3 de agosto de 2022

Al Benicadell (1104 m.) por el Regall desde Beniarrés

 Sábado, 29 de enero de 2022

Aprovechando que nos visitaba, en uno de sus habituales "road trips" por la península, el amigo Fernan, le acompañamos y subimos de nuevo, ya por cuarta vez, a la cima del Benicadell. Repetimos subida por el Regall, al que casi todo el mundo le llama canal (se ve que así queda más comercial y resultón en redes sociales). La ruta de subida fue idéntica a la de la vez anterior por esta vía, solo que esta vez partimos desde Beniarrés (en aquella ocasión lo hicimos desde Gaianes) y también hicimos una variación en el descenso, acortando considerablemente el recorrido que hicimos el último día de abril de 2017.



Casi cinco años habían pasado desde la última vez que visitamos esta vertiente del Benicadell, y poco o nada ha cambiado la montaña, que sigue mostrando su imagen imponente pero a su vez de líneas esbeltas. Esa silueta que a mi, y al igual que tantos montañeros, me tiene hechizado y hace que sea una de mis montañas favoritas. Y la subida por el Regall sigue siendo igual de dura, solo que el sendero que lo remonta está muchísimo más fresado, efectos sin duda de la sobre-saturación a las que están siendo sometidas estas montañas más populares.

Casi seis años habían pasado desde la última vez que Fernan y yo subimos juntos a una montaña (Peña Telera), y poco o nada ha cambiado nuestro amigo euskaldun, que sigue siendo el montañero más auténtico que he conocido en estos 13 años de andadura por los montes, y en él no han mermado las ganas de viajar y seguir subiendo montañas, tampoco ha menguado su generosidad a la hora de contar y compartir sus aventuras. Al igual que el Regall, su cambio solo ha sido físico, ya que una frondosa barba cubre su rostro, y que le dota, más si cabe, de aspecto de genuino mendizale.

Dejamos atrás las calles de Beniarrés, con la plana del Comtat envuelta en las típicas neblinas provocadas por las quemas agrícolas.

El destino, o más bien objetivo, bien claro desde el primer momento...

...el Benicadell, la penya forçuda i valenta, con el Regall bien marcado.

"...però si hi ha una penya ardida entre les ardides, una penya forçuda i valenta, la penya per excel·lència del territori diànic, aquesta és per qualitats i mèrits propis i per un espontani consens dels amants i caminants de les nostres muntanyes, la Penya del Benicadell, la Penna Catella o Cadiella o Penecadel, de les Cròniques Medievals, que com una airada i enlairada cresta, amb una atractiva, elegant, feréstega i inconfusible silueta, remata i corona l'allargada, vigorosa i solitària Serra que, dreçada enmig de les amples i albes planures de la Vall d'Albaida a Tramuntana i el Comtat a Migjorn, es perllonga per Ponent amb el muntanyam de la Covalta i d'Agullent, i mira el mar per damunt de la Carrasqueta de Rugat, la Cuta i la Serra d'Ador..."

Joan Pellicer, Meravelles de Diània.

Dejamos atrás todo camino rural y nos metemos de lleno en el Barranquet de l'Aigua, por el cual transcurre el sendero de aproximación al Regall.

A medida que nos íbamos acercando se nos iba perfilando la Cresta del Benicadell...

...el clásico de clásico de las crestas valencianas...

...en la cual habían algunas cordadas.

Como ya estaba dando bien el sol, y nos esperaba un exigente subida, parada a quitar ropa. Sorprendí a Fernan con la camiseta del Baskonia Mendi Taldea que me regaló la última vez que nos vimos.

Nos ponemos con la exigente subida por el Regall, inicialmente por la sombra, lo cual hizo que este tramo de cresta y su caliza no resaltasen aún en el cielo.

Este crestón que quedaba a nuestra izquierda, el responsable de la sombra.

Lo bravo de la subida hace que de inmediato superemos ese crestón "parasol". El sol vuelve a resaltar las calizas de la cresta principal.

La subida nos ofrece una tregua en un colladete, que nos permite observar la segunda parte de subida por el Regall...

...y lo bonita, estética y elegante que es esta montaña en todas sus líneas, mire de donde se mire.

La ruta, la montaña, la ocasión, el fabuloso día, la no menos fabulosa compañía... Exigió posados...

...y los hubo a raudales.

Evidentemente, además de posar también disfrutamos del entorno y las vistas.

Reanudamos la marcha. El Benicadell nos espera.


Toca subir de nuevo, y de que manera. Mirad que pronto hemos dejado abajo el colladete de la tregua.



La dureza de la subida exige paradas, tanto para recuperar fuerzas como para admirar el paisaje.

La segunda parte de subida por el Regall, dura de narices. Destacan entre las vistas la Serra de la Safor, en primer término, y el Montgó, al fondo del todo, empequeñecido por la distancia.

Otro descansillo, antes de afrontar el tercer tramo de la subida, el que traza una horizontal pegada a las paredes cimeras del Benicadell.

Buenas vistas desde allí. Laia, con la plana del Comtat y Mariola y el Montcabrer a la derecha.

En plena horizontal, que tiene tramos colgados y muy chulos.

Finalizada la travesía nos plantamos a los pies del Benicadell.

Antes de acometer la subida final nos subimos a una pequeña cota al oeste de la cima. Desde allí se ve así el cordal de la sierra hacia el Port d'Albaida.

Fernan se llevó para Basauri muy buenos recuerdos fotográficos...

...como por ejemplo este con el Benicadell.

Ahora si, nos disponemos a afrontar la parte final de la subida, la del corto crestón que da acceso a la cima.

Este exige de alguna pequeña y sencilla trepada. 

Conviene recordar que pese a la sencillez de la cresta esta es bastante airosa.


El menda, con la plana de la Vall d'Albaida a mis espaldas.


El tramo final se realiza andando.

Tenía una ikurriña por casa, y la llevé conmigo para la ocasión. Alt o Penya del Benicadell, 1104 metros.

Las cuatro veces que he subido aquí arriba, siempre con Laia.

Vistas hacia levante...

...vistas hacia poniente.

Fernan, con los patios que caen hacia Beniatjar y l'Ombria del Benicadell.


Como he comentado la única variación (si exceptuamos el pueblo de inicio) fue la bajada. En 2017, después de visitar la Cava del Benicadell empezamos a seguir el cordal en dirección al Port d'Albaida, y al llegar al collado de la torre de alta tensión nos lanzamos en directísimo descenso, por una trocha, hasta Gaianes. En esta ocasión nos bajamos del cordal nada más tuvimos ocasión, por el primer collado después de la Cava, fue por un sendero, balizado como PR pero con pinta de ser poco utilizado, que nos bajó, también de forma muy directa y por la solana, hasta la zona agrícola de la falda sur del Benicadell, regalándonos unas perspectivas de la montaña muy interesantes, y que además fueron inéditas para mi, para Laia, y por supuesto para Fernan. No voy a contar que casi cuando estábamos abajo nos equivocamos de camino y a la que nos quisimos dar cuenta estábamos subiendo de nuevo en dirección al Benicadell. Tampoco contaré que en la sobremesa del tapeo en Beniarrés nos liamos con los paisanos de la mesa de al lado y un curioso licor de café que tenían y que llegamos por los pelos a la conferencia/concierto de ese par de cracks llamados Nico Fravesse y Sean Villanueva en el Mendi Tour de Canet d'en Berenguer. Todo fue muy vasco ese día 😉.

Ya en la bajada, por el sendero común de las subidas desde el Port d'Albaida como desde l'Ombria.

Nos internamos diversas veces en dicha umbría. Me encantan esos senderos colgados que la recorren, jalonados de altos pinos.

Le enseño a Fernan esta silueta del Benicadell, en la que se asemeja a una gigantesca águila de espaldas, a punto de batir sus alas en vuelo.

Aquí se asemeja más a esa silueta.

Cava del Benicadell, una de las mejor conservadas, sin ser restaurada, del territorio valenciano.

Desde allí se tiene una perspectiva bien chula del Benicadell.

Dejamos el cordal. Nos bajamos de él por este sendero, que de inmediato nos saca a plana solana, la Solana del Benicadell.

Esta bajada nos ofreció perspectivas muy chulas del Benicadell, las cuales no conocíamos.

A estas paredes se las conoce como les Penyes Llises. 

Muy buenas vistas hacia la plan del Comtat, con Beniarrés y su embalse.

Impresionantes paredes de la Solana del Benicadell.

Les buscamos detalles, y descubrimos este gigantesco ojo.

El retorno a Beniarrés, una vez bajamos de la montaña, lo hicimos por caminos rurales. Bonito contraste, el de la fiereza del Benicadell con los olivos.

Y ya en Beniarrés no nos pasó desapercibido esto... "Obrir els ulls al món, riure i blasfemar, no hi ha ningú allà dalt disposat a ajudar..." Xafant Fang, Zoo.

Soltando algún taco que otro, felices y sin preocupaciones, tal y como cantaban Villanueva, Favresse y compañía en su hamaca colgada al vacío.






10 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Siempre es una gozada ver el Benicadell, nunca cansa esa hermosura de elevación. Esa cara es muy fotogénica con el Regall a la cabeza. Esa dureza en la subida y ese cresteo final la hacen un montaña top, en cualquiera de las dos caras.

    Buen modelo te has echado, jejeje. Esas que sale Fernan con la muralla pétrea detrás son espectaculares.

    Oye tú, amigos vascos, amigos jienenses, amigos conquenses, amigos gaditanos, amigos catalanes, etc. Esto es un no parar, jajaja!! Francamente, eso habla muy bien de tí ;-)

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      ¿Quién serán esos amigos conquenses? ;-)

      Si, en estos 13 años de andadura montañil habré coleccionado muchas cimas y rutas chulas, pero de lo que realmente puedo presumir es de todos los buenos amigos que he hecho durante todo ese tiempo ;-)

      El Benicadell es que es bonito, ya puedes mirarlo de donde lo mires, que todas sus siluetas son cautivadoras. Ese día, entre el gris de las calizas, el verde de las laderas, el cielo azul, y el colorido de la ropa de los figurantes, todo resaltó un poco más jeje.

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani,

    Que bonita la silueta del Benicadell... a ver si algún día me animo a subirla, aunque me queda un poco lejos... jajaja

    La subida por el Regall me ha parecido preciosa, con una línea muy bonita que parece buscar siempre el paso más natural y coherente, en la que además, las vistas de las crestas son brutales, y para finalizar, esa cresta final, todo un lujazo de ascensión.

    Sobre el tema de que el sendero aparezca mucho más fresado, es que desde que nos volvieron a dejar salir, parece que todas las montañas populares han sufrido la misma suerte, hordas de gente afanada por subirlas, muchas veces sin ningún respeto por la misma, tirando basuras y caminado fuera de los senderos realizando "atajos", pero bueno, esperemos que este boom pase pronto y podamos volver a disfrutar de montañas menos "congestionadas".

    Por cierto, he visto en una de las fotos de la cima un replano muy chulo, seguro que es un buen lugar para realizar un vivac.

    Pues el descenso que realizasteis tampoco se le quedó a la zaga a la subida, menuda delicia de rincones y vistas...

    De que me suena a mi eso de despistarse mientras se habla sin parar y equivocarse de camino... jajaja

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      A ver si te escapas por aquí otro finde y nos acercamos a subir al Benicadell.

      Así como es una montaña, que mire de donde se mire, resulta espectacular, también todas sus vías de ascenso pedestre resultan atractivas y también exigentes. La subida por l'Ombria en pleno otoño es toda una delicia, el amigo Toni puede dar fe de ello jeje. La subida por la cresta, en modalidad escalada, también debe ser la leche.

      Yo creo que la masificación de estas montañas más conocidas, se llamen Benicadell, Pedraforca, Aneto, Everest o K2 (sí, ahí también), ha venido para quedarse, y nos tendremos que acostumbrar a ello y por desgracia a la conducta incívica mucha gente que sube y subirá a ellas. Si lo que buscamos soledad en las montañas no tendremos más remedio que ir a otras no tan conocidas.

      Ese vivac en ese replano cimero ya hace tiempo que tiene el ojo echado y está esperando su realización jeje.

      Un abrazo.

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  3. Vaya par de figurantes... jaja.
    Mira que mes de enero más amigable... el 1 estábamos juntos, y el 29 con Fernán... pero es que yo estuve con Fernán en Cádiz (Aljibe) y en Sierra de las Nieves... Ronda, los 20 y 22 de enero. Y por cierto, el pasado 27 de julio, volvimos a estar con Fernán y sus amigos, en la costa cántabra. Hemos pasado unos días por el norte... Oviedo, Gijón, Avilés... León...(sin Benavente) y luego en Picos de Europa y Montaña Palentina... ¡Que bonita es la palentina, por Dios!
    Y hablando del "Beni", que bonita cresta y que formaciones más atractivas. No me extraña que esté masificada... o que sea popular... al fin y al cabo, el populacho no es tonto, y sabe donde meterse. Digo yo que si la gente va... será por algo.... instagram a parte.
    En Picos me acordé de ti... una muchacha gallega se torció un tobillo... ¡Que mala suerte!
    Por cierto, un camarero majísimo en un bar en una calita preciosa a la que nos llevó Fernan, me dijo: Ten cuidado con tanto vasco... si necesitas ayuda, me llamas... ¡Que tío más cachondo, por dios!
    Bueno, chaval... otro abrazo... a ti y a todos los participantes.

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    1. ...y unas semanas después vino a visitarme el amigo David, así que el año empezó de lujo ;-)
      Me alegro de que os resultasen provechosas las vacaciones por el norte, y que en ellas pudieseis hacer montaña, turismo y visitar a amigos.
      El Benicadell ya tenía fama antes de instagrames y feisbucs, y era la fama que toca, la de una montaña atrayente para todo buen amante de la montaña, la naturaleza, y por que no, de la historia ancestral de esa sierra. Como montañero, senderista o excursionista de verdad, alcanzar su cima era un hito y una experiencia que iba más allá de lo meramente deportivo. Hoy en día el perfil de la una gran mayoría de la gente que sube esta montaña es totalmente diferente. Por desgracia en la actualidad, esta montaña, y muchas otras más, se utilizan como objetos para alimentar los egos de esa gran mayoría.
      Ponga un vasco, o vasca, en su vida, jeje... Por cierto, cuando saqué la ikurriña para hacernos la foto en la cima, hubo, por parte de un par de personas, alguna que otra mirada de disconformidad, casi desprecio, seguida de unos cuchicheos, en fin...

      Un abrazo.

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  4. Jose Fernando Zaballa Miguel13 de agosto de 2022, 10:54

    Hola Dani;
    Que precioso reportaje, bueno eso como siempre, pasamos un día super con sorpresa tras sorpresa. Y no me extraña que vayas coleccionando amigos sea por donde vayas. Pues además de los conocimientos montañeros es un lujo platicar contigo.
    Ya buscaremos la ocasión para seguir disfrutando de estos paseos y seguir descubriendo nuevos lugares y amigos .

    Un fuerte abrazo.

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    1. Aupa Fernan.

      Fue una gran jornada de monte, como todas las que hemos pasado cuando nos hemos juntado. Además esta estuvo complementada con tapeo, conferencia de montaña y una buena cena.
      Había pasado mucho tiempo desde la última ruta conjunta, y eso no podía ser. A ver si la próxima puede ser en breve.

      Un abrazo amigo.

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  5. Hola Dani.

    Le echado un ojo rápido a las otras dos ascensiones y veo, que subas por donde subas, el Benicadell ofrece bonitas ascensiones, en este caso por el Regall, más directa con ese tramo final por una cresta, fácil pero muy estética.

    Lo de la forma de "Águila", pues hay que echarle imaginación, lo que si que veo, es un sendero que baja por medio del cuerpo, no se si bajasteis por ahí o dando un rodeo.

    En definitiva una bonita circular, en buena compañía.

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      De todas las vías de ascenso, a pie, al Benicadell, quizás esta de la Solana y el Regall sea la más llamativa y montañera, pero las otras dos opciones tampoco están nada mal. La subida por l'Ombria, si se hace en otoño, nos ofrece unos coloridos otoñales sensacionales, y en verano es ideal para hacer una ascensión rápida al Benicadell y que no te dé un jamacuco ;-). La ascensión desde el Port d'Albaida es la más larga, y te permite visitar otros pozos de nieve y recorrer casi todo el cordal de la sierra. El paso por ese tramo de cresta es obligado en todas las rutas.
      Si, el sendero que mencionas, el que baja por la espalda del águila, es el que utilizamos para bajar.

      Un saludo.

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