Río Carbo ¿Barranquismo... u Odisea?

Miércoles 2 de mayo de 2012

Ya hacía bastante tiempo que no practicaba el barranquismo (año y medio a lo tonto) y ya tenía ganas de volver a calzarme el neopreno, así que cuando Jesús me comentó de ir a descender algún barranco no me lo pensé dos veces.
En un principio me propuso en ir al del Manzano, en Ludiente, pero al final nos decantamos por ir al del Río Carbo, en Villahermosa del Río, y al final ese cambio se podría decir que nos salió rana, ya que aunque disfrutamos del hermoso barranco y pasamos una mañana genial, una serie de circunstancias que a continuación narraré, nos impidieron hacer el barranco en su totalidad,  viéndonos obligados incluso  a arriesgar el pellejo un poco más de lo necesario.

A eso de las ocho y media de la mañana ya estábamos en el Mas de Roncales, lugar donde dejamos el coche y preparamos todo el material, para a continuación iniciar la aproximación, con un atuendo digamos que pintoresco para la temperatura que hacía.
Dicha aproximación estaba marcada de 2 horas en las reseñas y nosotros la redujimos a 1 hora 25 minutos, que es lo que nos costó plantarnos en el punto de inicio del barranco,enclavado en un paraje increíble.

Aquí nos tenéis dispuestos a hacer...¿barranquismo?

Un servidor, bajando por la empinada pedrera que da acceso al barranco

El inicio del barranco, precioso

Una vez embutidos en el neopreno y equipados, remontamos unos 100 metros barranco arriba para ir a ver el lugar donde nace el Río Carbo, la zona más encajonada del barranco, un par de saltos nos sirvieron de calentamiento antes de afrontar el primer rápel, del cual nos costó bastante encontrar la instalación, al final dos spits y una cadena oxidados, en pleno caudal, aun así lo hicimos (no quedaba otra), el rapel sin palabras, precioso, en una bonita cascada y acabando en una profunda poza, aquí tuvimos el primer percance del día, ya que se nos enganchó la cuerda y Jesús tuvo que volver a subir por donde pudo a desengancharla.

Dirigiéndonos hacía el nacimiento...

...la zona más encajonada

Foto de "grupo"...

...y ahora si, a por el barranco

Primer salto...

...y una poza, después de haber saltado a ella

Vive en la piña debajo del mar...¡¡¡BOB ESPOOONJA!!!...

Primer (y único) rápel, el menda llegando a la poza

Jesús, iniciándolo...

...y saltándolo al final

Contentos, la cosa pintaba muy bien...

El primer rapel, desde otra perspectiva

Tras un salto y unos destrepes llegamos a el segundo rápel, de 11 metros y con un pequeño desplome, ya emocionados porque lo que llevamos de barranco nos había encantado y lo que nos esperaba sería seguramente mejor, pero cual es nuestra desdicha que tras estar un buen rato buscando no encontramos ninguna instalación, una de dos, o estaba en pleno caudal como la anterior o la han quitado (en las reseñas advertían que la gente que ha ocupado las masías cercanas se dedica a quitarlas).
En fin que no tuvimos otra que intentar escaquear el  rápel (si el barranco hubiese sido muy encajonado, tendríamos que haber pedido rescate), y nos tocó trepar por una pared, con el neopreno, totalmente mojados y sin posibilidad de atar las cuerdas a ningún lado y teniendo que realizar con tensión algún paso expuesto en el que un mal paso hubiese resultado fatal, este percance nos impidió realizar dos rápeles y varios saltos en la zona más bonita del barranco.

Zona del segundo rápel...

...zona preciosa...

...muy bonita

Y aquí está el segundo "no-rápel" en cuestión

Ya en terreno más seguro no tuvimos más opción que volver a la senda de aproximación (el GR 7) y campo a través (y con el neopreno, no lo olvidemos) nos tocó remontar todo la altura que perdimos al bajar al barranco.
Regresando por terreno más llano y al llegar al Mas de Coria decidimos bajar otra vez al barranco (ya transformado en río) seguir el cauce y al menos realizar el último rápel, el de la famosa Cascada del Carbo, pero nos volvimos a dar con un canto en los dientes, allí estaban los dos agujeros de los parabolts poniendo fin a cualquier posibilidad de hacer otro rápel (menos mal que este se podía escaquear por senda), nos tuvimos que consolar dándonos un bañito en tan hermoso paraje.

De nuevo, y de esa guisa, en el cauce

La famosa y bonita Cascada del Río Carbo, tampoco pudo ser

Ahora teníamos dos opciones; o salir ya del cauce o seguirlo hasta cansarnos, es obvio que nos decantamos por la segunda, unos cuantos destrepes, pequeños toboganes y saltos nos sirvieron para improvisar nuestro pequeño parque acuático antes de salirnos del cauce y volver al Mas de Roncales donde teníamos el coche.
Luego ya vestidos otra vez como personas nos fuimos a Villahermosa a comernos los bocatas a un bar, que nos lo habíamos ganado.

Un pequeño tobogán

Esto lo saltamos...

...y esto también

Pequeños saltos de agua

Últimos coletazos del barranco

Croquis del barranco

Y PARA FINALIZAR UN PEQUEÑO MONTAJE DE VÍDEO DE LO QUE ACONTECIÓ LA MAÑANA:




Pero no quisiera acabar sin antes hacer una pequeña reflexión a modo de critica sobre el tema del "hurto" del material de las instalaciones.
Puedo llegar a comprender (aunque no lo entiendo, la verdad) que no se permita rápelar la última cascada de este barranco, la famosísima e hipervisitada Cascada del Río Carbo por el tema de que es un paraje único (en el que también hay bastante basura de los malos excursionistas, por cierto) pero no me cabe en la cabeza que la gente que vive en las masías cercanas quite el equipamiento, de esta y de las otras cascadas, cuando ellos han llenado el río de gomas de riego por goteo e incluso se hayan tomado la libertad de cortar sendas como si fuesen suyas, poniendo incluso carteles de "Prohibido el paso, propiedad privada", me parece muy fuerte, la verdad.
De todas maneras, esta es mi opinión sobre el tema, no pretendo meter mala baba ni crear un conflicto, ni faltar el respeto a nadie, pero me gusta expresar lo que no me parece correcto, aunque luego cada uno es libre de mostrar su opinión.