14 de junio de 2020

Los Tejos y los Petroglifos de Penyagolosa


Sábado 6 de junio de 2020

Regresamos a los dominios de Penyagolosa para realizar la ruta que teníamos planeada para el sábado en el que se decretó el estado de alarma y por lo cual tuvimos que aplazar. El principal propósito de este recorrido fue encontrar tres pequeñas poblaciones de tejos, en las que residen algunos ejemplares centenarios, milenarios me atrevería a decir. También fuimos en busca de unos petroglifos. Entre medias pasamos por lugares que nos son muy familiares, otros que no conocíamos, y algunos más que hacía cerca de una década que no visitábamos. ¿Os apetece dar un cundidor paseo por las zonas menos conocidas y frecuentadas del Parc Natural de Penyagolosa?, ¿si?, pues ya sabéis, a seguir leyendo se ha dicho.






Una vez más estábamos en Sant Joan de Penyagolosa, dispuestos a iniciar una ruta desde allí. Ya he perdido la cuenta de las veces que lo hemos hecho, pero os puedo asegurar que pocas tan especiales como esta, sobre todo por toda esta locura vivida los últimos meses y la incertidumbre de no saber cuando podríamos volver a visitar este lugar que tanto nos gusta. No había pasado tanto y tanto tiempo desde la última vez, pero... como echábamos de menos volver a estar en este entorno, respirar su aire, sentir la ilusión de iniciar una nueva ruta allí... hasta echábamos el típico momento en el que nada más llegar el ermitaño se acerca para pedirte un cigarro!! 😂.

Como preveía, siendo este el primer sábado desde que habíamos entrado en la fase 2 y tratándose de Penyagolosa, aquello estaba bastante concurrido, pero tampoco de una forma muy exagerada, de hecho he visto más gente en otras ocasiones. De lo que estaba casi totalmente convencido es de que toda la gente que nos pudiésemos encontrar allí habría venido a subir a Penyagolosa, y que en la ruta que íbamos a hacer nosotros no nos íbamos a cruzar con nadie, no me equivoqué ni en lo más mínimo. Mejor, así íbamos a poder disfrutar en total soledad un monte al que la lluviosa primavera (más de 800 litros por m² en Sant Joan en lo que llevamos de año) había vestido de un esplendoroso verde, y engalanado con flores de todo tipo y color.

Empezamos andando inicialmente por el GR-7 rumbo a Villahermosa, aunque lo abandonamos de inmediato para empezar a caminar, cauce arriba y sin sendero, por el interior del Barranc de la Teixera, en el que tendríamos que encontrar el primer grupo de tejos. El avance por el interior del barranco no será para nada cómodo, y habrá ocasiones en que nos veremos obligados a salir de su cauce para seguir avanzando, unas veces por su propia orografía, otras por la vegetación y de mitad barranco para arriba por el agua, que por algún fenómeno kárstico empezó a aparecer y a desaparecer. Este Barranc de la Teixera es un paraje que aún no conocíamos y la verdad es que nos sorprendió gratamente, con tramos muy bien labrados en la roca, otros más estrechos y por supuesto por su frondosa y variada vegetación y arbolado, que nos hizo apuntar una nueva visita en otoño. Y entre todo ese arbolado por supuesto están los tejos que habíamos venido a buscar. Poco a poco fueron apareciendo los primeros ejemplares más pequeños hasta que dimos con los tejos más grandes de este barranco, el Teix Gros de la Teixera y otros dos que han arraigado en la roca.


Sant Joan de Penyagolosa, aquí estamos de nuevo, y van ya...

De Sant Joan saltamos al pedregoso lecho del Barranc de la Teixera, en el que no tardan en aparecer los primeros tejos.

Y es que el topónimo del barranco no podría estar mejor puesto.

El barranco no nos puso fácil el avance, y más aún con lo entumecido que teníamos el cuerpo tras el confinamiento.

Las pinceladas del barranco no serán únicamente botánicas.

En cierto punto del barranco nos saluda su más anciano habitante, el Teix Gros de la Teixera.

Nos fijamos en el hueco de su robusto tronco.

Y hoy, como si de cimas se tratasen, posaremos en cada uno de los tejos monumentales que encotremos.

Seguimos avanzando por el barranco, en busca de tejos, para llegar a este tuvimos que salir del barranco y luego más adelante volver a bajar a él.

Nos metemos bajo el ramaje, para ver que este tejo arraiga directamente en la roca.

Esta foto deja a las claras lo enmarañado que resultó transitar por algunos tramos del barranco.

Otro tejo, este similar al anterior.

Repetimos operación,para ver que este también ha crecido en la roca.

A este tejo le sigue un bonito tramo de avance por la Teixera.

Comentaba que el monte estaba esplendoroso de verde y flores. Solo pondré una muestra floral, y que mejor que esta bonita peonia silvestre.


Acabamos saliendo a la Font de la Cambreta, donde entramos de nuevo en terreno conocido. Desde la fuente remontamos hasta el Mas de la Cambreta, en cuyas proximidades, y en una zona de bloques, tendríamos que encontrar el primero de los petroglifos, al final, y tras dar unas cuantas vueltas por allí lo encontramos. Se trata, al igual que el que encontraríamos más avanzada la ruta, de un grabado hojiforme, y parece ser que hay ciertas discordancias en cuanto a su origen, los hay quien afirman que se tratan de grabados rupestres, y que podrían datar del año 1000 a.C, pero también hay quien sostiene que son más actuales, y que podrían estar relacionados con la obtención de aceite de enebro, aunque no se han encontrado indicios en estas rocas que respalden esta segunda teoría. Sea como fuere toda una sorpresa encontrar esto aquí, y es que Penyagolosa nunca dejará de sorprendernos.


Salimos del barranco para atravesar este fantástico helechal...

...que nos enlazará con la Font de la Cambreta, todo un clásico de las excursiones por el parque natural.

Cerca de la fuente encontramos otro tejo.

Remontamos hasta la Cambreta, vemos esta masía, con su característico fresno.

Allí obtenemos esta imagen tan primaveral de Penyagolosa.

Nos vamos hacia una zona de bloques cercana a la Cambreta, en busca de los petroglifos, encontramos este, menos evidente...

...y este, toda una filigrana tallada en la roca. Hay otro similar a este al lado, pero tan entusiasmado estaba fotografiandolo, que ni lo vi 😌.


Visto el petroglifo hacemos una breve incursión por las laderas de Penyagolosa para visitar de nuevo la Nevera de la Cambreta. Vista y fotografiada volvemos a la masía, para ir en busca de la senda del Barranc, o Pinar, Obscur, uno de los senderos más bonitos del parque natural y que siempre es una gozada recorrer. Del Barranc Obscur saltamos a la Lloma Plana, donde enganchamos un carril que nos encaminará a la Serra de la Batalla, que será por donde discurrirá la ruta a partir de ahora. Volvemos a tener un breve contacto con el GR-7, que nos enlaza con el pistón que va a Puertomingalvo, que abandonamos de inmediato para tomar el más precario ramal que baja a las Maluendas, que de inmediato nos asoma a la cuenca del Río Carbo, cuyo nacimiento no anda muy lejos de donde estábamos. 
Pasamos junto al bello rincón de la Covarxa, en el que volvemos a ver algún tejo, señal inequívoca de que en algún momento nos tendremos que desviar para encontrar el Teix del Mas Roig.
Si en el Barranc de la Teixera había sido relativamente sencillo encontrar los tejos, aquí estos se iban a ganar su fama de crecer en sitios inaccesibles, y llegar hasta el Teix del Mas Roig requirió de bajar por una inclinada, inestable y peligrosa ladera. Pero valió la pena con tal de estar unos momentos junto a un ser vivo que seguramente superará los mil años de edad.


Nevera de la Cambreta, la última vez que la visitamos apenas era visible por culpa de la vegetación. Le han hecho un buen lavado de cara.

Volvemos a las verdes eras de la Cambreta, a buscar el sendero del Barranc Obscur.

Ponemos rumbo al Barranc Obscur, pero sin poder evitar girarnos de vez en cuando para admirar a Penyagolosa.

Circulando por el sendero del Barranc Obscur, que en su tramo inicial transcurre por los pelados contrafuertes orientales de los Cingles de Marcén.

Ese tramo es breve. De inmediato nos introducimos en la frondosidad del Pinar Obscur.

Uno de los senderos del parque natural que más me gusta recorrer.

Dejamos los dominios del Massís de Penyagolosa y nos montamos en las primeras laderas de la Serra de la Batalla. Se nos abre esta vista hacia el Río Carbo, que tiene su cabecera y nacimiento muy cerca de aquí.

Empezamos a bajar hacia las Maluendas, en busca de más tejos. Pasamos bajo el cinglo de la Covarxa.

¿Será esta la tal Covarxa?.

Una inestable e inclinada bajada nos exigirá poner todos los sentidos en funcionamiento. Valdrá la pena con tal de estar ante el Teix del Mas Roig.

Impresionante este tejo, que vemos que tiene una importante herida en su tronco.

Vemos a este taxus baccata desde otra perspectiva...

...y por supuesto nos inmortalizamos junto a él. 42 míos, 8 de Senda y 6 de Laia junto a los seguro más de mil de este tejo.


Una vez visitado este tejo desandamos parte del camino recorrido para llegar a él hasta llegar a un punto, en el que nos desviaremos, para monte a través, empezar a subir hacia el Mas Roig, enorme masía abandonada de la que son inquilinas una familia de cabras montesas a las que sorprendimos, aunque el susto me lo llevé cuando asomaron por la preciosa puerta principal de la masía.
En la masía enganchamos el PR-CV-66, y por él, en progresivo pero constante ascenso llegamos hasta la masía de Torre Mosquit, gran parte de ella en ruinas. Hacía casi diez años desde que estuve aquí por primera vez, y no recordaba las sensacionales vistas hacia Penyagolosa.


Subiendo al Mas Roig, el cual asoma tras estos cantiles.

Penyagolosa, jugando al escondite.

Por sus antiguas eras y bancales nos iremos aproximando al Mas Roig.

Vemos la fachada de esta bonita masía. Menudo susto me dieron las cabras que asomaron por la puerta, justo después de hacer esta foto.

Y hablando de la puerta, su arcada me parece espectacular.

Dejamos el Mas Roig y empezamos a subir hacia otra masía, la de Torre Mosquit. Lo hacemos con estas vistas.

Torre Mosquit debió de gozar de cierta importancia en su época, a tenor de las numerosas construcciones, hoy casi todas en ruina.

Dos de las casas de Torre Mosquit que se conservan, y vistas hacia el Gegant, o mejor dicho, Geganta de Pedra, pues Penyagolosa, Penya y Golosa, es chica, amigos .



Desde la masía continuamos monte a través para ir en busca del Collet del Borguillo, a la postre altura máxima de la ruta de hoy. En el collado nos dejamos caer por la vertiente contraria a la que habíamos venido, en busca de los tejos de l'Atzevar. El boscoso sendero nos conduce hasta el idílico rincón en el que se encuentra la Font de l'Atzevar, en el que reservamos plaza para comer. Antes seguiremos bajando hacia el Barranc del Mas de Gual, en cuyo cauce se encuentran desde hace siglos los Teixos de l'Atzevar. Bajar hasta allí tampoco fue un camino de rosas, pero la recompensa valió la pena, por que allí, junto a un salto rocoso del barranco encontramos un majestuoso tejo. He de decir que aquí se me quedó una espinita, pues habréis observado que digo "teixos" en plural y es que resulta que son dos los tejos milenarios de este rincón, pero yo en ese momento, quizás debido al cansancio acumulado, no lo recordé, así que ya hay excusa para volver.


Pasado el Collet del Borguillo empezamos a bajar hacia la Font de l'Atzevar.

Poco antes de llegar a la fuente encontramos este tejo, son muchos los que podremos encontrar en esta zona, hasta la fecha inédita para nosotros.

La Font de l'Atzevar está ubicado en un claro herboso en medio del pinar. Un lugar en el que se respira tranquilidad, y que de inmediato quedo adjudicado como nuestro comedor de hoy.

Antes nos iremos a visitar a otro de los ancianos de la zona, uno de los Teixos de l'Atzevar o del Mas de Gual.

Para ello hubo que bajar, con cuidado, hasta este bonito rincón.


Este tejo es realmente majestuoso, y vemos que también tiene un hueco en su tronco.

En ese momento de la ruta estaba exhausto, pero valió la pena con tal de estar junto a un ser vivo tan longevo. Si queréis ver como es el otro tejo milenario que no vimos os remito a esta gran ruta botánica que se marcaron por la zona los compañeros, y amigos, de Trotasendas.


Tras comer como un señor, sentado en la mullida hierba y apoyado en el tronco de un gran pino, remontamos de nuevo hasta el Collet de Borguillo, para enganchar de nuevo el PR, nuestro guía hasta Sant Joan, y que solo soltaremos para desviarnos brevemente para ver, en otra zona de bloques, el Petroglifo de la Bertrana, el cual no nos costará mucho de encontrar, pues llama bastantela atención. Este tiene la característica que asemeja a un corazón, está encarado hacia Penyagolosa, y encima está grabado en una roca que asemeja a la silueta bicéfala de Penyagolosa, por lo que a mi, personalmente, no me queda ninguna duda que estos pretroglifos tienen tras de si una simbología rupestre.
El sendero abandona el bosque y sale a cielo abierto en la Lloma del Pi de la Fulla, donde se nos abre un bonito salvapantallas del valle de la Rambla de Sant Joan con Penyagolosa a la cabeza, panorámica que iba a amenizar esta parte final de la excursión, la cual finalizábamos seis horas después de haberla comenzado, muy cansados pero el doble de contentos por haber podido disfrutar de todo su rico contenido, y es que el Parc Natural de Penyagolosa es mucho más que la propia Penyagolosa.


De regreso a la Font de l'Atzevar echo una fotico al barranco en el que se hallan los tejos.

De nuevo el paradisíaco rincón de la Font de l'Atzevar.

Remontar de nuevo hasta el Collet del Borguillo con el estómago lleno, y con los efectos de la falta de ritmo fue duro, pero a partir de ahí ya todo era bajada, y además por la sombra y el frescor de los helechos.

Cuando pasé por primera vez por aquí, noviembre de 2010, todos estos helechos estaban secos, mejor ver el bosque así, ¿verdad?.

Tras pasar por la Portella del Llop, la cual hay que abrir y luego cerrar, nos desviamos para ver el Petroglifo de la Bertrana. De camino allí vemos este refugio construido en un bloque.

Aquí tenemos el petroglifo. La densidad del bosque impide verlo, pero está encarado a Penyagolosa, y grabado en una piedra que asemeja bastante a Penyagolosa ¿devoción por Penyagolosa en tiempos pretéritos?.

Los animales son mucho de captar este tipo de energías, por eso no me extraña que mis dos compis se subiesen a la roca del petroglifo. Aunque a mi me tiren más las teorías místicas o telúricas tampoco es descartable la teoría de que estos petroglifos se utilizaran para la obtención de aceite de enebro, y si no mirad este vídeo:








Bajo la atenta mirada de nuestra montaña favorita nuestra excursión empezó a dar sus últimos coletazos.


Penyagolosa, qué ganas tenía de volver a verte!!

Y lo que en Sant Joan empezó en Sant Joan terminaba.

  • Longitud del recorrido: 16,21 kilómetros.
  • Desnivel positivo acumulado: 750 metros.
  • Desnivel negativo acumulado: 750 metros.
  • Track de la excursión, cortesía de C.E.B Ferran.
  • Si os animáis a realizar este recorrido quizás os interesaría saber que...
...sin ser una ruta complicada tampoco se puede calificar como sencilla, ya que hay ciertos tramos (Barranc de la Teixera, bajada a los tejos del Mas Roig, ojo en esta bajada, y del Atzevar), que no son nada cómodos de caminar. Tampoco hay que olvidar que hay algunas secciones de monte a través, y que la mayor parte del recorrido se hace por senderos que no están balizados, por lo que si no se conoce la zona, o no se dispone de un mapa, el uso del GPS con un buen track es más que aconsejable. Podremos abastecernos de agua tanto en la Font de la Cambreta como en la Font de l'Atzevar.

Sobre los petroglifos podréis encontrar una más cumplida información en los siguientes enlaces:






















16 comentarios:

  1. Impressionant com està Penyagolosa aquesta primavera! Bona ruta etnobotànica!.

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    1. Hola Jose.

      Encantat de veure't una altra vegada per ací. Sempre eres benvingut ;-)

      Les abundants pluges d'aquesta primavera li han vingut molt bé a la muntanya, i en Penyagolosa, que han sigut molt més generoses aquest esplendor primaveral s'ha vist multiplicat.

      Salutacions.

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  2. Hola Dani.

    Guuuauuu, me ha encantado!! como está de verde aquello (800 mm de lluvia en medio año que llevamos es muchísimo....a ver si siguen las aguas) Ya te he dicho alguna vez que esta comarca es casi mi preferida, tiene muchos parecidos a la serranía alta de cuenca, con esos helechares, pinares, barrancos profundos. Si hay hasta la rosa maldita (esa peonía que has puesto) Si investigas un poco sobre esta flor veras que es de las flores mas vilipendiadas del catálogo, verás un listado de nombres vernáculos bastante injuriosos. Se ve que el hombre de antaño intento sacarle propiedades curativas y la mayor de las veces, les provocaba trastornos no deseados.

    Lo de los petroglifos es apasionante. Yo no tengo duda que eso son grabados rupestres, no a lo mejor de la época de las pinturas pero si muy antiguos.

    Me ha gustado mucho verte en busca y captura de Tejos. Ya sabes de mi amor por este árbol. Como veo en la entrada, has comprobado que hay que sudar de lo lindo para poder llegar a ellos. Es un de esas cosas que me gustan de ellos, que no te lo ponen fácil. Solo salen con esas condiciones ambientales en lo alto e inaccesible de los barrancos rocosos o en laderas peliagudas. Yo he he hecho rutas para poder ver tejos más difíciles que otras que a priori serían de alta dificultad, pero cuando llegas a ellos, y ves que el sitio tan puro donde salen, lejos de los hombres, yo disfruto del momento mucho.

    Entre todos los que sacas hay tres que son espectaculares. El primero al ponerte tú como calibrador se ve el verdadero tamaño porque si no, no lo adivinamos. Para que te hagas una idea, un tejo con 4,5 metros de diametro tendría una edad aproximada de 1200 años.

    Lo dicho, otra forma preciosa y distinta de ver el Parque de Penyagolosa.

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Al final creo que incluso vino bien el aplazar la ruta, pues en las fecha inicial que tenía previsto hacerla, a mitad de marzo, aquello hubiese estado bonito, sí, pero sin el esplendor que me encontré casi tres meses y un porrón de lluvia, y también nieve, caída después.
      No conocía el dato ese de la peonia, gracias por el apunte. La verdad, y aunque se ganara todos esos apelativos tan negativos es una flor preciosa, además de muy montaraz.
      Respecto a lo petroglifos yo también estoy en el bando de los que piensa que se tratan de grabados rupestres. Hasta hace poco no tenía ni idea de su existencia, y eso que están muy fáciles de localizar. Lo que está claro es que son un atractivo más a sumar a los muchos que tiene el parque natural.
      Y entre esos atractivos están todos esos tejos. Mi pasión por estos árboles ha crecido a lo largo de estos años, y más desde que ese calendario celta de Santa Elena me dijo que es mi árbol jejeje. No, es coña, gran parte de ese creciente amor por los Taxus Bacatta me lo habéis inculcado tanto el amigo Jose (Trotasendas) como tu, ambos sois unos apasionados de los tejos, te recomiendo que le eches un vistazo a su reportaje, el que menciono en esta entrada.
      Y es verdad, para poder estar junto a un ejemplar de muchos centenares de años, e incluso con más de un milenio de vida, es más costoso, y penoso también, incluso que alcanzar la cima de muchas montañas. Desde luego para mi la satisfacción es igual de reconfortante, tanto la de estar en lo alto de la cumbre como la de poder sentarte unos instantes al lado de un ser tan longevo, supongo que los que hayan ido alguna vez a participar en Saber y Ganar sabrán de lo que hablo jajajaja.

      Un abrazo.

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  3. No podía ser de otra manera Dani. Estaba claro que tocaba reencontrarse con tu amada ahora que nos han dado "la condicional". Como reza el dicho ... "Tira més un pel de figa ...". Espectacular ruta en esta verde y fresca primavera para disfrutar con esos ancianos venerables que tanto me chiflan. Apuntada queda. El petroglifo del Mas de la Cambreta lo conocía no así los demás.La de connotaciones esotéricas que pueden tener o quizás algo más material y rudimentario. Un atractivo más para volver por allí. Un abrazo.

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    1. Hola Paco.

      "...que una maroma de barco" jajaja

      Había que regresar, y volver a tirarle los tejos, y nunca mejor dicho, a Penyagolosa jeje.
      Como ves ella me estaba esperando, y además con su mejor vestido primaveral, y aunque en esta ocasión guardamos el tan ahora en boga distanciamiento social, eso no fue impedimento para que pudiese descubrir, y re-descubrir, un buen numero de sus encantos, en especial los botánicos e históricos.
      Buscando información sobre los petroglifos di con una crónica tuya, y ya vi que de camino a la canal hicisteis una parada para visitar el hojiforme de la Cambreta.

      Un abrazo.

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  4. Hola Dani.

    Este recorrido deja a las claras, que por muchas veces que se haya pateado una zona, siempre quedan rincones por descubrir, como el Barranc de la Teixera, los tejos o los petroglifos.

    La circular en general muy chula, los tejos son árboles difíciles de encontrar, no solo porque nacen en zona muy puntuales, sino también porque no se agrupan, como pasan con los pinos, hayas y demás especies.

    Otra cosa curiosa de está circular, es la vista "distinta" del Penyagolosa, creo que es la primera vez que lo veo desde aquí.

    Un saludo

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    1. Hola Eduardo.

      Ahí reside la grandeza de este parque natural, que como apunto en el reportaje va mucho más allá de la propia Penyagolosa, que evidentemente es la que atrae la mayor parte de las miradas. Pero si uno se pone a investigar un poco más a fondo puede descubrir allí cosas muy fascinantes, como su riqueza botánica y también histórica, y esta ruta es un buen ejemplo de ello.

      Cierto que la perspectiva que comentas de Penyagolosa no es muy común verla en redes, medios etc, pero hay que tener en cuenta que esta Serra de la Batalla no es una zona muy frecuentada a nivel excursionista, sin ir más lejos yo hacía casi 10 años que no pateaba por allí.

      Un saludo.

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  5. Hola Dani,

    Ya sabía yo que en cuanto pudieras acercarte a tu querida Penyagolosa no podrías resistir la tentación... jejeje

    Todo un acierto esta espectacular ruta alejado del gentío de la ruta principal y la cima, además menudo tute que te pegaste.

    Que gozada ver el monte con tanto verdor, aunque eso te haya hecho tener que superar algún tramo un poco "asilvestrado", sobretodo en la subida por el Barranc de la Teixera, que por cierto, me ha parecido una preciosidad de barranco.

    Impresionante la cantidad de tejos que hay en el parque, lo desconocía, y encima muchos de ellos de más de 1000 años, una grata sorpresa, como el descubrir tal cantidad de masías despobladas, algunas de ellas debían ser muy importantes en su época.

    Lo petroglifos muy bonitos, y eso de que cueste encontrarlos les da un plus, pero si me quedo con algo es con el camino del Barranc Obscur, toda una delicia, además de las dos veces que he subido a Penyagoloa, las dos he ido por él, la primera en una circular con la montaña bien repleta de nieve, y la segunda con un tal Dani que me llevó a descubrir bonitos rincones y a subir por la divertida y bonita canal Sur... jejeje

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      Lo tenía muy claro, que nada más pudiese moverme por la provincia al primer sitio que iría sería a Penyagolosa. Lo más lógico hubiese sido subir a su cima, como hizo, cosa comprensible, mucha gente ese sábado. Pero tenía la espinita clavada de no haber podido realizar esta ruta de los tejos y los petroglifos tres meses atrás y me la tenía que quitar. Y mira por donde regresé a casa con alguna espina que otra clavada, sobe todo en el Barranc de la Teixera jajaja. Pero sobre todo regresé con la satisfacción de haber estado de nuevo en la naturaleza, de haber disfrutado de una montaña verde que pocas veces la he visto así, de haber tenido el privilegio de estar junto a seres milenarios, de haber descubierto parte de la hstoria del lugar y de haber descubierto rincones nuevos.

      Es verdad, aunque la mayor fama de la lleva el Barranc de la Pegunta, el Barranc Obscur también es una maravilla, y al estar alejado de la ruta de subida más habitual a Penyagolosa, lo normal es recorrerlo siempre en soledad, y de hecho siempre que he andado por esa senda ha sido así.

      Un abrazo.

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  6. ¡Hola, Dani! Pues una ruta de cinco estrellas que para comenzar de nuevo con esta rutina que tanto nos gusta, no está nada mal. Menuda colección de tejos has coleccionado y enseñado, adobado por esos curiosos y misteriosos petroglifos, toda una incógnita. Y no hace falta que hablemos de la magia que se respira en todo el parque natural del Penaygolosa y que ha quedado patente tanto por tu descripción como por las preciosas fotos que nos has mostrado.
    Un abrazo.

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    1. Hola Emilio.

      Fue una gran ruta, que sabía ya de antemano que no me iba a defraudar, pues que una ruta esté bajo el mágico influjo de Penyagolosa ya es toda una garantía. Y es que más allá de los tejos y petroglifos, que eran el componente principal de la excursión, lo que vimos en el resto del recorrido (barrancos, masías, vistas, sendas...) estuvo también a la altura, si a ello le sumamos el vestido primaveral que tenía puesto el monte tuvimos todos los ingredientes para calificar esta ruta como cinco estrellas, como tu bien has apuntado.

      Un abrazo.

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  7. Hola Dani...
    Pues con esos respetables 16 kms y pico,con ese desnivel de más de 700,el paso agreste y aventurero por la primera parte en ese barranc de la Teixera y esas bajadas "empinadas" que has comentado,convierten esta ruta en algo "cañera" y más después de la inactividad obligada,aunque tu tenias un buen "patio de recreo"...jejeje.
    Curiosamente hace unos días vi y leí la entrada de Eduardo Pardo(Diario de un Caminante),sobre los "Abuelos del Bosque" en Covaleda,espectaculares pinos los que muestra en esa entrada y ahora tú nos ofreces una pasada de Tejos milenarios(aunque para encontrarlos en algún caso,ha sido algo aventurero),casi los podrias llamar "Los Tatarabuelos del Peñagolosa"...jejeje.
    Esplendoroso está el entorno del Gegant o Geganta y el paso por ese Barranc Oscur,se ve una auténtica delicia.La Font de l'Atzevar y su entorno,otra chulada.
    Muy curiosos esos petroglifos,sobre todo el de ese corazón.Sin duda tendrán una "historia",que sería más que interesante.
    Yo mañana,me voy a "mi segunda casa",por fin...jajaja.

    Un abrazo.

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    1. Hola Juane.

      Ya he visto el anticipo, muy celta jeje, de vuestro retorno a Gúdar, ya.

      Pues aunque no lo pueda parecer fue una ruta durilla, ya que como bien apuntas, el tránsito por el Barranc de la Teixera, como los accesos a los tejos del Mas Roig y de l'Atzevar no fueron un camino de rosas, si a ello le sumas los tramos que hubo de campo a través, más los casi tres meses de inactividad total... Pero no me importó para nada cansarme más de la cuenta con tal de volver a disfrutar del entorno de Penyagolosa y de su esplendor primaveral, e indagar más en su rico patrimonio, tanto natural, botánico como histórico. Una gozada de ruta que os recomiendo hacer algún día.

      Un abrazo.

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  8. Sobre el proceso de obtención del aceite de enebro y los petroglifos, llevaba tiempo buscando información y quien diría que estaba tan cerca, en Mora de Rubielos.

    Seguro que te parece muy interesante.

    https://www.youtube.com/watch?v=aL1sepsZoT0

    Un saludo

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    1. Hola Guillermo.

      Pues me ha encantado el vídeo, muchísimas gracias por compartirlo!!. La verdad es que este pequeño documental respalda bastante la teoría de que esos petroglifos del Penyagolosa, que no dejan de ser petroglifos, estuvieran hechos para esta manera tan ancestral de obtener aceite de enebro. Incluiré el vídeo en la crónica, ya que aporta mucha información. De nuevo muchas gracias por compartirlo.

      Un saludo.

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