15 de septiembre de 2019

Penyagolosa. Especial Vigésima Ascensión



Una tarde de sábado de mediados del pasado mes de julio, y huyendo de los calores de la Plana, Laia yo nos subimos hasta Sant Joan de Penyagolosa para hacer una ascensión vespertina al techo provincial, ver la puesta de sol desde allí arriba y cenar en la cima, para luego bajar a dormir en la furgoneta en la zona de acampada del Planàs. Está hubiese sido una ascensión más al Gegant de no haberse tratado de la vigésima vez que alcanzaba su cima, y es por eso que, además de hacer una pequeña reseña de esa ascensión también he preparado un resumen, un poco más amplio, con algunas de las rutas y lugares alrededor de Penyagolosa que hemos visitado a lo largo de estos años, para así celebrar esta efeméride y también rendir un modesto homenaje personal a esta montaña que tan buenos momentos me ha regalado.






Empezamos con algunas fotos de esa vigésima ascensión, entre las que también irán incluidas las de una vigesimoprimera, pues diez días después volví, esta vez en compañía de Jaime para vivaquear en la cima. Ambas subidas fueron por la vía normal de la cara norte, aproximando el primer día por la Pegunta y el segundo por la Lloma del Conill, los retornos por la pista forestal y la Pegunta respectivamente. Mejor atardecer el segundo día que el primero. Noches frescas y ventosillas ambas, por lo que el vivac requirió de saco tocho, y bonito amanecer. La misma familia de cabras vino a visitarnos, acercándose como no se nos habían acercado tanto unas cabras en Penyagolosa, ambos días.


La Font Nova en el Barranc de la Pegunta no falla nunca, hasta en los más rigurosos veranos nos ofrece su agua.

Subiendo por la ladera de la cara norte, dispuestos a disfrutar del atardecer en la cumbre. No fuimos los único a los que se nos ocurrió la idea. Delante de nosotros dos chicos subían para pernoctar en la cima...

...aunque el sitio del vivac ya tenía inquilinas.

Quien lo diría. Por vigésima vez en la cima de Penyagolosa. Cómo mola subir aquí arriba, ¿verdad Laia?.

Y más si haces amigas allí arriba. Grata sorpresa, que se acercaran tanto las cabras y sobre todo que a Laia no le diese por perseguirlas.

A esta en concreto la pude fotografiar de mil formas y sin casi utilizar el zoom.

Aquí la tenéis con la Golosilla detrás. En esta crónica solo os mostraré unas cuantas, pero la mayoría de las fotos de esta 20ª y 21ª ascensión se las llevaron las cabras.

Sin embargo no pudimos disfrutar del atardecer que hubiésemos deseado. Es por eso que solo pongo esta foto. Menos mal que diez días después nos pudimos resarcir.

Visto el atardecer, y tras comernos el bocata, con cervecilla fresca incluida, para esta ocasión tan especial era obligatorio portearla jeje, nos fuimos para abajo, que a mi me esperaban dos birras fresquitas más en la furgo, y a Laia dos latas de comida húmeda. Ya anochecía y jugando un poco con la cámara pude tomar esta bonita foto de este pino seco.

Viajamos diez adelante en el tiempo. De nuevo el vivac seguía ocupado.

Hoy si que tuvimos un buen atardecer, y pudimos ver la piramidal proyección de la sombra del pico hacia el este.


Y hablando de sombras, ¿quien serán esos dos?.

Peculiar manera de hacernos la foto cimera.
Como os comentaba, esta vez si que tuvimos un atardecer precioso, ahí van unas cuantas fotos del mismo.







Una vez oscureció hubo que abrigarse de lo lindo. Qué bien suena decir eso, y más si pensamos que estábamos a finales de julio. Tras la cena, y antes de meternos en las plumas de los sacos, tertulia y observación de estrellas, pues se quedó un cielo espectacular.

El sueño fue intermitente, así que antes de que amaneciese ya estábamos despiertos. La salida del sol también fue precioso.







Antes de desayunar nos fuimos a explorar la zona cimera que da al oeste, que mira por donde nunca nos había dado por hacerlo.

Buenos precipicios y canales se gasta también por aquí Penyagolosa.

Y mientras desayunábamos la descarada familia de cabras se volvía a aproximar a nosotros.

Tierna imagen para despedir esta pequeña reseña.

Vamos ahora con el resumen que os había prometido. Vamos a efectuar un recorrido fotográfico circular alrededor de Penyagolosa, empezando en Sant Joan de Penyagolosa, en el norte del macizo, y girando en sentido contrario de las agujas del reloj. Durante el recorrido nos iremos alejando o acercando del pico, dependiendo del lugar, paisaje o ruta que os quiera mostrar. Apuntar que de las cuatro primeras ocasiones en que subí a Penyagolosa no dispongo de documento gráfico, así que las fotos que se mostraran corresponden a las siguientes 17 ascensiones y algunas rutas cercanas. Agradecer desde aquí a todos los que me habéis acompañado en todas y cada una de las ascensiones y rutas, que habéis sido muchos. Sin más vamos con el viaje alrededor de Penyagolosa. Espero que os guste.



Empezamos el repaso, no podía ser de otra manera, en Sant Joan de Penyagolosa. Desde este ermitorio han comenzado la mayoría de rutas que hemos hecho para subir a Penygolosa. En esta foto aún estaba en pie el gigantesco tronco de un olmo muerto. En la actualidad hay plantado uno más joven.


Cerca de allí encontramos su característico "peiró", que vemos aquí nevado. En Sant Joan finalizan dos eventos muy famosos y diferentes entre sí; la romería dels Peregrins de les Useres y la Marató i Mitja, a la que se le unido estos últimos años el ultra trail CSP.



Iniciamos la circular. Nos vamos rumbo oeste, por la senda de la Lloma del Conill, desde la que siempre es visible la cara norte de Penyagolosa. Esta loma separa los cauces del Barranc de la Pegunta y el Barranc de la Teixera.



Nos movemos un poco más al oeste, para recorrer uno de los pinares  más frondosos de este sector del parque, el del Barranc Obscur. Este pinar se encuentra salpicado de especies caducifolias, que crean bonitos contrastes cromáticos en otoño.



Nos damos el primer garbeo por las alturas, son los Cingles de Marcén, los lugartenientes occidentales del Penyagolosa más destacados. Desde lo más alto de esta barrera caliza se observan buenos horizontes, altos precipicios y atractivas fajas.



Así luce Penyagolosa desde lo más alto de los Cingles de Marcén.



A los pies de los Cingles de Marcén encontramos un grupo de masías, entre ellas esta, el Mas de la Camala.



Y es que no nos podemos olvidar de las masías, ya que estas son parte fundamental del paisaje alrededor de Penyagolosa. Se cuentan a centenares. No sacaré muchas en este resumen con tal de no alargarlo más. Os muestro esta, el Mas de Coria, por el que cruza el GR-7, camino de la Cascada del Río Carbo.



Esa cascada es la más famosa de este río tributario del Río Villahermosa, pero si nos adentramos más en su curso, en este caso en modalidad barranquismo, descubriremos que tiene otras cascadas realmente preciosas.





Aquí la tenemos, la hermosa Cascada del Río Carbo y su poza, uno de los lugares con más encanto de todo el entorno de Penyagolosa. De caudal permanente bañarse en sus aguas solo es para los más osados, incluso en agosto. Se puede acceder hasta allí tanto desde Sant Joan como desde Villahermosa, resultando ambas dos preciosas caminatas por el GR-7.


Visitada la cascada nos volvemos a aproximar al pico, esta es su imponente y salvaje estampa occidental, quizás la menos conocida y solitaria.



Seguimos acercándonos, y si perder de vista el pico encontramos la Fuente de la Mozas, una de los muchas que hay repartidas por todo el macizo.




Volvemos a la ruta de la Lloma del Conill, que nos llevará a otra fuente, en este caso la de la Cambreta, una de las más bonitas y reconocibles del parque.

Así luce después de una fuerte nevada.



Un poco más arriba de la Font de la Cambreta encontramos la masía homónima, con su gigantesco fresno.



No dejamos el topónimo Cambreta y os enseño su nevera, también conocida como la Nevera del Comte o la Nevera del Mas de Penyagolosa, fue construida en el siglo XVII. Esta es la foto más decente que dispongo de ella, pido disculpas. Si buscáis por Internet encontraréis fotos mejores.



Esta zona occidental de las faldas del pico es terreno propicio para los helechos, que aquí vemos vestidos con el traje de otoño.



Ponemos rumbo SO ahora, para enseñaros dos de los satélites más destacados de este sector de Penyagolosa. El primero de ellos es la Moleta de la Clocha, con su doble cima.


Desde la más alta de las dos se disfrutan de estas excelentes vistas del Massís de Penyagolosa, a la izquierda vemos el pico de la Golosilla.



Y es precisamente hacia esta cima, que en la imagen luce como espolón rocoso, a donde nos dirigimos ahora.



Las vistas que se obtienen del Penyagolosa desde su hermana pequeña son sencillamente espectaculares.


Seguimos avanzando, rumbo al Cantal de Miquelet, punto desde el que se obtienen las mejores vistas de las canales de la cara sur de Penyagolosa.



Y es que a partir de ahora vamos a darnos un extenso paseo fotográfico por esta vertiente sur, la cara más espectacular de Penyagolosa.



Todo aquel que solo conoce la vertiente norte de Penyagolosa y ve por primera vez esta estampa tricéfala de la cima se queda impresionado y maravillado. A mi me pasó la primera vez que me asomé al Cantal de Miquelet.



Y me sigue pasando en la actualidad, y mira que son veces las que he pasado ya por el Cantal de Miquelet y disfrutado de esta estampa.



Ya que estamos en el Cantal de Miquelet vamos a aproximarnos al pico y a dedicar un buen bloque de fotos a una de las estrellas de Penyagolosa, su canal sur.



Tras un buen esfuerzo, y otra pequeña canal de por medio, llegamos a sus pies. La verdad es que estar ante ella impone. La primera impresión que te llevas es que va a ser imposible subir por ahí, pero se puede, y es más sencillo de lo que parece.



La subida por esta impresionante canal resulta la manera más atractiva y aventurera de alcanzar andando la cima del Gegant de Pedra. Aunque antes he comentado que no es excesivamente complicado subir por ahí si que hay que reseñar que hay que tener cierta soltura en moverse por terrenos agrestes y descompuestos.



Hasta seis veces he subido por esta canal, y en el siguiente bloque os enseñaré fotos de todas esas veces. Pero antes nos volvemos a alejar del pico, en este caso volvemos a la cima de la Moleta de la Clocha para ver mejor el impresionante tajo de la canal.



Y ahora si, vamos con una serie de fotos de la subida por la canal, es en los primeros metros donde encontraremos los pasos más comprometidos, pues el ambiente es aéreo, aunque excelentes presas de manos y pies nos ayudarán a solventar este primer escollo.



Tras superar el embudo inicial la canal se abre mostrándonos este circo. Desde que se entra en ella, la canal logra transmitir ambiente de alta montaña.



En esta parte más abierta de la canal podremos encontrar excelentes repisas a modo de no menos excelentes miradores.




Superado ese tramo más ancho, la canal se vuelve a estrechar, y el terreno empieza a estar más descompuesto.


Y llegamos al punto clave de la ascensión, un pequeño murete equipado con unas cadenas.



Sin ellas sería bastante complicado superar este paso.



El resto de la remontada, y la salida de la canal, son bastante sencillas.


Aunque siempre se puede buscar un poco más de emoción, eso va al gusto del consumidor.



Volvemos a bajar a base de pared, pues esta canal que hemos remontado no es la única de la cara sur. Un poco más al oeste encontramos esta otra, más abierta y más sencilla.



De roca bastante rota, representa otra atractiva manera de llegar hasta lo más alto de Castelló.



Pero la cara sur de Penyagolosa va más allá de sus canales. Un poco más a la izquierda se levanta este majestuoso e imponente paredón. Terreno reservado para escaladores.


Precisamente para acceder y moverse por esas vías existe un sendero a pies de esta espectacular pared. Haremos uso de él para aproximarnos a otra joya de esta vertiente sur, el paso del Portellàs, que es hacia donde nos dirigimos ahora.



El paso junto a estas paredes rojizas nos empequeñece.



Nos aproximamos al paso del Portellàs, una elegante manera de alcanzar la cima, y en el que descubriremos, a mi juicio, la cara más alpina de Penyagolosa.



La remontada hacia el Portellàs requiere de un buen esfuerzo físico, que se ve recompensado con una estampas de reminiscencias pirenaicas.



Este es el Portellàs, desde allí un sendero enlaza con la subida normal de la cara norte. Desde este collado de puede acceder a la cima del Tossal de Fraga, el cual ya hemos visto en fotos anteriores y del que hablaremos en las siguientes fotos.



Ahí lo tenemos, en el centro de la imagen, en una estampa muy poco habitual de la vertiente SE del macizo, el de las pedreras.



Para ver mejor el Tossal de Fraga habrá que acercarse de nuevo a la base de la cara sur. La cima del tossal es en realidad la torre de color más blanquecino.


Aunque siempre llama más este espectacular espolón.



Viajamos hasta lo más alto del Tossal de Fraga, donde obtenemos esta sobrecogedora imagen de Penyagolosa, que adquiere forma de aleta de tiburón.



Nos vamos de nuevo al sur, para recorrer parte del sendero que da la vuelta al macizo. En mi opinión, y por las vistas que se tienen de Penyagolosa, uno de los mejores senderos, a nivel panorámico, de toda la provincia. También es el lugar idóneo para apreciar bien esas franjas más oscuras tan características de Penyagolosa.


Hubiese puesto multitud de fotos de este tramo del sendero, pero hubiese alargado en exceso este resumen. Esta imagen es solo una pequeña muestra de lo que nos espera si recorremos este sendero.



Este es el punto, cuando se hace la vuelta al macizo en sentido horario, en el que tenemos el primer contacto visual con la pared sur. La foto no lo hace justicia a un momento, que hay que vivirlo, ya que no se puede expresar con palabras.



Vemos ahora otra masía, la del Collado, situada a pies del collado del Pla de la Creu, y famosa por ser el punto de descanso eterno de un Seat 124.



Al sureste de este collado, y ya bastante lejanas a Penyagolosa, encontramos algunas cimas como la Lloma Saltadora, el Cabeço Pelat y el Cabeço Roig. Desde las tres se tiene una amplia perspectiva de la cara sur del macizo.



Nos despedimos de la cara sur y vamos a conocer un poco la oriental, en la que encontramos algunos satélites de Penyagolosa como la Moleta de Gargant o la Roca del Bou.



Pero el que quizás sea el escudero más famoso de esta vertiente no es otro que el Marinet, una preciosa muela en la que en su día hubo un poblado ibérico.



Si el día esta claro, la perspectiva hacia Penyagolosa es preciosa.



Nos volvemos a aproximar a las faldas orientales del pico, allí encontramos, nunca mejor dicho, la Font Trobada. Pocas veces la hemos visto con agua, una de esas veces congelada.



Pasamos por el collado de la Banyadera y bajamos por la pista hasta la zona de acampada del Planàs, donde encontramos el Pi de les Quatre Forques, uno de los árboles más singulares del parque.



Desde allí regresamos a Sant Joan, que diréis, ¿ya hemos cerrado el circulo?.

Pues no, pues vamos a afrontar la subida más popular a Penyagolosa, la de la umbría de la cara norte. El pico es visible nada más empezamos a caminar en dirección al Barranc de la Pegunta.



El Barranc de la Pegunta, por supuesto que no me iba a olvidar de él, una de las joyas del parque. Un frondoso pinar en el que podremos encontrar muchísimas más especies arbóreas y vegetales. Recorrer el sendero que lo remonta es un placer para los sentidos, además de una experiencia didáctica, pues cada árbol o planta tiene su correspondiente panel informativo.



Si recorremos el sendero del barranco tras fuertes lluvias obtendremos encantadoras estampas acuáticas, como esta de la Font Nova rebosante agua.



Un poco más arriba de la Font Nova se sitúa la Font de la Pegunta, en la que si ha llovido bastante, junto a ella se forman unos pequeños saltos de agua.




Otra época ideal para recorrer el barranco es el otoño, cuando las especies caducifolias dan un toque de color al bosque.



Pero sin duda, una experiencia que recomiendo, es hacerlo después de una copiosa nevada. Todo el entorno de Penyagolosa, sobre todo sus bosques, pega un cambio radical cuando el blanco elemento hace acto de presencia.



Llega un punto en el que la Pegunta se bifurca, tanto si optamos por remontar el Barranc del Forn, como si remontamos el de la Banyadera, llegaremos a la explanada del Corralico. Allí arranca la zigzageante senda que remonta la pala norte de Penyagolosa.



Remontar estos últimos 300 metros siempre es más atractivo si la pala está tapizada de nieve, así que las fotos de esta parte final de la subida serán con ella presente.



Más o menos a mitad subida encontramos la Caseta l'Ombria, refugiete libre que hemos encontrado unas veces en buenas condiciones y otras en peores. Las dos últimas veces que hemos subido estaba en estado bastante aceptable.



Ultimas zetas de en esa ocasión, una resbaladiza subida, en la que poco a poco van desapareciendo los pinos.



Qué gozada, a pesar del esfuerzo que supuso, poder culminar la subida con semejante nevazo y con el sol emergiendo tras la cumbre. Repito, subir a Penyagolosa con nieve es una experiencia que recomiendo a todo el mundo.



Y ya hemos llegado a la cima. Finaliza este viaje fotográfico que resume ocho años de ascensiones y rutas alrededor de Penyagolosa, y que mejor que hacerlo con algunas fotos de la cima. Empezamos con la esta estampa del vértice al anochecer. Foto de la primera ascensión a Penyagolosa que reseñé en el blog.



Cualquier punto de la cima invita a sentarse y disfrutar del paisaje.



Niebla en la cima. En la foto vemos casi íntegra la arista sur de Penyagolosa, una de las vías de escalada más famosas y asequibles de las que hay en la pared sur.





Amanece radiante y soleado tras un fuerte nevada. Es en estas condiciones cuando la cima presenta sus mejores galas.




Con mucha precaución nos podremos asomar a los abismos de la cara sur.






Esperando el amanecer en la cima, tras haber pasado la noche en ella.



Tanto al atardecer, que vemos en la foto, como al amanecer el sol prolonga la silueta del pico en el horizonte.

Si había del atardecer tenía que haber del amanecer.

Momentos que no se pueden comprar con dinero.



Un clásico cuando estamos en la cima de Penyagolosa, asomarnos a la canal, tanto si hemos subido por ella como si no.


Las dos cimas de Penyagolosa, vista la una desde la otra, en cada foto en condiciones diferentes.





Placa con inscripción en el vértice geodésico. Penyagolosa, més que una muntanya, l'emblema de tot un poble.


Y hasta aquí este resumen. Para despedir esta entrada tan especial os dejo con un montaje de vídeo, en el que he recopilado alguna de las muchas imágenes que he grabado durante todos estos años en Penyagolosa. Bonitas imágenes con la poderosa voz soprano de Tarja Turunen. Espero que os guste.

Un saludo a tod@s.

12 comentarios:

  1. Hola Dani,

    En primer lugar felicitarte por tu 20ª y 21ª ascensión al Gegant de Pedra, una cumbre preciosa a la que yo he tenido la oportunidad de subir 2 veces, una en condiciones invernales con nieve y hielo, y una segunda guiado por un tal Dani que me llevó por su canal en una circular espectacular.

    Felicitarte también por semejante entrada, una delicia como nos has detallado cada uno de los rincones del que podemos decir que es tu patio de recreo personal.

    Preciosas las fotos del anochecer en su cima, no hay nada como un vivac en la cima de una montaña, y si además es tu montaña fetiche, más aun.

    Ahora a por otras 20, 30 o 50 ascensiones más, de las que espero poder compartir alguna de ellas contigo de nuevo.

    Un abrazo!!!

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    1. Hola David.

      Qué casualidad, a finales del año pasado, y también por la canal, subí a Penyagolosa con un tal David jajaja.

      Gracias por las felicitaciones, sobre todo las de la entrada, pues esta además de mucho cariño llevó bastante trabajo (sobre todo de selección de fotos y vídeo). Por lo que las horas delante del ordenador se ven compensadas al leer comentarios tan positivos. Gracias amigo!!.

      Seguro que alguna vez que otra subiremos juntos de nuevo a Penyagolosa, y por que no, para hacer vivac allí arriba, pues el atardecer y el amanecer desde la cima es algo que no te puedes perder.

      Un abrazo.

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  2. ¡Hola, Dani! Por fin me pongo al día en la lectura de tus rutas veraniegas con esta espectacular, amplia y bien documentada entrada de tus veinte años rondando por Penyagolosa y sus alrededores. Todo un paraíso en Castelló que nos has mostrado maravillosamente en este post, y como comentas en algún momento del mismo, esos momentos no se pagan con dinero. Son únicos, excepcionales y maravillosos.¡Enhorabuena! Ahora a celebrar otros veinte años más.
    Un abrazo.

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    1. Gracias Emilio!!.

      Yo también me tengo que poner al día con tus crónicas veraniegas, pues tengo algunas pendientes, a las que se suma otra que veo que acabas de publicar. Has tenido un verano muy productivo por Montanejos jeje.

      Muchos y buenos momentos los que hemos vivido todos estos años en Penyagolosa y alrededores, ha sido bonito rememorarlos mientras recopilaba las fotos y vídeos para esta entrada tan especial.

      Un abrazo y eso, muchos años más de Penyagolosa!!.

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  3. Bonito homenaje a nuestra cumbre más emblemática Dani.
    Que gozada subir de cualquiera de las formas en las que lo has hecho .
    Por Muchas más ascensienes! !!!
    Un abrazo

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    1. Gracias Jose.

      Me alegro que te haya gustado este modesto tributo a nuestra montaña más sagrada, a la que tuvimos el placer de subir juntos en una inolvidable jornada de montaña, aunque, cómo olvidar esa primera visión de la canal, ¿verdad?.


      A ver si en un futuro volvemos a subir juntos al Gegant.

      Un abrazo.

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  4. Hola Dani.

    Ya te estas animando con entradas recopilatorias. Y vaya entradas!! Tan chulas y conmemorativas como esta. Felicitarte por estas 20º y 21º. Seguro que cuando llegues a la 50 haces otra, y ya has probado cosas raras como parapente desde la cima del Gegant hasta las Columbretes, jajaja ;-)

    Aunque lo mejor de todo es que nosotros formamos parte de una de ellas. Y vaya ocasión.
    No habría sido lo mismo si nos hubieras llevado por donde va todo el mundo, sino que esa cara sur la tengo metida bien dentro con esa subida por el Portellas y sobre todo la anécdota, cuanto menos curiosa y con final feliz, de hacer la subida una mujer de 70 años por entonces y que no tenía la menor idea de por donde la íbamos a llevar, que si no se hubiera quedado en el coche, jejejeje. Que día tan impresionante.

    Lo dicho, una entrada majestuosa donde se nota y se siente la relación espiritual que tienes con esa montaña y sus alrededores y donde, a base de ascensiones, vivacs, y mil experiencias más, has hecho algo tuyo y muy emocionante.

    Un abrazo gegant.

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    1. Hola Toni.

      Como olvidar aquella gran jornada de primavera de 2015, una de las rutas conjuntas MS/PDIPB más memorables, primero por que para mi fue un placer guiaros hasta la cima de Penyagolosa, segundo por que esta ascensión supuso el despegar montañero de Nachete (sin olvidar su pañuelo de Masía), pues hasta entonces siempre me comentabas que cuando habían cuestas siempre se hacía el remolón, y ese día fue todo el rato en cabeza con Laia y tirando como un jabato, pero es que Penyagolosa motiva al más pintado, y tercero, y más importante, por la demostración de tesón y fortaleza que mostró tu madre, superando, a pesar de los calambres, una ruta tan exigente como esta. Ya te lo dije, toda mi admiración hacia ella.

      Respecto a la entrada homenaje, Penyagolosa lo merece, tanto por el significado que tiene para los castellonenses como el vínculo que personalmente tengo yo con esta montaña, y pensé que esta vigésima ascensión era un buen momento para hacérselo. Me alegro, que a un gran monstruo de las recopilaciones como eres tú, le haya gustado. Como le he dicho a David se agradecen este tipo de halagos, pues le he dedicado mucho tiempo y mimo a esta crónica.

      Seguro que encontramos nuevas fórmulas, sin olvidarnos de las antiguas, para disfrutar muchas veces más de Penyagolosa. Lo del vuelo hasta las Columbretes sería la hostia jajaja.

      Un abrazo.

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  5. Hola Dani...
    Extraordinario homenaje el que le has dedicado al Gegant,con esas dos últimas ascensiones..."casi res"...20 y 21,que se dice pronto.
    La verdad es que ha sido un auténtico placer y lujazo,desde el sillón de mi ordenador,ver todas las caras del Penyagolosa,que por cierto es muy fotogénico...jejeje.
    Ver un atardecer desde su cima o un amanecer,tiene que ser la leche,pero abrigados hasta en verano...jejeje.
    Lo dicho,gran crónica y excelente vídeo,además muy bien aderezado con la música y voz de Tarja(una pena que dejara Nightwish).

    Un abrazo.

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    1. Hola Juane.

      Tampoco está nada mal la carrera en solitario de Tarja, y la chica que canta ahora en Nightwish, Floor Jansen, no lo hace nada mal.

      Me alegro un montón que hayas disfrutado leyendo la crónica y viendo el vídeo, pues yo también disfruté mucho mientras los preparaba, inmerso en un montón de fotos y vídeos que me trajeron muy buenos recuerdos de todos los buenos momentos que he vivido todos estos años en Penyagolosa y que he querido compartir con todos vosotros en esta entrada.

      Dormir en la cima de Penyagolosa, con sus respectivos atardecer y amanecer es una experiencia que hay que probar, así que alguna vez se te tercia, no lo dudes!!.

      Un abrazo.

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  6. Enhorabona per la vintena pujada a Penyagolosa, Dani!! i també per la vint-i-una i les que seguiran ... i gràcies per ensenyar-nos totes les cares de Penyagolosa que després del teu reportatge en conte del Gegant de Pedra es podria rebatejar com la muntanya de les vint (o més) cares, a quina més espectacular.

    Per cert després de llegir la crònica i disfrutar amb les imatges m'ha picat la curiositat de saber quantes vegades havia pujat jo, però a la gent major la memòria ja ens falla. Això sí, espere poder-la pujar moltes vegades més i a vore si en alguna coincidim.

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    1. Gràcies Xavi. Li he fet l'homenatge a Penyagolosa coincidint amb aquesta xifra tan redona, però totes les ascensions anteriors han sigut també molt especials, així com les rutes que hem fet al voltant del Gegant. Esperem fer-ne moltes més per la zona per que tenim allí un tresor. I a vore si en fem alguna junta per allí.
      Curiosament de les vegades que he pujat al Penyagolosa, fent una mica de memòria, si que em vaig enrecordar, però mira per on, al Pic d'Espadà, un altre cim al que li tinc molta estima, sóc incapaç de recordar quantes voltes he pujat.

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