Domingo 19 de mayo de 2019
Hola amigos, ya estoy de vuelta. Al final la recuperación del esguince de tobillo se alargó más de lo que esperaba. Dos semanas con una escayola puesta y luego casi un mes en manos de un osteópata para poder librarme al fin de las muletas. Una vez sin ellas fui alternando paseos por la playa con otros por pistas forestales, hasta que hace unos diez días, cuando ya me noté más fuerte el tobillo, ya fui pisando sendas, pero haciendo rutas sencillas, de poca distancia y desnivel, como esta que os voy a contar, una ruta de fácil ejecución, en la que partiendo de la población de Azuébar hicimos una bonita circular de la que ramificaron cuatro extensiones de ida y vuelta que nos sirvieron para visitar los cuatro puntos fuertes de la excursión: el Castillo de Azuébar, la cima de la Peña Ajuerá, la propia Peña Ajuerá y el Monte Rufo.
No es la primera vez que veníamos a Azuébar a hacer una ruta, pero si que iba a ser la primera que empezaríamos a andar desde las calles del pueblo. Nos vamos en busca de la Plaza de la Iglesia, donde encontramos las primeras indicaciones hacia el Castillo y la Peña Ajuerá, estas nos sacan del pueblo y mediante un camino de tierra empezamos a remontar monte arriba. Más adelante nos reservamos para después el ramal que se dirige a la Peña y seguimos subiendo, hasta alcanzar el collado que separa a esta del cerro del Castillo, en este collado arranca un sendero que tras recorrer el cordal oriental del cerro termina encaramándose a él para acceder definitivamente al Castillo. Esta fortaleza, como todas las de Espadà, se encuentra en ruinas, pero aún se conserva relativamente bien, altiva ella, la torre oriental, y un buen cacho de la muralla norte. También se conservan un par de aljibes y se intuye bastante bien lo que era el recinto principal. Desde esta atalaya, y a pesar de su modesta altura, tenemos unas buenas vistas, destacando el núcleo de la villa de Azuébar al sur y el sector de la Serra d'Espadà que es dominado por el cuarteto Carrascal/Bellota/Puntal de l'Aljub/Nevera, al norte.
Tras la visita al Castillo desandamos nuestros pasos hasta la intersección, seguimos ahora las indicaciones hacia la Peña Ajuerá. El camino inicialmente bordea la peña por el oeste, y cuando llega a su vertiente sur se empieza a alejar de la misma, para llegados a un punto volver a aproximarse, esta vez a su más rocoso flanco oriental, que es por donde accederemos tanto a la cima como al puente de roca. Alcanzamos otro collado, en el que parten la senda a la Peña Ajuerá, el camino a la cima y el sendero por el que continúa la circular, antes debemos decantarnos sobre a donde iremos primero, o al puente de roca o la cima, siendo esta segunda la elección. Entre almendros alcanzamos la cima, coronada por algunas antenas. Pasamos de ellas y nos vamos hacia el extremo sur, en el que resalta una cruz, para colocarnos sobre la propia Peña Ajuerá, sobre una estrecha cresta a la que da "yu-yu" asomarse. Gozamos allí de unas vistas parecidas a las del Castillo, pero con una perspectiva diferente de Azuébar.
Volvemos al collado, donde ahora si, tomamos la senda que se dirige a la Peña Ajuerá. Este sendero, tras un inicio boscoso sale a cielo abierto y se cuelga de los muros de rodeno mediante una repisa para plantarse ante la canal por la que se accede a la Peña Ajuerá, a la que llegaremos tras remontar un último tramo del sendero muy empinado y con mucha piedrecilla suelta. Tenía muchas ganas de conocer esta Peña Ajuerá o Agujereada y la verdad es que no me decepcionó en absoluto, afirmaría con total rotundidad que esta ventana natural, o puente de roca, que le pone un bonito marco a Azuébar, se trata de uno de los pequeños tesoros(aunque una vez allí es mucho más grande de lo que aparenta desde abajo) menos conocidos de la Serra d'Espadà. También tenía muchas ganas de volver a beberme una cervecilla fresca durante el almuerzo de una ruta, y esta Peña Ajuerá fue el escenario ideal para ello.
Tras el almuerzo volvemos al collado, por el que pasamos por tercera vez. Allí enganchamos el sendero por el que continúa la circular, bien señalizado su arranque con un hito. Tras un inicio confuso el sendero se afianza y empieza a remontarnos hacia la franja rocosa de los Cinglos de Ríncón, que nos ofrece una bonita panorámica de Azuébar, su castillo, la Peña Ajuerá y el valle de la Rambla de Azuébar. También se nos abren vistas parciales hacia el Mediterráneo. Alcanzamos así el Collado del Palmeral, donde tenemos la opción de empezar a bajar definitivamente a Azuébar, pero decidimos, mejor dicho decido, Laia y Senda no tienen más remedio que seguirme, añadirle otra extensión a la circular, que consistirá en hacer un ida y vuelta a la cima del Monte Rufo, que estéticamente no aporta mucho a la ruta, pero si panorámicamente, puesto que a todas las vistas disfrutadas anteriormente se le sumaban desde aquí arriba una completa visión del skyline principal de la Serra Calderona, así como del Valle del Palancia.
De vuelta al Collado el Palmeral afrontamos de manera definitiva la bajada a Azuébar. Un sendero bastante comido por la vegetación nos enlaza con una pista, que a su vez lo hace con otro sendero, de breve pero bonito paso por el bosque. Salimos a otra pista, por la que ya terminaremos la excursión. La ruta cobra ahora un toque rural, que crea un bonito contraste con el terreno más montañoso por el que había transcurrido la ruta. Así llegamos junto a la Rambla de Azuébar, que nos enseña parajes como el Estanque o las ruinas de una antigua destilería de anís, bonito broche a una preciosa ruta, en la que estuvimos escuchando en todo momento el campanario de Azuébar, y en la que tuve muy buenas sensaciones con mi tobillo.
Un saludo a tod@s.
ALGUNOS NÚMEROS Y APUNTES MÁS SOBRE LA RUTA:
Hola amigos, ya estoy de vuelta. Al final la recuperación del esguince de tobillo se alargó más de lo que esperaba. Dos semanas con una escayola puesta y luego casi un mes en manos de un osteópata para poder librarme al fin de las muletas. Una vez sin ellas fui alternando paseos por la playa con otros por pistas forestales, hasta que hace unos diez días, cuando ya me noté más fuerte el tobillo, ya fui pisando sendas, pero haciendo rutas sencillas, de poca distancia y desnivel, como esta que os voy a contar, una ruta de fácil ejecución, en la que partiendo de la población de Azuébar hicimos una bonita circular de la que ramificaron cuatro extensiones de ida y vuelta que nos sirvieron para visitar los cuatro puntos fuertes de la excursión: el Castillo de Azuébar, la cima de la Peña Ajuerá, la propia Peña Ajuerá y el Monte Rufo.
No es la primera vez que veníamos a Azuébar a hacer una ruta, pero si que iba a ser la primera que empezaríamos a andar desde las calles del pueblo. Nos vamos en busca de la Plaza de la Iglesia, donde encontramos las primeras indicaciones hacia el Castillo y la Peña Ajuerá, estas nos sacan del pueblo y mediante un camino de tierra empezamos a remontar monte arriba. Más adelante nos reservamos para después el ramal que se dirige a la Peña y seguimos subiendo, hasta alcanzar el collado que separa a esta del cerro del Castillo, en este collado arranca un sendero que tras recorrer el cordal oriental del cerro termina encaramándose a él para acceder definitivamente al Castillo. Esta fortaleza, como todas las de Espadà, se encuentra en ruinas, pero aún se conserva relativamente bien, altiva ella, la torre oriental, y un buen cacho de la muralla norte. También se conservan un par de aljibes y se intuye bastante bien lo que era el recinto principal. Desde esta atalaya, y a pesar de su modesta altura, tenemos unas buenas vistas, destacando el núcleo de la villa de Azuébar al sur y el sector de la Serra d'Espadà que es dominado por el cuarteto Carrascal/Bellota/Puntal de l'Aljub/Nevera, al norte.
Plaza de la Iglesia de Azuébar, con la Iglesia de San Mateo Apostol, en cuya fachada podemos encontrar un reloj de sol y una inscripción romana; al fondo vemos el primer objetivo de la mañana, el Castillo de Azuébar. |
Camino de allí también vemos los que serán segundo y tercer plato, la cruz que corona la Peña Ajuerá y el propio puente de roca. |
Pero de momento nos centramos en el castillo. Como veis ha amanecido nuboso, residuos de la tormenta del sábado a última hora. Por suerte irá despejando a medida que irá avanzando la mañana. |
Llegamos al collado que separa el cerro del castillo del de la Peña Ajuerá. Vemos desde él tres buenos representantes de este sector de la Serra d'Espadà. |
Este collado se encuentra a 344 metros de altura, y como he comentado en la anterior foto a un lado tiene la Peña Ajuerá... |
...y al otro el cerro del Castillo, al cual ya se dirigen mis dos fieles compañeras. |
Desde el collado ganamos el cordal oriental del cerro, por el que transitamos prácticamente de forma llana. |
Una fuerte rampa nos separa del Castillo y su torre oriental, que sigue resistiendo en pie pese al paso del tiempo. |
Y es que el Castillo de Azuébar fue construido en el siglo XII. Entre este hueco vemos la mole del Carrascal. Hemos subido unas cuantas veces a esta cima, de las cuales dos os las he contado en el blog, 1 y 2. |
Restos de una de las torres que dan al sur. |
Simetría perfecta en estos restos musulmanes. |
Restos bien conservados de la muralla norte. |
El Castillo está situado a 396 metros de altura, 98 sobre Azuébar. |
Alto de la Nevera, y a su izquierda los Picaios y el Sinaí. |
Tras la visita al Castillo desandamos nuestros pasos hasta la intersección, seguimos ahora las indicaciones hacia la Peña Ajuerá. El camino inicialmente bordea la peña por el oeste, y cuando llega a su vertiente sur se empieza a alejar de la misma, para llegados a un punto volver a aproximarse, esta vez a su más rocoso flanco oriental, que es por donde accederemos tanto a la cima como al puente de roca. Alcanzamos otro collado, en el que parten la senda a la Peña Ajuerá, el camino a la cima y el sendero por el que continúa la circular, antes debemos decantarnos sobre a donde iremos primero, o al puente de roca o la cima, siendo esta segunda la elección. Entre almendros alcanzamos la cima, coronada por algunas antenas. Pasamos de ellas y nos vamos hacia el extremo sur, en el que resalta una cruz, para colocarnos sobre la propia Peña Ajuerá, sobre una estrecha cresta a la que da "yu-yu" asomarse. Gozamos allí de unas vistas parecidas a las del Castillo, pero con una perspectiva diferente de Azuébar.
Visitado el Castillo seguimos esta pista de rodeno camino de la Peña Ajuerá. La vemos ahí al lado, pero daremos un buen rodeo para acceder a ella. |
Azuébar con su Castillo, esta mañana serán pocas veces las que perderemos de vista esta coqueta villa del Alto Palancia. |
Vistazo hacia el Valle de la Rambla de Azuébar, que como iremos descubriendo, es muy fértil. Un grupo de alcornoques nos dejan constancia de que estamos en la Serra d'Espadà. Al fondo el Monte Plano. |
Tras alejarnos bastante de la Peña Ajuerà nos volvemos a aproximar a ella, plantándonos en su vertiente oriental. |
Esta es la bonita perspectiva que nos ofrece esta vertiente este. |
Acercando la peña con el zoom vemos que además del agujero la roca se encuentra bastante erosionada. Vemos también la canal por la que más tarde accederemos al agujero. |
Mientras nos aproximamos al collado además de la canal intuimos también la repisa por la que nos aproximaremos al agujero. |
Pero antes subiremos a la cima. Desde el collado tomamos el ramal de pista que sube hasta ella. Al fondo el bello Pico Bellota. |
Llegamos a la cima, situada a 439 metros. Encontramos allí un llano libre de antenas. |
Preciosas vistas hacia el trío Carrascal/Bellota/Aljub. Como veis el azul poco a poco se iba imponiendo en el cielo. |
Lo más interesante de la cima lo encontramos en su extremo sur, rematado por una fina cresta coronada por una cruz. |
Estamos justo sobre el puente de roca. La caída es de las que impone respeto. |
Azuébar, esta vez 141 metros más abajo, con el Monte Palomera detrás. |
Acercamos con el zoom el Castillo, en el que habíamos estado una media hora antes. Distinguimos perfectamente el recinto principal y uno de sus aljibes, a la izquierda de la imagen. |
Espectacular vertiente sur del Pico Bellota, uno de mis favoritos de toda la sierra, hace unos años subí a él por esas pedreras en una aventurera, y un pelín inconsciente, ascensión. |
Volvemos al collado, donde ahora si, tomamos la senda que se dirige a la Peña Ajuerá. Este sendero, tras un inicio boscoso sale a cielo abierto y se cuelga de los muros de rodeno mediante una repisa para plantarse ante la canal por la que se accede a la Peña Ajuerá, a la que llegaremos tras remontar un último tramo del sendero muy empinado y con mucha piedrecilla suelta. Tenía muchas ganas de conocer esta Peña Ajuerá o Agujereada y la verdad es que no me decepcionó en absoluto, afirmaría con total rotundidad que esta ventana natural, o puente de roca, que le pone un bonito marco a Azuébar, se trata de uno de los pequeños tesoros(aunque una vez allí es mucho más grande de lo que aparenta desde abajo) menos conocidos de la Serra d'Espadà. También tenía muchas ganas de volver a beberme una cervecilla fresca durante el almuerzo de una ruta, y esta Peña Ajuerá fue el escenario ideal para ello.
Tras bajar de nuevo al collado cogemos el sendero de acceso al puente de roca, que transcurre en su mayor parte por una repisa. |
A nuestra derecha queda una buena pared de rodeno, en la que podemos apreciar las diferentes capas de estratificación en la roca. |
Ya intuimos la canal de acceso a la Peña Ajuerà. |
Antes de llegar allí vemos otro puente de roca más pequeño, y la cruz en la que habíamos estado unos minutos antes. También vimos unas cuantas vías de escalada en la zona. |
Llegamos a la Peña Ajuerá, un lugar precioso, y que disfrutaremos desde diferentes perspectivas. |
El lugar es de los que irradian magia. |
Uno de los pocos puentes o ventanas de roca que tenemos en la provincia. |
Azuébar desde la Peña Ajuerá, parece ser que solo en el solsticio de invierno los rayos del sol logran atravesar este agujero. |
Precioso lugar. |
Esta perspectiva, en la que se aprecia el arco rocoso, es la que más me gusta. |
Los Cinglos del Rincón desde la Peña. |
Tras el almuerzo volvemos al collado, por el que pasamos por tercera vez. Allí enganchamos el sendero por el que continúa la circular, bien señalizado su arranque con un hito. Tras un inicio confuso el sendero se afianza y empieza a remontarnos hacia la franja rocosa de los Cinglos de Ríncón, que nos ofrece una bonita panorámica de Azuébar, su castillo, la Peña Ajuerá y el valle de la Rambla de Azuébar. También se nos abren vistas parciales hacia el Mediterráneo. Alcanzamos así el Collado del Palmeral, donde tenemos la opción de empezar a bajar definitivamente a Azuébar, pero decidimos, mejor dicho decido, Laia y Senda no tienen más remedio que seguirme, añadirle otra extensión a la circular, que consistirá en hacer un ida y vuelta a la cima del Monte Rufo, que estéticamente no aporta mucho a la ruta, pero si panorámicamente, puesto que a todas las vistas disfrutadas anteriormente se le sumaban desde aquí arriba una completa visión del skyline principal de la Serra Calderona, así como del Valle del Palancia.
Tercer paso por el collado, enfocamos en los dos siguientes objetivos, los Cinglos del Rincón y el Monte Rufo. |
Panorámica durante la subida a los Cinglos del Rincón. Pinchar en la imagen para ver en grande. |
Al este aparece la silueta del Pipa, montaña a la que hace mogollón que no subo, os dejo el enlace a al última vez que lo hice, que fue junto a diez cimas más. |
Circulando sobre los Cinglos del Rincón, con el Monte Rufo al fondo. Ya atisbamos el perfil de la Calderona, que veremos mejor desde la cima. |
Punto más elevado de los Cinglos del Rincón, a 470 metros. Vemos Azuébar en el valle, con el Carrascal, el Castillo y la Peña Ajuerá. |
Acercamos esta última, la protagonista de esta ruta, con el zoom. |
Tras pasar por el Collado del Palmeral alcanzamos la cima del Monte Rufo, con sus 494 metros punto más elevado de la excursión. Lo prometido es deuda y aquí va el repaso de las vistas hacia la Calderona. Empezamos con el Pico del Águila. |
Peñas Blancas y Montemayor. |
El Gorgo. |
El Sierro u Oronet. |
Alt del Pi. |
Redona, Xocainet, el Garbí y el Puntal de l'Abella. |
De vuelta al Collado el Palmeral afrontamos de manera definitiva la bajada a Azuébar. Un sendero bastante comido por la vegetación nos enlaza con una pista, que a su vez lo hace con otro sendero, de breve pero bonito paso por el bosque. Salimos a otra pista, por la que ya terminaremos la excursión. La ruta cobra ahora un toque rural, que crea un bonito contraste con el terreno más montañoso por el que había transcurrido la ruta. Así llegamos junto a la Rambla de Azuébar, que nos enseña parajes como el Estanque o las ruinas de una antigua destilería de anís, bonito broche a una preciosa ruta, en la que estuvimos escuchando en todo momento el campanario de Azuébar, y en la que tuve muy buenas sensaciones con mi tobillo.
Un saludo a tod@s.
De regreso al Collado del Palmeral empezamos la bajada definitiva a Azuébar. |
Bonito paso del sendero por el bosque. |
Bonitos toques agrícolas y rurales en esta parte final de la ruta, siempre con la presencia de la Peña Ajuerá. |
Con lo nublado que estaba cuando tres horas antes llegamos a Azuébar y que mañana tan estupenda quedó después. |
Camino entre olivos, con Azuébar, su castillo, el Carrascal, el Bellota y la Peña Ajuerá |
Esperábamos encontrar seca la rambla, pero nos sorprendió encontrar este humedal, conocido como el Estanque, con él despedimos el reportaje fotográfico. |
ALGUNOS NÚMEROS Y APUNTES MÁS SOBRE LA RUTA:
- Esta excursión tiene una longitud de 9,3 kilómetros en los que salvamos un desnivel positivo de 400 metros.
- Quitando del tramo de acceso a la cruz de la Peña Ajuerá, en el que hay bastante exposición, y el tramo final de subida al puente de roca, muy inclinado y con bastante piedrecilla suelta, el resto de la ruta no ofrece dificultad ninguna, y transcurre por buenos caminos rurales y senderos de montaña.
- La ruta no está balizada, por lo que es recomendable apoyarse de un mapa o un track, aquí os dejo el que grabé yo.
- Página web del Ayuntamiento de Azuébar.
- Azuébar en wikipedia.
Hola Dani,
ResponderEliminarHoy mismo estaba pensando en tí ,mientras andaba por una de mis rutas, y en el tiempo que hacía que no publicabas nada y te iba a enviar un mensaje para saber lo que te pasaba. Ahora que mi duda me la has resuelto, me alegro que estés mejor y puedas salir a la montaña.
Bonitas vistas en esta ruta.
Me alegro que estés en activo otra vez. Ahora " despacito y buena letra" como dicen los sabios, y poco a poco reforzar ese tobillo, que se ponga en forma para salidas más potentes je,je.
Me alegra saber de tí otra vez.
Un abrazo!
Hola Rafa.
EliminarGracias por el interés mostrado. Así es me hice un esguince y de los gordos, y se me ha hecho muy largo el parón, pero lo más importante es que el tobillo está respondiendo bien en estas primeras caminatas que estoy haciendo. Lo iremos fortaleciendo poco a poco, y con cuidado y paciencia, para poder afrontar con garantías retos de mayor envergadura.
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarEs una suerte tener la sierra en la puerta de casa, seguro que te viene fenomenal ahora para planificar pequeños recorridos, en los que ir probando el tobillo, sin tener que realizar largos desplazamientos.
El arco natural desde abajo parecía bastante inaccesible, pero como suele pasar muchas veces, una vez metidos en harina, es más sencillo de lo que parece.
Subir al monte Rufo, fue una buena idea, las vistas a la sierra Calderona son muy buenas, hace tiempo que le tengo echado el ojo a esa sierra, que es la que "más cerca esta de Zaragoza", al Garbi le tengo echado el ojo, solo me hace falta encontrar "algo más" para que salga una buena circular.
Un saludo
Hola Eduardo.
EliminarEn ese sentido me ha venido muy bien tener tan cerca, tanto la playa como la montaña, ya que antes de empezar a pisar monte me di unos cuantos paseos a orilla de costa, que caminar sobre la arena siempre va bien para fortalecer las articulaciones dañadas.
El Garbí se suele combinar con la subida a la Mola de Segart, queda una ruta más larga y apañada, pero en la que chupas bastante pista forestal en la segunda parte.
No es por menospreciar a la Calderona, más bien es barrer para casa, pero creo que te pilla igual de cerca Espadán y que en mi opinión es mucho más completa en todos los aspectos que la Calderona, vamos, que para mi no hay color, aunque reitero que en la Calderona hay muy bonitos rincones y se pueden hacer recorridos muy chulos. Decir cual te gusta más eso ya va al gusto del consumidor...
Un saludo.
Hola Dani me alegra verte de nuevo en marcha y publicando.
ResponderEliminarAdemás con una ruta muy acertada para ir cogiendo fuerza.
Esa peña y ese castillo han sido objeto Muchas veces de mi interés y a sido una estupenda propuesta para futuras rutas.
Un abrazo y mucho ánimo
Gracias Jose.
EliminarSe me ha hecho largo el parón, no lo voy a negar. Pero mejor haber estado todo este tiempo parado y que el tobillo se recuperase bien, aunque ello haya supuesto perderse buena parte de la época en la que más bonito está el monte. Por suerte llegamos a tiempo de disfrutar de la primavera en Azuébar en este bonito recorrido que te recomiendo que hagas por que no tiene altibajo ninguno. Además creo que esta es la mejor época para hacerlo, pues está todo muy verde aún, e incluso también te la recomendaría para unos meses antes, ya que hay muchos almendros en la zona, y en plena floración debe estar aquello precioso.
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarYa estás de vuelta y esa es la mejor noticia. Te iba a decir que fortalecieras ese tobillo en las pedreras de la vertiente sur del Bellota porque ojo! como se ve aquello, pero no, poco a poco iras alargando las rutas hasta que lo tengas en perfecto estado.
Para ser una ruta de 9 km tiene un montón de vistas y puntos de interés. Siempre he pensado que uno de los grandes alicientes del Espadà son los pueblos y su ubicación entre el verde de la vegetación y lo picudo de los cerros que los rodean, y Azuébar lo corrobora. Desde cualquier lugar es un vista preciosa del pueblo (la vista desde los Cinglos del Rincón me encanta)
Pero si unimos ese castillo musulmán (¡que maravilla de restos!) y esa Peña Ajuerá con esa espectacular ventana y ese arco rocoso portentoso (cuando me mandaste la foto ya se veía potente y pensé que te habías bajado a Alicante)
No tengo ninguna duda que disfrutaste como un niño en esta vuelta a lo que nos gusta pero esa cerveza fría en Peña Ajuerá seguro que fue un momento muuu especial ;-)
Un abrazo, y bienvenido amigo.
Hola Toni.
EliminarLa pedrera del Bellota...uff, no sé si ahora, y aunque tuviese el tobillo al 100%, me volvería a meter en el berenjenal que me metí allí en 2013.
La verdad es que tenía reservada esta ruta para este verano, ya que por lo corta que es la podía tener finiquitada, madrugón mediante, antes de que apretase el calor, pero no me arrepiento para nada haberla hecho antes, pues como le he dicho a Jose aquello estaba de un verde espectacular, y con una explosión de colores primaverales preciosa. Dos meses antes, con los almendros floridos, la estampa de la Peña Ajuerá también habría sido de las que enamora.
Muy contento con esta ruta, pues como también le he dicho a Jose no tiene altibajo alguno, y tiene un poco de todo, siendo el castillo y el arco de roca los puntos fuertes, y es verdad a mi también me gustaron mucho esas vistas desde los Cinglos del Rincón.
Tomarse la primera cerveza en el monte después dos meses fue un momento orgásmico jejeje.
Un abrazo.
Hola Dani,
ResponderEliminarMe alegra ver que ya vuelves a estar en marcha y con ganas de no parar, ahora a ir poco a poco no se resienta ese tobillo.
Impresionante ruta para hacer tanto que no salías a darle caña, bonito castillo e impresionante Peña Ajuerá, me ha encantado ya no solo el puente, el sendero para llegar a él me parece impresionante, yo recién recuperado del tobillo no se si me habría atrevido.
La cresta para llegar hasta la cruz tela, de esas que tu pasas como si nada pero a mi me hacen sudar pero que al final paso y me divierto, será que soy adicto a la adrenalina o un poco masoca... jejeje
Ahora que ya estás de vuelta ya hay ganas de ver a que sitios nos transportas con tus aventuras.
Por cierto, tenemos varias cosillas pendientes por ahí, ahora que ya estás casi recuperado habrá que intentar cuadrar fechas, que hay ganas de disfrutar de una birra contigo en la cima que sea.
Un abrazo y como dice Toni, bienvenido de nuevo, se te echaba en falta!!!
Gracias David.
EliminarPues ahí estamos, subiendo poco a poco el nivel de exigencia de las rutas, para fortalecer bien el tobillo y tenerlo preparado para empresas mayores, que por planes no será, ¿verdad? jejeje.
Sin duda la Peña Ajuerá es la estrella del recorrido, pero todos los demás puntos (Castillo, Cinglos del Rincón, la bajada a Azuébar entre almendros y olivos...) no desmerecen en absoluto, siendo este un recorrido en el que disfrutas de principio a fin.
Llegar a la cruz fue fácil, lo que tenía miga era continuar un poco más, no fue por ganas, pero por miedo al tobillo, y también a que Laia me siguiese y pudiese caerse, la idea de investigar esa cresta tuvo un paso fugaz por mi cabeza.
Un abrazo.
Compañero Dani, me alegro muchísimo de que vuelvas a las andadas...
ResponderEliminarEsa media montaña es preciosa. La verdad es que te envidio... yo tengo hora y media hasta Grazalema, con el coche... y a veces se hace pesada la carretera. Hay que disfrutar de lo cercano, que seguro quedan vericuetos por patear. Me ha gustado tu oferta. Un saludo, y "muchismas" gracias.
Gracias Fran. Nunca, desde que salgo a la montaña, había estado tanto tiempo parado y se me ha hecho eterno. Lo he sobrellevado mejor gracias a vuestras crónicas ;-).
EliminarEs verdad muchas veces nos olvidamos de lo que tenemos más cerca, o nos pensamos que ya lo conocemos todo, y mira, a media hora de casa tenemos Azuébar y no conocíamos ninguna de las sendas ni parajes que visitamos en esta ruta y nos salió una mañana de domingo redonda.
Un saludo.
Buenas noticias, Dani. No pensaba que la recuperación se fuera a prolongar tanto pero los esguinces de tobillo pueden llegar a ser ¡mu jodíos! que yo de eso tengo experiencia. Veo por lo que comentas que te lo has currado bien y el retorno a la montaña ha sido un éxito. Esta ruta es ideal para eso. Ahora poco a poco retomando sensaciones y poniéndote en forma.
ResponderEliminarDe la ruta me quedo con todo y se asemeja mogollón a la que hicimos el pasado sábado por tierras alicantinas como ya comprobarás.
Un fuerte abrazo y como dice David, ya ajustaremos fechas para el otoño-invierno próximo para la que tenemos pendiente con Toni
Hola Paco.
EliminarNo yo tampoco. Al principio me marqué el plazo de un mes, pero el tobillo estaba muy dañado, y los ligamentos internos me dieron muchos quebraderos de cabeza.
Las sensaciones las recuperé enseguida, nada más caminé bajo un bosque o alcancé alguna cima ¿te suena la Rápita d'Artana? ;-), ahora falta eso coger una forma óptima e ir con menos tensión, especialmente en las bajadas. Poc a poc...
Ya me tienes con ascuas con esa ruta alicantina jejeje, yo por mi parte te recomiendo encarecidamente esta de Azuébar, resérvatela para la primavera que viene!!
Ostras, es verdad, por culpa de este dichoso esguince no pudimos montar esa expedición al Ranera, pero ya te digo que de este año no pasa, a ver si cuadramos fechas, como bien dices, para este otoño-invierno.
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Lo primero que hay que decir es que me alegro mucho que ya vuelvas a caminar por esos montes. Sé lo que es estar en el dique seco y no se lo deseo a mi peor enemigo, y menos aún a mis amigos, como es el caso tuyo. Enhorabuena por estar de nuevo en la brecha. Comentar ahora que la ruta, dentro de su sencillez ofrece elementos interesante como ese agujero que desconocía y que tiene muy buena pinta. Seguro que esta ruta te ha sabido a gloria y la has disfrutado casi como si de una gran ruta se tratara. No hay nada como poder caminar y andar por donde quieras y cuando quieras. Es todo un lujo que sólo valoramos cuando no lo podemos hacer. De nuevo, enhorabuena por la mejoría, amigo y a seguir caminando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tus sinceras palabras Emilio.
EliminarSé de buena tinta lo que has padecido con tus rodillas y que te han obligado a parar varias veces. Yo, como le he comentado al compañero Fran, desde que salgo a la montaña, no había estado parado tanto tiempo, y se me ha hecho eterno, y es que a los que salimos al monte sábado si sábado también, cuando circunstancias de estas nos obligan a parar es como si nos arrancasen un pedazo de vida. Por suerte el esguince ya forma parte del pasado y ya podemos disfrutar de nuevo del monte y de rutas como esta de Azuébar, ruta que te recomiendo que la hagáis algún día, ya que os encantará.
Un abrazo.
Benvingut de nou a les rutes per muntanya Dani. Espere que la recuperació siga pronte al 100% i que este estiu ens deleites amb les cròniques de rutes pels Pirineus.
ResponderEliminarMolt interessant la ruta que ens proposes hui i que, com sol ser passar, jo també sempre he deixat per a més avant per massa curta però veig que els punts d'interès compensen.
Espere llegir pronte una crònica per Betxí pujant a les Penyes Altes, la Gorreta per les cadenes i el Solaig (tot en una) per poder vore't recuperat del tot.
Gracies Xavi.
EliminarPareix que la cosa va per bon camí, hui mateix ja he fet una ruta més exigent i el turmell ha respost bé, encara que en les baixades encara vaig amb prou de cura. A vore si poc a poc vaig agafant més confiança per a quan tinga que exposar el turmell als exigents senders pirinencs ;-).
La ruta d'Assuévar recomanada 100%, curta però molt completa, ideal per passar un bon matí de muntanya.
A les Penyes Altes ja li vaig dedicar una bona crònica fa uns anys, i no hi ha setmana que no m'arrime al mirador de baix. La ruta de la Gorreta (el Camí de la Penya Negra), i la de Sant Antoni (també obra de Juanen) les tinc pendent de publicar, tal volta siga fent una crònica 2x1.
Hola Dani...
ResponderEliminarVeo que la "cabra" a vuelto al monte...jajaja.Bueno,bromas aparte,me alegro de verte de nuevo en activo y como no podía ser de otra forma,recuperando la forma en tu terreno,en esa maravillosa Sierra de Espadán.
Corta,pero muy atractiva la ruta que nos muestras,con ese castillo y la curiosa e impresionante Peña Ajuerá y ese Monte Rufo que quizá no sea muy vistoso,pero ofrece magnificas vistas de esa Calderona.en conjunto una ruta para disfrutar de una buena mañana montañera.
Curiosamente,mañana andaremos por Azuebar...jejeje,subiremos al Carrascal y ya he visto,tu primera entrada,aunque no he comentado en ella.Otra de las innumerables partes de esa fantástica sierra que aun no conocemos,ya te contare...
Un abrazo
Hola Juane.
EliminarNo veas lo largo que se le ha hecho a la cabra estar tanto tiempo encerrada en el corral jajajaja.
Gracias por tus palabras. Cuando en 2017 tuve una pequeña lesión de rodilla también me vino de perlas tener Espadán tan a mano para ir haciendo rutas cortas para empezar la recuperación. Tengo mucha suerte de tener estas montañas tan cerca de casa.
Toda una sorpresa esta ruta de Azuébar, como le he comentado a Xavi, corta pero muy completa. Os la recomiendo a vosotros también, así volvéis a Azuébar jejje. Ya contarás que tal el Carrascal, nosotros en el Cabeçó muy pero que muy bien jejje.
Un abrazo.
Hola. Hace unos meses intentamos subir y no encontramos el camino. Cuando subes a una senda de tierra es para la izquierda o para la derecha ?. No encontramos indicaciones o no hemos caminado lo suficiente para verlas. Ojala puedas aclarar nuestra duda ya que es nuestra intención volver. Gracias y me alegra que estés mejor de tu lesión!.
ResponderEliminarHola.
EliminarAntes que nada gracias por pasarte por el blog y comentar. De la lesión en el tobillo por suerte no me he vuelto a resentir, gracias ;-)
Deduzco que a donde no pudisteis subir sería a la Peña Ajuerá, pues la subida al castillo es bastante evidente. Para acceder al agujero hay que llegar justo a la vertiente contraria de la vista que se ve desde el pueblo, casi al llegar arriba del todo hay un cruce de caminos, unos metros antes nace una senda a la izquierda que va sin pérdida hasta el agujero. Te dejo también el track de la ruta, por si os sirve de ayuda:
Peña Ajuerá
Si tienes alguna duda más no dudes en consultármela.
Un saludo.
Hola Dani,
ResponderEliminarpasé toda mi infancia y adolescencia en Azuébar y me crié corriendo por todos esos rincones que has descrito tan perfectamente. Lo he leído muy emocionado. Gracias por teletransportarme a esos años tan preciosos de mi infancia en los que salir a jugar era corretear por esas montañas, merendar las moras, nísperos y almendras de agua que nos encontrábamos por el camino y luego los baños en calzoncillos en las balsas!
Hola.
EliminarMe alegro un montón de que estas líneas y fotos te hayan hecho rememorar todos esos bonitos recuerdos de tu infancia en la sierra y en Azuébar. Y a mi me hace mucha ilusión recibir comentarios como este que me has escrito tú ;-)
Un saludo.