La Serrella: l'Abdet - el Comptador - Penya d'Àfrica - Pla de la Casa (1385 m.)

 Sábado, 12 de febrero de 2022

Volvemos una vez más a mi queridísima Serrella para ascender, por cuarta vez, a su cima más emblemática, el Pla de la Casa. Subimos esta vez desde l'Abdet, en la vertiente de la Vall de Guadalest. También visitamos durante la ruta el curioso arco de roca popularmente conocido como la Penya d'Àfrica.

Me resulta curioso, y a la par emotivo, observar, como a lo largo de todos estos años saliendo a la montaña, ha habido sierras o montañas con las que, por unas razones o por otras, he establecido un vínculo especial. Una de estas sierras es la Serrella. Allí fue cuando en 2010, cuando apenas llevaba un año saliendo a la montaña, tuve mi primer contacto con las montañas alicantinas. Fue precisamente en l'Abdet y haciendo barranquismo, mi bautismo en el barranquismo. Al ir encajonado entre las paredes del Barranc de Mela fue poco lo que vi, pero lo suficiente para que surgiera el flechazo con las montañas alicantinas. Unos meses más tarde volví a la Serrella, a realizar una ruta (mi primera ruta en las comarcas del sur), en la que además de hacer buenos amigos, subí al Pla de la Casa, el ambiente de esta cima, más propio de montañas de otras latitudes y altitudes no hizo otra cosa que reafirmar mi enamoramiento con las sierras alicantinas, un amor que hoy en día aún continúa, y que creo que será eterno. Por eso hoy, subir de nuevo al Pla de la Casa, y además hacerlo desde l'Abdet tenía su punto sentimental y romántico.

Desde que dejamos las tranquilas calles de l'Abdet y hasta que regresamos a ellas, transcurrieron 7 horas... 420 minutos, en los que casi hice el  mismo número de fotos... Las imágenes que retuvimos en nuestras retinas... Esas son incontables, a saber... Las vistas iniciales hacia la Vall de Guadalest, difuminadas por los contraluces y neblinas mañaneras, engalanadas por los almendros en flor... El valle por el que transcurre el Barranc del Monesillo, de apariencia recóndita, escondido entre umbrías y solanas, casi como queriendo permanecer en secreto... La brava subida, montaraz como pocas, al Comptador, elegante paso de montaña, al que los franceses llamarían una Hourquette... Las exquisiteces de la pequeña umbría pastoril de la vertiente norte del crestón calizo de les Bardals... El capricho geológico del Recingle Finestra, más popularmente conocido, por razones obvias, como Penya d'Àfrica... El paso bajo las torres calizas y pedreras del Cantalar de Gil, por los cuales sacrificamos la circular a la cima... El canchal de acceso a la zona cimera, que nos siguió pareciendo una de las subidas con el ambiente más Picos/Pirineos de todo el País Valencià... Los pequeños y verdes llanos a pie de cima, donde antaño se fatigaban los "nevaters" y sus mulas, y que hoy invitan a holgazanear tumbados o sentados en ellos... El ambiente aéreo de la cima del Pla de la Casa, con sus excelentes vistas y sus juegos con las nubes, privilegios de ser la cuarta montaña más alta de Alacant... El Barranc del Moro, que de manera elegante, casi bíblica, separa el macizo del Pla de la Casa del de la Mallada del Llop... Las chulas escenas paisajísticas durante la bajada por el Racó de la Llosa, donde se nos invitó a un viaje interestelar. Tentador, pero me quedo con este viaje más modesto y terrenal, en el que disfrutamos de las exquisiteces de la Serrella. Además, que yo sepa, en Saturno no te puedes tomar, ni venden, cerveza artesanal, en l'Abdet si.

Dejamos atrás las tranquilas y silenciosas calles de l'Abdet. Al fondo la Serra d'Aitana entre nubecillas.

Por el camino asfaltado bajamos en 2010 hasta el Barranc de Mela, hoy nos desviamos por el caminete de tierra de la izquierda, que empieza a subir sierra arriba. Al fondo la línea de cumbres de la Serrella.

Vemos, entre almendros en flor, la Vall de Guadalest.

Establecemos el primer contacto visual con la cima de la jornada, el altivo y calizo Pla de la Casa.

Unas lazadas del sendero nos hacen ganar altura, y nos permiten tener mejores vistas, dentro de lo que cabe, hacia la Vall de Guadalest y su embalse.

Dichas lazadas nos hacen alcanzar un tímido paso entre rocas, una vez superada la Penya Llarga.

Tras esta primera subida la ruta vuele a recuperar el tono rural del principio, escenificado en varias casetas de campo y almendrares. El ramaje de un almendro ejerce de marco del Pla de la Casa en esta foto. 

De nuevo en terreno más montañoso, entramos en el pinar de umbría del pequeño y escondido valle del Barranc del Monesillo. El Pla de la Casa no nos quita ojo...

...ni nosotros a él tampoco.

A esta umbría se la conoce como Ombria la Pisa. Creo que mejor ejemplo gráfico de los términos umbría/solana, imposible.

Toda una delicia este valle. Pasamos junto a este refugiete. El Pla de la Casa estuvo en esos primeros compases de la ruta jugando con las nubes.

En la zona de solana destacaba sin duda la cresta de les Bardals...

...con sus picachos y brechas...

...entre ellas esta, el Comptador, nuestra llave de acceso a la parte alta de la sierra.

En la parte más occidental del que diríamos, sería el macizo central de la Serrella, destacan la Penya Alta y la Penya Meralda.

Dejamos el marcado rumbo oeste que llevamos (Port de Confrides) y rompemos hacia el marcadísimo paso del Comptador, que aquí vemos con el cresterío de les Bardals.

La subida hasta este paso tan montaraz se antojaba exigente, y así fue.

El objetivo, en todo momento a la vista.

Hago un zoom a la pareja de excursionistas que nos precedían, para que así podáis calibrar el tamaño del paso.

El espectacular paisaje, invita, más bien exige, a ir haciendo paradas para contemplarlo y fotografiarlo, y así hacer más llevadera la subida.

Al fondo Penya Meralda y Penya Alta, cuyas laderas caen hacia el Port de Confrides.

La subida nos da un breve respiro, con este tramo de sendero colgado.

Imponente peñasco a la derecha del Comptador.

Como de costumbre Laia se adelanta y es la primera en llegar al Comptador.

Ahí la tenéis en el Comptador, controlando mi avance.

El Comptador, sin duda un bello paso de montaña.

Las características y singularidad del paso convertirían a este, en época de pastoreo, en un buen punto para hacer recuento de ganado, y de ahí el topónimo, aunque eso solo son elucubraciones mías.

Vistazo hacia la parte final de la subida al Comptador.

Mi compi no pierde la ocasión de posar en tan estético paso.

Continuamos por la umbría de la cresta de les Bardals. Dejamos atrás el Comptador y la Penya Meralda.

Fue toda una sorpresa encontrar este pequeño y verde bosque de umbría bajo estas peñas calizas.

Muchos detallitos en los que fijarse, como estas trepadoras escalando las calizas.

Y en un punto concreto de esta umbría, y bajo un desplome, vimos este antiguo cercado, con claros indicios de uso pastoril, el cual respalda mi teoría sobre el topónimo del Comptador.

Más cositas que respaldan mi teoría, el topónimo le Bardals deriva del término "esbardal", que es como se denomina por la zona a cierto cercado pastoril.

Como en toda buena zona de umbría que se precie, mucha variedad vegetal.

La cresta de les Bardals se puede recorrer por el filo, en modalidad escalada.

Tras el delicioso paso por la umbría volvemos a salir a pleno sol. Recuperamos el contacto visual con el Pla de la Casa.

Pero la cima aún tendrá que esperar, pues antes nos hemos de desviar hacia donde está mirando Laia.

Vamos a añadir un nuevo puente o arco de roca a nuestra colección.

Este es uno de los más curiosones que hemos visitado.

El Recingle Finestra, que así se llama, al principio parece uno más...

...pero enseguida nos damos cuenta de su singularidad, y la razón por la que se le conoce más como la Penya d'Àfrica.

La erosión, siempre caprichosa e imaginativa.

Intenté subir, pero vi la roca un poco pulida y desistí.

De Ciudad del Cabo a Ceuta.

Tuvimos suerte y disfrutamos del lugar en la más absoluta soledad. Lo malo es que no encontramos a nadie que nos inmortalizara allí. Por suerte cuando nos íbamos llego un grupo que nos hizo varias fotos con este peculiar forat.

Antes de irnos echamos un último vistazo a las panorámicas. Vemos el pequeño valle escondido de la mañana, el Embassament de Guadalest, la Xortà y la más cercana Mallada del Llop.

Y también el objetivo cimero de la jornada.

Lo visto en las dos anteriores fotografías, más el Recingle Finestra, en formato panorámico.

Nos despedimos de la Penya d'Àfrica...

...en la que vemos al grupo que llegó cuando nosotros nos íbamos.

El siguiente punto de paso de la ruta será el Coll de Borrell (bajo la primera pedrera de la izquierda)...

...desde allí podríamos haber tomado el ramal que sube de forma más directa a la cima, pero preferimos pasar bajo los Cantalars de Gil, dando un poco más de rodeo pero gozando de un paisaje muy alpino.

Basta con fijarse en los árboles de las pedreras para calibrar la altura de esas torres y agujas calizas.

Mirad que dos torres, y la grieta que las separa.

Un paisaje de los que te empequeñece.

Las floridas aliagas le pusieron un toque amarillo al predominante gris del espectáculo calizo.

La Serrella pertenece a las Béticas, y creo que en estampas como esta se nota.

Llegamos a la pedrera que da acceso a la cima, la tendremos que remontar hasta llegar a la "V" que se ve a la derecha de la imagen.

Hay un buen y asentado sendero en la pedrera, se sube bien, no sin esfuerzo. Por aquí bajaremos luego, o sea que disfrutaremos de este sensacional paisaje dos veces. Abajo el Barranc del Moro, y al fondo la ancha canal que sube hasta el Morro del Regall. Más atrás la Mallada del Llop.

Vistazo hacia la zona cimera...

...y hacia el crestón que cae al Barranc del Moro.

Vemos la cruz que corona el Pla de la Casa, en la que había un grupo en prácticas de un curso de guiaje de montaña. Antes de empezar la parte final de la subida nos encontramos con otro grupo, que estaban haciendo prácticas con la brújula y el mapa.

Pedrera remontada...

...y esta la panorámica recompensa.

El Pla de la Casa nos espera.

Vemos el llano al que hace referencia el topónimo, con su pozo de nieve y los picachos que lo rodean.

Vemos la nevera durante la parte final de la subida. Al fondo del todo aparecen Montcabrer y Benicadell.

Esta parte final del ascenso requiere de apoyar las manos en ciertos puntos.

Cima del Pla de la Casa, a la que se accede mediante una trepada de 4-5 metros sin exposición. Excelsa panorámica de la Serrella hacia poniente.

Laia y yo en la cima. Dejé una nota en el buzón. Nota que unas horas más tarde leyó allí arriba el amigo Javi Nieto, que subió a vivaquear en la cima. No coincidimos por los pelos.

Vistas al crestón que cae hacia el Barranc del Moro y la subida por la pedrera.

Barranc del Moro, Regall y Mallada, o Mallà, del Llop. En segundo plano l'Aixortà o Xortà.

En la cima se ubicaba el Castell de Xeroles (siglos XI-XII), del cual hoy apenas quedan casi imperceptibles restos.

Nos bajamos de la cima para comer y descansar en alguno de los verdes rodales que hay bajo ella.

Antes de retomar la ruta nos dimos un garbeo por los alrededores de la Nevera.

Este antiguo pozo de nieve se construyó entre los siglos XVII y XVIII y podía almacenar 1270 metros cúbicos de nieve. Dos desaparecidos arcos de piedra sostenían la también desaparecida cubierta.

Hemos bajado del Pla de la Casa y ya estamos en el sendero de regreso a l'Abdet. Tenemos esta perspectiva de la parte final de la subida.

Cima oriental del Pla de la Casa, con su crestón.

En este tramo gozamos, a mi parecer, de una de las estampas más bonitas de esta montaña.

También es muy bonita esta otra estampa del Barranc del Moro separando el macizo del Pla de la Casa y el de la Mallà del Llop.

Y hablando de este macizo aquí lo tenemos, con el Morret de la Terra Nova, el Regall y la cima de la Mallà del Llop al fondo.

Flanqueamos por el norte les Penyes del Collado, llegando a dicho collado...

...donde empezamos a bajar definitivamente hacia l'Abdet, siempre vigilados por el Pla de la Casa.

Vemos de nuevo el valle del Monesillo, recorrido por la mañana.

Penya Alta, les Bardals y Pla de la Casa.

A mitad bajada encontramos estas curiosas indicaciones. ¿Entendéis ahora lo del viaje interestelar?.

También fue curioso ver ondear la Jolly Roger en lo alto de una caseta de campo. Se empezaba a formar el mar de nubes del que disfrutó el señor Nieto horas más tarde desde el Pla de la Casa.

Durante la bajada las vistas hacia Guadalest y su valle fueron un poco mejores.

Zoom hacia la preciosa población del Castell de Guadalest.

Y sobre esto poco más puedo añadir yo.

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• Fuente bibliográfica, toponímica e histórica: La Serrella (la Vall de Seta - la Vall de Guadalest) Mapa i guia excursionista. El Tossal Cartografies.

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