Hola amig@s. Llega el momento de resumir lo que ha dado de si este 2019 que se acaba. Como unos pocos de vosotros sabéis de primera mano, este año ha sido muy complicado para mi en el terreno personal, y eso se ha visto reflejado en el blog, sobre todo en el ritmo de publicación, ya que desde que lo puse en marcha este ha sido el año(entero) con menos entradas publicadas. Es por eso que esta vez se me ha hecho más complicado que nunca sentarme a escribir el balance anual, y es por eso que el resumen que vais a leer es muy diferente al de años anteriores. Aún así, espero que os guste.
A decir verdad el año empezó muy bien: Penya Migjorn, ruta por Chulilla, el Montgó por l'Emboixar, el espectacular término de Llucena, un inolvidable finde en el Moncayo, la ilusión del reto del GR-333... Pero todo se empezó a torcer el día que me torcí el tobillo en Bel, ya que además de la lesión también empezó a desencadenarse una crisis personal.
El esguince severo que me hice se curó, tardó, pero se curó bien, que fue lo importante, pero la crisis seguía ahí. Llegó el calor y con él reinicié las rutas, muy buenas rutas; subí montañas que tenía largo tiempo en la agenda (Cabecó d'Or, Puntal de la Atalaya, Cabezo de las Cruces...) hice, aunque menos que otros años, las típicas escapadas estivales al Pirineo, subí por vigésima vez a Penyagolosa, volví a Bèrnia, le di un repaso exhaustivo a las muelas de Forcall... pero la crisis laboral, y sobre todo la emocional seguían ahí, y fue realmente muy difícil abstraerse de ellas durante todas estas salidas al monte.
Y llegó el otoño. Es tiempo de cambios y aunque fuese doloroso había que hacer cambios, y los hicimos, era necesario. Estoy convencido que este cambio fue para bien, aún así cuesta acostumbrarse, en proceso estoy, pero las rutas que hice tras el cambio, ...visita anual a los amigos de Magia Serrana, el Barranc de l'Encantada, Montanejos, los robles del Rivet, las visitas a viejos conocidos como la Mola de Segart o el Morico... digamos que ya las he vivido de otra manera, las emociones seguían ahí, si, unas veces a flor de piel y otras más interiorizadas, pero encaré esas rutas de forma más positiva, y con esa positividad pienso afrontar todo lo que me venga de aquí en adelante, incluidas, por supuesto, todas las salidas al monte que haga en este próximo año, voy a disfrutar cada momento que viva en ellas, y por descontado que os lo contaré aquí, pues en este 2020 que entra celebraremos el décimo aniversario del blog, y ya os aviso que tengo planeadas algunas sorpresitas.
Bien, este ha sido el resumen, el más escueto que he escrito nunca, pero me ha salido así. En las fotos desgranaré un poco mejor, y de forma cronológica, lo que ha sido el año rutero.
Solo me queda agradeceros a todos lo que de una manera u otra, ya sea física o virtual, me habéis acompañado este año. Mil gracias a todos.
Y también me gustaría dedicar este resumen a Eva. La montaña me ha regalado muy buenos momentos todos estos años, pero los que he compartido contigo a lo largo de estos casi siete años han sido sin duda los mejores. Nunca los olvidaré.
Un fuerte abrazo a tod@s, feliz y próspero año nuevo, y como vengo repitiendo en el cierre de mis últimas crónicas, sed felices.
"De la misma manera que el montañero sólo al llegar a la altura prevista percibe y reconoce en su dimensión el camino recorrido, también nosotros sólo al final de un periodo de nuestra vida reconocemos el valor de este".
Arthur Schopenhauer.
A decir verdad el año empezó muy bien: Penya Migjorn, ruta por Chulilla, el Montgó por l'Emboixar, el espectacular término de Llucena, un inolvidable finde en el Moncayo, la ilusión del reto del GR-333... Pero todo se empezó a torcer el día que me torcí el tobillo en Bel, ya que además de la lesión también empezó a desencadenarse una crisis personal.
El esguince severo que me hice se curó, tardó, pero se curó bien, que fue lo importante, pero la crisis seguía ahí. Llegó el calor y con él reinicié las rutas, muy buenas rutas; subí montañas que tenía largo tiempo en la agenda (Cabecó d'Or, Puntal de la Atalaya, Cabezo de las Cruces...) hice, aunque menos que otros años, las típicas escapadas estivales al Pirineo, subí por vigésima vez a Penyagolosa, volví a Bèrnia, le di un repaso exhaustivo a las muelas de Forcall... pero la crisis laboral, y sobre todo la emocional seguían ahí, y fue realmente muy difícil abstraerse de ellas durante todas estas salidas al monte.
Y llegó el otoño. Es tiempo de cambios y aunque fuese doloroso había que hacer cambios, y los hicimos, era necesario. Estoy convencido que este cambio fue para bien, aún así cuesta acostumbrarse, en proceso estoy, pero las rutas que hice tras el cambio, ...visita anual a los amigos de Magia Serrana, el Barranc de l'Encantada, Montanejos, los robles del Rivet, las visitas a viejos conocidos como la Mola de Segart o el Morico... digamos que ya las he vivido de otra manera, las emociones seguían ahí, si, unas veces a flor de piel y otras más interiorizadas, pero encaré esas rutas de forma más positiva, y con esa positividad pienso afrontar todo lo que me venga de aquí en adelante, incluidas, por supuesto, todas las salidas al monte que haga en este próximo año, voy a disfrutar cada momento que viva en ellas, y por descontado que os lo contaré aquí, pues en este 2020 que entra celebraremos el décimo aniversario del blog, y ya os aviso que tengo planeadas algunas sorpresitas.
Bien, este ha sido el resumen, el más escueto que he escrito nunca, pero me ha salido así. En las fotos desgranaré un poco mejor, y de forma cronológica, lo que ha sido el año rutero.
Solo me queda agradeceros a todos lo que de una manera u otra, ya sea física o virtual, me habéis acompañado este año. Mil gracias a todos.
Y también me gustaría dedicar este resumen a Eva. La montaña me ha regalado muy buenos momentos todos estos años, pero los que he compartido contigo a lo largo de estos casi siete años han sido sin duda los mejores. Nunca los olvidaré.
Un fuerte abrazo a tod@s, feliz y próspero año nuevo, y como vengo repitiendo en el cierre de mis últimas crónicas, sed felices.
Impresionantes paredes orientales de la Penya Migjorn. La ascensión, desde Xixona, a este gigante alicantino fue la ruta elegida, en una soleada jornada de Reyes, para dar el pistoletazo de salida excursionista de 2019. |
La Loma Sincabo de Ludiente y su vertiginoso tajo hacia el Desfiladero del Río Villahermosa. Corta pero intensa ruta en el salvaje Alto Mijares. |
Laia y yo en el Charco Azul de Chulilla. Un bello rincón de los muchos que visitamos en la completa ruta que hicimos en esta bonita población interior valenciana. |
Típico bosque pre-espadánico en la primera etapa (Tales-Suera)del GR-333. Nos embarcamos en el reto de hacer sus 15 etapas, buscando además la forma de convertir cada una de ellas en ruta circular. |
Agreste y espectacular término municipal de Llucena. El Cabeço Pelat, en el centro de la imagen, fue el objetivo principal de esta gran ruta por l'Alcalatén. Desde su cima esta tomada la foto que encabeza este resumen. |
Fajas de la vertiente norte del Montgó. Imagen captada durante la subida por el Barranc de l'Emboixar, una aventurera manera de coronar el gigante costero alicantino. |
Circo del Cucharón del Moncayo. De la multitud de fotografías que hicimos en esta nueva visita invernal al techo del Sistema Ibérico, esta que me hizo Miguel Ángel, a punto de afrontar el principio del Corredor de los Gendarmes, fue de las que me gustó. |
El cuco y blanco núcleo de Aín a los pies de la Penya Pastor. La segunda etapa (Suera-Aín) del GR-333 nos introdujo de lleno en la Serra d'Espadà, y nos llevo hasta el más bonito, a mi parecer, de sus pueblos. |
Poza a la salida de la Cueva del Toro. Este bonito enclave acuático de la Serra d'Espadà fue uno de los puntos de paso de la tercera etapa (Aín-Alcudia de Veo) del GR-333. |
Sierra de Martés. Recorriendo la parte más oriental de su cresta. Un aventurero complemento a la habitual circular Pico Martés-Pico Noño. |
Brutales precipicios de la Pena de Bel. La Tinença en estado puro. Minutos después de hacer esta foto me hice un fuerte esguince que seguramente agravé al terminar la ruta con el tobillo así. Casi dos meses en el dique seco. |
El Guadalaviar a su paso por el Estrecho de San Blas. Un paseo en plan familiar por el Camino Natural del Guadalaviar, que ya recorrimos en 2016, sirvió para ir poniendo a tono el tobillo. |
La Peña Ajuerá de Azuébar, uno de los tesoros menos conocidos de la Serra d'Espadà. Las subidas a la Peña, al Castillo de Azuébar y al Monte Rufo pusieron a prueba el tobillo tras la lesión. |
La Cueva Cirá en Montán. Como venía de paso en nuestra ascensión al anhelado Puntal de la Atalaya nos acercamos a visitarla. |
Asoma el impresionante Racó de Seva en la vertiente occidental del Cabeço d'Or. Esta aventurera, exigente y espectacular ruta para coronar esta mítica montaña alicantina fue la auténtica prueba de fuego para ver si la recuperación de mi tobillo había sido total. |
La Peñacalva con el Cabezo de las Cruces al fondo. 20 interesantes kilómetros por montes turolenses para subirnos a lo alto de esta peña y coronar la segunda montaña más alta de Castelló. |
La Cascada de la Hiedra de la Sierra de Gúdar. Punto fuerte, junto al Arco de Piedra y el Pico de la Olmedilla de la segunda ruta consecutiva por los montes de Teruel. |
El majestuoso Circo de Piedrafita, con el Refugio e Ibón de Respomuso, custodiado por pirámides pétreas. Evidentemente estamos en los Pirineos. Volvimos a nuestro querido Valle de Tena a pasar unos días. Fue la primera de las cuatro rutas que hicimos allí. La teníamos pendiente y no defraudó. |
Ibón y Pico de Anayet. No nos importó en absoluto volver a contemplar uno de los rincones con más encanto del Pirineo. |
El Lac Gentau y el Midi d'Ossau desde la terraza del Refuge d'Ayous. Una tormenta nos impidió completar la circular a los Lacs d'Ayous, pero al menos pudimos contemplar esta icónica estampa del Vallée d'Ossau. |
El impresionante Arco Geotectónico de Piedrafita. Esta ruta no la teníamos prevista, pero al final fue una acierto total hacerla. Una excelente excursión, en la que también visitamos el Ibón de Piedrafita, a los pies de la Partacua, para cerrar nuestro periplo en el Valle de Tena. |
El Pic d'Anie, o Auñamendi, con el Karst de Larra a sus pies, visto desde la cuerda del Añelarra. Ascensión a la montaña sagrada del pueblo vasco desde l'Abérouat, pero utilizando una vía alternativa, y también fatigosa. Una gran jornada de monte en muy buena compañía. |
Laia cara a cara con una de las habituales cabras de la cima de Penyagolosa. Huyendo del calor de la Plana nos fuimos hasta Sant Joan para hacer una ascensión vespertina y ver el atardecer desde la cumbre. Fue mi vigésima ascensión a Penyagolosa. Tal efemérides fue merecedora de una entrada especial en el blog. |
Rojo atardecer en Penyagolosa. Foto tomada diez después, pues volvimos por la tarde, pero esta vez para vivaquear en la cima. |
Estanh dera Restanca, bajando del Montardo. La ascensión a esta emblemática montaña de la Val d'Aran fue el objetivo de la tercera y última subida a Pirineos del año. Una gran montaña, con una ruta de subida preciosa. |
Puente mono-cable que une la antigua torre hidroeléctrica con las paredes del Mahl de Cledes. La peculiar Vía Ferrata de Cledes fue el complemento perfecto a la escapada al Montardo. |
Laia en la cima de l'Alt de la Nevera, punto más alto del Camp de Morvedre. Tachar este techo comarcal fue la excusa perfecta para pisar, dos años después, sendas de la Calderona. |
Rodenos cimeros del Picaio, cumbre más oriental de la Calderona. Agradable matinal la que pasamos por estas montañas tan cercanas al litoral mediterráneo. |
Llegando al Castillo de Alcudia de Veo. Habíamos venido a Alcudia a hacer la cuarta etapa del GR-333, pero nos topamos con una batida. Hubo que tirar de improvisación y nos salió una buena ruta, en la que también visitamos por enésima vez los Órganos de Benitandús. |
Els Gegants de la Mola d'en Camaràs. Rutón en toda regla en Forcall, subiendo a tres de sus cuatro muelas y descubriendo todos sus recovecos naturales, ancestrales y religiosos. |
Eva asomada al abismo del Estrecho de Priego. Este espectacular tajo labrado por el Escabas es la puerta de la Serranía a la Alcarria y viceversa, y fue la ruta que nos preparó Toni en nuestra visita anual a la Serranía de Cuenca. |
Gorg del Salt en el Barranc de l'Encantada. Una delicia acuática de pozas cristalinas, estrechos calizos y agrestes paredes en mitad de una zona rural del Comtat alicantino. |
El Cinglo de los Castillejos, con sus paredes meridionales cayendo a plomo sobre el Barranco de la Maimona. El Morrón de Campos y la Copa completaron el triplete de cimas de una gran ruta en Montanejos. |
Laia y yo calibrando el diámetro de este roble centenario del Maset d'Hilari. Vinimos a Benassal con la excusa de visitar el magnífico robledal del Rivet. Vimos buenos ejemplares de quercus robur allí, pero ninguno tan grande como este. |
La Roca de la Moreria de la Serra d'Esparreguera, en plena subida por el Barranc de la Moreria. Hace dos años un incendio asoló gran parte de esta sierra del interior castellonense. Volvimos a visitarla para evaluar de primera mano los efectos del fuego. |
"De la misma manera que el montañero sólo al llegar a la altura prevista percibe y reconoce en su dimensión el camino recorrido, también nosotros sólo al final de un periodo de nuestra vida reconocemos el valor de este".
Arthur Schopenhauer.
Te has currado la entrada, colocando los enlaces y todo. Buen trabajo.
ResponderEliminarHe vivido desde el sillón mucha de estas entradas... las pirenaicas me encantaron. Y menos mal que el esguince es historia.
Buen año, chaval, y buena música. Nosotros, ayer 28 estuvimos en Cádiz, viendo a Coque Malla... maravilloso.
Salud.
Gracias Fran, y buena entrada de año para vosotros también. Gran músico Coque Malla. Nosotros aquí por la zona tenemos dos citas a las que no intentaremos fallar, ambas en Valencia, en mayo Extremoduro, en su gira de despedida, y en junio el maestro Joe Satriani.
EliminarUn saludo.
Hola Dani,
ResponderEliminarEspectacular resumen.
Son muchos los momentos, buenos y no tan buenos, vividos en este año. Gracias por mostrarlos con toda la pasión que sabes y nos tienes tan bien acostumbrados.
Los baches hay que superarlos en la medida que se pueda. Tu eres un tio fuerte y seguro que, poco a poco, remontarás, tanto en lo físico como en lo personal.
Mucha fuerza virtual y ánimos desde aquí!!!
Un abrazo!
Gracias por tus palabras de ánimo Rafa. Resultan un buen impulso, de verdad.
EliminarMis mejores deseos para ti en este recién estrenado 2020, en el que seguro que nos seguirás deleitando con tus fotos de naturaleza y montaña.
Un abrazo.
Hola Dani.
ResponderEliminarComo siempre, el resumen espectacular y eso que no ha sido tan completo como otros años. Eso si, el pequeño toque de Serranía no falta, y mucho que me alegro pues eso significa que estamos juntos ;-)
En cuanto a todos tus problemas de diversa índole, las veces que nos veíamos ya me ibas comentando pero claro en la lejanía uno no se da cuenta del verdadero calibre de los mismos.
Yo tengo que decirte que personalmente te conocí con Eva y habéis sido los dos con lo que hemos hecho piña los cuatro, y menuda piña, ¡que buenos momentos! pero como pones en el genial texto final de Schopenhauer, esto es así.
La vida son etapas, más largas o más cortas, pero etapas; y lo que importa no es la cantidad de tiempo sino la calidad e intensidad de ese tiempo.
Por lo que muchos ánimos y a abrir otra etapa de la que disfrutar, y nosotros que podamos hacerlo unas cuantas veces contigo, porque una de las asignaturas pendientes (se lo dije ayer a Maru) es ir a verte con algo más de frecuencia y empaparnos de todas las sierras castellonenses más de lo que hacemos.
Un abrazo fuerte, amigo, de parte mía, de Maru, de Nacho y Marcos.
Hola Toni.
EliminarMe alegro que te haya gustado, a pesar de su brevedad, el resumen, pero como digo en el mismo, este año me ha salido así. La frase de Schopenhauer, la descubrí mientras leía la Araña Blanca, ya que su autor también la utiliza, y mira, me sentí totalmente identificado con ella y decidí ponerla al final del resumen.
Bueno, se cierra una etapa, pero no del todo, por que espero, deseo, que en alguna ocasión podamos seguir formando esa piña, que tantos buenos momentos nos ha hecho vivir estos años atrás, y es que no se nos olvide que seguimos siendo los Golondrinos.
Agradezco también tu palabras de ánimo, que como le he dicho a Rafa son un buen impulso para seguir mi camino hacia arriba.
Por un 2020 en el que podamos compartir más momentos y cervezas juntos!!
Un fuerte abrazo para ti y para la family.
Hola Dani,
ResponderEliminarEn ocasiones la vida nos da reveses de los que nos hemos de recuperar, ahí es cuando se demuestra la fortaleza que tenemos, y tu eres un tío muy fuerte, por lo que estoy seguro de que podrás salir más fuerte que antes, además ya sabes que tienes un amigo aquí para lo que puedas necesitar.
El año montañero, todo y los vivido, no ha estado nada mal, además hemos podido coincidir en alguna de las aventuras de este 2019 que termina, y que espero que en 2020 sean muchas más.
A ver si este año que comienza podemos llevar a cabo ese par de proyectos que te comenté el otro día, que seguro que nos lo pasaremos muy bien.
Un fuerte abrazo y que 2020 sea un gran año en todos los aspectos.
Hola David.
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras de ánimo David, soy muy afortunado de tener, aunque sea en la distancia, amigos como Toni y tú.
En este 2019 no nos hemos podido juntar tanto como el año anterior, pero las dos salidas conjuntas que hicimos; Moncayo y Anie fueron muy intensas. Dos findes inolvidables.
A ver si nos vemos en este mes de enero, y vamos planificando alguno de esos proyectos.
Un abrazo gigante, y mis mejores deseos para este 2020 tan intenso ;-) que se te presenta.
Hola Dani...
ResponderEliminarLo primero que he de decirte,es que tu resumen de ese 2019,que ya acabo,es muy bueno.Al margen de que has publicado menos,porque como comentas,has hecho menos salidas de las que hubieras querido,creo que esta toda la esencia que nos has ido mostrando a lo largo de los años que te sigo "Per Dalt i Per Baix"(me sigue haciendo mucha gracia el porqué del nombre...jajaja).Te has movido por la Comunidad Valenciana de norte a sur y de este a oeste,escapadas pirenaicas y por supuesto a la Serranía,etc,en definitiva nos has mostrado muchísimo y muy bueno durante el 2019.
En lo personal y si te sirve de algún apoyo,yo también ando con una situación familiar bastante delicada y tanto las publicaciones en el blog,como las salidas montañeras,que se acentuaron en el último cuatrimestre del año(también por tema laboral),me han hecho llevarlo algo mejor,de hecho,aún no he comenzado mi resumen anual y andaba barajando el hablar del tema o no y posiblemente lo haga.
Además de ese jodido esguince,decisiones muy drásticas por lo visto has tenido que tomar y solo espero que esos cambios aunque duros,sean para bien.
Te deseo todo lo mejor para este recién iniciado 2020 y tengo una "espinita" clavada que espero remediar este año,Las Peñas Aragonesas...jejeje.Espero y me gustaría que "nuestras agendas" se puedan cuadrar para un sábado,antes de que lleguen los calores y poder compartir esas Peñas,pero no desde Artana,que ya viste la que liamos...jajaja.Ya hablamos.
Un fuerte abrazo.
Hola Juane.
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado el resumen, y agradezco también tus palabras de ánimo. Las situaciones personales, problemas, tensiones semanales etc, más de una vez lo has comentado en tu blog, las salidas al monte nos ayudan a olvidarnos de ellas aunque solo sea el rato que dura la ruta, pero hay veces que resulta complicado, incluso en el monte, abstraerse de todo ello, y eso me ha pasado a mi este año. Con respecto a contarlas en el blog, tuve un ligera duda sobre si hacerlo o no, pero considero ya el blog una parte de mi vida (van a ser 10 años ya) y vi conveniente hacerlo.
Respecto al balance rutero, quitando del parón forzoso del esguince, no me puedo quejar, he hecho rutas muy buenas, he conocido sitios nuevos y he estado en otros que me ha hecho mucha ilusión volver a visitar.
Mis mejores deseos para ti y los tuyos para este 2020, y que podáis realizar en él, y con el buen humor que os caracteriza, mogollón de rutas, y a ver si este año, por fin, nos podemos conocer en persona.
Un abrazo.
Joer Dani, con taco incluído. Poco que comentar que no lo haya hecho ya respecto a tus rutas de 2019. Alguna se me habrá pasado de comentar pero todas han sido degustadas como se merecen, por algo PDiPB es uno de mis blogs de cabecera y siempre estoy atento a tus publicaciones. De hecho en el lapso de tu esguince, allá por marzo-abril, empecé a preocuparme pero saliste victorioso y recuperado. En cuanto a lo personal sólo decirte que de los bofetones que te da la vida siempre se sale reforzado aún comprendiendo que la marca en la mejilla tarda en desaparecer. Y te aseguro que yo de eso sé un rato ...
ResponderEliminarLa gente que te quiere y aprecia (me meto en ese grupo con tu permiso) aquí está dispuesta a acompañarte en la blogosfera y en la montaña ..., porque desde 2018 que nos conocimos que no hemos vuelto a compartirla ¡Eh! ... Ahí lo dejo. Pon fecha y lugar y allí estaré y si es con los Golondrinos mejor que mejor.
Lo dicho, un fuerte abrazo y que este 2020 lo disfrutes con salud, sólo te deseo eso, porque lo demás viene a continuación.
Amigo Paco... qué decir, yo sé que tu eres, al igual que otros, que también han comentado este resumen, de los que siempre están ahí, y mucho más allá, pues como ya te dije en su día, la llamada que me hiciste, nada más enterarte de que me había hecho el esguince fue todo un detalle y dice mucho de ti. Sabes también como valoro tus comentarios, y este, en la entrada, y en el momento, en que está hecho, triplica su valor. Agradezco de corazón tus palabras de ánimo, el bache está casi superado, hay altibajos, es normal, pero todas las bonitas palabras que me habéis dedicado en los comentarios le van a dar un poco más de fuerza al empujón que me falta para salir a flote. Mil gracias a todos!!
EliminarY si que es verdad, demasiado tiempo estamos dejando pasar para volvernos a juntar. A ver si nos hablamos por whatsapp y concretamos ya una fecha, finales de enero, principio febrero, para hacer esa subida al Ranera, y si se puede apuntar Toni mejor!!.
Un fuerte abrazo y mis mejores deseos para ti y los tuyos en este melón recién abierto que es el 2020.
Sabemos que las casualidades no existen…
ResponderEliminarEste año hemos coincidido en cuatro ocasiones, tres de ellas, mano a mano y codo a codo. Hemos ido a saco…de dormir, jjj
Hemos pateado montañas y “pueblos bonitos de España”. Hemos caminado y a veces cantado, mal, pero cantado. Siempre aparece algún estribillo que se acopla al momento.
“…ya sólo puede ir mejor y está cerca el momento.
Espera que sople el viento, a favor”. (Bunbury).
Gracias por todo.
Y un lema de por aquí:
ENDAVANT.
Jaime, qué bueno verte por aquí!!
EliminarTe contesto yo también con una de Bunbury: "..Nada puede dañarme con mis amigos, nadie puede, nada puede..."
Gracias por estar ahí... siempre.
A ver si este año duplicamos esas cuatro, y canturreamos... camino de esa cima que tu y yo sabemos.
Un abrazo.
Hola Dani a pesar de tu esguince y hacer menos rutas este año no está nada mal el balance con rutas muy chulas e interesantes
ResponderEliminarBueno Dani que tengas un gran y próspero 2020.
Un abrazo
Hola Jose.
EliminarSi, a pesar de todos los contratiempos el balance rutero no ha sido para nada malo, y hemos pateado muchos y variopintos lugares.
Un abrazo, y mis mejores deseos para ti para este 2020, que pos supuesto espero que venga bien cargado de experiencias en la montaña.