunque no lo parezca se sube bastante bien por aquí.

El paso clave una vez superado.

Alcanzamos de lleno el cordal de la Loma Sincabo, el cual habrá que seguir ahora.

Afrontamos ahora un tramo bastante cómodo de caminar, que nos asoma a los corrales o abrigos pastoriles de la Cueva Alta.

Los vemos aquí con más detalle.

Omnipresente, e impresionante Muela del Buey Negro, sobre la que hay los restos de un castillo.

Pasado este tramo un barranco se interpone en nuestro camino, bajamos más o menos cómodo a su lecho y por una empinada pedrera empezamos a remontar la vertiente contraria, ganando de nuevo el cordal y unas vistas cada vez más aéreas y espectaculares de las paredes de la Loma Sincabo, del desfiladero y de la Muela del Buey Negro, omnipresente durante toda esta primera parte del recorrido.

Dejamos de forma momentánea el cordal para salvar de manera un tanto penosa la vaguada de un barranco. Las vistas hacia el valle cada vez más amplias.

Ganamos de nuevo el filo, donde ya descubrimos unos más que respetables patios.

Más vale no dar un mal paso aquí.

La Loma Sincabo, que tiene poco de loma, y sus cortados, se nos muestran así de llamativos.

Cuando subimos a la Muela del Buey Negro tuvimos una excelente vista de la Loma Sincabo, hoy se invertían los papeles.

Seguimos ahora por el lapiaz del cordal, evitando por la vertiente norte los obstáculos rocosos más dificultosos. Alcanzamos así un llano rocoso, que supera con creces las vistas del desfiladero vistas con anterioridad y en el que podemos sentir el vértigo bajo nuestros pies. Un impresionante mirador.

Continuamos por el siempre engorroso lapiaz, que sin embargo lo prefiero antes que las aliagas.

A mi todo-terreno Laia parece darle igual, y va marcándome el mejor camino por la cuerda.

Nos topamos con un muro que nos impide continuar al filo del cordal, escoramos al norte, trepando por este caos de rocas calizas.

Un nuevo y más amplio vistazo hacia poniente, donde reina, en el centro de la imagen, el Pico de Santa Bárbara de Pina...

...reinado efímero este, pues enseguida aparece este y le quita la corona.

Alcanzamos este rellano rocoso, el panorama promete, nos asomaremos pues.

Guau!!, menudo paredón, y con gendarme incluido.

Impresionante, sin más. Siluetada al fondo aparece la práctica totalidad de la Serra d'Espadà.

Con semejantes y aéreas vistas, y como pegaba bien el solecito nos sentamos un ratito allí.

¿El rincón más espectacular del Alto Mijares?, ¿qué opináis vosotros?.

Un último esfuerzo y alcanzamos lo más alto de la Loma Sincabo, donde continuamos gozando unas excelentes vistas del desfiladero, a las que se añaden unas amplísimas panorámicas en las que dominamos buena parte de la extensión de esta accidentada comarca del Alto Mijares, y faros montañosos como el Santa Bárbara de Pina, la Serra d'Espadà o Penyagolosa.

Alcanzamos la cima de la Loma Sincabo, a 783 metros de altura. Como no había ningún hito no tomamos la libertad de construir uno. Laia parece que se vaya a comer a Penyagolosa 😀.

El lecho del Villahermosa, 400 verticales metros más abajo.

Vistas hacia el meandro donde el Villahermosa recibe las estacionales aguas del Barranco del Manzano.

Vemos como la cuerda de la Loma Sincabo se extiende hacia el este.

Penyagolosa no solo es la montaña más alta de Castelló, sino que también pone techo a dos comarcas, esta del Alto Mijares y la de l'Alcalatén.

Desde la cima, y antes de marcarnos el último trochemoche de la mañana hacia un camino que veíamos desde la cima seguimos el cordal hasta que una brecha nos corta el paso, teniendo así una nueva perspectiva de los imponentes paredones de esta montaña, de la hendidura del Barranco de la Noguereta y pudiendo ver de más cerca a los amos y señores de esta Loma Sincabo, los buitres.

Vamos a seguir la cuerda a ver hasta donde podemos llegar.

El ambiente es aéreo...

...y las vistas impresionantes y sobrecogedoras.

Mientras nosotros observamos el fantástico tajo del Barranco de Noguereta...

...hay dos que nos quitan ojo a nosotros.

Ha valido la pena seguir el cordal, el panorama es maravilloso.

Aquí tenéis a mi campeona de cuatro patas con el desfiladero...

...y con la espectacular Loma Sincabo.

Un último vistazo hacia el desfiladero, para sentirnos como...

...los amos y señores de esta Loma Sincabo, nuestros amigos los Gyps fulvus.

Seguimos avanzando, para investigar si se pudiese llegar hasta ese espolón, donde seguro que habrán unas magníficas vistas del meandro y sus barrancos tributarios...

...pero llegados a este punto nos fue imposible ya avanzar.

Despedimos esta orgía caliza con el gendarme frente al que nos habíamos sentado antes de alcanzar la cima.

Nos despedimos de esta vertical y salvaje maravilla y ponemos rumbo hacia el mencionado camino, enlazamos con él al llegar al Mas de Vicenta, que como la mayoría del interior castellonense se encuentra abandonado. Con la cima de la Atalaya como faro empezamos a seguir el camino, que en leve ascenso dibuja un serpenteante trazado por unas lomas sin mucho interés. A la que llevamos un buen tramo caigo en la cuenta que este camino es el que utilizamos para dejar un vehículo cuando descendimos el Barranco del Manzano, otra joya de esta comarca, y me vienen muy buenos recuerdos.

Hacemos un último trochemoche y llegamos al Mas de Vicenta.

Captamos algunas imágenes de su interior...

...y también algunas del exterior. Si esta alpargata pudiese hablar...

Este es el camino que seguiremos ahora, y que tras numerosas revueltas nos llevará al collado que queda a la izquierda de la Atalaya, que es la cima que destaca entre todas estas lomas...

...y a propósito de lomas, Sincabo al final si que parece una vista por su vertiente norte. Evidentemente nos quedamos con su cara sur.

De esta masía junto al camino solo se conserva este pilar, que si pudiese hablar también...

Llegamos a la base de la Atalaya, a la que desestimamos subir por falta de tiempo. Desde este punto iniciamos el descenso hacia Ludiente, que vemos allá abajo en el valle. Justo cuando el tramo de camino se estaba empezando a hacer largo aparece un sendero con marcas de PR, es el que nos ha devolver a las calles de Ludiente y empezamos a seguirlo. Este sendero tiene un poco de todo, tramos boscosos, otros más abiertos y algunas secciones empedradas. Así llegamos a un crucero y por el camino del cementerio entramos en Ludiente, donde mientras se consumían las últimas ascuas de la hoguera de la Santantonada de la noche anterior nosotros consumíamos los últimos metros de esta pequeña gran excursión en el salvaje Alto Mijares.

Un saludo a tod@s.

Iniciamos el descenso, se nos vuelven a abrir las vistas hacia el valle...

...inmerso en él sigue Ludiente, esperando nuestra llegada.

Tras los largos tramos de monte a través y camino ansiábamos pisar un buen sendero, y por uno hicimos el regreso íntegro a Ludiente.

Sendero de sabor añejo, que atraviesa antiguos cultivos...

...o bonitos tramos boscosos.

Este crucero, con la Muela del Buey Negro detrás, nos avisa de la cercanía de Ludiente.

El pueblo, desde la cuesta que sube al cementerio.

De la arquitectura humana de Ludiente destacamos la Capilla de la Virgen del Pilar...

...y de la natural su famosa Ventanica, con la que despedimos el reportaje fotográfico.

CINCO PUNTOS A TENER EN CUENTA SOBRE LA RUTA Y LUDIENTE:

• El recorrido consta de unos 9 kilómetros de longitud en los que habrá que salvar unos 400 metros de desnivel positivo.
• Cabe volver a recordar que la primera parte de la ruta, desde que dejamos Ludiente hasta el Mas de Vicenta se realiza por senderos poco evidentes y tramos de campo a través con exposición al vacío, por lo cual esta no es una excursión apta para neófitos, y es más que recomendable apoyarse de un track, nosotros lo hicimos con este del amigo Trotasendas. Desde la masía hasta Ludiente no hay problemas de seguimiento, incluso el tramo final de sendero esta balizado como PR, que es el camino de peregrinaje de Ludiente a Sant Joan de Penyagolosa, aunque no he logrado saber el número del PR.
• No vimos fuentes en todo el recorrido. Evitar jornadas calurosas y recomendable, casi obligatorio, pantalón largo.
• Por el desfiladero del Río Villahermosa, entre Argelita y Ludiente discurre uno de los tramos de carretera más espectaculares de la provincia. Si os gusta ir en moto o en bici y no lo conocéis os recomiendo recorrerlo, no os dejará indiferentes.
• Una buena web para descubrir más lugares, historias y curiosidades sobre Ludiente es LUDIENTE ACTIVO!.