17 de abril de 2022

Mondúver y Penyalba desde Barx

 Domingo 31 de octubre de 2021

Celebramos mi 44 cumpleaños soplando dos buenos pasteles, Mondúver y Penyalba, aunque no apagué yo las velas, de eso se encargó el fortísimo viento de poniente que sopló ese día y que deslució por completo una ruta muy buena. Ya habíamos subido a estas dos cimas costeras con anterioridad, pero de forma individual, ese día las unimos las dos y descubriendo sus vertientes interiores, empezando la ruta desde la población de Barx.



Mi Nissan NV-200 nos llevó ese día hasta Barx. Esta población, y la urbanización de la Drova, está situada en el lecho de lo que a primera vista puede parecer un valle, pero no lo es técnicamente, ya que realmente se trata de un polje. La de cosas que se aprenden con esto de salir a la montaña, si señores, esto va muchísimo más allá de coleccionar cimas, contar kilómetros, sumar desniveles y cronometrar tiempos. También aprendimos, tras haber recorrido de oeste a este parte de este polje, que en la ladera sur del Monduvér se halla la Cova del Parpalló, y que se trata de uno de los yacimientos del Paleolítico Superior más importantes de Europa. Los diferentes paneles informativos que encontramos durante esta parte de la subida lo explican mejor de lo que lo pueda hacer yo aquí, donde únicamente me limitaré a dejar este enlace. Lo que ya traíamos aprendido de casa es que en los collados siempre se suele manifestar más el viento, y eso es lo que pasó cuando ganamos el Coll de Rafela, donde empezamos a notar, y de que manera, las "caricias" del viento de poniente que nos iba a azotar durante el resto de la excursión. También nos imaginábamos que la subida desde allí hasta la cima del Mondúver sería dura, como así fue, por el propio terreno y por el añadido del viento, eso si, chula, y panorámica, es un rato. Sabedores éramos de todo el hierro que íbamos a encontrar allí arriba, por lo que es una cima en la que, para mi, con viento o sin viento, no apetece quedarse mucho rato, ya nos pasó en 2016, y es una lástima, pues mira que además de emblemática, es tocha y guapa esta montaña, en fin, todo sea por que no nos falte cobertura en nuestros (¿o les pertenecemos ya nosotros a ellos?) smartphones (...pero con una muestra alcanza, hoy las bombas que crearon sus mentes son más inteligentes que los idiotas que las lanzan*), y que llegue bien a todas partes la señal de la todopoderosa televisión...

*Contrapunto para Humano y Computadora - El Cuarteto de Nos.

Aparcamos en la parte sur de Barx, junto a su ayuntamiento, y empezamos a caminar por el interior del polje, por un camino, debido a las lluvias del día anterior, bastante embarrado. Al fondo ya destacaba el Mondúver.

A nuestra derecha vimos la cresta caliza en las que se encuentra el Alt d'Aldaia, en las estribaciones más orientales de la Serra del Buixcarró.

Volvemos a ver el Mondúver, esta vez desde las inmediaciones de la Font de la Drova, donde coincidimos con un grupo de senderistas entre los que se encontraba Fernando, uno de los más fieles secuaces de mi amigo Paco Domingo y con quien he compartido un par de rutas.

Seguimos avanzando. En frente tenemos la pared caliza del Cingle Verd.

Miramos un poco hacia atrás, donde ya hacia rato que se dejaba ver el Penyalba.

Llegamos al Coll dels Mollons, donde se encuentra el Centre d'Interpretació Parpalló Borrell. Desde allí empezamos a remontar el asfaltado que sube a la cueva. Se dejaba ver la Serra Falconera, y también el Montgó.

Se nos mostraba también la vertiente sur del Mondúver.

Frondosa vegetación y buenas vistas. Vallecillo del Barranc de les Voltes, Falconera y Montgó.

Siendo una zona esta con un triste historial de incendios forestales fue toda una alegría encontrar semejante vergel. Sin ser premeditado en esta foto casi calco el dibujo del panel informativo de abajo.


Este picacho nos tuvo embelesados durante este sector de la subida. Se trataba del Tossal del Tramús.

Cada vez nos iba gustando más esta vertiente del Mondúver.

Hago un zoom para mostraros el afloramiento calizo en el que se encuentra la Cova del Parpalló. La podemos visitar por el módico precio de 2 euros.

Tampoco nos pasó desapercibido otra oquedad en los cortados del Mondúver...

...aunque conforme nos acercábamos, y dándole al zoom, vimos que más que una cueva era un túnel natural en la roca.

El firme cambió de asfalto a tierra, y llegamos hasta el Mirador de la Caldereta, ya muy cerca del Coll de Rafela...

...allí gozamos de esta preciosa panorámica hacia el Tossal del Tramús y la Serra del Buixcarró.

Hasta ahora habíamos ido relativamente protegidos del viento, pero al llegar al Coll de Rafela quedamos a su amparo. Vemos la continuidad de la ruta, que se encaramará hacia ese picacho.

Tras pegar un bocado en el collado continuamos la subida.

La subida fue exigente, y por un sendero muy descarnado. Esos si, las vistas sensacionales. Coll de Rafela y Penya Negra. Azul Mediterráneo de fondo.

A esas vistas hacia el mar se le iban a sumar...

...unas secciones de subida realmente estéticas.

El paso por este colladete fue toda una delicia.

Superado quedaba este primer picacho...

...y la subida continuó, con amiente aéreo...

...y con un fantástico panorama visual...

...hasta la antecima del Mondúver. A la cual, a ver si la veis, ya estaba subiendo Laia.

Laderón, con el polje allá abajo.

Llegamos a un punto donde enganchamos con el itinerario, ya conocido por nosotros, que sube al Mondúver desde Xeresa. Unos pasos equipados con sirgas nos hicieron alcanzar la antecima del Mondúver, el cual ya teníamos a tiro de piedra.

Vértice que marca los 843 metros de altitud de este gigante costero. Rodeados de antenas, en las cuales rebotaba el viento, creando una sensación nada agradable. Las ondas electromagnéticas que deben flotar por allí arriba tampoco deben ser muy buenas para la salud. 

Cuatro fotos mal contadas y tiramos para abajo. Vemos el Mediterráneo, con el Montgó, Gandia y Xeresa, punto de inicio de la ruta de nuestro ascenso al Mondúver en 2016, 800 metros de desnivel del tirón, casi nada.

Si antes veíamos Xeresa ahora vemos Xeraco.

Urbanización de la Drova y la cuerda a seguir hasta el Penyalba.


Sin poder evitar que se me escapase una sonrisilla, pensando en el viral yayo ciclista del Mondúver, bajamos hasta el Coll de les Bigues. A partir de allí nuestra ruta hasta el Penyalba iba a ir casi en todo momento ceñida al cordal, y por lo tanto dejándonos expuestos a la merced del viento, que incluso me llegó a desequilibrar en varias ocasiones, cosa peligrosa para los tobillos cuando el terreno por el que se trisca es un agrietado lapiaz. Así que pocas paradas a hacer fotos y a mirar bien donde pisaba. La verdad siempre hay que decirla, y lo cierto es que el resto de la ruta, con esas embestidas del viento, fue bastante desagradable, incluso me llegué a plantear el no subir al Penyalba. Creo que hubiese sido lo mejor, pues para el rato que estuvimos allí arriba... Y de asomarnos a los cortados que caen hacia la Drova ni hablar del peluquín... no sea que se nos volase. Y poco más os puedo contar, pues ya nos recreamos muy poco en los detalles de la parte final de la ruta, era uno de esos días en los que deseas llegar cuanto antes al vehículo. Una pena que este fastidioso viento estropease de esa manera una ruta tan atractiva como esta.

Coll de les Bigues, todo el cordal, y el viento, hasta el Penyalba, por delante.

Tiramos de zoom para verla mejor.

Dejamos atrás el Mondúver.

El bonito juego visual trató de eso, Mondúver a nuestras espaldas...

...y Penyalba, con las diversas cotas y collados de la cuerda, al frente.

Quitando de un corto tramo que anduvimos por la vertiente norte (que evita un tramo de cresta más técnico) y fuimos protegidos por el viento, el camino se ciñó al cordal y expuestos a los envites de Eolo...

...así fuimos avanzando hasta plantarnos en el collado previo al Penyalba.

El sendero choca con la verticalidad de sus paredes meridionales y se va a buscar la más dócil vertiente norte, por donde se sube con facilidad, pero no sin esfuerzo (sirgas en tramos más inclinados) hasta la cumbre del Penyalba.

Desde allí arriba vimos el Mondúver y todo el cordal recorrido, así como la zona de la Drova y por donde discurrió la primera parte de la ruta.

Buzón en la cima del Penyalba, a 770 metros de altitud.

Tras un fugaz paso por la cima y comer, también de manera bastante fugaz, empezamos a bajar. Vistazas hacia la Valldigna, con Simat (allí empezamos nuestra ruta al Penyalba en 2018), Benifairó y Tavernes, los tres pueblos con el apellido de la Valldigna. Al fondo la fascinante Serra de Corbera.

Uno de los puntos de referencia de la Valldigna, el Monestir de Santa Maria de la Valldigna.

Pasamos por el Coll de Penyalba y coronamos la irrelevante cima del Pic de les Àligues. Así se veía el Penyalba desde allí.

También pasamos junto a la Cova de les Mallaetes, importante yacimiento arqueológico (Paleolítico Superior, Epipaleolítico y Neolítico). Con buen criterio, se encuentra cerrada a cal y canto por una valla.

Dejamos el ramal que baja a la Valldigna y tiramos por el que baja a Barx y su polje. A la interesante Serra del Buixcarró, en frente, habrá que plantearse hacerle una visita.

Barx a la vista, ya quedaba menos para decirle "qué te jodan" al viento.



8 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Iba a decirte que es la época idónea para subir a estos dos colosos costeros, fuera de época calurosa y con ese verdor explosivo, pero luego en tu crónica dejas claro que el viento era de esas veces que no se puede con él, y más si dices, que hacía perder el equilibrio. Que cuidado hay que tener en esas condiciones a los que nos gusta subir y asomarnos a precipicios y cortados.

    Pese al viento, ese verdor y los cielos azules hacen que las fotos sean muy potentes y muchas una maravilla con esos valles y poljes, mares y pueblos de alrededor.

    Me molan todos los enlaces a las cuevas y yacimientos de la zona, ya sabes que el patrimonio arqueológico y espeleológico me chifla.

    Que "pequeño" puede ser a veces el mundo senderista, que te encontraste a Fernando. Ah , y decirte que llevas los 44 muy buen cumplidos, amigo!! ;-)

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Estas montañas, de junio a septiembre, mejor no pisarlas, eso o pegar un buen madrugón para evitar el bochorno estival levantino jeje. Y el viento... cada lo odio más. Al final de 2021 tuve una racha de varios sábados consecutivos de ruta con viento (qué te voy a contar jeje), y ayer mismo, y precisamente en una ruta por la Safor, menudo día desagradable de viento, mira que tiene días entre semana para soplar el tío, pero siempre elige los sábados jajaja.

      Me alegré de encontrarme con Fernando. Él y su grupo iban a subir a l'Alt d'Aldaia, pero justo donde empezaba el sendero de subida encontraron el temido cartel de batida de jabalí. Según me dijo luego Paco se sacaron un buen plan B de la mochila.

      Y todas esta sierras costeras de la Safor tienen mucho atractivo, tanto natural y panorámico como histórico, y este conjunto de yacimientos arqueológicos son una buena prueba de ello.

      44 abrazos!!

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  2. Hola Dani,

    Muy bueno el apunte del polje, al final Per Dalt i Per Baix va a ser como el Libro Gordo de Petete... que te enseña, te entretiene, y esperamos contentos a la entrada de la semana que viene... jejeje

    La ruta, todo y el viento, espectacular, además con yacimientos arqueológicos, formaciones calizas a mansalva y unas vistas y un cordal precioso.

    Como fastidia el viento cuando es tan fuerte que incluso te hace perder el equilibrio, hiciste bien no acercándote a las zonas más expuestas, que tienes que llegar los 45 entero... jejeje

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      Si, pese al viento, una ruta muy atractiva, subiendo a dos montañas con muchos y muy interesantes puntos de interés y con unas fantásticas vistas al Mediterráneo y en la que además aplicamos esa máxima de nunca te acostarás...
      Tuvimos que ir con mucho tiento en los precipicios, aunque básicamente intentamos no acercarnos a ellos con ese viento, no era plan de despeñarse justo el día que cumplía años jejeje.

      Un abrazo.

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  3. Hola Dani, estupendo doblete del que saliste bien "airoso" . Una pena que el envite de Eolo desluciese un poco esta gran ruta pero es lo que hay y hay que adaptarse a lo que la meteo disponga. Recuerdo que me comentaste el feliz encuentro con Fernando, un gran amigo y un crack. Yo en aquellos momentos estaba, como bien sabes, en el dique seco bloguero-montañero y todavía sigo. Ya te contaré ... pero todo bien.
    Y me despido, no sin antes hacer un flashback hasta el 31 de octubre y desearte que pases un feliz cumpleaños en compañía de tus seres queridos; a ser posible con tu inseparable Laia y en la montaña. Un buen plan sería volver al Montdúver y al Penyalba. Aunque creo que ya los conoces por separado, hacer un doblete con ambos es un buen rutón para un día tan especial ... ¡Ahí lo dejo!. Ojito porque se prevén fuertes rachas de viento.
    Un abrazo y 44 tirones de oreja (quién los pillara)...¡con cariño eh!. Agur tito Dani.

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    1. Gracias Paco.

      Pues no es mal plan ese para el día de mi cumpleaños, subir estas dos montañas que tanto me gustaron y que tan buenas vistas al Mediterráneo tienen, en una misma ruta. Iré con cuidado con el viento, prometo no acercarme a los precipicios del Penyalba. Además, tengo la corazonada de que me encontraré con algún conocido en esta ruta.
      Luego, cuando llegue a Betxí, y después de una reconfortante ducha, me iré a celebrar mi cumple con unos buenos amigos, a un restaurante italiano, seguramente me pediré un risotto de setas, y no sé por qué, tengo el presentimiento, de que mis amigos me van a regalar el 1984 de Van Halen, en vinilo.

      Se agradecen estos ingeniosos comentarios tuyos amigo Paco ;-)

      Un fuerte abrazo.

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  4. Hola Dani.

    Cuando el tiempo no acompaña, casi es mejor, hacer poco pero disfrutando, que mucho e ir penando, en este caso con el viento.

    Buenas vistas las que ofrecen estas montañas hacia el Mediterráneo y que cortados tiene esa cara del Penyalba, me imagino que habrá alguna vía de escalada por la que acceder a la cima.

    Cuando estuvimos en Alicante, subí al Peñón de Ifach pero me quedo pendiente el Montgó. Me ha chocado esas fotos iniciales, con el camino encharcado, cuanta agua hace falta este año, hasta los pirineos dan pena, este verano va a ser muy duro. Por cierto, soy medio año mayor que tu 🤣.

    Salud y montaña.

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    1. Eduardo, ya me olía yo que si no éramos de la misma quinta, poco nos faltaba jejeje
      Efectivamente esa pared sur del Penyalba tiene un buen puñado de vías de escalada, incluso una veintena de vías de varios largos.
      La verdad es que ese día el viento no me dejó disfrutar de la ruta como toca, y quizás debería haber optao por buscar una ruta menos expuesta, pero en fin... yo me lo busqué jeje.
      El Montgó mola mucho, y si huyes de la vía más frecuentada puedes encontrar allí rincones muy chulos.
      Va a ser un verano duro, y en toda la península...

      Un saludo.

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