Domingo 15 de abril de 2018
En septiembre de 2016 un explosivo final de etapa de la Vuelta Ciclista a España dio a conocer, sobre todo a nivel nacional, el Mas de la Costa de Llucena. Como todos estos años me he prodigado bien poco, más bien nada, por el término de esta población de l'Alcalatén, pensé que el Mas de la Costa sería un buen punto en el que empezar a pegarle bocados a los parajes de Llucena, que como quedó demostrado en esta ruta guardan un gran interés paisajístico y también patrimonial, además de una rica variedad de senderos. Esta excursión matinal tuvo su toque montañero, ya que subimos a la Picosa, cima bajo la que duerme el caserío del Mas, y también cultural, puesto que pasamos junto a varias masías abandonadas, tan típicas de esta comarca interior.
"Aquí empieza el infierno" reza una pintada en el asfalto al comienzo de la subida al Mas de la Costa, para nada exagera; pendiente media del 12,4 %, rampas de hasta el 22%, mayor parte de la subida cementada, si a eso le unimos la calurosa tarde de septiembre seguro que a los ciclistas de la Vuelta el paraíso no les pareció. Menos mal que nosotros subimos con la furgoneta.
Arriba nos reciben un panel de mosaico y unas excelentes vistas hacia la Plana, pues no en vano estamos a casi 1000 metros de altitud. Ya a pie enseguida nos llama la atención la rocosa y picuda cima a la que vamos a subirnos hoy, y a la que habremos andado unos metros veremos de inmediato el caserío del Mas de la Costa. Tras cruzar el núcleo de casas bajamos hacia las eras de la masía para casi al instante tomar un ascendente sendero (N) entre carrascas que nos hace ganar la vertiente oriental de la Picosa, por la que circularemos ahora, primero por un breve tramo de pista y luego por un bonito sendero, en el que veremos más carrascas, unos pinos altísimos, y tendremos unas bonitas vistas del Barranc del Riu de Llucena y de dos de los gigantes de la zona, la Lloma Bernat y el Cabeço Pelat.
Alcanzamos un pequeño collado, en el que encontramos, bien señalizada, una encrucijada de senderos. Comienza allí la parte circular de la ruta. Elegimos dejar al cima de la Picosa para el final y hacer primero la parte de las masías, así que tomamos el camino de la derecha. Bajamos brevemente al Barranc d'Olària, para de inmediato empezar a remontar hacia la primera de las cuatro masías (sin contar el Mas de la Costa) junto a las que pasaremos hoy, el Mas d'Olària, abandonado, como la mayoría de los de l'Alcalatén, y ya semi-derruido.
El sendero continúa rumbo norte en busca de la segunda de las masías, la de la Canaleta, a la que habremos llegado tras haber pasado junto a la fuente (seca), y el barranco homónimos. La casa principal de esta masía conserva muy bien su fachada, pero no así su interior. Desde la Canaleta la ruta va virando a levante hasta encontrarse con los roquedos de los Canterons de Miralba, los cuales habrá que rodear ahora totalmente. En este rodeo sorprendimos a un nutrido grupo de cabras, y pasamos junto al Mas de Bernús, que a tenor de sus numerosas casas debió gozar de cierta importancia en su época. Hoy reina en él el abandono.
Desde el Mas de Bernús tomamos una pista (O), por la que finalizamos el rodeo a los Canterons de Miralba. Durante este tramo se nos abre un agreste paisaje, con el Barranc del Bassís y la amenazadora presencia del gigantón Cabeço Pelat. Unas vistas extraordinarias.
Continúa la tirada de pista, que pasa bajo los cingles rocosos de les Graes y llega hasta la cuarta masía de hoy, el Mas de Sabaté, también de numerosas casas y en estado ruinoso. Desde él trazaremos un sencillo trochemoche de ida y vuelta a la cima de la Picosa. Si al principio de la ruta las vistas ya eran buenas, pues aquí, unos 200 y pico más arriba, pues lo fueron aún más, pudiendo dominar la práctica totalidad de hasta cinco comarcas, la Plana Alta y Baja, el Alto Mijares, el Alto Palancia y l'Alcalatén, y puntos montañosos como el Desert de les Palmes, la Serra d'Espadà, la Sierra del Toro e incluso la lejana y nevada Sierra de Javalambre. Como nota curiosa, y mira que lo teníamos cerca, Penyagolosa hoy solo asomó de forma muy tímida. Hoy el Gegant de Pedra tiró de humildad y permitió, que en una mañana tan bonita, otras montañas brillaran más que él.
Variamos un poco el trochemoche de vuelta al Mas de Sabaté para no tener que volver a pasar por el, ya que en la ida me atacaron y picaron allí unas abejas (había apicultores recogiendo miel cerca). Acabamos localizando un bonito y boscoso sendero que baja junto al Barranc d'Olària y que nos acaba depositando en la encrucijada de antes, donde dábamos por cerrada la circular. El tramo lineal hasta el Mas de la Costa es de los que no importa repetir. Al remate un sencillo recorrido de unos 12 kilómetros y medio y unos 450 metros de desnivel acumulado, con muy buenos senderos, y que nos ofrece soledad y unos bonitos y agreste paisajes y unas vistas excelentes, con el aliño ancestral del paso por las masías. Dentro de unas semanas más término de Llucena, y en muy buena compañía 😉.
Un saludo a tod@s.
En septiembre de 2016 un explosivo final de etapa de la Vuelta Ciclista a España dio a conocer, sobre todo a nivel nacional, el Mas de la Costa de Llucena. Como todos estos años me he prodigado bien poco, más bien nada, por el término de esta población de l'Alcalatén, pensé que el Mas de la Costa sería un buen punto en el que empezar a pegarle bocados a los parajes de Llucena, que como quedó demostrado en esta ruta guardan un gran interés paisajístico y también patrimonial, además de una rica variedad de senderos. Esta excursión matinal tuvo su toque montañero, ya que subimos a la Picosa, cima bajo la que duerme el caserío del Mas, y también cultural, puesto que pasamos junto a varias masías abandonadas, tan típicas de esta comarca interior.
"Aquí empieza el infierno" reza una pintada en el asfalto al comienzo de la subida al Mas de la Costa, para nada exagera; pendiente media del 12,4 %, rampas de hasta el 22%, mayor parte de la subida cementada, si a eso le unimos la calurosa tarde de septiembre seguro que a los ciclistas de la Vuelta el paraíso no les pareció. Menos mal que nosotros subimos con la furgoneta.
El suizo Mathias Frank cruza vencedor la meta del Mas de la Costa (foto de Castellón Información) |
Arriba nos reciben un panel de mosaico y unas excelentes vistas hacia la Plana, pues no en vano estamos a casi 1000 metros de altitud. Ya a pie enseguida nos llama la atención la rocosa y picuda cima a la que vamos a subirnos hoy, y a la que habremos andado unos metros veremos de inmediato el caserío del Mas de la Costa. Tras cruzar el núcleo de casas bajamos hacia las eras de la masía para casi al instante tomar un ascendente sendero (N) entre carrascas que nos hace ganar la vertiente oriental de la Picosa, por la que circularemos ahora, primero por un breve tramo de pista y luego por un bonito sendero, en el que veremos más carrascas, unos pinos altísimos, y tendremos unas bonitas vistas del Barranc del Riu de Llucena y de dos de los gigantes de la zona, la Lloma Bernat y el Cabeço Pelat.
Los protagonistas del título de la crónica son bien visibles desde el principio de la ruta, las casas del Mas de la Costa y la cima de la Picosa. |
El camino cementado que nos ha subido hasta el puerto cruza el caserío de la masía, donde a esas horas de la mañana, y también a la vuelta reinaba la tranquilidad. |
Además de las cabras también nos llaman la atención lo altos que han crecido los pinos aquí, al igual que las bonitas vistas. |
Entre tantas panorámicas el que más destacará en la primera mitad de la la ruta será el Cabeço Pelat. |
Tampoco se quedan atrás las vistas hacia la depresión del Barranc del Riu de Llucena, con la Lloma Bernat en el centro. |
Volvemos a ver el Cabeço Pelat, con el Mas d'Olària. Al fondo también asoma el Tossal de la Carrascosa. |
Alcanzamos un pequeño collado, en el que encontramos, bien señalizada, una encrucijada de senderos. Comienza allí la parte circular de la ruta. Elegimos dejar al cima de la Picosa para el final y hacer primero la parte de las masías, así que tomamos el camino de la derecha. Bajamos brevemente al Barranc d'Olària, para de inmediato empezar a remontar hacia la primera de las cuatro masías (sin contar el Mas de la Costa) junto a las que pasaremos hoy, el Mas d'Olària, abandonado, como la mayoría de los de l'Alcalatén, y ya semi-derruido.
Ya en el tramo circular, y siguiendo únicamente las marcas del PR-CV 328 nos vamos aproximando al Mas d'Olària. No nos pasa desapercibido todo el terreno abancalado alrededor de la masía. |
Casa derruida del Mas d'Olària, y al fondo la cima de la Picosa. |
Bonito horizonte el que se divisa desde las cercanías del Mas d'Olària... |
...horizonte en el que vuelve a destacar el Cabeço Pelat. Vemos también el Mas de la Canaleta, no tardaremos en pasar por allí. |
El sendero continúa rumbo norte en busca de la segunda de las masías, la de la Canaleta, a la que habremos llegado tras haber pasado junto a la fuente (seca), y el barranco homónimos. La casa principal de esta masía conserva muy bien su fachada, pero no así su interior. Desde la Canaleta la ruta va virando a levante hasta encontrarse con los roquedos de los Canterons de Miralba, los cuales habrá que rodear ahora totalmente. En este rodeo sorprendimos a un nutrido grupo de cabras, y pasamos junto al Mas de Bernús, que a tenor de sus numerosas casas debió gozar de cierta importancia en su época. Hoy reina en él el abandono.
Font de la Canaleta, en la que solo se pudo refrescar Laia. |
A pocos metros de la fuente se encuentra el Mas de la Canaleta. |
En esta masía destaca a fachada de esta casa de dos plantas... |
...que por dentro está totalmente derruida. |
Tras el Mas de la Canaleta vienen los Canterons de Miralba, los cuales rodearemos. |
Sorprendemos en dicho rodeo a un numeroso grupo de machos cabríos. |
Estuve rápido con la cámara y pude echarles varias fotografías. |
Aunque nuestra ruta no pasa por él vemos de muy cerca el Mas de Bernús, con la Lloma Bernat al fondo. Una lástima que se encuentre en este estado. |
Desde el Mas de Bernús tomamos una pista (O), por la que finalizamos el rodeo a los Canterons de Miralba. Durante este tramo se nos abre un agreste paisaje, con el Barranc del Bassís y la amenazadora presencia del gigantón Cabeço Pelat. Unas vistas extraordinarias.
Nos dejamos guiar ahora por unas marcas azules y blancas. Uno de los componentes de la rabera de cabras que habíamos visto antes nos observa desde la protección que le da el bosque. |
Con estas pedazo de vistas hicimos la parada a almorzar. |
Observamos el agreste discurrir del Barranc del Bassís, en su camino hacia el Riu de Llucena. |
Continúa la tirada de pista, que pasa bajo los cingles rocosos de les Graes y llega hasta la cuarta masía de hoy, el Mas de Sabaté, también de numerosas casas y en estado ruinoso. Desde él trazaremos un sencillo trochemoche de ida y vuelta a la cima de la Picosa. Si al principio de la ruta las vistas ya eran buenas, pues aquí, unos 200 y pico más arriba, pues lo fueron aún más, pudiendo dominar la práctica totalidad de hasta cinco comarcas, la Plana Alta y Baja, el Alto Mijares, el Alto Palancia y l'Alcalatén, y puntos montañosos como el Desert de les Palmes, la Serra d'Espadà, la Sierra del Toro e incluso la lejana y nevada Sierra de Javalambre. Como nota curiosa, y mira que lo teníamos cerca, Penyagolosa hoy solo asomó de forma muy tímida. Hoy el Gegant de Pedra tiró de humildad y permitió, que en una mañana tan bonita, otras montañas brillaran más que él.
Tras el almuerzo seguimos por este carril, en dirección al Mas de Sabaté y la Picosa. Lo más destacado de este tramo el paso bajo las paredes calizas de les Graes. |
Mas de Sabaté, desde donde acometeremos la subida a la Picosa. |
Tendremos que buscar la mejor manera de bajar los antiguos bancales del mas. |
Una vez conseguido nos espera un campo a través por la dócil loma de la Picosa. |
Las vistas desde el mas ya eran buenas, pero fueron mejorando a medida que subíamos. En primer término la Lloma Saltadora, y tras ella... |
...aparecen la Moleta de la Clocha y la Golosilla, ¿será posible que hoy no veamos Penyagolosa?. |
Nos asomamos a la vertiente sur de la Picosa, en la que vemos los restos del Mas d'Orés. |
Roquedos que se desprenden al sur de la Picosa. |
Paramos un momento para disfrutar de las vistas hacia el Alto Mijares, Alto Palancia y Javalambre. |
La Picosa consta de dos cimas, esta es la occidental, la oriental, un pelín más alta, la tenemos delante, y allí vamos. |
Un gran hito corona la cima de la Picosa, de 1208 metros. |
Vayamos con las vistas, si miramos hacia el sur veremos el Mas de la Costa y las tierras y sierras de la Plana. |
También veremos la población de Llucena. |
Tampoco se nos escapará ninguna cima de la Serra d'Espadà. |
De todas ellas destacaremos aquí una, el Pic d'Espadà. |
Miramos ahora hacia la dirección opuesta. |
Destaca el Altís a la derecha, y la nieve resalta el perfil de Javalambre, menudo paquetón cayó allí unos días antes. |
Miramos a levante, con la Lloma Bernat y el Barranc del Riu Llucena. Se perfilan al fondo algunas sierras del Maestrat. |
Vistazo hacia donde había transcurrido la primera parte de la ruta. |
Volvemos a ver la Lloma Saltadora, tras la que asoma, no podía faltar hoy a la cita... |
...Penyagolosa, pero hoy un poco más tímida que de costumbre. |
Variamos un poco el trochemoche de vuelta al Mas de Sabaté para no tener que volver a pasar por el, ya que en la ida me atacaron y picaron allí unas abejas (había apicultores recogiendo miel cerca). Acabamos localizando un bonito y boscoso sendero que baja junto al Barranc d'Olària y que nos acaba depositando en la encrucijada de antes, donde dábamos por cerrada la circular. El tramo lineal hasta el Mas de la Costa es de los que no importa repetir. Al remate un sencillo recorrido de unos 12 kilómetros y medio y unos 450 metros de desnivel acumulado, con muy buenos senderos, y que nos ofrece soledad y unos bonitos y agreste paisajes y unas vistas excelentes, con el aliño ancestral del paso por las masías. Dentro de unas semanas más término de Llucena, y en muy buena compañía 😉.
Un saludo a tod@s.
Sendero PR-CV 79, por el que cerraremos la circular. Muy agradable de caminar, y con tramos muy bonitos, como este... |
...o como este. |
Invertimos ahora el tramo lineal de la ruta para regresar al Mas de la Costa. Senderos por los que no importa pasar dos veces... |
...y más si nos asoman a balcones como estos... |
... |
...o pasan junto a bonitas carrascas. |
Fin de ruta, la soledad que gozamos durante la misma creo que queda ilustrada en esta imagen. |
Laía, esperando a que le pongan el maillot de puntos rojos por ser la reina de la montaña 😉. |
Espectaculares vistas desde el punto de inicio. |
Casa del Mas de la Costa y al fondo la Talaia, otro 1000 del término de Llucena. |
Ya de camino a Betxí hacemos una parada en las afueras de Llucena, para fotografiar la población con la cima de la Picosa detrás. |
Hola Dani.
ResponderEliminarQue raro se me hace que un término adyacente al Penyagolosa y su paisaje no lo conocieras todavía. Vaya vistas, a la par que hermosas Masías. Ese abrigo debajo del CabeÇo Pelat hay que investigarlo también...
A Laia debes ponerle el maillot de puntos rojos, el maillot de la regularidad, el maillot de mejor promesa, el maillot de los sprints y por supuesto el amarillo del nº:1 en la general. Nos gana a todo ;-)
Toni MS.
Un abrazo.
Laia...a lo Eddy Merckx jajaja.
EliminarPues así es, incomprensiblemente un término con tantas posibilidades excursionistas y con parajes tan agrestes como el de Llucena lo tenía totalmente abandonado, solamente había entrado de refilón en alguna ruta pasada. Ahora, y como has podido comprobar en el blog de Paco, no tardamos mucho en volver. Quizás la próxima visita sea para subir a ese Cabeço Pelat.
Un abrazo.
Hola Dani,
ResponderEliminarMuy bonita ruta entre masías abandonadas, preciosas montañas y muchas cabras, una burrada de cabras... jajaja
Me ha encantado es primer plano del macho cabrío mirándote, es una pasada.
Es raro que Penyagolosa no sea la protagonista de las fotos de cimas, es curioso que solo se viera tímidamente y tan solo la cima, pero como dices, decisió dar protagonismo a sus hermanas, que también se lo merecen.
Espero que estés recuperado de los picotazos de las abejas, espero que por lo menos los apicultores os dieran un poco de miel... jejeje
Un abrazo.
Hola David.
EliminarUna ruta que con poca distancia y desnivel te permite disfrutar de unos paisajes muy salvajes y solitarios, así como gozar de unas fantásticas vistas durante todo el recorrido, y también estremecerte, al ver como en esas masías antaño había vida, dura seguramente, y hoy están al amparo del abandono y del paso del tiempo.
Fue emocionante ver ese numeroso grupo de machos, ya no tanto recibir los picotazos, en la oreja, precisamente, de las abejas...con ese panorama a ver quien era el guapo que se acercaba a pedirles miel jajaja.
Un abrazo.
Hola Dani...
ResponderEliminarMuy atractiva ruta en esa comarca de L'Alcalatén,totalmente inédita para mi,aunque he de decir en mi favor,que el sabado pasado,estuvimos a punto de hacer La Badina y les Fleixes,en el termino de Lluena,al final,nos fuimos a Titaguas,en la comarca de Los Serranos.
Tomo nota también de esta Picosa,de la que aparte de esas magnificas vistas,esta bien aderezada,con ese paso por las diferentes masías,que aunque en ruinas,creo que le dan un gran valor a la ruta.Personalmente y creo que ya hemos comentado al respecto,trato de imaginar esa vida de antaño,de las gentes del lugar.Masías que se ven,a pesar de estar en ruinas,que tuvieron mucha vida y movimiento e importancia.
Magnificas esas partes de senda en la bajada,''evitando las abejas'' y la verdad es que se hace extraño,que Peñagolosa,estuviera de ''secundario'' en esta película...jejeje.
Potente fue esa subida al Mas de la Costa,en la Vuelta a España,de ''pata negra'' como decía Perico...
Un abrazo.
Hola Juane.
EliminarHombre tan inédita para ti no es, recordar que la parte de Penyagolosa que toca a Xodos y Vistabella es comarca de l'Alacalatén jeje. Pero de todas maneras, sí, el término de Llucena tiene mucho y muy bueno por ofrecernos, como queda demostrado en esta ruta de la Picosa y la que hicimos luego unas semanas después. A mi también me pasa lo mismo cuando visitamos estas masías en ruinas, mi mente siempre intenta retroceder a aquellos tiempos en los que estaban habitadas, y en lo duro que resultaría vivir allí, exprimiendo al máximo los pocos recursos que tendrían para subsistir, y sin embargo serían felices. Nosotros ahora se nos va la luz, o nos falla internet y parece que se acaba el mundo.
Vi en la tele aquella etapa de la Vuelta, no marcó diferencias entre los favoritos, pero si ofreció un buen espectáculo ciclista, al que contribuyó la masiva asistencia de gente y el apoyo que mostraron a los ciclistas, al más puro estilo Alpe d'Huez.
A ver si me pongo con las dos últimas etapas de vuestra Gúdar Xtrem, que llevo una semanas que no tengo tiempo de "ná".
Un abrazo.
Olvidada y segundona, esa montaña que al amparo del Gegant, queda en el cajón de las de "poco interesante". Pero como tu eres de esos que exprimes las posibilidades; aquí un nuevo satélite del macizo. Y van...jiji Habrá que proponerle alguna editorial de montaña, un mapa satelital del Macizo Penyagolosa,jeje.
ResponderEliminarQue decir de las masías, pura estética, aunque la mayoría se muestren ruinosas. Y vaya fotos chulas de las cabras, parecen que posasen para ti.
Muy buena introducción al repor con el mítico Perico dando a conocer ese puerto inédito.
Salud y satélites.
Bueno, cuando planifiqué esta subida no lo hice pensando como en un satélite de Penyagolosa, pero si como una de esas cimas "menos comerciales" que solo tu, yo y algún otro loco más le da por subir de vez en cuando. Pero por fisonomía y paisaje si que encaja con las del macizo del Gegant, así que si me da algún día por escribir una guía "satelital" jeje, incluiremos esta Picosa.
EliminarEl numero de masías que vimos, y su estado, así como las cabras, también me recordaron mucho a las que hay por las faldas de Penyagolosa y cia.
Hubiese estado bien esta ascensión al Mas de la Costa en la época de Perico, Fignon, Lemond, Herrera y compañía.
Salud y birras.
¡Hola, Dani!
ResponderEliminarBonitos paisajes estos de l'Alcaltén. La soledad, la sobriedad, el silencio, las masías olvidadas... Un cúmulo de cosas que aportan a este recorrido que nos muestras, un encanto singular. Preciosa ruta.
Un abrazo.
Hola Emilio.
EliminarNunca nos había defraudado l'Alcalatén cuando habíamos recorrido los términos de Xodos y Vistabella y como esperábamos tampoco lo hizo el de Llucena. En un par de semanas tendréis otra crónica por estos montaraces parajes del interior castellonense ;-).
Un abrazo.