Sábado 9 de marzo de 2019
Dejamos momentáneamente aparcado el GR-333 pero no el tema de los GR's, pues apoyándonos de un tramo y una variante del mismísimo GR-7 descubriremos la valenciana Sierra de Martés en la comarca de la Hoya de Buñol. Para cuando le llegase el turno a esta sierra teníamos guardado como oro en paño un track de Pablo, en el que él y su grupo, además del digamos clásico recorrido circular utilizando las dos variantes del GR y que sube a los dos picos principales de la sierra, añadían un interesante y aventurero tramo por el sector más oriental de la cresta de esta sierra, al que nosotros le dimos un ligero toque personal. Os lo paso a contar a continuación.
Al sur de la Sierra de Martés, y ubicada en el pequeño valle de la Rambla de los Barranco de los Gallegos, se halla la pequeña aldea de Venta Gaeta, y hasta ella nos hemos venido para iniciar esta excursión. No nos cuesta mucho encontrar las marcas del GR-7 y empezar a seguirlas rumbo norte, con la alineación caliza de la Sierra de Martés bien visible desde el principio. Los primeros metros los hacemos por cómodos y anchos caminos agrícolas, primero con firme asfaltado y luego de tierra. Llegamos a unas granjas, donde se materializa el primer sendero de la jornada, y que empieza a discurrir, atravesando pequeños carrascales, junto al Barranco del Perro, y que en leve ascenso nos va aproximando a la sierra.
Llegamos al punto donde se abren las dos variantes del GR y se nos presenta la circular. El ramal de la izquierda sigue su camino hacia el norte evitando el cordal principal de la sierra por el Collado del Rodeno, y el de la derecha da un poco más de rodeo y sube hasta el Pico de Martés, evita el Pico Noño y se vuelve a unificar en el mencionado collado. Como esta segunda es la que nos interesa a nosotros elegimos tirar para la derecha, reservando la opción descartada para la vuelta.
En este punto, y como diría el amigo Juane la cosa se empina cosa seria. Nos espera un exigente y a veces descompuesto sendero que además de sacarnos los calores y colores nos hace ganar cota con suma rapidez. El sendero da con un destartalado carril que a media ladera recorre toda la vertiente sur de la sierra y que seguimos en dirección este, lo cual nos ofrece una pequeña tregua en la subida. Alcanzamos por este carril el Collado de Pepín, donde se hacen patentes los efectos del horroroso incendio de 2012, aunque por otra banda también podemos ver allí un grupo de pinos supervivientes a esta catástrofe que arrasó casi 30.000 hectáreas.
Curiosamente esos pinos flanquean el sendero por el que retomamos la subida, formando un curioso pasillo. Estamos remontando el rocoso contrafuerte meridional del Pico de Martés, cuya zona cimera alcanzamos finalmente, y es aquí donde nosotros hicimos la variación con respecto a la ruta de Pablo. Ellos coronaron el pico y desde allí hicieron un tramo de ida y vuelta por la cresta hasta su extremo más oriental en el Pico Ventolera. Inicialmente nosotros teníamos pensado hacer lo mismo, pero casi al llegar a la cabecera del Barranco del Traidor vimos como un senderete en su margen izquierda que quizás nos pudiese plantar en mitad de la cresta y ahorrarnos el tener que pasar dos veces por el Pico de Martes y recorrer dos veces un tramo del cordal. Iremos perdiendo cota para luego ir manteniéndola caminando por una ancha repisa. Inicialmente se sigue bien el rastro de sendero, aunque finalmente acaba por difuminarse, cosa que no supone más problema pues no nos es complicado encontrar un buen paso entre la vegetación. Aún así no es terreno cómodo de andar. Finalmente la jugada nos sale bien y salimos a la cresta en su punto más estético, bajo el muro calizo que defiende el Pico de Martés por el este y el sector más oriental de la sierra, donde destacan tres picachos, que como bien apuntó Pablo en su crónica, nos evocan a las Tres Sorores de Ordesa, siempre salvando las distancias, claro está.
Y con la idea de subirnos a estos tres picachos iniciamos el cresteo. Puntualizar antes, y que tomando como referencia el mapa del Visor Catogràfic de la Generalitat, me he tomado la libertad de bautizar a esta cresta como la de la Ventolera, y a cada uno de los tres picachos Ventolera NO, Central y SE. Empezamos siguiendo una trocha entre el matorral bajo que nos lleva a pies de la primera cima, donde tomamos contacto con la caliza, ya que hemos de trepar por ella, de forma muy fácil, para alcanzar su cima, y destrepar, con algo más de técnica, para bajarnos de ella.
El cresteo, sencillo, continúa con tendencia más rocosa, y llegamos a la segunda cima, que aunque es la más picuda de las tres se sube y se baja de ella sin tener que hacer uso de las manos.
Tras bajar de la cima central llegamos, casi de forma inmediata, al remate rocoso que cierra el cresteo, que a primera vista parece inaccesible, pero que tiene como punto débil una pequeña arista, por la que se trepa con muy buenos agarres, y que facilita el acceso a esta tercera cota con la que se cierra este interesante y fácil cresteo.
Desandamos nuestros pasos, evitando, una por el norte y la otra por el sur, las cotas central y occidental, hasta el punto donde habíamos enganchado la cresta, que continuamos ahora hacia el oeste. Nos aguardaba aquí la barrera rocosa antes mencionada, que salvamos mediante una sencilla pero más prolongada trepada, que nos planta ante el más ancho cordal del Pico de Martés. Al final creo que fue todo un acierto hacer la variación con respecto al track de Pablo, pues este tramo del cordal, que aunque tiene un par más de resaltes rocosos, es un poco más insulso, y así nos evitamos tener que pasar dos veces por él.
Acabamos llegando al Pico de Martés, cuyo topónimo correcto, y según leí posteriormente en varias fuentes, es Pico de los Ajos. Parece ser que el nombre de Martés ha derivado debido a la denominación que se le dio al vértice geodésico que lo corona. De lo que no hay duda es que esta cima es poseedora de unas vistas espectaculares, como veréis en el vídeo que acompaña las fotos.
En el mismo pico volvemos a enganchar, rumbo al Pico Noño, el GR-7, que se ciñe estrictamente a todas las subidas y bajadas del cordal. En una de esas bajadas acabamos llegando a la ubicación de un antiguo poblado íbero. En este punto el GR se baja del cordal y nos introduce en la vertiente norte de la sierra, que nos descubre, para nuestra alegría, por que sobrevivió al incendio, un bien conservado bosque de umbría, en el que además de pinos, y entre otras muchas especies, también hay unos cuantos robles. El sendero sale a la pista que sube al Pico Noño, y aunque el GR sigue en descenso para más adelante subir al Collado del Rodeno, nosotros seguimos la pista en ascenso, más tarde nos volveremos a encontrar con el GR, en el mencionado collado. Coronamos así el Pico Noño, reseñado Ñoño en algunos mapas. Las vistas al igual que en el Martés, excelentes, normal que hayan colocado aquí arriba un puesto de vigilancia forestal. Lo que ya no nos gustan tanto son las antenas de la cima.
Del Pico Noño al Collado del Rodeno hay escasa distancia y 100 metros de desnivel de diferencia, si a eso le sumamos que no existe sendero para comunicarlos significa que habrá que hacer con mucha precaución ese monte a través. Una vez alcanzado el collado le retomamos el pulso al GR, evidentemente en descenso, y utilizando la variante desechada al principio. Este se ciñe ahora a la pista que os mencionaba en el segundo párrafo de la descripción. Andamos un buen cacho por esta pista, siempre en ligero descenso, hasta que nos sale a la derecha un sendero, por el que ya empezamos a bajar de forma definitiva hacia el punto donde partían las dos variantes, al que llegamos después de un tramo fuerte de bajada. El camino de aquí a Venta Gaeta ya nos lo sabíamos. También sabíamos que esta ruta por la Sierra de Martés no nos iba a decepcionar.
Un saludo a tod@s.
ALGUNOS APUNTES MÁS SOBRE LA RUTA:
Dejamos momentáneamente aparcado el GR-333 pero no el tema de los GR's, pues apoyándonos de un tramo y una variante del mismísimo GR-7 descubriremos la valenciana Sierra de Martés en la comarca de la Hoya de Buñol. Para cuando le llegase el turno a esta sierra teníamos guardado como oro en paño un track de Pablo, en el que él y su grupo, además del digamos clásico recorrido circular utilizando las dos variantes del GR y que sube a los dos picos principales de la sierra, añadían un interesante y aventurero tramo por el sector más oriental de la cresta de esta sierra, al que nosotros le dimos un ligero toque personal. Os lo paso a contar a continuación.
Al sur de la Sierra de Martés, y ubicada en el pequeño valle de la Rambla de los Barranco de los Gallegos, se halla la pequeña aldea de Venta Gaeta, y hasta ella nos hemos venido para iniciar esta excursión. No nos cuesta mucho encontrar las marcas del GR-7 y empezar a seguirlas rumbo norte, con la alineación caliza de la Sierra de Martés bien visible desde el principio. Los primeros metros los hacemos por cómodos y anchos caminos agrícolas, primero con firme asfaltado y luego de tierra. Llegamos a unas granjas, donde se materializa el primer sendero de la jornada, y que empieza a discurrir, atravesando pequeños carrascales, junto al Barranco del Perro, y que en leve ascenso nos va aproximando a la sierra.
GR-7 entre los campos y eras de Venta Gaeta. En frente el sector central y occidental de la Sierra de Martés, a la izquierda de la imagen destaca el Pico Noño. |
El GR deja el camino y se interna, ya convertido en sendero, en el Barranco del Perro, empiezan a aparecer algunas carrascas... |
...que incluso forman bosquecillos como este. |
Llegamos al punto donde se abren las dos variantes del GR y se nos presenta la circular. El ramal de la izquierda sigue su camino hacia el norte evitando el cordal principal de la sierra por el Collado del Rodeno, y el de la derecha da un poco más de rodeo y sube hasta el Pico de Martés, evita el Pico Noño y se vuelve a unificar en el mencionado collado. Como esta segunda es la que nos interesa a nosotros elegimos tirar para la derecha, reservando la opción descartada para la vuelta.
En este punto, y como diría el amigo Juane la cosa se empina cosa seria. Nos espera un exigente y a veces descompuesto sendero que además de sacarnos los calores y colores nos hace ganar cota con suma rapidez. El sendero da con un destartalado carril que a media ladera recorre toda la vertiente sur de la sierra y que seguimos en dirección este, lo cual nos ofrece una pequeña tregua en la subida. Alcanzamos por este carril el Collado de Pepín, donde se hacen patentes los efectos del horroroso incendio de 2012, aunque por otra banda también podemos ver allí un grupo de pinos supervivientes a esta catástrofe que arrasó casi 30.000 hectáreas.
Punto en el que el GR se bifurca. Laia ya ha intuido por donde vamos a tirar y ya se ha colocado en el ramal de la derecha. |
El sendero sube de forma bastante directa, entre abundante matorral y pinos dispersos. Con la altura ganada apreciamos mejor las eras y cultivos de Venta Gaeta... |
...que vemos aquí a vista de pájaro. Por cierto, esta aldea pertenece a la población de Cortes de Pallás, hace unos años hicimos una ruta guapa allí. |
Llegamos a un altiplano a pies de la cuerda cimera, que nos muestra sus paredes calizas y fajas. |
Nos dirigimos al collado de Pepín, en el que está este curioso pino de tres troncos. |
Curiosamente esos pinos flanquean el sendero por el que retomamos la subida, formando un curioso pasillo. Estamos remontando el rocoso contrafuerte meridional del Pico de Martés, cuya zona cimera alcanzamos finalmente, y es aquí donde nosotros hicimos la variación con respecto a la ruta de Pablo. Ellos coronaron el pico y desde allí hicieron un tramo de ida y vuelta por la cresta hasta su extremo más oriental en el Pico Ventolera. Inicialmente nosotros teníamos pensado hacer lo mismo, pero casi al llegar a la cabecera del Barranco del Traidor vimos como un senderete en su margen izquierda que quizás nos pudiese plantar en mitad de la cresta y ahorrarnos el tener que pasar dos veces por el Pico de Martes y recorrer dos veces un tramo del cordal. Iremos perdiendo cota para luego ir manteniéndola caminando por una ancha repisa. Inicialmente se sigue bien el rastro de sendero, aunque finalmente acaba por difuminarse, cosa que no supone más problema pues no nos es complicado encontrar un buen paso entre la vegetación. Aún así no es terreno cómodo de andar. Finalmente la jugada nos sale bien y salimos a la cresta en su punto más estético, bajo el muro calizo que defiende el Pico de Martés por el este y el sector más oriental de la sierra, donde destacan tres picachos, que como bien apuntó Pablo en su crónica, nos evocan a las Tres Sorores de Ordesa, siempre salvando las distancias, claro está.
Tras el collado toca remontar este contrafuerte. Advertimos un grupete de pinos que se salvaron del incendio... |
...algunos de ellos escoltan al sendero. |
Poco a poco el terreno se va volviendo más rocoso. |
Vemos más pinos aquí, y es que parece ser que esta barrera rocosa de la Sierra de Martés ejerció de cortafuegos natural para atajar las llamas por este flanco. |
Superamos la cota 1000, alcanzamos lo alto de la sierra. |
El sendero se encamina a la meseta cimera del Pico de Martés, cuya cima tenemos a escasos minutos... |
...pero nosotros optamos por desviarnos por una trocha paralela al Barranco del Traidor... |
...los objetivos, hacer un poco más circular la ruta, y aproximarnos de forma más directa... |
...a la cresta de la Ventolera, las Tres Serols de la Sierra de Martés. Al fondo, ya llevaba destacando, desde hace un rato, el Pico del Ave. |
La trocha junto al barranco se desvanece, pero encontramos buenos huecos entre el matorral para ir avanzando con relativa comodidad. |
Y con la idea de subirnos a estos tres picachos iniciamos el cresteo. Puntualizar antes, y que tomando como referencia el mapa del Visor Catogràfic de la Generalitat, me he tomado la libertad de bautizar a esta cresta como la de la Ventolera, y a cada uno de los tres picachos Ventolera NO, Central y SE. Empezamos siguiendo una trocha entre el matorral bajo que nos lleva a pies de la primera cima, donde tomamos contacto con la caliza, ya que hemos de trepar por ella, de forma muy fácil, para alcanzar su cima, y destrepar, con algo más de técnica, para bajarnos de ella.
El cresteo, sencillo, continúa con tendencia más rocosa, y llegamos a la segunda cima, que aunque es la más picuda de las tres se sube y se baja de ella sin tener que hacer uso de las manos.
Tras bajar de la cima central llegamos, casi de forma inmediata, al remate rocoso que cierra el cresteo, que a primera vista parece inaccesible, pero que tiene como punto débil una pequeña arista, por la que se trepa con muy buenos agarres, y que facilita el acceso a esta tercera cota con la que se cierra este interesante y fácil cresteo.
Al final la cosa nos sale bien y alcanzamos la cresta, se nos abren nuevas vistas al norte, entre las que destaca el Embalse de Forata. |
Por delante tenemos esto,... |
...nuestras "réplicas" particulares de las cumbres de Ordesa. Por supuesto que intentaremos subirnos a las tres. |
Vamos a por ello Laia, que la cosa tiene buena pinta!!. |
Nos reservamos para la vuelta esta trepada, para cuando continuemos el cresteo dirección oeste. |
Avanzando por el cordal, en dirección levante, este primer resalte no lo consideraremos "puntuable". |
Sin embargo este si, se trata de la cima NO del cordal, la más alta de las tres. |
Llegar a su cima será tan sencillo como trepar por estas rocas. |
Durante la subida, y entre el desolador paisaje dejado por el incendio nos vendrán más parecidos razonables con Ordesa... |
...pues esta Sierra de Martés también tiene su "Dedo". |
Cima de la Ventolera NO, 953 metros, desde ella vemos lo que tememos por delante... |
...y lo que hemos dejado atrás, con ese valle colgado del Barranco del Traidor y la pequeña franja rocosa que sostiene la repisa por la que accedimos a la cresta. |
Nos bajamos de esta primera cima, en este destrepe si que tendremos que prestar más atención. |
Bonito ambiente el de la cresta, otra cota no puntuable, a la que sin embargo si que nos subiremos a la vuelta.. |
Así de imponente se nos presenta la cota central. |
Subir a ella fue más fácil de lo que nos suponíamos. Excelente vista del Pico de Martés, el Barranco del Traidor y la primera cota ascendida. |
Este Ventolera Central mide 924 metros y tiene una bajada muy fácil. Tras esa bajada nos espera la tercera cota. |
Laia ha puesto la directa y ya se ha plantado a pies de este mogote calizo, que así a primera vista tampoco parece que tenga una manera fácil de subir... |
...pero si que la tiene, una pequeña arista, por la que Laia ya esta brincando. Los agarres son excelentes, prácticamente una escalera de piedra... |
...pero no hay que bajar la guardia, pues así se ve la trepada desde arriba. |
Ventolera SE, con sus 917 metros la más bajita de las tres. |
Vistas desde la cima, incidimos otra vez en los devastadores efectos del incendio de 2012. |
Mirada hacia el cordal recorrido y el Pico Martés con su valle colgado. |
Antecima del Pico Martés y Ventolera NO. Más avanzada la crónica encontraréis un vídeo con más vistas. |
Desandamos nuestros pasos, evitando, una por el norte y la otra por el sur, las cotas central y occidental, hasta el punto donde habíamos enganchado la cresta, que continuamos ahora hacia el oeste. Nos aguardaba aquí la barrera rocosa antes mencionada, que salvamos mediante una sencilla pero más prolongada trepada, que nos planta ante el más ancho cordal del Pico de Martés. Al final creo que fue todo un acierto hacer la variación con respecto al track de Pablo, pues este tramo del cordal, que aunque tiene un par más de resaltes rocosos, es un poco más insulso, y así nos evitamos tener que pasar dos veces por él.
Acabamos llegando al Pico de Martés, cuyo topónimo correcto, y según leí posteriormente en varias fuentes, es Pico de los Ajos. Parece ser que el nombre de Martés ha derivado debido a la denominación que se le dio al vértice geodésico que lo corona. De lo que no hay duda es que esta cima es poseedora de unas vistas espectaculares, como veréis en el vídeo que acompaña las fotos.
De regreso al punto en el que habíamos conectado con la cresta. En pleno flanqueo a la cota central... |
...y progresando por la cresta, en busca de la primera cota ascendida. |
Nos volvemos a recrear con la picuda estampa de esta cota central. |
Bordeando por el sur la cota más occidental. |
Bonito paso este. |
De nuevo el Pico de Martés y su barranco colgado... |
...que se precipita de forma súbita con este salto. |
Aproximándonos al punto donde habíamos enganchado la cresta descubrimos algo que se nos había pasado antes, un grupete de robles que se quedaron a pocos metros de ser devorados por las llamas. |
Estamos ya con la trepada que nos aguardaba tras la cresta de la Ventolera. Laia se adelanta una vez más y me marca el mejor camino para superar este muro calizo. |
La trepada es fácil, pero mas larga, por lo que no hay que confiarse, además el terreno está bastante descompuesto. |
Topamos con una corona caliza. |
No será necesario trepar por ella, la bordearemos y... |
...y saldremos de forma fácil a este más ancho y monótono cordal... |
...en el que aún así habrá que negociar con alguna trepada. |
Salvada esta ya divisamos los dos siguientes objetivos cimeros, el Martés y el Noño. |
Los vemos aquí desde otra perspectiva, ya más cercana a la cima del Martés. |
Vistas hacia el llano de Venta Gaeta y la comarca del Valle de Ayora-Cofrentes. |
Mirada hacia la Sierra del Ave y montañas más pegadas al litoral. |
Mirada hacia sierras más interiores (Nevera, Santa María, Chiva, Tejo...). |
Y antes del vídeo prometido os acerco con el zoom la preciosa estampa del Pico del Ave, cuya ascensión os conté en esta crónica. |
En el mismo pico volvemos a enganchar, rumbo al Pico Noño, el GR-7, que se ciñe estrictamente a todas las subidas y bajadas del cordal. En una de esas bajadas acabamos llegando a la ubicación de un antiguo poblado íbero. En este punto el GR se baja del cordal y nos introduce en la vertiente norte de la sierra, que nos descubre, para nuestra alegría, por que sobrevivió al incendio, un bien conservado bosque de umbría, en el que además de pinos, y entre otras muchas especies, también hay unos cuantos robles. El sendero sale a la pista que sube al Pico Noño, y aunque el GR sigue en descenso para más adelante subir al Collado del Rodeno, nosotros seguimos la pista en ascenso, más tarde nos volveremos a encontrar con el GR, en el mencionado collado. Coronamos así el Pico Noño, reseñado Ñoño en algunos mapas. Las vistas al igual que en el Martés, excelentes, normal que hayan colocado aquí arriba un puesto de vigilancia forestal. Lo que ya no nos gustan tanto son las antenas de la cima.
De nuevo por el GR-7, que discurre por lo alto del cordal. |
Dejamos atrás el Pico de Martés. Las fajas que habíamos visto horas antes desde un poco más abajo las veíamos ahora desde arriba. |
Este cordal también nos muestra a algunos patios, a los que la osada Laia no duda en asomarse. Algo nos llama la faja inferior... |
...son como unas excavaciones arqueológicas, veríamos más un poco más adelante. Indagando luego en casa descubrí que en la Sierra de Martés hubo un poblado ibérico. |
Bonitas estampas las que nos ofrece este sector del cordal. |
Bajamos a un rellano, allí encontramos más restos del poblado ibérico. Al fondo nuestro siguiente objetivo, el Pico Noño. |
Un bonito paso entre caliza nos introduce en la vertiente norte de la sierra. |
Nada tiene que ver con la sur, aquí encontramos muchísimo más arbolado, y muchos robles como este. |
Bosque de umbría, y la cresta, de la cual nos hemos bajado ya. |
Volveremos a lo más alto de ella por el camino que sube al Noño, cerca de allí encontramos este refugio, cerca de él había una fuente seca. |
Una cima bonita esta, con numerosas formaciones calizas, Sin embargo la caseta y las antena nos entorpecen un poco las vistas hacia el este. |
Mirada hacia la parte del monte por la que discurrirá la bajada a Venta Gaeta. |
Del Pico Noño al Collado del Rodeno hay escasa distancia y 100 metros de desnivel de diferencia, si a eso le sumamos que no existe sendero para comunicarlos significa que habrá que hacer con mucha precaución ese monte a través. Una vez alcanzado el collado le retomamos el pulso al GR, evidentemente en descenso, y utilizando la variante desechada al principio. Este se ciñe ahora a la pista que os mencionaba en el segundo párrafo de la descripción. Andamos un buen cacho por esta pista, siempre en ligero descenso, hasta que nos sale a la derecha un sendero, por el que ya empezamos a bajar de forma definitiva hacia el punto donde partían las dos variantes, al que llegamos después de un tramo fuerte de bajada. El camino de aquí a Venta Gaeta ya nos lo sabíamos. También sabíamos que esta ruta por la Sierra de Martés no nos iba a decepcionar.
Un saludo a tod@s.
No hay fotos de la bajada desde el pico al Collado del Rodeno, pero la hicimos, por donde mejor pudimos, por esta empinada ladera. |
Desde el collado circularemos un buen tramo por esta maltrecha pista. |
En este tramo la Sierra de Martés nos mostrará lo mejor de su vertiente sur. |
Sobre esa cota rocosa más alta es donde vimos el poblado ibérico. Vaya atalayas elegían nuestros antepasados para construir sus pueblos. |
2500 años después los humanos seguimos construyendo, con otros fines, en lo alto de las montañas. Pico Noñó visto desde abajo. |
Sendero de bajada a Venta Gaeta, nos despedimos de esta Sierra Martés, que nos dejó muy buenas sensaciones. |
A veinte minutillos del fin de ruta... |
ALGUNOS APUNTES MÁS SOBRE LA RUTA:
- El recorrido cubre una distancia de 14,3 kilómetros y acumula un desnivel, tanto positivo como negativo, de 760 metros.
- Los tramos de ruta que se hacen fuera del GR-7 son monte a través o discurren por trochas a veces no del todo evidentes, también tendremos que hacer alguna trepada sencilla durante este tramo fuera de GR.
- Más que recomendable apoyarse de un track para esos tramos fuera de GR, aquí os dejo el mío, que me salió con curiosa forma de dinosaurio.
- No encontramos puntos de agua en ningún punto del recorrido (la fuente bajo el Pico Noño tenía pinta de estar seca desde hace mucho tiempo).
- Huir de fechas calurosas a la hora de hacer esta ruta y mejor llevar pantalón largo.
Hola Dani,
ResponderEliminarMe ha dejado sin palabras esta Sierra de Martés, que impresionantes formaciones calizas que hay, si después de semejante incendio es así de espectacular, con todo arbolado sería impresionante.
Me ha encantado ese cresteo por "Las tres Sorores del Marlés", un ambiente muy alpino, aunque tu juegas con ventaja, Laia te va marcando siempre el mejor paso, es mejor que llevar un sherpa, creo que te la voy a "robar" para mi viaje de octubre... jejeje
Muy interesante el tema del poblado ibérico, seguro que hay más restos por la zona que tras el incendio habrán quedado al descubierto, no se porqué pero creo que se de uno que se va a poner a investigar para ver si encuentra alguno escondido.
Visto el ambiente de la zona no descarto hacer alguna vistilla por allí, así que recuperate pronto y ves preparando una ruta de estas que sabes que me gustan, aunque antes te toca venirte a Pirineos, que tenemos pendiente una ruta que te tengo reservada desde hace demasiado tiempo.
Un abrazo!!!
Hola David.
EliminarToda una agradable sorpresa esta ruta por la Sierra de Martés, y eso que había visto antes un par de reseñas y sabía más o menos lo que nos íbamos a encontrar. Además de los tramos de cresteo me sorprendió bastante ese bosque de umbría de la cara norte, en el que no esperaba encontrar robles, fue una suerte tener de aliadas a esas calizas, y a los bomberos, claro está, y que se escaparan del fuego. Como tampoco sabía del poblado íbero pues también fue una sorpresa. En general, una ruta con un poco de todo, que nos dejó un buen sabor de boca.
Sierra de Martés, Pico del Ave, la Cortada de Cortés de Pallás...tienes bastantes y buenas opciones por la zona por si te acercas por allí.
No me he olvidado de esa ruta pirenaica, tranquilo jeje, pero iré poco a poco, a ver como evoluciona este tobillo.
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarSorprendente esta rocosa Sierra del Martés, con esas crestas y mogotes diseminados por toda ella.
Siempre que veo todos estos topónimos me entra la risa. Sacas de la Nevera (Puntal de), los ajos (Pico de) y el Ave (Pico del) y te sale un caldo cojonudo.
A fotos que parece a ratos más un paisaje alicantino que valenciano, y aun con el pavoroso incendio (30000 ha ??? madre mía, que pena) pero ese verde de matorral en conjunción con la blanca caliza le da un aspecto muy bonito y fotogénico.
Ni una sola mención a la birra, ni durante ni después. Al bocata sí pero, ¿Qué bebiste.... agua triste?!! jajaja.
Un abrazo y espero que te estés recuperando. Nos vemos en unos días.
Hola Toni.
EliminarParece que va bien el tobillo, lo importante es que no me duele.
Jejeje, tu siempre pensando en yanta (muy bueno lo del caldo), y en la birra, claro está jajaja.
Agua dice jeje, ¿acaso dudas de mi?, por supuesto que me bebí mi lata de Amstel (no todo lo fresca que hubiese deseado, eso si) mientras me comía el bocata y disfrutaba de las vistas. Un festín calizo como este no hubiese sido lo mismo sin su birra.
Ese 2012 fue fatídico, ya que simultáneamente ardieron Cortes de Pallás y Andilla, costándole la vida a un piloto de helicóptero y arrasando entre los dos 48.000 has. En lo que respecta a la Sierra de Martés parece que lo quemado está regenerando bien, y que el impacto sobre ese bosque de umbría de la cara norte fue el mínimo.
Pues es esta una ruta que para nada me importaría repetir en un futuro, si alguna vez estáis por VLC, o hacemos una quedada de esas a mitad camino, esta Sierra de Martés y sus picachos calizos sería una buena opción, lo hablamos el sábado (habrá que abrigarse).
Un abrazo.
Hola Dani, 6 años hace ya que guardaste esta ruta en la caja de las pendientes y veo que el verde va volviendo a ganar terreno desde aquel monstruoso incendio. Yo también creo que ese añadido de Las Tres Sorores le da un buen complemento a este recorrido y la hace más amena y montañera. Enhorabuena y a continuar, que la mejor recuperación son esos almuerzos en el monte con la cervecita y muy buenas vistas. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Pablo.
EliminarMe alegré mucho, y después del feo contraste entre el gris y el verde que mostraban las fotos de tu crónica, de ver como la zona quemada va regenerando, y también de que ese bosque de umbría de la vertiente norte apenas se viese afectado.
Ese añadido de las Tres Sorores a escala todo un puntazo y una estética y pequeña aventura. Gracias por haberlo compartido en su día!!
Un abrazo.
Hola Dani...
ResponderEliminarLa verdad,es que le tengo un cariño especial a esa Sierra del Martés,por varios motivos.
Fue de las primeras rutas que hicimos,por 2010,cuando comenzábamos aunque aun tardaría un poco el Esto Se Empina,gracias por la mención,porque esa subida te pone tieso...jajaja.
Desde entonces han sido varias las veces que hemos hecho ese recorrido,aunque sin esa espectacular cresta de La Ventolera,que por supuesto apunto para un futuro.
Otra de las razones de mi encanto con esta sierra,es porque tengo puesto un caché de mi propiedad(Geocaching),fue el primero que escondí(el otro esta subiendo al Pico del Remedio en Chelva.Justamente has puesto una foto cuando dejas el Martés atrás,en la que creo que se ve la terraza donde esta escondido el caché(spoiler...jejeje).
https://www.geocaching.com/geocache/GC43T67_sierra-del-martes?guid=55eaf965-dd53-477b-aa87-a95d2afcbaa0.
Desde luego que tomo nota de esta entrada tuya para en un futuro no muy lejano,volver a esa espectacular sierra.
Un abrazo.
Hola Tovarix jejeje
EliminarYa son dos veces las que he pasado cerca de un caché tuyo, creo que el otro fue, si no recuerdo mal, en el Pico del Remedio. Creo que en esa ocasión ya te comente que en alguna excursión si que nos hemos encontrado alguno, sobre todo escondidos en el mojón cimero, estaría bien encontrarnos alguno tuyo, aunque no sé por que tu debes ser de los que los esconden a conciencia jajaja.
Muy guapa esta sierra, volví a casa con un gran sabor de boca. No dudes en hacer esa fácil y estética cresta la próxima vez que vayáis, os encantará (igual puedes esconder otro caché allí, será más difícil de encontrar jeje).
Un abrazo.
¡Hola, Dani! Preciosa crónica por esa bonita sierra de Martés. Recuerdo el recorrido que hicimos nosotros muy similar, salvo esa variante estupenda que has realizado tú. En nuestro caso loa hicimos con mieve, lo cual dio ese especial tonos blanco y gris a las fotos con nieve. Pero no duró mucho el espectáculo ya que un sol de justicia deshizo en poco tiempo la nieve que cubría la sierra. Estupenda ruta y deseo que te recuperes del todo y puesdas seguir deleitándonos con tus crónicas.
ResponderEliminarUn abrazo, monstruo.
Hola Emilio.
EliminarA la hora de preparar esta crónica, y con tal de inspirarme, eche mano de algunos reportajes sobre esta ruta, entre ellos el tuyo, que ya leí y comenté en su día. Que suerte tuvisteis de pillar la Sierra de Martés con nieve, aunque fuese efímera, pero esa visión inicial de la vertiente sur con sus calizas y fajas espolvoreadas de blanco no os la quita nadie.
A mi, y como les he dicho a los demás compañeros, me causo una grata impresión esta sierra, y volví a Betxí con un buen sabor de boca.
Con el esguince iré poco a poco, de momento ya me han retirado la escayola y estoy ya en manos de fisio, pero de momento aun tengo que ir con muletas. Se agradecen tus palabras, Emilio.
Un abrazo.
Hola Dani, mira tú por donde la de ganas que le tengo a esa ruta desde nuestro paso por el GR-7 y de eso ya han pasado años. Sus vecinas, Cortes, Ave y alguna ruta más por esa zona, ya las tengo en la butxaca pero esa sigue en las pendientes. Tomo nota.
ResponderEliminarRepasando la hemeroteca de Sube y Baja recuerdo que estuvimos en los días del terrible incendio del 2012 por la zona de Cortes y Cofrentes y pudimos ver en vivo y en directo el avance de la llamas por la sierra de Martes, una triste imagen que perdura en mi cabeza.
Bueno, y por lo que leo veo que sigues progresando en la recuperación. Ánimo y a machacarte en la rehabilitación para poner ese tobillo a punto.
Un abrazo.
Hola Paco.
EliminarVaya, daba yo por sentado que cuando hicisteis este tramo del GR-7 habríais hecho la variante de las cimas, pero por lo que dices, y por lo que veo (me he ido de cabeza a la hemeroteca SyB), no fue así. Buena excusa para volver a la Sierra de Martés y hacer los dos picos más la cresta oriental, que no os defraudará, ya os lo digo yo, y ver también como la montaña va recuperando poco a poco su verdor (también he aprovechado para recordar esa ruta de 2012 en la que visteis como se iniciaba el fatídico incendio).
Esta semana ya he empezado con el fisio, y aunque me ha recomendado que me siga ayudando de las muletas, parece que la cosa va por el buen camino.
Un abrazo.