El Pozo Negro

Domingo 3 de Julio de 2011


El verano ya está aquí, y es por eso que hay buscar rutas, no muy largas, con sombra y a ser posible que tengan agua para darse un baño y refrescarse, y por esa razón este pasado domingo nos hemos desplazado a la población de Fuentes de Ayódar para hacer un recorrido circular que une dicha localidad con la de Torralba del Pinar, ambas dos en la comarca castellonense del Alto Mijares, y que pasa por el Pozo Negro, una de las pequeñas joyas que esconde el Parque Natural de la Sierra de Espadán y que todavía no habíamos tenido el privilegio de conocer y en la que nos hemos dado un buen y refrescante chapuzón.

Haciendo Caso a los sabios consejos del maestro Luis Gispert en la entrada de su blog titulada Verano y Senderismo, a las 7:30 ya estábamos en Fuentes de Ayódar dispuestos a iniciar la caminata, cruzamos el pueblo y tras pasar por la Fuente del Cañar encontramos el Camino a Cirat, el cual seguiremos durante un rato y por el que vamos ganando altura paulatinamente, lo que nos hace gozar de unas buenas vistas de Fuentes de Ayódar.

Fuentes de Ayódar

Bonita senda hormigonada, saliendo de la Fuente del Cañar

Un antiguo molino

Fuentes de Ayódar desde las alturas

Abandonamos este camino y cogemos un sendero que nos lleva por una zona que desgraciadamente fue asolada por los incendios en el 94, por lo que sombras vamos a encontrar bien pocas, por suerte la niebla alta que hay en el ambiente impide que el astro rey haga su labor, eso si, la humedad reinante es alta y agobiante, pero por lo menos no nos da el sol.
A partir de entonces el recorrido es una sucesión de pistas forestales y senderos (ninguno de ellos señalizado, pero perfectamente transitables) por lo que hay que ir bastante atentos al GPS.
Destacar la cantidad de corrales que encontramos en este tramo, todos en ruinas.

De los pocos pinos que se salvaron

Panorámica del camino recorrido

Un enorme corral en ruinas

Alcanzamos el Collado de Crevanta, punto mas elevado de la ruta de hoy, e iniciamos el descenso hacia Torralba del Pinar, población que pronto divisaremos en la distancia, aquí ya empezamos a ver más arbolado y nuestro amigo Lorenzo (no, el motorista no, que cae como el culo) empieza a hacer amagos de querer salir de entre la niebla.
Siendo el rodeno predominante en toda Espadán, nos sorprenden unos tramos de monte que parecen ser de un tono arcilloso.

Collado de Crevanta

Una libélula, en ejercicio de camuflaje

Los montes de la zona, entre la niebla

Torralba del Pinar, allá a lo lejos...

...y ahora más cerca

Terreno arcilloso

Tras pasar por la ermita de Santa Bárbara, llegamos a la pequeña población de Torralba del Pinar, a los pies del Pico del Pinar, segundo en altura de la sierra y que la niebla nos impide ver, cruzamos sus estrechas calles y ¡¡¡qué silencio!!! ¡¡¡qué tranquilidad!!! alejados del mundanal ruido, esto parece el paraíso.
Al lado de una fuente que hay al salir del pueblo y debajo de una higuera paramos a mover el bigote.

Ermita de Santa Bárbara

Una estrecha calle de Torralba del Pinar

Fuente

Vista de Torralba durante el almuerzo

Decimos adiós a Torralba del Pinar y seguimos con la ruta, esta se introduce entonces en la parte más bella de la misma, ya que el sendero transcurre por dentro de la Rambla del Catalán, con abundante arbolado y vegetación  y rodeados tanto a izquierda como a derecha de grandes y curiosas formaciones y moles de rodeno,destacando unas llamadas los Morrones de Gil, un espectáculo habitual de la Sierra Espadán, pero que nunca nos cansamos de disfrutar.

Dejamos atrás Torralba...

...y nos introducimos en la Rambla del Catalán...

...donde encontramos más arbolado...

...y rodeno...

...como los Morrones de Gil...

...vistos desde otra perspectiva

Tuvimos tiempo de hacer el indio...

...literalmente

Cañones...

...cuevas y muelas

Y así,siguiendo el cauce de la rambla llegamos a nuestro verdadero objetivo del día, el Pozo Negro o Sin Fondo como la llaman en Torralba del Pinar, como he dicho en el avance es uno de los pequeños rincones más hermosos de Espadán y que todavía no conocíamos, al igual que el resto de la ruta de hoy.
La poza esta presidida por un bonito tobogán de agua que va suministrando el liquido elemento a la poza, esta agua esta  limpia pura y cristalina, incluso hay peces en ella, dan ganas de zambullirse de inmediato.
Pero para acceder a ella hay que realizar un pequeño destrepe de unos cinco metros, que si se hace con cuidado no tiene mucha dificultad, además como la poza es un lugar muy visitado, los agarres están muy bien marcados y tienen muy buen "grip".

Y encontramos el Pozo Negro

Dan ganas ya de zambullirse...

...pero primero tenemos que destrepar

Una vez en la poza, nos ponemos el bañador y ¡¡¡al agua!!!, primero despacito, porque ¡¡¡está muy fría!!!, luego después de dos pequeñas zambullidas y como la poza tiene bastante profundidad, trepamos por donde habíamos destrepado para saltar al agua desde unos cinco metros de altura, marcándonos unos saltos que dejarían a Jonnhy Weissmuller a la altura del betún, creo que hicimos cuatro saltos cada uno, lo pasamos pipa, como podréis observar en el vídeo cinco fotos más abajo.

El Pozo Negro

Primero entramos poco a poco...

Primer bañito del verano

...y luego a lo bestia

Poza Negra from Daniel Alcala on Vimeo.

Bonita toma de la poza

Tras disfrutar un buen rato como lo que somos, unos críos de treinta y tantos, nos volvemos a poner la ropa de batalla y seguimos con la ruta, seguimos por la rambla, por la que encontramos otra pequeña poza, nos invaden las ganas de ponernos el bañador otra vez, pero decidimos seguir.
Unos metros más adelante ya encontramos una pista forestal que nos llevará de regreso a Fuentes de Ayódar, lugar donde empieza y acaba esta bonita, sorprendente y refrescante primera ruta estival.

Regresando a Fuentes de Ayódar por la rambla...

...donde encontramos otra poza

DATOS DE LA RUTA:


Senderistas: Dani y Paco
Longitud: 14'41 kilómetros
Altura mínima: 467 metros
Altura máxima: 882 metros
Desnivel positivo acumulado: 519 metros
Desnivel negativo acumulado: 536 metros
Tiempo: 4 horas 14 minutos en total
Dificultad: baja, tanto por el desnivel como el recorrido, sin complicaciones y bien señalizado en su segunda parte, las dos únicas partes con un mínimo de dificultad son el destrepe para llegar a la poza, que puede parecer complicado para la gente poco acostumbrada a la montaña, pero que repito que si se hace con precaución no hay el más mínimo problema, y luego la primera parte de la ruta que al no estar señalizada hay que prestar atención de no pasarse de largo alguna senda, por lo que es recomendable llevar el GPS.


Recomendación: si hacéis esta ruta en fin de semana y queréis bañaros tranquilos en la poza, recomiendo estar allí antes de las once, ya que nosotros regresando a Fuentes de Ayódar nos cruzamos con bastante gente que iba hacia allí, por lo que deducimos que aquello debe haber veces que estará muy masificado.