22 de octubre de 2017

Serra de Borriol: Tossal de Purri (558 m.) y Tossal Blanch (592 m.)

Domingo 8 de octubre de 2017

Otra de las sierras que tenemos muy a mano para cuando queremos hacer rutas de estar en casa a hora de comer y pasar una buena mañana en la montaña es la Serra de Borriol. Qué no os deje engañar su árida apariencia desde la distancia, ya que en ella podremos encontrar, entre otras muchas cosas, secciones calizas combinadas con boscosos senderos y toques agrícolas, además de unas sensacionales vistas desde cualquiera de sus modestas cimas. En la excursión de hoy subiremos a dos de ellas, dos "Tossals", el de Purri y el Blanch, también descubriremos senderos, paisajes y rincones que aún no conocíamos de esta sierra tan cercana a la capital de la Plana.






Se podría decir que la circular de hoy iba a tener dos partes diferenciadas, la primera, hasta la cima del Tossal de Purri iba a ser clavada a una ruta que hice en Borriol a principios de 2013 y que tuvo su pertinente crónica, mientras que la segunda parte iba a transcurrir toda por sendas, caminos y rincones que todavía no había pateado en esta Serra de Borriol.

Empezamos en Borriol, en las primeras calles de la urbanización Terra Roja, al oeste del pueblo. Seguiremos inicialmente el camino ascendente que se dirige hacia la Mina de la Botalària para tomar después el sendero que nos bajará hasta el Barranc de la Botalària y de ahí subiremos hasta el asfaltado que en un par de minutos nos llevará a la Font de la Botalària, bajo el impresionante y calizo cingle homónimo, que desde el principio de la ruta, se había convertido, junto a sus farallones rocosos, en el acaparador absoluto de las vistas y el máximo protagonista de paisaje.



Cami del Rabosero, por el cual transcurre el primer tramo de la ruta, ya vemos en frente el Cingle de la Botalària.

Lo vemos mejor desde el sendero que nos bajará al Barranc de la Botalària, cuyo lecho se intuye en la imagen, también vemos el asfaltado que se dirige a la Font de la Botalària.


Font de la Botalària, foto de la ruta de 2013 que os comentaba anteriormente.

Desde la fuente arranca un precioso sendero que, describiendo numerosas lazadas, primero entre gendarmes calizos y por zona más boscosa después, irá ganando altura de forma progresiva, que se verá siempre aderezado con unas aéreas vistas del Cingle de Botalària, al que finalmente superaremos en altura.
Así ganaremos un collado, junto al Aljub del Cotico, en el que podré pozar agua para Laia. Cerca del aljibe hay unos campos de olivos, por allí arranca un tímido sendero por el que salvaremos el escaso desnivel que nos separa de la cima del Tossal de Purri. " Esta cima más que un pico es una cota que ni es bonita ni llamativa, pero posee unas vistas superiores mire donde se mire.", así me refería en la crónica de hace cuatro años y pico a este tossal, sigo manteniendo lo de las fantásticas vistas, pero no lo de que esta montaña no es bonita ni llamativa, ya que la segunda parte de la ruta nos iba a descubrir la otra vertiente de este Tossal de Purri, y cambiar mi opinión sobre ella, pero no adelantemos acontecimientos.


Desde la fuente empezamos a remontar de nuevo. Será cuando mejores vistas tendremos del Cingle de la Botalària.

El sendero, empedrado en algún tramo, dibuja lazadas entre agujas calizas...

...que el fuerte contraluz mañanero hace que salgan siluetadas en esta imagen.

Seguimos subiendo, siempre bajo la vigilancia del Cingle de la Botalària...

...que no es el único que nos vigila. Una sorpresa ver cabras montesas en esta sierra, no por el terreno, que es propicio para ellas, sino por que nos encontramos a escasos diez kilómetros de la ciudad de Castelló de la Plana.

Alcanzamos altura, por lo que se nos van abriendo las vistas.

Llegamos al Aljub del Cotico, que ha sido restaurado, dentro del bonito proyecto "Recuperem el Nostre Patrimoni".

Desde el aljibe y de forma sencilla ganamos la cima del Tossal de Purri, 558 metros.

Las vistas desde allí son fantásticas, vemos en primer término el Tossal Blanch, tras el que emerge el Tossal de Mollet, a la derecha de este y en la distancia distinguimos las montañas de la Serra d'en Galceran.

También vemos el Desert de les Palmes, con el Bartolo, el Cantal Gros, la Mola del Morico y la Roca Blanca.

Y como no, tras unas cuantas semanas sin aparecer por el blog, el emblema de las montañas valencianas, Penyagolosa.

Cerca de allí se encuentra el Marinet, que también fotografiamos.

Amplísimas vistas hacia la Plana Baixa, con toda la Serra d'Espadà dibujada en el horizonte.


Volvemos al aljibe y empezamos a seguir el camino que atraviesa prácticamente toda la zona alta de la sierra. No tardaremos mucho en abandonarlo ya que enseguida tomaremos un pronunciado sendero descendente que nos enlazará con el que se dirige al Tossalet del Castellet, en cuya cima parece ser que hay restos de un asentamiento prehistórico. Tras pasar junto a esta imponente torre caliza el sendero se introduce en un bonito y típico bosque mediterráneo, para de inmediato empezar a ascender hacia el Tossal Blanch siguiendo la tónica boscosa. El arbolado desaparecerá casi al mismo tiempo que ganaremos el largo y amplio lomo cimero, y enseguida llegaremos al enorme mojón que además de indicar el punto más alto de esta alomada montaña separa los términos municipales de Borriol y Sant Joan de Moró. Desde allí las vistas son sensacionales, estando representadas, a excepción de els Ports y el Baix Maestrat, todas las comarcas castellonenses, con muchos de sus picos y sierras más significativas.


Nada más bajarnos del Tossal de Purri tendremos esta perspectiva de él, nada comparada con la que tendremos instantes más tarde, cuando andaremos por la vertiente contraria.

Por el sendero del Castellet. Zona en la que se produjo un pequeño desprendimiento, y en la que se ha instalado un pasamanos.

Tossalet del Castellet, en cuya cima se pueden encontrar restos arqueológicos del neolítico.

La senda entra en una deliciosa tónica boscosa...

...y continúa así hasta prácticamente la cima del Tossal Blanch.

Alcanzamos el punto más alto del Tossal Blanch, 592 metros.

Vemos desde allí arriba las antenas de la Penya del Corn, máxima elevación de esta Serra de Borriol.

La Golosilla, Penyagolosa, y la población de Costur.

Otra población, este caso la más alta del País Valencià, Vistabella del Maestrat.

Más pueblos, Llucena, con la cima del Altís y la Sierra de Gúdar al fondo.

Extensa cuerda del Tossal Blanch, con la Serra d'Espadà al fondo.


Desde la cima la idea inicial era continuar por el cordal siguiendo más o menos la divisoria de términos para así bajar de forma más directa a lo que es el valle del Barranc de les Ermites, pero como íbamos bien de tiempo podíamos permitirnos dar un pequeño rodeo bajando por la vertiente de Moró, esta pequeña incursión por la cara norte del Tossal Blanch nos iba descubrir una bonita zona de umbría, con algunos tramos de sendero realmente interesantes.
Finalizado el rodeo acabamos alcanzando el collado entre el Montnegro y el Tossal Blanch, que nos abre de par en par la puerta al valle del Barranc de les Ermites. Nos esperaba una larga tirada de pista, primero para bajar al encuentro con el barranco y luego para iniciar una larga remontada de casi 200 metros de desnivel hasta plantarnos en la base de los roquedos de la vertiente sur del Tossal del Purri, en el Racó de Tàfola, la visión que íbamos a tener de esta montaña, mucho más puntiaguda y agreste desde esta vertiente, durante el descenso hacia el barranco y la posterior remontada, iba a cambiar la percepción que teníamos hasta ahora sobre ella, y fue sin duda lo mejor de este tramo del recorrido.


Durante la bajada del Tossal Blanch me entretengo en hacer alguna que otra macro.

Damos un pequeño rodeo para añadir algún kilómetro más a la ruta, volvemos a pasar por bonitos y vegetados senderos.

Aunque también tendremos extensas vistas hacia comarcas más interiores.

En primer término la horripilante cantera del Mollet, al fondo el Tossal d'Espaneguera y el Tossal de la Nevera de Catí.

El haber optado dar el pequeño rodeo nos descubre bonitas zonas de umbría como esta...

...o como esta.

Volvemos a ver el Mollet, una montaña que esconde rincones realmente interesantes, que no en vano esta declarada como paraje protegido, por lo que se entiende menos que haya esa cantera en sus faldas.

Se nos abren ahora vistas del valle del Barranc de les Ermites. ¿Y esa picuda montaña?, sí, lo habéis adivinado, es el Tossal de Purri, ¿a que cambia desde esta perspectiva?.

Pues aún no nos había mostrado todas sus caras, como esta...

...o esta, en la que vemos que incluso la cima que tiene más al oeste resulta más espectacular que el propio Tossal.

Esto es lo más cerca que estuvimos de los roquedos del Tossal de Purri, pero vimos que un sendero iba hacia ellos, ¿será posible subir por esas calizas?.


Desde este punto iniciaríamos el descenso definitivo hacia Borriol, alternando pistas y senderos, y pasando por enclaves como el Aljub de Pepa la Toa o gozando de buenas perspectivas del Cingle de la Botàlaria o del Castell de Borriol. Al final cerrábamos la circular con 17 kilómetros en las piernas y un nada desdeñable, dado la poca altura que alcanzaba la ruta, desnivel acumulado de 900 metros positivos, igual que positivas fueron las sensaciones que tuvimos en este nuestro regreso a la Serra de Borriol, en la que todavía nos quedan muchas sendas y rincones por descubrir.

Un saludo a tod@s.


Emprendemos el regreso a Borriol, nos despedimos del Tossal de Purri.

Abusando del recurso de la autofoto.

Volvemos a ver el Cingle de la Botalària.

Ya sin el contraluz de la mañana podemos fijarnos mejor en sus paredes y torres calizas, así como los bancales bajo ellas.

Cingle de la Botalària, ¿y esa caseta?, Laia ya se me adelantado a fisgar.

Se trata de otro aljibe, también restaurado, el Aljub de Pepe la Toa, también tenía agua, pero no cubo para poder izarla.

Y finalizamos con esta toma del Castell de Borriol, una de las fortalezas más inaccesibles de la provincia, de hecho hace cuatro años fui incapaz de lograr entrar en su interior. Al fondo la cima del Racó de Raca.







4 comentarios:

  1. Hola Dani.

    Sorpendente esta sierra de Borriol, y como cambia todo según la perspectiva que lo veas, con esas vistacas de Llucena o Vistabella.

    17 km y 900 de desnivel, madre mía con que hambre más buena llegarías a casa, aunque tardarías lo suyo planificando y colocando tanta autofoto ;-)

    Un abrazo.

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    1. Hola Toni.

      Pues sí, el depósito de cerveza me marcaba ya reserva cuando llegué a casa. Me tomé un par durante la comida, y luego por la tarde nos subimos a Montanejos a la feria anual del queso, donde estuvimos con Javi y Tere y también con Emilio Vera. Unas cuantas cervecillas cayeron allí también acompañando el queso, un domingo completillo.
      En esta ruta fue donde tuve ese desconcertante encuentro con el "indio" que te conté...

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani!!!

    Que gozada eso de poder salir de casa, hacer una preciosa ruta y volver para comer, una auténtica delicia, para que luego digan que la Comunitat Valenciana solo el playa y Benidorm..., que gran diversidad de montes que tiene!!!
    Parece mentira como cambia una montaña dependiendo de la vertiente por la que se mire o se suba.
    Ya veo que según le comentas a Toni luego acabasteis muy bien la ruta subiendo a la feria del queso de Montanejos y poder coincidir con Javi, Tere y Emilio, un día la mar de completo.

    Un abrazo!!!

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    1. Hola David.

      Solo oír la palabra Benidorm ya me produce sarpullidos jajaja, prefiero perderme antes por el Tossal de Purri, el Solaig, el Morrón de Campos o el Dolmen d'Orèn antes que en esta horrible urbe, en fin, Benidorm y el hormigón costero para quien lo quiera, yo me quedo con las montañas valencianas y también con la Vidigonera ;-).
      Buen ambiente el que había ese domingo en Montanejos con lo del queso, ya había quedado con Javi en vernos, pero al que no esperaba encontrarme fue a Emilio, me alegré mucho, pues hacia casi cuatro años que no nos habíamos visto.

      Un abrazo.

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