Sábado 23 de septiembre de 2017
Hacemos la última escapada en plan "camper" antes de que la naranja me absorba por completo en los próximos meses. Nos vamos de nuevo a la Sierra de Ayllón, en la cual ya estuvimos a principios de verano para ascender al Ocejón. Esta vez nos iremos un poco más al noroeste, a caballo entre las provincias de Guadalajara y Segovia, para ascender a la Buitrera, otra de las cimas más destacadas de esta solitaria y atractiva sierra del Sistema Central.
Nos situamos en la localidad segoviana de Riaza, a seis kilómetros de allí se sitúa la Ermita de Hontanares, en el paraje además de encontrar la ermita y un restaurante también hay una extensa área recreativa en la que pasamos la noche. Ese es el punto de inicio de la excursión. Justo detrás de la ermita arranca un sendero que tras atravesar un alto pinar se introduce en un espeso y joven robledal, del cual saldremos al alcanzar el Collado de la Fuente, entre los riscos de Piedras Llanas y los de la Cruz de Hontanares, nos dirigimos a estos últimos, ya en marcado rumbo S, bordeándolos por su vertiente oriental, así nos plantaremos ante los riscos que sostienen el vértice de Merino, primera de las cimas del día. Para llegar a ella tendremos que hacer dos fáciles trepadas por sendas canales rocosas. En la cima las vistas empiezan a ser de aúpa.
Bajaremos al amplio Collado Cimero, donde da inicio el sostenido y largo repecho por el que alcanzaremos la amplia cima del Cerro Gordo o Calamorro, salpicada de bloques de pizarra y también de los hierros de lo que en su día suponemos que fue una torre de vigilancia forestal. Desde el Cerro Gordo seguiremos (SE) ahora la amplia cuerda, bajando primero a un collado y remontando después hacia la cima de la Loma de Zopégado, la cual no alcanza el sendero, que emprende bajada hasta el Portillo de los Lobos. Desde este nos encaramaremos hacia la cresta de la Buitrera, por terreno cada vez más quebrado y montañoso, hollaremos una primera cota e instantes después el vértice geodésico que marca la cima de la Buitrera, donde disfrutaremos de unas excelentes vistas generales de toda la Sierra de Ayllón y de la abrupta vertiente oriental de este cordal, la que se desprende hacia el Hayedo de Tejera Negra.
Desde la cima la idea era seguir la cresta pasando por el Collado de la Buitrera, subiendo al Cervunalillo y alcanzar el Collado del Cervunal, desde donde subiríamos al puntiagudo Parrejón y luego regresar al Portillo de los Lobos por un sendero que flanquea la cresta por su vertiente occidental. Pero no encontré a Eva muy motivada para ello y no iba a obligarla a hacerlo, sospesé la idea de irme solo y reunirnos luego en el Portillo de los Lobos, pero tampoco quería que estuviese mucho rato esperando allí, así que muy a mi pesar, por que el plan tenía una pinta estupenda, volveríamos por donde habíamos venido, pero como Terminator...volveré.
Desandamos nuestros pasos hasta el Collado Cimero, allí haremos una pequeña variante y bajaremos hasta Hontanares por el sendero de la Romerosa, que atraviesa un robledal idéntico al del principio, así finalizaba esta segunda incursión por la Sierra de Ayllón, sin duda el gran descubrimiento del año, ya que esta sierra, una gran desconocida, y que siga así, ofrece un amplio abanico de posibilidades excursionistas(esta ruta fue un claro ejemplo de ello) y también posee un rico patrimonio natural y cultural, demostrado en la arquitectura de sus pueblos, así que, seguiremos visitando y explorando esta magnífica sierra.
Un saludo a tod@s.
Hacemos la última escapada en plan "camper" antes de que la naranja me absorba por completo en los próximos meses. Nos vamos de nuevo a la Sierra de Ayllón, en la cual ya estuvimos a principios de verano para ascender al Ocejón. Esta vez nos iremos un poco más al noroeste, a caballo entre las provincias de Guadalajara y Segovia, para ascender a la Buitrera, otra de las cimas más destacadas de esta solitaria y atractiva sierra del Sistema Central.
Nos situamos en la localidad segoviana de Riaza, a seis kilómetros de allí se sitúa la Ermita de Hontanares, en el paraje además de encontrar la ermita y un restaurante también hay una extensa área recreativa en la que pasamos la noche. Ese es el punto de inicio de la excursión. Justo detrás de la ermita arranca un sendero que tras atravesar un alto pinar se introduce en un espeso y joven robledal, del cual saldremos al alcanzar el Collado de la Fuente, entre los riscos de Piedras Llanas y los de la Cruz de Hontanares, nos dirigimos a estos últimos, ya en marcado rumbo S, bordeándolos por su vertiente oriental, así nos plantaremos ante los riscos que sostienen el vértice de Merino, primera de las cimas del día. Para llegar a ella tendremos que hacer dos fáciles trepadas por sendas canales rocosas. En la cima las vistas empiezan a ser de aúpa.
Bajaremos al amplio Collado Cimero, donde da inicio el sostenido y largo repecho por el que alcanzaremos la amplia cima del Cerro Gordo o Calamorro, salpicada de bloques de pizarra y también de los hierros de lo que en su día suponemos que fue una torre de vigilancia forestal. Desde el Cerro Gordo seguiremos (SE) ahora la amplia cuerda, bajando primero a un collado y remontando después hacia la cima de la Loma de Zopégado, la cual no alcanza el sendero, que emprende bajada hasta el Portillo de los Lobos. Desde este nos encaramaremos hacia la cresta de la Buitrera, por terreno cada vez más quebrado y montañoso, hollaremos una primera cota e instantes después el vértice geodésico que marca la cima de la Buitrera, donde disfrutaremos de unas excelentes vistas generales de toda la Sierra de Ayllón y de la abrupta vertiente oriental de este cordal, la que se desprende hacia el Hayedo de Tejera Negra.
Desde la cima la idea era seguir la cresta pasando por el Collado de la Buitrera, subiendo al Cervunalillo y alcanzar el Collado del Cervunal, desde donde subiríamos al puntiagudo Parrejón y luego regresar al Portillo de los Lobos por un sendero que flanquea la cresta por su vertiente occidental. Pero no encontré a Eva muy motivada para ello y no iba a obligarla a hacerlo, sospesé la idea de irme solo y reunirnos luego en el Portillo de los Lobos, pero tampoco quería que estuviese mucho rato esperando allí, así que muy a mi pesar, por que el plan tenía una pinta estupenda, volveríamos por donde habíamos venido, pero como Terminator...volveré.
Desandamos nuestros pasos hasta el Collado Cimero, allí haremos una pequeña variante y bajaremos hasta Hontanares por el sendero de la Romerosa, que atraviesa un robledal idéntico al del principio, así finalizaba esta segunda incursión por la Sierra de Ayllón, sin duda el gran descubrimiento del año, ya que esta sierra, una gran desconocida, y que siga así, ofrece un amplio abanico de posibilidades excursionistas(esta ruta fue un claro ejemplo de ello) y también posee un rico patrimonio natural y cultural, demostrado en la arquitectura de sus pueblos, así que, seguiremos visitando y explorando esta magnífica sierra.
Un saludo a tod@s.
Santuario de Nuestra Señora de Hontanares, data del siglo XVII y está construida en estilo gótico postmedieval. |
Detrás de la ermita arranca un sendero (toda la ruta será por senderos), que en su primer tramo atraviesa este altísimo y poblado pinar. |
A la luz del sol le cuesta penetrar en esta espesura de robles, cuyas hojas empezaban a mostrar síntomas de que el otoño ya estaba aquí. |
Dentro de unos meses el colorido de este bosque debe ser precioso, aunque hoy andar por aquí también fue una delicia. |
Tan a gusto íbamos por el robledal que a la que nos quisimos dar cuenta ya habíamos ganado los primeros 300 metros de desnivel de la ruta y alcanzado el Collado de la Fuente, que tenía inquilinas. |
Vemos el pueblo de Riaza, el cual visitamos el día anterior, a destacar los soportales de su circular Plaza Mayor. |
Desde el Collado de la Fuente, remontamos, atravesando otro robledal, hacia los riscos de la Cruz de Hontanares, los de Piedras Llanas ya han quedado muy abajo. |
Dirigiéndonos a un nuevo conjunto de riscos no tardamos en encontrar miradores pétreos, en los que disfrutar de las vistas y hacernos fotos chulas. |
Riscos de la Cruz de Hontanares, la cual apreciamos en la imagen. |
No alcanzaremos su cima, sino que la bordearemos por su izquierda, es decir por su vertiente oriental. |
Tenemos también el primer contacto visual con el Portillo de los Lobos, el Cerro de Mesa Peñota y la cota más septentrional de la Buitrera. |
Grandes extensiones de gayuba, sobre todo en los collados y en las zonas más llanas. |
Vamos a por el Merino, atrás queda la Cruz de Hontanares. |
Dos escalones rocosos defienden la cima del Merino, este es el primero de ellos. |
Y se salva por esta pequeña canal, en la que tan apenas hay que hacer uso de las manos. |
Para Laia fue pan comido, y controla nuestros movimientos desde arriba. |
El espectáculo pizarroso es de primer orden. |
Segundo escalón rocoso a salvar. |
Una nueva canal es su punto débil, en esta si que deberemos realizar un sencillo trepe. |
Y nada más superar la canal, la cima del Cerro de Merino, 1799 metros, primera de las tres cimas (que en un principio iban a ser cinco) del día. |
El panorama visual desde el Merino ya empieza a ser excelente, si miramos al norte veremos la Cruz de Hontanares, y las llanuras segovianas. |
Mirando al sur vemos el Collado Cimero, el Cerro Gordo, el Cerro de Zopégado, el Portillo de los Lobos y la Buitrera. |
Riscos de pizarra cimeros de Merino. |
Desde el vértice de Merino un corto descenso nos deposita en el amplísimo Collado Cimero, en frente vemos ya el siguiente objetivo, el Cerro Gordo. |
Empezamos a remontar rumbo a él, dejando atrás el extenso collado y el Cerro Merino. |
Un paso acanalado camino de la cima del Cerro Gordo. |
Proximidades de la cima, donde se combinan rodales de gayuba con afilados bloques de pizarra. |
Entre tantos bloques buscamos estos, que conforman el punto más alto del Cerro Gordo o Calamorro, 1906 metros. |
Desde la cima gozamos de una privilegiada perspectiva del macizo del Pico del Lobo, techo de la provincia de Guadalajara. |
También vemos claramente el discurrir de nuestro sendero, el que nos terminará llevando hasta la cima de la Buitrera, la cual he señalado en la imagen. |
Pues vamos para allá, se alternarán ahora tramos de suave descenso con otros llanos, camino del collado que nos separa del Cerro de Zopégado. |
Una gozada caminar con esta mezcla de gayuba, pizarra y grandes vistas. |
Volvemos a ver el macizo del Pico del Lobo, por la derecha asoma el Pico de Tres Provincias o Peña Cebollera Vieja. |
A punto de afrontar el repecho del Zopédago, atrás queda ya el Cerro Gordo. |
Superada esta exigente rampa nos lanzamos en descenso hacia el Portillo de los Lobos, cada vez vemos mejor la cuerda de la Buitrera, con Mesa Peñota, la punta norte, la Buitera y el Cervunalillo. |
Portillo de los Lobos, en donde haremos una pequeña parada. Al fondo los cerros de Zopédago y Gordo. |
Toponimia lobuna, el Pico del Lobo desde el Portillo de los Lobos. |
Subiendo hacia la Buitrera se amplían esas vistas, valle del Arroyo del Horcajo, a la izquierda el Alto del Parrejón. |
Qué vemos aquí en un plano para el solo. Al fondo la Sierra de la Tornera. |
Seguimos subiendo hacia la cresta de la Buitrera, la cima septentrional ya al alcance de la mano. |
Vemos en esta imagen los tres dosmiles de esta cresta, la Buitrera, el Cervunalillo y el Parrejón. |
Llegamos a la base de Cerro de Mesa Peñota, y por ende al cordal de la Buitrera, divisoria con la provincia de Guadalajara, donde vuelve a aflorar la pizarra. |
Estos riscos ponen un bonito marco al Pico del Lobo, aunque la foto me haya salido desenfocada. |
Alcanzamos cota 2000, tendremos dos opciones, o seguir por el sendero que evita en cierto modo las pizarras, o ceñirnos a la cresta. |
La más atractiva es la segunda opción, que nos brindará la posibilidad de asomarnos a la abrupta vertiente oriental de la cuerda. Foto tomada desde la cota más septentrional de la Buitrera. |
Seguimos avanzado entre pizarras, en pos de la cima de la Buitrera. |
Ahí la tenemos, a tiro de piedra, la cima de la Buitrera. |
La Buitrera 2038 metros, aunque en otros mapas, como el de IGN, indiquen que la altura de la montaña es 2045 metros, a mi el GPS me marcó 2043 metros. |
Sea cual sea su altura real lo que son invariables son las sensacionales vistas de esta cima: Parrejón, Pico del Lobo, Cebollera Vieja. |
Acercamos con el zoom el Pico del Lobo. |
En primer término vemos la Peña de la Silla, al fondo los picos de Centenera y la Tornera. |
Mirando al SE aparece imponente la silueta del Ocejón, montaña a la que subimos a principios de verano y que nos invitó a seguir descubriendo esta Sierra de Ayllón. |
Vemos ahora el resto de la cresta hacia el sur, la que no seguimos finalmente. En el centro la cima del Cervunalillo, a la derecha el Parrejón y a la izquierda el Alto de la Escaleruela. |
Nos acercamos un poco más para ver los precipicios que se descuelgan hacia la zona del Hayedo de la Tejera Negra, otro de los lugares de imprescindible visita en esta sierra. |
Nos bajamos un poco hacia el sur para ver desde esta otra perspectiva el Pico de la Buitrera. |
Al oeste de la Buitrera hay otro importante hayedo, el de la Pedrosa, cerca de allí se encuentra también el Embalse de Riofrío. A continuación un vídeo con las vistas desde la cima. |
Subiendo de nuevo al cerro Gordo. |
Nos despedimos de la Buitrera. |
Bajando hacia el Collado Cimero. |
Desde allí tomamos el desvío hacia la Romerosa. |
El sendero no tarda en introducirse en el robledal del principio. |
Hola Dani.
ResponderEliminarTe falta el Pico del Lobo, que además sería para tu colección de alturas provinciales.
Veo que te paso lo que me suele pasar a mi bastantes veces, jejeje, que por ver cuantas más cosas hiciste una super ruta de larga longitud, y en este caso Eva (en el mío Maru o mi madre) puso sensatez. Jajaja que ansia montañera!
Hablas de la pizarra, que los que no estamos acostumbrados a ella, cuando la vemos nos parece muy estética, pero además nombras un planta que me encanta cuando sale tapizando el suelo y es la gayuba (buenos boletus he cogido yo en los pinares con gayuba).
De la zona solo conocemos el Hayedo de Tejera Negra, y varios de los pueblos negros, pero es verdad que tiene mucho potencial y mucha menos masificación, y eso es lo que la hace más atractiva.
Nos vemos el viernes.
Un abrazo.
Hola Toni.
EliminarPues al poco de volver de este viaje encargué vía internet, junto a los libros de Monterapia y Slow Mountain, un libro/guía excursionista de la Sierra de Ayllón, que hay bien pocos de ellos, y este es del año 98, y si tras la ruta del Ocejón y esta ya invitaban a conocer más esta sierra, el libro me ha hecho más ganas, ya que a parte de las más conocidas Ocejón/Pico del Lobo/Buitrera, hay muchos más cordales muy apetitosos, además de algunos hayedos, entre ellos el de la Tejera Negra, que en otoño debe ser una pasada visitarlos. También resalta lo de la arquitectura de sus pueblos, tanto la roja como la negra, así como cuando fuimos al Ocejón descubrimos la negra (bonito sería hacer la ruta de cinco días que los recorre todos) en esta ocasión tuvimos la fortuna de descubrir la roja. El libro también hace hincapié al despoblamiento que está sufriendo la zona.
Si dices que en la gayuba salen boletus aquella zona debe ser la leche micologicamente hablando.
Un abrazo, nos vemos en ná!!
Hola Dani,
ResponderEliminarBonito paisaje y vistas. La montaña muy despejada (que es lo que me gusta a mí) para poder ver bien las montañas de alrededor.
Buen reportaje!!!
Un abrazo,
Rafa.
P.D.: Hombreeeeee Dani, con una furgo así yo también subo muchos picos je,je, :-). Seguro que es muy cómodo, a mí me encantaría...
Hola Rafa.
EliminarGracias por el comentario. Fue un gran acierto comprar la furgoneta y haberla equipado para dormir, así nos es más fácil y más barato viajar por la península y descubrir rincones como el de esta ruta.
Un abrazo.
Hola Dani,
ResponderEliminarBonito robledal para empezar y terminar una preciosa ruta.
Me ha encantado ese sendero tan bien marcado entre el verdor del entorno y el caminar entre la pizarra.
Parece mentira la cantidad de montañas presionas que tenemos en toda la península, realmente tenemos mucha suerte.
Como sigas haciéndole tantos kilómetros a la furgo los del taller te van a hacer un monumento, si es que no paras quieto ni un día... jejeje
A ver si me puedo escapar por allí cuando acabes con las naranjas y hacemos alguna rutilla por tu tierra.
Un abrazo!!!
Hola David.
EliminarYa ves, el Xsara lo jubilé con 16 años y le hice poco más de 100.000 kilómetros, y la furgoneta no llega aún a dos años lo que la tengo y ya está rayando los 50.000 jejeje. Lo mejor de eso es que a mayoría de ellos han sido para descubrir rincones muy chulos, como por ejemplo este sector de la Sierra de Ayllón, una sierra que han bastado dos visitas para habernos enamorado de ella.
El día que podamos coincidir habrá que celebrarlo a lo grande, ya que no hay manera, lo digo por que leí en el comentario que le mandaste a Javi que en este puente andarías por Montanejos, hubiese sido una buena ocasión para juntarnos a hacer alguna ruta...pero mañana curro, y luego el viernes nos vamos a pasar el finde a Cuenca con los amigos de Magia Serrana.
Al que si que vi el otro día en Montanejos, que subimos a la feria del queso, fue a Emilio, y por supuesto a Javi y a Tere.
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarUn recorrido bien majo el que va al Pico La Buitrera, que ofrece muy diversos paisajes, empezando por esos jóvenes robledales, que dan paso a extensas praderas de pizarras y gayuba, que con lo poco que ha llovido, me da a mi, que pocos boletus van a nacer junto a ellas.
Veo que Eva, es la que pone la cordura en el equipo, que a mi también me pasa, que nos ponemos a planificar, y queremos abarcar tanto, que algunas veces se nos va de las manos.
A mi me apetece mucho conocer esta sierra, sin duda el Ocejón sería una primera opción, y este pico La Buitrera otra también importante, aunque sin duda, a mi me gustaría más hacerlo desde el hayedo de la Tejera Negra, que aunque es una opción más larga, recorrer los hayedos, es una de las cosas que más me atrae de la montaña.
Un saludo, y a disfrutar de la Serranía de Cuenca.
Hola Eduardo.
EliminarA mi también me encantan los hayedos, sobre todo en época otoñal, y visitar el de Tejera Negra puede ser la excusa perfecta para volver a la Sierra de Ayllón, el problema que tengo yo es que por las circunstancias de mi trabajo me es imposible escaparme en las fechas que más bonitos están los hayedos, si no ya de buen gusto que iria a visitar en otoño Irati, Odesa, Tejera Negra, el de la Sierra de Luesia!!! ;-) a ver si con un poco de suerte cambiase la situación.
Y a ver si cambia también la cosa y llueve algo, porque si no pocas setas vamos a comer este año...
Esta Sierra de Ayllón cada vez me atrae más, visitar al hayedo de Tejera Negra, como te he comentado, puede ser el proposito de nuestra próxima escapada allí, aunque también me llama mucho hacer el GR que recorre los pueblos de arquitectura negra, eso y algunos cordales interesantes, entre ellos, y aunque a ti no te guste mucho ;-), el del Pico del Lobo, que si quiero hacer todos los techos provinciales lo tendré que subir.
Un saludo, ya os contaré que tal por la Serranía ;-).
Hola Dani...
ResponderEliminarEn tu anterior crónica por el Peñalara,ya hiciste referencia a esta Sierra del Ayllón y ya veo que la tenias enfilada...jejeje.
Bonito inicio por bosque para disfrutar de esas vistas por el cordal,con esa senda tan bien marcada y bueno,no fueron cinco,pero fueron tres,que no esta mal...que eres un ''ansia''...jajaja.
Por cierto bendita ansia que nos lleva a descubrir y disfrutar de la naturaleza en estado puro.
Otra cosa que siempre me llama la atención y me refiero en general,cuando salimos a la montaña,son los nombres o topónimos que nos encontramos.En tu caso en esta ruta los de Zopégado y Cervunalillo,por decir dos...jejeje.
Un abrazo.
Hola Juane.
EliminarBueno, la verdad esta ruta de la Buitrera ya la tenía en la agenda desde hace bastante tiempo, incluso mucho antes de que a principios de verano hiciésemos la primera incursión en la Sierra de Ayllón para subir al Ocejón. Y si, es cierto que nombraba esta sierra en la anterior cónica del Peñalara, y a la semana siguiente fuimos allí, fue casi "pensat y fet", puesto que Eva tenía la semana libre y yo me encontré de forma inesperada con un puente de viernes/sábado/domingo, así que aprovechamos.
Respecto a la toponimia, opino que es una parte fundamental de nuestro rico patrimonio, y es por eso que siempre intento ser lo más fiel a ella, y si tal cerro, tal valle, tal arroyo etc, etc, tiene un toponimo, procuro plasmarlo siempre en las crónicas, y si, hay topónimos que sorprenden y mucho, así a bote pronto de curiosos me vienen a la cabeza la Hoz de Tragavivos en la Serranía de Cuenca o el Coll de la Marrana en Ulldeter, el Cervunal parece ser que es un pasto de alta montaña bastante frecuente en la Sierra de Ayllón, por lo que este topónimo se repite bastante en toda la contornada.
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Espero retomar con la regularidad que solía el tema bloguero. Comentar primero, como hicimos en Montanejos, lo internacional que te has vuelto y lo bien que aprovechas los momentos que el trabajo te deja para disfrutar de esta maravillosa afición. Un claro ejemplo es esta ruta por la sierra de Ayllón que me deja perplejo y maravillado a la vez al comprobar lo poco que abarcamos a la hora de disfrutar del mayor número posible de rutas. Cuántas más haces, más te das cuenta de las que aún te quedan por hacer. Y no es que eso me agobie, al contrario, me hace pensar que aún me quedan muchas más por disfrutar. Excelente ruta y descripción (con esas alusiones a cimas de la zona) de un bonito recorrido que da igual que no fuera al final el que tenías previsto. Primero porque con lo realizado se ve enseguida que ha valido la pena y mucho disfrutar de esas enormes vistas y segundo, porque tienes la excusa para volver ("como Terminator). Pues eso, un abrazo a los dos y a Laia una caricia. He dsifrutado mucho de tu post.
ResponderEliminarHola Emilio.
EliminarFue una muy bonita sorpresa encontrarnos en Montanejos y haber podido charlar un rato. Me alegró conocer de tu boca que esa rodilla está bien, ahora a recuperarse de lo del ojo y a retomar pronto la normalidad rutera y bloguera ;-). Respecto a lo de la "internacionalidad", como ya sabes pues este verano tocaba trabajar, esperemos que los próximos también, pero en algo que me permita tener más tiempo para viajar, ya que en el trabajo que he tenido en este verano fin de semanas completos he tenido pocos, y vacaciones pocas también, pero como te dijimos intentamos aprovechar al máximo cada ocasión que hemos tenido para viajar y hacer monte por la península. Y cuando no estoy viajando pues leo, me informo, busco rutas futuribles, y así es como llegué a la Sierra de Ayllón, por un viejo recorte de revista de las que colecciono, que proponía esta ruta a la Buitrera, aunque como le he comentado a Juane al final se antepuso el Ocejón a la hora de hacer la primera visita a esta sierra del Sistema Central, que merece muchas más visitas y que te recomiendo visitar, y a ti que te gustan las travesías circulares de varios días te gustaría el GR-60, travesía circular de 51 kms. que recorre los llamados pueblos de arquitectura negra que hay alrededor del Ocejón, échale un vistazo!!
A ver si nos volvemos a ver pronto!!
Un abrazo.
Aúpa Ayllón!!
ResponderEliminarYa te has enganchado e esta sierra, como lo hice yo hace unos diez años, jajajaja. La verdad, es que aúna soledad, grandeza de paisajes y un auténtico sabor a montaraz. Y a todo eso le añadimos (como tu dices) la arquitectura negra y roja, estamos hablando de un patrimonio natural y cultural realmente merecedor de varias visitas.
Las dos veces que estado en Ayllón, ya te dije, fueron en invierno, cuando el frío muerde la gayuba. Espero volver algún otro invierno más.
Salud
Hola Javi.
EliminarCierto, enganchado totalmente, el Ocejón y sus pueblos negros prendieron la mecha, y la Buitrera y sus pueblos rojos avivaron la llama, luego compré el libro, ese que tu también tienes, y todo son puntos a favor para que volvamos a patear esta sierra: cordales montañosos de más de 2000 metros (los que no llegan a esta altura también tienen muy buena pinta), hayedos, arroyos, pueblos con historia, y sobre todo lo que más atrae es eso la soledad.
¿Quieres volver allí en invierno?, pues he visto que el Pico del Lobo tiene un corredor en su cara norte que no pinta nada mal...
Salud y frío montaraz!!