GR-333 - Etapa 2ª: Suera - Benitandús - Veo - Aín

Sábado 23 de febrero de 2019

Segunda etapa del GR-333. Esta trazará una línea entre las poblaciones de Suera y Aín, en la que irán entrando en escena algunos de los elementos que hacen tan especial la Serra d'Espadà; las sendas empedradas los frondosos barrancos, los alcornoques y el rodeno, hasta llegar al corazón de la sierra y al que en mi opinión es el pueblo más bonito de la misma, Aín, resultando una etapa realmente preciosa. Como ya os comenté llevo la intención de convertir todas las etapas en circulares, buscando un regreso alternativo al punto de inicio. El que tracé en esta ocasión convirtió la etapa en un auténtico rompe-piernas. 

Hoy tocaba empezar en Suera, Sueras en castellano. Qué podemos contar de esta población de la Plana Baixa, pues por ejemplo que en ella durante muchos años se fabricaba la famosa gaseosa La Flor de Espadán, y es que el agua de Suera es muy codiciada, sobre todo la de la Font de Castro. A nivel histórico destaca el Castell de Maús, uno de los más espectaculares de la sierra, cerca de allí se encuentra el despoblado de Suera Alta.

Hasta dentro de unas horas, Suera.

Localizamos las señales del GR y salimos del pueblo con marcado rumbo sur, el asfaltado inicial torna pronto a tierra, y más adelante a sendero, que remata la subida al boscoso Collet de Mano, esta subida final nos mostrará la tónica de la mayor parte de los senderos de hoy, antiguos caminos de herradura con empedrados realmente bien conservados.

Primer sendero de la jornada, con un empedrado muy bien conservado.

Pocas vistas nos ofrece la espesor del pinar, aprovechamos un pequeño claro entre los pinos para ver y fotografiar uno de los estandartes de Suera, el Castell de Maús, hace unos años fue uno de los muchos puntos de interés que tuvo un recorrido circular de 25 kms. que hicimos entre Suera y Villamalur.

Collet de Mano, situado a 492 metros de altitud.

Trasponemos el Collet de Mano, tras lo cual se nos abren las vistas, mostrándonos el valle del Riu de Veo, en el que resalta el azul oscuro de las remansadas aguas del Embassament de Benitandús, que desde aquí asemejan más a las de una laguna de montaña que a las de un embalse. En las laderas traseras de los Órganos de Benitandús se empiezan a atisbar frondosos alcornocales, el GR solo los toca de forma breve, pues no sigue el sendero de subida a los Órganos y sigue en bajada hacia el embalse. Seguimos viendo alcornoques, estos más dispersos entre las pedreras por las que purgan los Órganos, que de momento solo vemos de refilón.

Al otro lado del Collet de Mano se nos abre esta bonita vista del valle del Riu de Veo, con el Embassament de Benitandús ya bien visible. A la derecha vemos el Benialí/Batalla, a sus pies está Aín, nuestro destino de hoy.

Empezamos a bajar hacia el embalse, aparecen los primeros alcornoques de la travesía, con los frondosos barrancos tan típicos de la zona.

Es andar por rincones como este y de repente dibujársenos una sonrisa en la cara.

También va ganando terreno el rodeno. Pedreras que se desprenden de los Órganos, salpicadas de alcornoques.

Y entre alcornoques vemos aquí el embalse esplendoroso y a rebosar (hemos llegado a verlo, y no hace mucho, completamente seco).

El "Ibón" de Benitandús, jeje. Qué gusto da verlo así, y eso que hace cuatro meses que no vemos llover por aquí. Los de la CHJ no deben haber soltado ni una gota. 

El sendero nos aboca a la carretera, junto al embalse. La seguimos un tramo hasta llegar a la pequeña aldea de Benitandús, situada en la cola del embalse. Allí si que gozamos de una buena perspectiva más completa de las torres de rodeno de los Órganos. Cruzamos la calle principal y empezamos a transitar a la vera del río, teniéndolo que vadear más adelante para pasar a la orilla contraria y hacer una pequeña remontada hacia la pedanía de Veo, a la cual llegaremos por la carretera. Con buen criterio las marcas del GR hacen un corto recorrido por las calles y portales de esta blanca y pequeña población.

Salimos a la carretera y andamos brevemente por ella. Así de altivos lucen los Órganos u Orges de Benitandús. Si os apetece ver las vistas que se tienen desde lo alto de ellos os emplazo a esta crónica. 

Llegamos a Benitandús, en la cola del embalse, de hecho la construcción del mismo inundó un antiguo molino.

Benitandús pertenece a Alcudia de Veo y en la actualidad viven allí 18 personas. La Església de la Mare de Déu dels Desamparats es su edificio más representativo.

Y desde sus calles podemos gozar de esta espectacular perspectiva de los Órganos. Si aún no conocéis la Serra d'Espadà la visita a estas peñas de rodeno es imprescindible.

Desde Benitandús la ruta continúa paralela al río hasta que bajamos a él y lo vadeamos.

En la otra orilla nos espera un sendero, bien protegido por dos robustos muros...

...que nos subirá hasta la carretera, por la que llegaremos a Veo.

Gif con algunas fotos de algunas calles de Veo, con l'Església de la Mare de Déu de l'Assumpció. Esta pequeña pedanía pertenece también a Alcudia de Veo, y se da la curiosidad que estando separadas por apenas 2 kilómetros, en Alcudia se habla castellano y en Veo valenciano.

Salimos de nuevo a la carretera, donde nuestro imberbe GR se une al veterano GR-36, para ir cogidos de la mano hasta Aín. El tramo que viene a continuación no tiene desperdicio, con una bajada con lazadas empedradas hasta el Riu de Veo, el paso junto a la Font de la Pistola y la posterior remontada, también empedrada, por la vertiente contraria, todo ello aderezado por los almendros en flor y unas bonitas vistas de Veo.
La subida sigue por un frondoso pinar y llega a un primer colladete, para alcanzar más adelante el Collado de Veo. Desde allí ya podemos distinguir el coqueto y blanco núcleo de Aín, al abrigo de algunas de las montañas más altas de la sierra.

Una vez visitado Veo toca bajar de nuevo al cauce del río, lo hacemos por un bonito sendero empedrado.

Llegamos al húmedo cauce del río, allí encontramos la Font de la Pistola.

El empedrado que traíamos continúa en la otra vertiente del río. Empezamos a remontar.

Preciosas lazadas del sendero empedrado...

...que vemos aquí desde arriba.

El sendero nos va internar en un tupido pinar, así que nos despedimos de Veo.

Pero antes de entrar en el pinar aún pasamos entre muros y ribazos comidos por la vegetación, y campos de floridos almendros.

Alcanzamos, entre olivos, el Collado de Veo, desde allí ya vemos Aín, bien escoltado por el Benialí, Peñas Blancas y la Penya Pastor.

La bajada hasta Aín se hace íntegra por caminos rurales. Llegamos al pueblo y una vez más sus blancas calles nos invitan a darnos un garbeo por ellas, saliendo, que casualidad, a la Plaça Nova, en la que está el bar del pueblo. Con el sol dando en la terraza la ocasión la pintaban calva, y me pedí un bocata tortilla, con ración doble de cerveza y carajillo. Un buen colofón a una etapa realmente preciosa.

Sin más dilación, y con la Penya Pastor como faro, ponemos rumbo a Aín.

Aín, la cuenta hemos perdido de las ruta que hemos empezado desde allí.

Aún así siempre cae un garbeo por sus blancas y bonitas calles engalanadas de plantas y flores. Al igual que con Veo os muestro un gif con algunas calles y la iglesia, en este caso la de Sant Miquel.

Hoy almorzamos en el bar, un día es un día.

En la hora que estuvimos sentados allí tan a gusto me dio tiempo de sobra de estudiarme bien estudiada, en el mapa de el Tossal, la ruta de regreso a Suera. Empezamos bajando a las huertas del pueblo y al Barranc de la Caritat para remontar luego hasta la carretera y al mirador de Aín. Desde ahí un corto tramo de pista nos lleva hasta la Font de la Basseta, donde arranca un sendero que inicia una fuerte subida hasta el Collado de Veo.

Bien almorzados continuamos con la ruta y el regreso alternativo a Suera. Empezamos bajando por las huertas hasta dar con el Barranc de la Caritat.

Desde allí subimos al mirador de la carretera, donde obtenemos una de las imágenes más típicas de Aín.

Nos despedimos de esta bella población hasta la tercera etapa, en sus calles empezará y acabará la tercera etapa, con Alcudia de Veo, y muchas cosas más, de por medio.

Cruzamos la carretera y tomamos el camino que lleva a la Font de la Basseta, un alcornoque doble nos da la bienvenida a este paraje.

En él encontramos una reconstrucción de una calera, y un mosaico que nos enseña como se utilizaban.

Y como no, también está allí la Font de la Basseta.

Tras la fuente nos espera una exigente subida, menos mal que metimos combustible en el cuerpo en Aín. Alcanzamos el punto más elevado de la ruta, en el que, por primera vez en esta andadura del GR-333, vemos Penyagolosa.

Desde allí echamos un nuevo vistazo a las cumbres de la sierra, encabezadas por la Penya Pastor.

En este punto haremos una pequeña trampa y recorreremos a la inversa un tramo del GR, pero serán solo un centenar de metros, pues nada más nos saldrá un ramal a la derecha lo tomaremos, este nos baja hasta el Barranc d'Aín, y en su compañía seguiremos un largo tramo. Hacia años que no pisaba este sendero, por cierto.

Volvemos a la encrucijada del Collado de Veo, compartida por el GR-333 y el GR-36.

Tras repetir a la inversa un pequeño tramo del GR-333 tomamos el sendero paralelo al Barranc d'Aín.

Llegamos a una marcada intersección y dejamos que el sendero que llevamos siga su curso hacia Tales y tomamos uno ascendente que nos sube al Coll de la Basseta, pasando junto a los corrales homónimos. Tomamos aquí un carril ascendente, que en larga tirada nos hace alcanzar la parte alta de la Lloma y el cordal de la Penya Negra, cuyo sendero obviamos seguir. Continuamos por el carril que no tarda en morir. Entonces arranca el inclinado sendero por el que hemos de bajar de nuevo al cauce del Riu de Veo. Inicialmente empezamos bajando por el pinar, pero salimos de inmediato a una zona de rodeno roto y pequeños alcornoques, con lo cual tenemos una espectacular perspectiva del embalse y su presa. La bajada es rápida y conforme nos vamos aproximando al río la vegetación más frondosa, tanto que acabará engullendo el sendero, haciéndose un poco complicado seguir su rastro. Finalmente llegamos al río, vadeamos, y con la misma tónica vegetal remontamos hasta la carretera.

Empedrado de subida al Coll de la Basseta.

Unos metros antes del collado se encuentran las ruinas de els Corrals de la Basseta.

Nos aguarda ahora un largo y ascendente tramo de pista forestal. Las vistas compensan el esfuerzo.

Pasamos junto al Aljub de la Lloma, en el que pude sacar agua para que bebiese Laia.

Muere la pista forestal y enganchamos un frondoso sendero que en frenético descenso nos bajará de nuevo al cauce del río. A poco que el arbolado empieza a ser menos espeso empezamos a ver de nuevo las aguas del embalse...

...hasta que finalmente gozamos de esta preciosa y aérea perspectiva del mismo, junto a los Órganos.

Tras un tramo de vegetación y sobre todo arbolado más escaso, el bosque vuelve a ganar la partida...

...hasta el punto de convertirse en una jungla por la que fue un tanto complicado avanzar.

Finalmente logramos bajar hasta el cauce del río.

Impresionante vegetación en este tramo posterior al dique del embalse.

Ahora toca subir a la carretera.

Andamos unos centenares de metros por ella rumbo Tales, hasta que aparece la subida al cordal de les Àguiles. Llevamos matraca ya en las piernas y la subida se nos hace pesada, pero vale la pena, este cordal lo conforma una franja caliza y posee muy buenas vistas. Coronamos el punto más alto a escasos metros del Collet de Mano, por el que habíamos pasado por la mañana. Para no repetir el camino hasta Suera retrocedemos unos metros, para tomar otro sendero descendente, que en unos minutos nos hará alcanzar el colladete en el que está el Pou de les Àguiles, por el cual ya pasamos en la primera etapa. Desde aquí camino ya conocido hasta Suera, donde cerrábamos una excelente y dura circular y donde llegamos a la hora ideal para tomarnos dos cervezillas más en una terraza, acompañadas de un señor plato de bravas.

Un saludo a tod@s.

Tras el tramo de carretera y una subida que se nos hizo larga, y de la cual no hay fotos, alcanzamos el cordal de les Àguiles, que tiene esta atractiva franja caliza.

Divisamos este saliente rocoso, es el punto más alto del cordal, como no, nos acercaremos a subirlo.

Estas son las vistas que tenemos desde allí; cuenca del Riu de Veo, el Montí y Onda.

Y hacia el otro lado vemos el interior de Espadà, con su máxima elevación, la Rápita en el centro.

También vemos, más claramente que al principio, el espectacular y roquero Castell de Maús.

Iniciamos la bajada definitiva a Suera. Alcanzamos el colladete en el que está el Pou de les Àguiles, por donde pasamos en la primera etapa.

Desde el collado nos dejamos caer tranquilamente hacia Suera.

Fin de ruta, la semana que viene la tercera etapa.

POR SI OS INTERESAN AQUÍ TENÉIS ALGUNOS DATOS Y CURIOSIDADES DE LA RUTA:

• El tramo lineal de GR (lo que es la etapa) tiene una longitud de 8'5 kilómetros y unos desniveles de 485 metros+ y 311 metros-. La totalidad de la ruta aquí narrada sube la longitud a 19,8 kilómetros, y el desnivel, tanto positivo como negativo a 1000 metros.
• Ademas de los GR's mencionados (EL 36, y obviamente el 333 ) la ruta (para la vuelta a Suera) aprovecha otros senderos homologados: SL-CV 29 de Aín a la Font de la Basseta; desde esta fuente hasta el Coll de la Basseta, según el mapa estuvimos siguiendo el PR-CV 140, pero no vimos ni rastro de las marcas, en el tramo final de subida a este collado si que vimos marcas blancas y amarillas, pero se corresponden al PR-CV 161. Desde el Coll de la Basseta hasta el colladete del Pou de les Àguiles seguimos senderos y caminos sin homologar. El mapa Serra d'Espadà del Tossal Cartografies viene de perlas para orientarse por la zona.
• Ruta con muchos puntos en los que poder coger agua: Benitandús, Veo, Font de la Pistola, Aín, Font de la Basseta y Aljub de la Lloma.
• Track en Wikiloc de la ruta, en cuyo gráfico podréis apreciar el perfil rompe-piernas del recorrido.