Serra Calderona: el Rodeno de la Creu (332 m.) - Mola de Segart (566 m.) por la Caries - Pic de l'Àguila (466 m.)

Domingo 8 de diciembre de 2019

Hola amig@s, feliz año for everybody. Comenzamos la actividad blogera de este recién estrenado 2020 con las crónicas de las rutas del año pasado que quedaron pendientes. Empezamos por esta matinal que hicimos a principios de diciembre en la Calderona, en la que subimos a tres cimas de su atractivo sector oriental, entre ellas la siempre altiva Mola de Segart, a la que accedimos por el único punto débil de su vertical pared sur-oriental, una pequeña canal conocida como la Caries.

Esta ruta dio comienzo en el Convent de Sant Esperit de Gilet. Este templo religioso esta ubicado en un precioso rincón, cosa que queda patente nada más afrontar las primeras rampas que conducen a la cima del Rodeno de la Creu. Este primer sendero nos deposita en un collado en el que arranca la dura subida final hacia lo alto de esta atalaya rodena, un bonito mirador, en el que destacan las vistas hacia Sant Esperit en el valle y hacia montañas como la Redona, el Xocainet, el Pic de l'Àguila o la misma Mola de Segart, todas esas montañas que amenizan, con su apariencia de olas pétreas, el tramo de autovía que pasa paralelo a Sagunt.

El primer objetivo de la mañana, el Rodeno de la Creu, lo tenemos bien visible desde el aparcamiento de Sant Espirit, al que cada vez iban acudiendo más vehículos.

Acercamos su cima con el zoom, para comprobar que nada miente en el topónimo.

Volvemos a requerir del zoom, esta vez para captar algún capricho del rodeno.

Ganándole metros a este Rodeno de la Creu. Vemos Sant Esperit y el frondoso rincón en el que está ubicado.

Tras dura subida ganamos la cuerda cimera, donde vemos así de bien la Redona, a la que subimos en 2015.

En una sierra tan azotada por los incendios como la Calderona se agradece ver rincones tan verdes y frondosos.

Alcanzamos la cruz que corona este Rodeno de la Creu, 332 metros, en la que nos hicimos esta desenfocada foto.

Buenas vistas desde allí arriba. Sant Esperit, y de izquierda a derecha Pic de l'Aigua Amarga, Pic de l'Àguila y Mola de Segart.

Zoom a Sant Esperit, en el que aprovecho para contaros que se trata de un convento Franciscano del siglo XVII. Si estáis interesados en conocer más sobre su historia os remito a este enlace.

Más vistas, enturbiadas por la finca de naranjos junto a la que tendremos circular después. Nuevamente de izquierda a derecha Mola de Segart, Alt del Pi, Puntal de l'Abella y Xocainet.

Un nuevo zoom para mostraros con mejor detalle el objetivo central de la mañana, la Mola de Segart y su poderosa presencia.

Desde la cima empezamos a bajar en clara dirección al Xocainet, hasta que llegamos a una intersección, donde tomamos el sendero descendente. Este nos aboca a una pista forestal que atraviesa unos campos de naranjos, en un tramo bastante soso, por suerte se torna más agradable al convertirse esos naranjos en pinos, por que vamos, no tienen el mismo encanto los campos modernos de naranja, sobre todos los que se han comido monte, que los campos de toda vida. Pero vamos, prefiero mil veces caminar bajo pinos que entre naranjos...que demasiado tiempo he pasado entre ellos en esta vida.

Volvemos a ver la Redona, esta vez durante la bajada del Rodeno de la Creu.

El año que subimos a la Redona también lo hicimos al Xocainet. Estuvo bien aquella matinal, de hecho es una de las entradas más vistas en la historia del blog.

Iniciamos una larga tirada de pista forestal entre naranjos, que se vio ameniza por las vistas hacia el Rodeno de la Creu...

...y a la Mola de Segart, a cuya base nos iría aproximando esa pista.

Por suerte los naranjos desaparecen, y ya solo es vegetación y arbolado de monte la que envuelve la pista. Con esa frondosidad, y con la humedad de las lluvias de los días anteriores aún presente, una gozada deambular por estos caminos.

En un tramo en el que la pista sale del bosque se nos vuelve a mostrar la Mola.

Normalmente siempre intentamos que nuestras rutas, cuantos menos tramos de pista tengan, mejor, pero si no puede ser, que sean todos como este.

Acabamos llegando al Coll de la Mola, donde se nos presenta la espectacular estampa "far west" de la Mola de Segart. Allí tomamos el sendero que la rodea por el norte, aunque enseguida lo abandonamos para empezar a seguir la empinada trocha que se dirige al tajo que divide en dos la verticalidad de la pared, una pequeña canal a la que le han puesto el ingenioso mote de la Caries. 
A priori parece que vaya a ser complicado subir por ella, pero nada más lejos de la realidad, ya que se sube toda andado, quitando de un resalte de un par de metros en el que si que tendremos que utilizar las manos y en el que encontraremos buenas presas para salvar esta única dificultad de la Caries. Aún así esta variante le da un toque un poco más aventurero a la ascensión de esta bonita, para mi la que más, montaña de la Calderona.
Desde los dos hitos cimeros de la cumbre, ya sea desde el vértice, o bien desde la mesa de orientación, se disfrutan de unas bonitas panorámicas, sobre todo de este sector oriental de la Calderona y muchas de sus montañas, tales como el Garbí, el Puntal de l'Abella, l'Alt del Pi, Rebalsadors o el Picaio, así como de València city y su golfo.

Llegamos al Coll de la Mola. Llega la hora de iniciar el ataque a su cima.

Dejamos la pista y tomamos el sendero que rodea la Mola en busca de su vía normal...

...por ella ya subimos una vez, hoy subiremos por su cara más vertical...

...y más en concreto por esta canal, en la que si os fijáis bien se ve a dos montañeros subiendo por ella.

A estas alturas ya es redundante decir lo atrayente que es esta montaña.

Estamos ya en la trocha que se aproxima a la pared. Vemos así de bien el pueblo de Segart, el Puntal de l'Abella y los rodenos del Garbí.

Un zoom exclusivo para ellos y su famosa canal, por la que hemos subido un par de veces.

Hablando de canales, llegamos a la que hoy nos ocupa. La Caries. 9 de 10 dentistas aconsejan subir a la Mola de Segart por aquí.

Antes de ponernos con la subida echamos un vistazo a las paredes de la Mola, con un limpio horizonte hacia el sur.

Metidos en harina la cosa no es tan complicada como aparenta desde abajo. Como única dificultad solo destacaría este resalte...con la de gente que nos cruzamos esa mañana y la subida por la canal la hicimos solos, no hubiese venido mal un figurante para este paso.

Todo lo que la subida tiene de fácil también lo tiene de estético...

...y en algunos tramos se respira verticalidad.

La canal se hace mucho más corta de lo que esperábamos, y enseguida estamos en la cima de la Mola de Segart, a 566 metros de altura.

Como os he comentado antes, es la segunda vez que subo a esta cima, la primera fue en 2011, y en compañía de Paco y Alberto. Hoy, ocho años y pico después, me acompañaba mi fiel Laia. Si os apetece leer la primigenia crónica de aquella ruta, en la que también subimos al Garbí, este es el enlace.

Aquella mañana de mayo tuvimos cero vistas. Hoy no había nada que las enturbiara. Puntal de l'Abella, Garbí y Segart. Al fondo la Serra d'Espadà.

Redona, Xocainet, Rodenos de la Creu y Pic de l'Àguila, nuevamente haciendo barrido de izquierda a derecha.

Zoom hacia el Rodeno de la Creu, en el que además también podemos ver Sagunt y su castillo.

Vistas más interiores hacia la Calderona, hacia la zona de Serra, Rebalsadors, Alt del Pi, etc.

Con estas vistas nos comimos el bocata...

...y así se ve el vértice desde el punto donde está la mesa de orientación.

Nos bajamos de la cima por el sendero de subida normal, que termina muriendo en una encrucijada de pistas. Tomamos la de la izquierda para completar el rodeo a la Mola, y volver de nuevo al Coll de la Mola. Allí tomamos un sendero ascendente que no tarda en enlazarnos con el GR-10, que nos irá aproximando al tercer objetivo cimero de la mañana, el Pic de l'Àguila. Una vez en su base solo nos tenemos que desviar un poco del GR para alcanzar su cima. Otro buen mirador hacia las montañas del sector.

Nos bajamos de la Mola por donde subimos en 2011 y nos vamos, dándole un rodeo, a buscar de nuevo el Coll de la Mola. Estas son las vistas que tuvimos durante ese rodeo. Puntal del Salt, Puntal de la Mallada y Alt del Pi...

...Penya Roja y Moncúdio.

Vemos también una perspectiva diferente, y atractiva, de la Mola de Segart.

Hemos vuelto al Coll y tomado el sendero de enlace con el GR-10. La Mola vuelve a recuperar su estampa "far west"...

...de estar allí, en el lejano oeste, elegiríamos ser los indios, pues como dicen los Extremoduro "...pero ahora prefiero ser un indio, que un importante abogado". Foto tomada durante la aproximación al Pic de l'Aguila.

Ya estamos en su cima, a 466 metros de altura. Es la segunda vez que Laia y yo estamos en ella, subimos también el día de la Redona y el Xocainet. Parece que esta zona nos incita a hacer tripletes.

Aquella mañana también tuvimos unas buenas vistas hacia el litoral.

Una vez retomado el pulso al GR sus marcas nos guiarán hasta un collado, y luego por una vaguada por la que bajaremos hasta un bullicioso Sant Esperit, donde finalizamos esta agradable ruta por este sector de la Calderona, que por lo visto en esta excursión, y en las anteriores que hemos hecho en él, es el que más nos gusta, por lo tanto lo visitaremos más veces.

Por el GR-10, en busca del collado primero, y la vaguada después, que nos devolverán al punto de inicio. Xocainet, Redona, Muntanya de la Cova de Brauli y Rodeno de la Creu.

Por el sendero de la vaguada ya pasamos en 2015. Cuatro años y pico después mismo sendero, probablemente la misma chumbera...

..y el mismo energúmeno, con algunas canas más, y con las mismas,  o más, ganas de seguir haciendo el tonto.

Tramo final de la vaguada, poco antes de salir a la pista por la que regresaremos a Sant Esperit. Nos despedimos del Pic de l'Àguila.

Sant Esperit. Como curiosidad, ¿sabíais que no hace mucho aterrizó por allí la nave de Iker Jiménez?. Investigaron unas presuntas apariciones y rituales satánicos en los bosques colindantes al convento. Esto fue lo que nos contaron.

Yo por mi parte poco más puedo contar. Me despido con esta imagen de Sant Esperit con una de las cimas ascendidas, el Pic de l'Àguila.

Un saludo a tod@s y hasta la próxima!!.

• Longitud del recorrido: 11,1 kilómetros.
• Desnivel positivo acumulado: 600 metros.
• Desnivel negativo acumulado: 600 metros.
• Track de la excursión.

Excursión que transcurre por buenos senderos y caminos de montaña, que no obstante, y quitando del tramo final del GR-10, no están balizados, por lo que no esta de más realizar esta ruta, si no se conoce el terreno, con el apoyo de un track o mapa de la zona. No encontraremos dificultades técnicas en todo el recorrido, solo reseñar la pequeña trepada de la Caries, que no supondrá ningún problema a todo aquel con un mínimo de pericia montañera. No encontramos ninguna fuente en todo el recorrido.