2 de septiembre de 2022

A la Lloma Bernat y la Roca Noguera por el Barranc del Riu Llucena (Edición 2022 y sin Aliagas)

 Sábado, 19 de febrero de 2022

Advertidos estabais. Aquí está de nuevo la Lloma Bernat. Reeditamos el ascenso que hicimos en 2018, partiendo desde el nacimiento del Riu Llucena y remontando el desfiladero y los estrechos de dicho río, para posteriormente abandonar su lecho y subir hasta el Mas de la Lloma y de ahí al punto culminante de la misma, en la Roca Noguera. Para no volver a pasar el mal trago de 2018 con las aliagas hicimos una exitosa variación en el descenso.



En 2018 estuve muy bien acompañado, y en esta ocasión la compañía también fue de lujo. Se vinieron Jaime y Mar y también David, que había venido a pasar el finde con nosotros. Empezamos cuatro y en algunos momentos de la ruta llegamos a ser siete, luego os lo explico con más detalle.

Respecto al recorrido, como en su día ya hice una extensa descripción del mismo, creo que estaría de más y pecaría de repetitivo al volverla a hacer ahora, además, ya hace un tiempo que me da mucha pereza el hacer minuciosas descripciones de las rutas. Apuntar, eso si, que las instalaciones (grapas, cadenas, cables etc.) con las que están equipados los estrechos del barranco se encuentran en mucho peor estado que hace cuatro años, y que precisarían de una revisión por parte de quien proceda, eso o quitarlas, pues su actual estado es propenso a que a corto plazo puedan ocasionar algún accidente. En otro orden de cosas, al llegar al Mas de la Lloma, empezó a llover con cierta insistencia, lo cual hizo que se nos fastidiaran las vistas desde la cima, y que fuéramos más precavidos a la hora de asomarnos a los precipicios que caen hacia poniente.

Si que haré un poco más de hincapié en la variante del descenso. Tras haber recorrido el cordal del Comptador y haber llegado al Mas del Collet de Baix, evitamos el ir hasta la Casa Gatín y sus trampas de aliagas, anteriores y posteriores a la casa. Lo que hicimos fue seguir un cómodo carril que nos condujo hasta las ruinas del Mas de la Casa Nova, donde después de comer, tomamos un sendero que salvó de manera muy elegante el fuerte y acusado desnivel que separa la masía del fondo del valle. De nuevo en el lecho del río fue todo tan sencillo como desandar los primeros kilómetros de la mañana.

Nacimiento del Riu Llucena, a los pocos metros de haber echado a andar.

Andamos inicialmente por el camino de la antigua cantera, y que va paralelo, cambiando de margen de vez en cuando, al río. Este camino se encuentra destruido a tramos debido a las crecidas del río.

Tras la cantera ya iremos continuamente por el interior del río.

Río arriba, aunque más bien se trate de una rambla, iremos encontrando tramos en los que habrá que sortear enormes pedrolos...

...con otros de roca más pequeña.

Otra entretenida sección de sorteo de "chinitas".

Empequeñecidos en todo momento por la grandeza del lugar.

Llegamos al primer paso equipado, estrecha repisa con cadena...

...seguida de un trepada con grapa de apoyo.

Magnífico paisaje el de este desfiladero cañón del Llucena.

Nos aproximamos a una nueva zona de bloques...

...habrá que trepar por ellos...

...para llegar a una de las secciones más reconocibles de este recorrido...

...en la que hay instalada una pequeña ferrata.

Aprovechamos el zoom al amigo Bonilla para mostaros el estado en el que se encuentran alguna de esas grapas.

Venga Dani, dejate de fotos y tira p'arriba.

Voy!!

Tras el reagrupamiento seguimos subiendo, una trepada...

...y se remata esta bonita sección de blanquecinas paredes con la ayuda de una cadena.

No sé que me dirían aquí mis compis, pero me puse rojo, casi como mi gorra.

Superado ese segundo tramo equipado continuamos por dentro del cauce.

Nos aproximamos, superando grandes bloques, a la sección más chula del recorrido por el río...

...empezando por ese tajo en diagonal...

...que desemboca en la entrada de l'Estret.

Este tramo está equipado con un cable y unas grapas.

Tanto el cable como las grapas han vivido días mejores.

L'Estret hace honor a su nombre.

Durante unos cuantos metros vamos a estar en las fauces del barranco.

El espectáculo geológico es de primer orden.



Espectacular.

Llegamos al cuarto paso equipado. Antes de ponernos con él nos hacemos una foto grupal.

Estas grapas se encontraban en bastante buen estado.

Disfrutando, no era para menos.

Fascinante el ver, como a pesar de la poca luz que entra en este estrecho de blancas paredes, aún hay vegetación que se aferra a ellas.

Paso en el que no encontraremos asistencia de hierros. Hay que calcular bien los tiempos, para no darnos un testarazo contra la roca.

Al superar ese paso tenemos este paisaje.

Ultimo tramo equipado...

...un tobogán con cadena.

Pasamos bajo una bóveda.

David, ensimismado con el estrecho.

La parte final del estrecho es una pasada.



Y seguía absorto el tío 😅.

Foto a la salida de l'Estret.

A la salida de l'Estret pegamos un bocado. Había que coger fuerzas para la exigente subida que nos esperaba. Vemos la fractura diagonal que habíamos visto antes de entrar en l'Estret.

Llegamos a una intersección, en la que la subida nos da una tregua, al fondo las laderas occidentales de la Lloma Bernat.

A partir de ese punto la subida se hace más llevadera. Empezaban a caer las primeras gotas.

El trazado del sendero es chulísimo.

Un punto en el que el sendero se volvía a poner bravo. El trazado de la senda se ve claramente detrás de David.

La subida al Mas de la Lloma, y la definitiva subida a la Lloma, la hicimos bajo la lluvia, por lo que hubo que guardar las cámaras. Arriba cesó de llover, y pudimos disfrutar, aunque fuese mínimamente, de las vistas.

Vemos la caída hacia el río, del cual vemos uno de sus meandros.

Jaime en su salsa, aunque hoy con muchas más precauciones.

A este hombre le das unos acantilados vertiginosos en los que asomarse y es el tío más feliz del mundo 😉.

Aunque yo tampoco le voy a la zaga.

El espolón rocoso que conforma el punto más alto de la Lloma Bernat.

Allí encontramos la Roca Noguera...

...que tiene la peculiaridad de que se encuentra separada del resto del espolón. El acceso a lo más alto de ella es imposible (andando).

Roca Noguera y su vertical caída hacia el valle.

Como se nos congelaban las orejas en la cima urgía perder cota, lo hicimos por les Voltes Roges, camino del cordal del Comptador.

David, asomándose al valle, con la Roca Noguera.

Las rocas más altas del cordal del Comptador tenían inquilinos...

...alados y carroñeros inquilinos.

La Roca Noguera, vista de manera imponente desde el camino del Mas de la Casa Nova.

Y aquí una foto del grupo, que sin comerlo ni beberlo tuvo dos componentes más.


Y es que al poco de tomar el camino que se dirigía al Mas de la Casa Nova vinieron a nuestro encuentro dos perros, que de inmediato se nos pegaron a rueda. Uno era joven y el otro más viejo, que cojeaba ostensiblemente y que además coleccionaba bastantes cicatrices de guerra, lo cual denotaba que eran perros de caza y que se habían extraviado de alguna batida. Al poco se añadió un tercero. Al llegar a la masía nos sentamos a comer, y los perros se pusieron bastante pesados demandando comida, por lo que los tuvimos que atar con una cuerdecilla que llevaba Jaime en la mochila. Fue ahí cuando reparamos que en el collar, además de un receptor GPS, llevaban anotado un número de teléfono, al que no dudé en llamar de inmediato. Cuando me respondió a la llamada le expliqué la situación al dueño de los perros, pero de inmediato se cortó la conexión, enseguida pensé que me había colgado, cosa que me enfureció, pero al cabo de unos minutos fue él el que llamó, le volví a explicar la situación. Me preguntó si los perros estaban bien. Le dije el punto donde habíamos empezado a andar y teníamos la furgoneta y quedamos en que cuando acabásemos la ruta le volvería a llamar y él vendría a por los perros. Empezamos a bajar los siete, pero llegó un momento en el que el perro más mayor dejó de seguirnos, e inmediatamente después dejó de hacerlo el tercero, un poco antes de llegar al cauce del río también dejó de seguirnos el más joven. Qué pena pensamos, pero bueno, habíamos hecho lo correcto, podíamos irnos con la conciencia tranquila. Pero cuando ya nos faltaba más menos un kilómetro para finalizar volvió aparecer tras nosotros el de las cicatrices, totalmente extenuado, enseguida le dimos agua y se recuperó un poco, y llegó con nosotros a la furgoneta. Nada más abrir el portón trasero el animalito se subió de un salto y se acurrucó allí, estaba reventado. Pero mira hasta que punto son fieles y agradecidos estos animalitos, que en una de estas, mientras esperábamos a su dueño, me alejé un momento de la furgoneta para hacer unas fotos, y el perro saltó como un resorte de su descanso para venir hacia donde estaba yo... Lo mismo hizo cuando vio llegar a su propietario, que nos agradeció el gesto, y nos dijo que habían estado cazando a cuatro kilómetros en línea recta de donde encontramos nosotros a los perros, con el barrancazo del Riu Llucena de por medio, para que veáis el tute que se dieron los animalitos. Espero que encontrara los otros dos.

Mas de la Casa Nova, con buenas vistas hacia el Cabeço Roig.

El Mas de la Casa Nova se compone de unas cuantas casas, casi todas ellas en ruinas. Accedimos al interior de esta...

...y este fue alguno de los detallitos que vimos en su interior.

.
Aquí los agregados y famélicos cánidos.

Tras el parón para comer retomamos la marcha, dejando atrás la Casa Nova y la Lloma Bernat.

Las vistas durante toda la bajada fueron excelsas.

La inmensidad paisajística del término de Llucena quedó bien escenificada durante esta bajada.

La ladera es bastante vertical. El sendero está trazado de forma muy inteligente en ella, dibujando numerosas zetas.

Y con esta foto, tomada antes de afrontar la parte definitiva de la bajada, despedimos. Ruta redonda, y además regresamos a casa sin ningún rasguño ni arañazo aliagil.


8 comentarios:

  1. Precioso este barranco, amigo Dani. Tras unas buenas lluvias debe ser indescriptible ver el caudal que podrá recoger.
    Oye, buena anécdota la de los perros. La verdad es que si no os llegáis a fijar en lo del teléfono... se hubieran perdido por ahí. Seguramente los recuperaran. Yo vi una vez, en Las Hurdes, unos perros con gps... y luego vimos al dueño, que los va siguiendo. Llevan otro dispositivo, que cuando el dueño ve que se descarrilan, les manda una señal y les da un calambrazo... por eso yo los escuchaba gritar de vez en cuando.
    Esas aulagas... hay que intentar evitarlas a toda costa... aunque a veces no hay manera
    Un abrazo, chaval, y me gustaría conocer este barranco.

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    1. Hola Fran.

      Os reservo pues el barranco del Llucena para cuando volváis por aquí...
      Debe dar miedo este barranco después de fuertes lluvias, pues cuando hicimos esta ruta en 2018 el camino inicial estaba bastante bien. Al año siguiente, y tras alguna que otra crecida, volví, para hacer una ruta que compartía inicio y final con esta y dicho camino estaba totalmente destrozado.
      Cuando vino el dueño a por los perros nos dijo que estos hubiesen acudido al punto donde empezaron la batida, si llega a ser así imagínate la paliza que se hubiesen dado los animalitos...
      Las aliagas, las conseguimos evitar aquí, pero unas semanas después nos tocó lidiar con ellas a la fuerza... Se lo perdonamos, pues cuando se ponen en flor tapizan el monte de un bonito amarillo.

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani.

    Esta ruta lo tiene todo. Entre el paisaje y la compañía, debió ser un dia genial.

    A mí estas rutas que comienzan a pie de arroyo, rio o barranco en este caso, y suben hasta el punto más alto para contemplar todo desde arriba, por sendas tan chulas, tiesas y montañeras como las que enseñas me parecen rutas diez. Además, en mi caso, echo de menos una ruta con el cielo nublado y un fina lluvia.

    Qué bien que la historia perruna acabara bien, por lo que parece. Me trae a colación al mastín Felipe y como nos acompañaba triscando por los altos ;-)

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Jajaja, lo del mastín Felipe fue antológico. Menuda cara se nos quedó, cuando mucho rato después de haberlo perdido de vista, nos apareció de frente...

      Cuando hicimos esta ruta por primera vez, en 2018, la compañía ya fue excelente, con Paco Domingo y sus compinches. En esta edición de 2022 el elenco de participantes en la ruta también fue de primera ;-)

      La mayor parte de excursionistas, cuando remontan este barranco y su estrecho, suelen hacer la vuelta por otro lado. Para mi, personalmente, la mejor combinación es con la Lloma Bernat, pues como bien dices, desde las alturas de sus cortados puedes otear prácticamente todo el recorrido por el lecho, y así queda la cosa como más completa.

      Pues si, con estos eternos cielos despejados y de calores continuos, como se agradecería un día plomizo de chirimiri...

      Un abrazo.

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  3. Hola Dani,

    Aquí el okupa agradeciendo la hospitalidad y el impresionante rutón que me regalaste.

    La verdad que fue una ruta impresionante, en la que aun que no pude disfrutar al 100% de las vistas, la llovizna y las nubes le dieron un toque diferente y espectacular, además la compañía fue inmejorable, muchas gracias por tu hospitalidad.

    Menuda anecdota la de los perros, pero te has olvidado de otra cosilla, exponer la cantidad de pintura azul y blanca que algún iluminado empleó en el sendero, que yo opino que seguro que fue un "no hay huevos"... jajaja

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      Es verdad, se me pasó por alto hacer alguna mención a ese derroche de pintura blanca y azul jeje.
      Pasamos, a pesar del frío y la lluvia, otra gran jornada de montaña, estuvo muy bien que Jaime y Mar también se apuntaran. Esos estrechos del Llucena y la Lloma Bernat hacen una excelente combinación, sabía que os gustaría.

      Un abrazo.

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  4. Hola Dani.

    Que buena alternativa para subir a la Lloma Bernat. El desfiladero es impresionante y a cada paso, se hace más bonito. El tramo de l'Estret, es de una belleza absoluta, la verdad, que si está en buen estado la equipación, dan ganas de bajar otra vez por el mismo sitio.

    Yo creo, que cuando alguien equipa algo, deberían obligarle a realizar un mantenimiento periódico a las instalaciones y sino, se va hacer cargo de este, no permitirle la instalación.

    Lo de los perros, ya te digo yo que acuden al sitio o en el peor de los casos, con el GPS, los van a buscar, pero a veces, puede pasar más de un día hasta que los localizan. Lo que es una vergüenza, es que estén tan delgados. Yo tenía un podenco como esos, todo rojizo que parecía un zorro, menudo animal más listo (mas que el dueño 😅).

    Salud y montaña.

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    1. Hola Eduardo.

      Completamente de acuerdo en todo lo que comentas, que esta ruta es la mejor manera para subir a la Lloma Bernat; que el estrecho va ganado en belleza a medida que te vas internando en él; que si equipas algo luego hazle un mantenimiento; y por último el mal estado en el que tienen a los perros algunos cazadores.

      Un saludo.

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