18 de abril de 2021

Escola del Canto y Riu Montlleó. Un Recorrido Etnológico y Ancestral por el Término de Benassal

Sábado 27 de febrero de 2021.

Hacemos un alto en el GR-333 y nos vamos a las solitarias sierras de l'Alt Maestrat, más en concreto a las montañas de Benassal. El objetivo central de esta ruta será visita l'Escola del Canto, una antigua y pequeña escuela rural construida en mitad de las montañas, y que llevaba mucho tiempo queriendo visitar. Además de la escuela la ruta iba a tener un alto componente etnológico y ancestral, escenificado en antiguas masías y molinos, bancales abandonados y caminos de herradura. Otro punto fuerte de la ruta iba a ser su alto grado aventurero, ya que gran parte de la misma iba a transcurrir por senderos poco evidentes o directamente monte a través, incluyendo un tramo por el cauce del Riu Montlleó, que a la postre fue lo que determinó que no pudiésemos hacer la ruta como teníamos planeado.


Para esta ruta nos llevamos de apoyo, e íbamos a intentar ser lo más fieles posible a él, un track de Tíocanya. Ellos empezaron a andar en Benassal, por lo que la ruta se les fue a cerca de los 30 kilómetros. Nosotros íbamos a acortar considerablemente esa calcetinada empezando en el Mas d'Hilario, quedándose la ruta en unos 22/23 kilómetros, que igualmente iban a suponer un reto, por lo nada amable del terreno y sobre todo por mi paupérrimo estado de forma actual.

El Mas d'Hilario desprende solera, tiene pinta de estar allí mucho tiempo, pero más tiempo llevan una carrasca y sobre todo un majestuoso roble que hay en sus aledaños, los cuales ya visitamos la última vez que estuvimos de ruta en Benassal. Empezamos a seguir un camino ascendente, que nos hace pasar junto al Mas de la Torreta primero y el Mas de Marsans después. Acabamos llegando a un altiplano donde recibimos una buena recompensa en forma de vistas, al ver las barrancadas y depresiones fluviales hacia las que se dirige la ruta.

La primera foto de a ruta se la llevó esta gran carrasca que hay en los aledaños de Mas d'Hilario. Al fondo el Maset d'Hilario.

Junto al maset se encuentra este monumental roble. Roble y carrasca ya los vimos en otoño de 2019, en una bonita ruta que hicimos en Benassal. En esta foto podréis calibrar mejor sus dimensiones.

Empezamos a ganar altura, vemos el Mas d'Hilario, y también mi furgoneta.

El ascenso del camino nos hace pasar junto al Mas de la Torreta.

Cerca de allí encontramos estas reses, comiendo tranquilamente al sol.

Un poco más adelante pasamos por el Mas de Marsans.

En este altiplano se nos abre esta panorámica, presidida por Penyagolosa, en el que ya adivinamos los valles hacia los que se dirige la ruta.


Nos dura poco el subidón de las vistas, pues a los pocos metros, y junto a un Dyane 6 destartalado estaba el tan odiado cartelito que nos  avisaba de una batida de jabalí, y que el camino estaba cortado, justo el que teníamos que seguir nosotros para continuar la ruta. No contábamos con eso, pues pensaba que la veda ya estaba cerrada. Tras meditar un poco que hacer decido seguir. El camino toma un claro sentido descendente, rodeado de un entorno paisajístico brutal. Vemos en el fondo de un barranco los vehículos de los cazadores, y nos alivia ver que la batida se está produciendo lejos de nuestro camino, cosa que nos acaban de confirmar, un tanto sorprendidos al vernos aparecer por allí, en un lugar tan remoto, los masoveros del Mas de Celades. A partir de ese momento ya empecé a caminar más tranquilo, pues hasta ese momento, y desde que decidí continuar, no lo estaba del todo.

Vamos a perder bastantes metros de desnivel a partir de ahora. Los primeros los perderemos por este camino. Vimos los coches de los cazadores. La batida se estaba realizando en la otra vertiente del Barranc del Rivet, que vemos a la izquierda. Por suerte nuestra ruta se iba hacia las depresiones que se ven al centro y a la derecha de la imagen.

Tendremos que pasar por el Mas de Celades, el cual ya vemos. En la imagen también destacan el tajo del Barranco de la Travera, la Serra del Boi, y como no, Penyagolosa.

Nos desviamos del carril para empezar a seguir el sendero que baja al Mas de Celades. Vemos mejor la fractura provocada por el Barranc de la Travera.

Mas de Selaes o Celades, en el que saludamos a los dos masoveros.


A partir de la masía se terminan las facilidades al caminar. Empezamos a bajar monte a través, y saltando antiguas terrazas de labranza, hacia el cauce del Riu Sec, por cuyo pedregoso cauce empezaremos a caminar. A los centenares de metros recorridos por el río, y de repente, aparecen de la nada unas señales blancas y amarillas, que resultan ser las del PR-CV-1. Las seguiremos pues, ya que sabía que este PR pasa junto a l'Escola del Canto. Las marcas no tardan en sacarnos del río y parecen apuntar al altivo y roquero Mas del Morral. Desconozco si el "1" en el nombre del PR tendrá que ver con que fue el primer sendero de pequeño recorrido que se homologó en el territorio valenciano, lo que está claro es que no se usa mucho, pues está bastante comido por la vegetación, e incluso cuesta de seguir en algunos tramos, tanto que así como aparecieron las marcas, de pronto desaparecieron, o quizás las perdí yo, mirando como volaban los buitres sobre el Mas del Morral. La cuestión es que continuamos caminando por un pseudo-sendero en dirección al Mas de la Mangranera, al cual llegamos atravesando sus antiguos bancales. En este tramo ya pudimos intuir el valle del Riu Montlleó, protagonista en la segunda parte de la ruta y algunos de los espolones, que en el término de Culla, se asoman a él.

Empezamos a bajar hacia el Riu Sec. Mirad la de terreno abancalado que había en los aledaños del Mas de Celades.

No resultó sencillo, pero acabamos bajando al cauce, lo seguiremos, río abajo, durante un rato.

Durante nuestro tránsito por el río encontramos algún que otro resalte, que nos tocó destrepar.

Seguimos por el río. ¿Veis algo en la la montaña de en frente?.

Venga, os lo acerco con el zoom, se trata del Mas del Morral, construido, efectivamente, en el borde de un morral rocoso.

Hemos encontrado las marcas del PR, las seguimos y nos sacan del río.

La visión del Mas del Morral me tiene hipnotizado...

...y para mayor deleite unos buitres lo sobrevolaban.

Impresionante esta masía. Fijaos en esos muretes construidos al borde del cortado rocoso.

No sé si el PR, cuyas marcas perdimos, nos hubiesen acercado al Mas del Morral, pero la trocha que seguimos ahora nos llevará al Mas de la Mangranera.

Se nos abren estas vistas hacia el valle del Montlleó, a su paso por los términos municipales de Culla y Benafigos.

Mangranera (granado), no vimos ninguna, pero almendros habían unos cuantos, y pese a estar abandonados siguen floreciendo.

Estos almendros ocupan las terrazas aledañas al Mas de la Mangranera, por las que llegaremos a él.

La masía se encuentra abandonada y en estado de semi-ruina.



Mas de la Mangranera, al fondo vemos...

...la ermita de Sant Cristòfol, situada en lo alto del Montcàtil. Subimos allí arriba en la anterior ruta que hicimos en Benassal.

En el Mas tomamos esta bonita foto con los almendros y las montañas de Culla que miran al Montlleó.


Al poco de dejar atrás el Mas de la Mangranera encontramos una fuente con un hilo de agua, la suficiente para que Laia pudiese beber. Allí arranca un tímido sendero que en fuerte subida nos hace ganar un collado, donde se nos abre una brutal panorámica del valle del Montlleó, por donde transcurrirá la segunda parte de la ruta. Pero antes había que visitar la escuela. Para ello deberemos de remontar, monte a través, hasta lo más alto de una loma, una vez arriba, y también al trochemoche bajaremos hasta el Coll de les Vistes, que es donde está situada l'Escola del Canto. Esta pequeña escuela estuvo funcionando desde 1932 hasta 1969, y permitió que los niños de las masías vecinas tuviesen acceso a la educación. Pensar que entonces esos niños tendrían que ir andando, o quizás a lomos de alguna bestia, a esa escuela, por esos senderos de montaña, y en la actualidad nos quejamos si llevan el peso de los libros en la mochila... La escuela fue restaurada en 2014 y se habilitado una parte como refugio libre, con literas, chimenea y cocina. Asomándonos a una de las ventanas podremos ver la pizarra y los pupitres del aula.

Font de la Mangranera. Hidrátate Laia, que nos espera una buena subida.


Dejamos abajo con rapidez el Mas de la Mangranera. A las vistas se incorpora...

...la bella Culla.

Alcanzamos un collado, a 800 metros de altura, que nos permite ver con más amplitud, y pese al cansino polvo en suspensión, el valle del Montlleó río abajo.

Empezamos a subir hasta lo alto de una loma, durante la subida vemos la Serra del Boi, ya en término de Vistabella.

Nos volvemos a asomar al valle del Montlleó, esta vez río arriba, por donde discurrirá la ruta más adelante.

Ya vemos el Coll de les Vistes, y esa casita blanca...

...que es l'Escola del Canto.

Aledaño a la escuela está esta otra masía. Al fondo el Picaio de Vilafranca.

Y por fin llegamos a l'Escola, o Escoleta, del Canto. Como anhelaba este momento.

La escuela es pequeña y modesta, pero a su vez es un gran muestra del enorme patrimonio histórico de la provincia, al menos para mi. Gran iniciativa el restaurarla y que no quedara a merced del abandono. 

El edificio se encuentra cercado por un muro. Parte trasera de la escuela.

La parte izquierda, la de la chimenea corresponde a lo que era la vivienda del maestro-a. La derecha es el aula.

Al aula no se puede acceder, únicamente pudimos hacer una foto desde una de las ventanas.

A lo que era la vivienda del maestro-a si que podemos acceder, pues se ha habilitado como refugio libre. Tiene pequeños lujos como chimenea...

...dos estancias con literas, una pequeña sala para cocinar, e incluso una letrina.



En el porche de la escuela hacemos un alto para almorzar, será breve, pues aún quedaba bastante tela por cortar. La inmediata era empezar a bajar hacía el cauce el Riu Montlleó, donde nos aguardaba la parte más aventurera y espectacular de la ruta. Para tal efecto nos hacemos valer del PR-CV-294, que viene desde Benassal y que se prolonga hasta el mismo lecho del río. El sendero, que se corresponde con el antiguo camino de Vistabella a Benassal, es una pasada, y va bajando, lazada a lazada, y con unas fenomenales vistas hacia el valle, hasta el cauce del río. Durante la bajada veremos distintas masías, acercándonos a visitar la del Bitxo. Ya en el río nos acercaremos a visitar el Molí del Pas, que aunque abandonado aún conserva algunos de los aperos y antigua maquinaria de molienda.

Tras almorzar, y con estas vistas, toca bajar hacia el Montlleó. A la derecha vemos el Mas de Pepo, y la izquierda el Mas del Bitxo.

El sendero de bajada solo pasa por el del Bitxo.

Casi llegado abajo vemos este meandro del Montlleó, en el que se encuentra el Molí de la Vinya.

Y antes de bajar definitivamente al río, otra masía, ¿lleváis la cuenta?.



Llegamos al lecho del Montlleó, donde finaliza el PR.

En la otra vera se encuentra el Molí del Pas, nos acercaremos a visitarlo.

Pese a estar abandonado se conserva bastante bien.

Podemos asomarnos a su interior, y ver que aún conserva parte de la maquinaria, como esta rueda de molino...

...pero lo que más nos llama la atención es esta tolva de carga de cereal.

Ingeniería ancestral.



Y le llegaba el turno a la parte aventura de la ruta. Os explico por encima como iba a ser. Iríamos río arriba y por su interior hasta llegar al Molí de la Cova, donde nos saldríamos del río por algo similar a un sendero, que nos conduciría a la Roca del Cenallo, en la cual recorreríamos una espectacular y estrecha faja/repisa, para luego monte a través ir en busca de las pinturas rupestres del Racó de Nando, y de ahí aún sin sendero ir al encuentro del PR-CV-1, por el que volveríamos al Coll de les Vistes, donde ya por plácido sendero regresaríamos al Mas d'Hilario.

Empezamos caminando cómodamente por una ancha y verde vega, hasta que el cauce se vuelve pedregoso, con la incomodidad que ello conlleva, para colmo, este río, que tiene la fama de bajar la mayor parte del año seco empezó a llevar agua, muchas veces la pudimos evitar, pero otras nos tocó salir del cauce y avanzar por fuera de él, cuando había camino por camino, y cuando no lo había pues buscando trochas animales entre la vegetación punzante de sus veras. La verdad es que este tramo nos ralentizó bastante. Eso si, el entorno espectacular. Llegamos al meandro en el que se encuentra el robusto Molí del Batanet. El rincón es precioso, pero el nivel del agua es considerable, y veo complicado avanzar por los bordes, así que decido atajar el meandro, jabalineando por el interior de las ruinas del molino y la enmarañada ladera posterior. Al llegar arriba veo que bajar por ahí de nuevo al río puede resultar complicado. Hacemos un parón a evaluar la situación. Consultando el GPS veo que no queda mucho trozo hasta los meandros del Molí de la Cova, pero mirando el terreno veo que el río lleva buen caudal, y por las orillas no se ve fácil el avance. Había que poner la balanza, si seguimos, llegar al Molí nos costará un buen rato, una vez fuera del río el terreno que quedaba hasta dar con el PR no iba a ser sencillo de andar, luego ponle las tres horas y media de plena luz que quedaban, el ir solo(bueno, con Laia), mi pésimo estado de forma y lo machacado que había llegado hasta este punto. Así que tiré de prudencia, y regresaríamos, por donde habíamos venido, al Coll de de les Vistes y a la escuela.

Luego en casa descubrí que el mapa de el Tossal Cartografies del término municipal de Vistabella, contiene una pequeña porción de esta ruta, y que por la vertiente sur del río transcurren unos caminos y senderos que quizás me hubiesen acercado más cómodamente al Molí de la Cova, ahorrándonos el tramo penoso del río. Pero eso ya es mirar a toro pasado, no me arrepiento de haber hecho este tramo del río, de no haberlo hecho nos hubiésemos perdido un paisaje espectacular.

Hala, vamos río arriba. De momento por esta cómoda vega. Empieza a destacar, a la derecha, el Morral Roig. Al fondo vemos la roca del Cenallo, que es donde está la faja que teníamos pensado recorrer.

El Morral Roig se erige como protagonista.

Lo vemos de nuevo aquí, justo cuando el Montlleó empezaba a llevar agua, fruto de unos "ullals" que hay más arriba.

El Puntal del Molló y la Roca del Cenallo, ahora las tenemos en frente.

El Montlleó con caudal, no lo había visto así, ni en la ruta a la Estrella ni en la ruta de la Penya Calba de Culla. Tocará evitar el agua por las veras, conforme podamos.

En tramos como este resultó relativamente cómodo, en otros no.

El Puntal del Molló, más o menos a su altura apreciamos la faja de la Roca del Cenallo. Al final de este bloque de fotos pongo una foto de la faja.

Aquí también podemos evitar bien el agua, pero no os creáis que fue fácil transitar sobre estos cantos rodaos.

Eso si, el paisaje, como os habréis percatado, estaba resultando precioso.

Mirad que cristalina el agua del Montlleó, pura belleza.

La roca no quería ser menos que el agua y también alardeaba.

Y llegamos al punto de inflexión de la ruta. El río trazaba aquí un meandro con mucho caudal, y por las veras no vi claro el evitar el agua. Así que pensé en llegar a esa construcción y tirar ladera arriba para ver si podíamos atajar el meandro.

La susodicha construcción no es otra que el Molí de Batanet.

Peleando con el terreno, pero gozando de lo lindo con el paisaje.

La faja la teníamos en frente, pero para acceder a ella teníamos que ir un tramo más por dentro del río.

Del molino me llamó la atención la robustez de sus muros. No se anduvieron con chiquitas a la hora de construirlo, y más si tenemos en cuenta en donde está ubicado, bastante lejos de todos los pueblos de alrededor.

Pese a su robustez, el techo y las paredes interiores se encuentran derruidas.

Otra de la faja de la Roca del Cenallo, con el molí.

Mas detalles del molino.

Atajamos el meandro, si, pero vi muy complicado volver a bajar al río desde aquí. Sacamos la bandera blanca. Media vuelta. La roca de els Castellets fue testigo de nuestra retirada.


Foto de la faja, que he tomado prestada del blog de Tiocanya. Os dejo el enlace a la crónica que hizo de esta ruta.

Regresamos al Coll de les Vistes, habiendo parado antes de la subida a comer y a relajarnos un rato. Allí no soltamos el PR-CV-294, pues él nos ha devolver al punto de inicio. El resto de la ruta perdió un poco de brillo, pero tuvo algunos contenidos interesantes, como una larga tirada de buen y ancestral sendero, la bajada al Riu Sec y su posterior subida, con chulas lazadas, y sobre todo las vistas. Regresábamos al punto de inicio, al menos yo, con las piernas machacadas, pero contentos de haber disfrutado de la soledad de estos remotos parajes de l'Alt Maestrat. Queda pendiente esa faja, así que volveremos, o bien repitiendo esta ruta o bien buscado otra manera de acceder a ella. Algo tengo estudiado ya.

Me salto fotográficamente el tramo de regreso al Molí del Pas, y de la subida al Coll de les Vistes os pongo esta foto, como una prueba de agudeza visual, ¿no veis nada?, un poco lejos quizás...

...venga, una ayudita...

...y esta para los más miopes 😂.

Cerca del Mas del Bitxo nos encontramos esta reliquia. Qué estofados más ricos cocinarían con esta olla, y con que ganas los cogerían los niños al volver de l'Escola del Canto.

Cogemos el PR rumbo a Benassal, nos despedimos de l'Escola del Canto. Volveremos a visitarla, que duda cabe, ¿quizás en alguna travesía, pernoctando allí?.

Otra masía aparece en nuestro camino, en este caso el Mas del Coll de les Vistes.

El PR se transforma en sendero, que nos reencuentra con un viejo conocido, el Riu Sec. En la foto se puede apreciar el trazado del sendero, que baja al río y luego remonta por la otra ladera.

Bajando hacia el Riu Sec.

En su cauce no pasan desapercibidos estos estratos verticales.

Nos despedimos del serpenteante Riu Sec, que se va a su encuentro con el todavía más serpenteante Montlleó, el rey de los meandros.

Hacia el este son más nítidas las vistas, y nos ayudan a distinguir...

...el bonito pueblo de Benassal.

De donde venimos y hacia donde nos dirigimos.

Y con esta foto del gigantesco roble del Mas de Hilario despedimos este reportaje.

Agur!!



  • Longitud del recorrido: 21,4 kilómetros.
  • Desnivel positivo acumulado: 871 metros.
  • Desnivel negativo acumulado: 871 metros.
  • Track de la ruta, del que he suprimido el tramo del Riu Montlleó.
  • Track de Tiocanya.
  • Si os animáis a realizar este recorrido quizás os interese saber que...
...el tramo de bajada de l'Escola del Canto al Molí del Pas, y el que va de la escuela al punto de inicio se realiza por buenos senderos y caminos de montaña, además están balizados como PR-CV-294. Pero tanto el tramo comprendido entre el Mas de Celades y l'Escola del Canto que se realiza por senderos poco trillados y bastantes secciones de monte a través, como el tramo comprendido entre el Molí del Pas y el Molí del Batanet que se lleva a efecto por dentro del pedregoso, y acuoso, cauce del río, no son sencillos de andar. Por estos dos tramos esta ruta no se puede catalogar como sencilla ni para iniciados, que en estas últimas fechas los hay y a patadas. Para un excursionista con buena forma física y acostumbrado a moverse por terrenos abruptos no supondrá problema alguno. Solo encontramos agua en la Font de la Mangranera, de la que brotaba un hilo de agua. Muy aconsejable, en esta ruta si, el apoyo de un gps con un buen track de la ruta.



8 comentarios:

  1. Vaya tela Dani el palizón que te metiste entre pecho y espalda. Me has hecho recordar algunas rutas que hicimos tiempo atrás, más bien en la prehistoria 2011-12-13-14 (GR-7, GR-M, etc joder cómo pasa el tiempo!!!) y se cómo se las gasta el terreno y el Montlleó. Pero como se suele decir "quien quiere algo algo le cuesta" y ese "algo" son esos paisajes espectaculares que no te dejan indiferente. Esos masos, la Escoleta del Canto que en aquellos años todavía estaba sin rehabilitar (lo chula que ha quedado ahora gracias al micromecenazgo) y el simbolismo que la envuelve. Se me pone la piel de gallina al intentar imaginar lo duros que fueron aquellos tiempos de la posguerra y el franquismo y el empeño y dedicación de los maestros rurales de entonces. Viva la Escoleta del Canto !!!. Y de tu ruta en sí decirte que nunca he visto el Montlleó con esa cantidad de agua. Bien que conozco lo penoso de andar por el lecho de su seco cauce pero peor sería intentar sortearlo por esos ribazos enmarañados y espinosos. ¡Vaya patiment!. Bien hiciste en dar media vuelta. Cuando vuelvas para intentar la faja no dudes en darme un toque porque me apunto, te lo aseguro. Ahí lo dejo. Un abrazo.

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    1. Viva l'Escoleta del Canto!, y viva l'Alt Maestrat!, que siempre que vamos allí nos regala unos paisajes que diría que son únicos en toda la Comunitat, y que como bien dices, si queremos descubrirlos, sobre todo los más remotos, hay que currárselo, ya sea con largas caminatas o andando por terrenos nada amables. Eso todavía hace más especial a esta comarca.
      La primera vez que oí hablar de l'Escola del Canto fue bastante antes incluso de iniciarme en el mundo de la montaña, fue por boca de un amigo mío de la infancia, cuyo padre es de Vistabella y está muy arraigado allí. Me fascinó mucho cuando me contó la historia del lugar, y mira, muchos años después el senderismo me ha permitido conocerlo. Fue realmente emocionante. Quizás no tuvo el encanto que hubiese tenido el verla en su estado original, pero mucho mejor que hayan hecho esta actuación de restauración, pues de lo contrario la escuela con el tiempo hubiese corrido la suerte de alguna de sus masías cercanas. Así tendremos Escola del Canto para muchísimos años más, y ese pequeño, pero a la vez tan gran patrimonio histórico que es, ni se perderá ni se olvidará.
      Con lo de una nueva tentativa a la faja, recojo el guante ;-)

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani.

    Menudo tute, es lo 1ª sensación que se le queda a uno después de leer tu crónica. Pero ojo, es verdad que la mente sobrevuela imaginando a los niños yendo y viniendo por esos laderones a la escuela, que por otro lado, que envidia me entra, a ver que allí aún se hacen actuaciones para recuperar edificios, como ese refugio.

    Robles, masías encaramadas en las rocas, valles fluviales, y hasta pozas cristalinas. Las rutas por esa comarca tan fascinante tienen un poco de todo y son siempre una gozada.

    Lo que el Montlleó lleve a estas alturas agua por aquellas tierras tiene una culpable: una tal Filomena. Por aquí a 20 de Abril, y con un final de invierno y principio de la primavera muy secos, los ríos de la Serranía bajan muy cargados de agua todavía. Que lujazo esos nevazos para poder ver agua en fechas menos idóneas.

    Esa faja rocosa está......Daniiiiii, cuánto vas a tardar en volveeeeer?

    Un abrazo.

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    1. Así es amigo Toni, un tute con todas las de la ley, y más si tenemos en cuenta que esta era la tercera ruta seria que hacía tras cuatro meses de parón, y que ese día seguramente ya tenía dentro de mi un huésped que también estuvo en tu cuerpo, por que la verdad es que en algunas cuestas me fatigué más de lo normal. El día siguiente ya empezaron los otros síntomas.

      Cuando oyes las historias de esta escuela pues más o menos te puedes hacer una idea de como sería el ir y venir de los niños por esas montañas, pero hasta que uno no está allí y ve aquello in-situ, y en el terreno en el que está, no se puede imaginar como sería la verdadera dimensión de la historia de l'Escola del Canto, y que esas viajes para ir y venir de la escuela no serían fáciles para esos niños, y tampoco para los maestros, por la dureza del terreno, y también por las inclemencias del tiempo, sobre todo pensando en lo hostiles que serían los inviernos en aquella época, mucho más que los de ahora. Por eso, y como le he comentado a Paco, es una suerte que la hayan restaurado, así este patrimonio, pequeño pero a la vez muy grande, ni se perderá ni se olvidará.

      Pues bendita sea Filomena, pues el Montlleó estaba precioso con esa agua tan pura. La verdad es que si, que muchos arroyos que por estas fechas ya no solían llevar agua este año si que la llevan, y eso, como dices, es todo un lujo.

      La faja no se cuando será, pero como decía el tío Arnold... Volvere!!

      Un abrazo.

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  3. Hola Dani:
    Quins records l'escola del Canto!! ja fa més de vint anys quan vam passar per allí fent el PR-CV-1 que, per cert, en aquell moment ja estava tapat de l'escola fins al riu Sec.
    Del molí del Pas i de la Vinya ja no te dic, en una caixa encara dec tindre guardades unes diapositives de fa vint anys quan el molí estava encara com quan van deixar de moldre.
    Llàstima que l'aigua del Montlleó no te deixara completar la ruta però per sort vas disfrutar del riu amb aigua, i és que quan porta aigua el Montlleó es transforma i és un dels paratges més bonics de la Comunitat Valenciana ... i possiblement també el més salvatge.
    P.S: el PR-CV-1 va ser el primer que s'hi va fer per a connectar el GR-7 i el GR-8 entre Culla i Iglesuela. S'hi va editar una topoguia l'any 1995 per part del Centre Excursionista de Vilafranca que en va ser l'impulsor. Actualment està descatalogat per falta de manteniment encara que l'únic tram que es troba mal és just el que vas fer entre el riu Sec i l'escola del Canto, la resta estan nets i bons de passar.

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    1. Hola Xavi.

      Totalment d'acord en la afirmació fas sobre el Montlleó, si ja de per si és un paratge espectacular, amb aigua ho és encara molt més. Desconeixia totalment les dades d'eixe PR-CV-1, una vegada més, gràcies per la informació.
      Escolta, no estaria malament que feres una entrada amb un recull de totes eixes diapositives "vintage", ací deixe l'idea ;-)
      M'alegre que aquesta entrada t'haja portat bons records.

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  4. Hola Dani,

    Menudo rutón!!!

    Espectacular ruta, tiene de todo, masías a mansalva, un montón de molinos, la escuela, formaciones rocosas impresionantes, ríos de aguas cristalinas y trochemoches aventureros, un día de 10!!!

    Hiciste bien en dar media vuelta, hay que ser precavido, además ya tienes la excusa para volver, y esta vez sí, recorrer la faja que se te quedó pendiente.

    Por cierto, viendo tantas masías, que de vida tendría todo aquello hace no tantos años.

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      Así es, una ruta muy completa, tanto a nivel paisajístico como cultural, y además con su plus de dureza. Vamos de las que te dejan para el arrastre pero el doble de satisfecho. Ya si la llego a completar como tenía pensado hubiese sido la repera, pero como dices, hay ocasiones en las que hay tirar de prudencia, tiempo tendré de volver para andar sobre esa faja.

      Pues imagínate, entre las masías, la escuela, los bancales, los molinos... La de vida que habría por esas montañas tan remotas, vida nada fácil, pero vida, ahora el silencio y la soledad es el dueño de todo aquello. Ese silencio y soledad que solo buscamos cuatro colgados ;-)

      Un abrazo.

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