25 de agosto de 2024

Congost de Collegats

 Domingo 4 de junio de 2023

Una de las cosas que más me fascinan de los largos viajes en furgoneta a Pirineos son esos pasos de carretera que atraviesan el Pre-Pirineo, a los que yo llamo Puertas del Pirineo. Esos tramos de carretera suelen tener el denominador común de aprovechar el paso de algún importante río pirenaico, y de poseer un paisaje espectacular en el que no faltan multitud de opciones excursionistas, y que nada tienen que envidiarle a las rutas Pirenaicas... Así a bote pronto me vienen a la cabeza pasos tan espectaculares como Riglos, Pas de Tarradets, Olvena, les Escales, Monrepós, Oliana/Organyà o Congost de Collegats. Este último fue el protagonista del reportaje que estáis leyendo.



Con lo bien que nos lo habíamos pasado horas antes el el Red Mountain Beer Fest, hicimos esta ruta con una sonrisa en la boca, y tatareando en todo momento alguno de los hits ochenteros que habían descargado los Badulaque 80. También influyó en ello la ruta elegida, ya que además de cumplir el requisito de poder ser finiquitada antes de comer para volver a Betxí tranquilamente por la tarde, nos permitió conocer este espectacular desfiladero tanto desde arriba como desde abajo... Per Dalt i Per Baix!!!... Así como ver dos de los barrancos que alimentan en este tramo a la Noguera Pallaresa, que es el río que atraviesa el Congost de Collegats. Durante el recorrido, que os paso a describir con más detalle en la galería fotográfica, también vimos dos curiosos enclaves de este magnífico rincón del Pre-Pirineo Catalán.

Nuestra ruta dio comienzo en el parking de la Font de la Figuereta, justo en la entrada sur del Congost. Retrocedimos unos metros por la carretera y cogimos un carril asfaltado en ascenso.

Enseguida aparecieron las distintas torres de calizas y conglomerado que iríamos viendo durante la ruta, como es el caso del espolón del Tossal del Cap.

En la otra vertiente del río destacaba el Roc de Santa, el cual vimos en repetidas ocasiones en la ruta del día anterior.

Con semejantes vistas, este largo tramo inicial de asfalto no se hizo para nada pesado.

Dejamos el asfalto para seguir en ascenso, por un sendero, y en clara dirección a la base del espolón.

A medida que fuimos ganando metros las vistas hacia la cuenca de la Noguera Pallaresa fueron ampliándose.

Así terminamos plantándonos bajo la altiva torre del Tossal del Cap...

...sobre la cual sobrevolaban unos cuantos buitres...

...a ver si sois capaces de contarlos.

Iniciamos ahora un tramo de descenso, en clara dirección al Barranc de Sant Pere. En frente nuestro, el Serrat Gros, cobraba protagonismo...

...y descubríamos un visión parcial del sector central del Congost.

Serrat Gros delante nuestro...

...y Tossal del Cap a nuestras espaldas.

Ya en el pequeño desfiladero del Barranc de San Pere abandonamos momentáneamente la circular para hacer un tramo lineal de ida y vuelta.

Las tormentas de la tarde anterior habían dejado cierto frescor en el ambiente, y pequeños detallitos en la flora.

Topamos con el Barranc de Sant Pere, el cual nos toco vadear.

El propósito de este tramo lineal fue visitar las ruinas del Convent de Sant Pere de les Maleses. Data del siglo IX, y al estar construido bajo una bóveda se le considera como un monasterio troglodita. Al pasar por debajo el camino que antiguamente unía las dos comarcas del Pallars, tuvo cierta importancia en la época.

Pero este curioso templo también esconde una truculenta historia, ya que según cuenta la leyenda (Pep Coll), al ser también una fonda, cuando se hospedaba alguien con dinero, los frailes lo asesinaban para robar dicho dinero. Se dice que durante mucho tiempo hubo enterrado, cerca de allí, un talego repleto de monedas de oro.

Tras visitar tan peculiar lugar, volvimos al trazado circular, fijándonos en la peculiar geología del entorno.

Nos volvimos a cruzar con el cauce del Barranc de Sant Pere, el cual se disponían a descender unos barranquistas, opción que nos apuntamos para cuando el año que viene vengamos al festival cervecero.

Vemos el pequeño cañón del barranco aguas arriba...

...y aguas abajo, en su camino hacia la Noguera Pallaresa.

Las altas y estrechas paredes de este cañón hacían resonar el eco de los barranquistas, que se lo estaban pasando en grande.

Tras pasar a la margen izquierda del barranco vino una leve subida hacia un colladete, en la que continuamos teniendo muy buenas vistas hacia los estrechos del barranco...

...y sus formaciones.

Al ganar el colladete la ruta subió un escalón en cuanto a espectacularidad visual. Ya lo iréis comprobando en el transcurso de las fotos. Frente a nosotros aparecen las rocas de la Talaia de Baiarri.

Este collado nos volvió a asomar hacia la Noguera Pallaresa.

Altísimas paredes del Serrat Gros.

Iniciamos un suave descenso...

...en dirección a les Roques de Collegats...

...y llegó un momento en que nos vimos asomados a este espectacular balcón hacia la Noguera Pallaresa.

Paisaje excepcional el que nos estaba brindando este tramo de la ruta.

Sirva mi compi para calibrar la magnitud del mismo.

Vista del Congost hacia el sur, con el Roc de Santa al fondo.

Talaia de Baiarri.

En un punto del sendero nos encontramos con el segundo lugar peculiar del recorrido, la Cova de la Serpent.

Desde el interior de la cueva obtuvimos esta bonita toma de la Talaia de Baiarri.

La razón del topónimo es este surco en el techo, que se prolonga en toda la longitud de la cueva. Su origen, claro está, es geológico, resultado de un antiguo flujo subterráneo de agua. Pero según la leyenda una serpiente gigante habitaba la cueva, y se comía a todo aquel que pasaba frente a la entrada, hasta que un día, uno de los frailes asesinos que vivía en el Monestir de Sant Pere le tendió una trampa escondiendo cuchillos en el pan que llevaba consigo, la serpiente al morir, dejó grabado su esqueleto en el techo de la cueva (Pep Coll).

La ruta continuó, tras la visita a la cueva, por esta repisa...

...y con unas vistas increíbles...

...que se hicieron más increíbles cuando, al ganar otro colladete, nos vimos asomados a la entrada norte del Congost. Brutal.

Y con tan excelso panorama visual afrontamos la fuerte bajada hacia la Noguera Pallaresa.

Este tramo de descenso nos descubrió otro espectacular tramo del Congost que hasta ahora nos había permanecido oculto.

A medida que nos íbamos acercando al río y a la carretera la pendiente fue suavizando.

Sabíamos que una vez abajo la ruta se dirigía hacia lo que teníamos en frente, y nos moríamos de ganas de verlo de cerca.

Acabamos llegando abajo. Un caminete nos enlazó con la carretera...

...y por un senderete junto al quitamiedos nos dirigimos hacia el estrecho.

Íbamos a entrar en a parte más estrecha del Congost...

...y lo íbamos hacer por el trazado de la antigua carretera.

En ese punto no desaprovechamos la ocasión de bajar hasta las orillas de la Noguera Pallaresa...

...que bajaba brava brava. Hicimos un breve descanso en este punto.

De nuevo en ruta nos seguimos adentrando en el estrecho. Esther señala...

...el punto en el que el Barranc de l'Infern confluye con la Noguera Pallaresa.

Lo vemos mejor de forma vertical. Espectacular rincón. El Barranc de l'Infern es, junto al de Sant Pere, uno de los descensos de barrancos más clásicos de la zona.

En pleno estrecho. Ante semejantes paredes, no nos sorprendió ver varias cordadas escalando por allí.

Impresionante Congost de Collegats.

Durante este tramo por la antigua carretera fuimos encontrando diversos paneles informativos, este en concreto nos puso al corriente...

...sobre la fascinante geología de la zona.

Y ya caminando por la carretera nueva volvimos a la Font de la Figuereta, donde finalizábamos esta sencilla excursión que ponía el broche a un fantástico fin de semana en el Pallars Jussà, que redondeamos con una comida de terracita en la Pobla de Segur.


2 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Mujeres enfervorizadas hasta el paroxismo por sus romeríasa que te pegan y arrancan la ropa. Frailes canallas que te roban todo y te cortan el gaznate mientras duermes. La realidad y la ficción va creando historias muy atractivas en tus entradas, jejeje.

    Que maravillas los Congost estos por los que los ríos pirenaicos terminan buscando al final el Ebro. A mi que los paisajes de hoces y cañones fluviales siempre me ha llamado mucho, este me parece excelso.
    Es curioso que cuando teniamos el coche subir a los Pirineos era para llegar hasta ellos, obviando siempre el Pre, pero ahora estamos dispuesto con la Gina a ir conociendo poquito a poco todos estos lugares. Además, con todos los reccoridos que estais haciendo el EstherDani Team, ya tenemos información de 1ª mano para acomerter las rutas nosotros ;-)

    Un abrazo.

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    1. Jajajajajaja, menudo crossover, las romeras de Castellote contra los frailes asesinos de Collegats. Ni Alien vs. Predator oiga...
      Bueno, creo que nos pasa a casi todos los que nos gusta la montaña y viajar, caemos seducidos por los cantos de sirena de los Pirineos y solemos olvidarnos de la cordillera pre-pirenaica, que tiene abanderados como Riglos, Guara o estas comarcas catalanas. Y la verdad, te pones un poco a investigar un poco sobre sus posibilidades excursionistas y descubres que hay multitud de rutas y parajes que nada tiene que envidiar al Pirineo.

      Un abrazo.

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