Mola d'Ares (1321 m.) y Ruta dels Molins

Domingo 1 de mayo de 2011


En la mitología griega Ares era representado como hijo de Zeus y Hera, no se si esto tendrá algo que ver con el nombre de esta fantástica población emplazada en el Alt Maestrat, pero si es así seguro que la espectacularidad tanto del pueblo como de sus paisajes y entorno fue un regalo del padre de los dioses y los hombres a su vástago.

Tras el madrugón y 80 kilómetros de coche llego al punto de inicio de esta ruta: a unos 5 kilómetros de Ares, en una de las primeras curvas del puerto que sube a esta población.
Busco un sitio donde aparcar el coche y camino unos metros por la carretera hasta que encuentro un cartel que indica el camino a una casa de turismo rural.
Este camino  transcurre por un bonito bosque de encinas primero y de pinos después y empiezo a gozar de las primeras vistas de Ares, allá arriba en su atalaya, como si me vigilara.

Primeras vistas de Ares

A mi izquierda encuentro y sigo el SL-CV 45, senda que me subirá hasta Ares, los primeros metros transcurren por un terreno pedregoso  donde predominan las carrascas y que me ofrece grandes vistas tanto del pueblo como de los cañones que forman los barrancos, viendo ya algún pequeño salto de agua que me servirá de aperitivo para lo que encontraré después.
Luego la senda va entre bancales, sorprendiéndome encontrar tan relativamente cerca del pueblo cuatro saltarinas y jóvenes cabras, que conmigo entonces ya son cinco.

Primeros saltos de agua

Jóvenes cabras

Entro en la Calles de Ares del Maestrat y de golpe y porrazo me da la sensación de haber viajado atrás en el tiempo, este pueblo esta construido a los pies de un promontorio en cuya cima se encontraba el castillo, del que aun se conservan escasas ruinas, pero aun así el casco mas antiguo de Ares no tiene desperdicio: arcos de piedra, estrechas calles con pequeñas casas a un lado y roca donde rezuma el agua al otro..., todo ello envuelto en una tranquilidad absoluta, os lo recomiendo.
Deduzco por la cantidad de hormigoneras, ladrillos y mas material de construcción, que el pueblo entero esta siendo sometido a una profunda restauración.

El Portalet

Arcos de la antigua lonja (siglo XIV) y antigua prisión

Ares del Maestrat

Tras visitar el pueblo mi siguiente objetivo es rodear y subir a la Mola d'Ares (Muela de Ares), lo hago siguiendo el SL-CV 46 y entonces caigo en la cuenta de que tengo dos compañeros de camino, uno es el incesante ruido de los saltos de agua y la otra la siempre inesperada niebla, que me acompañará en esta primera parte del rodeo.

...y apareció la niebla

Ares, a punto de desaparecer

Caminando entre la niebla

Cuando llego a la altura de una construcción (que luego mas tarde descubriré que se trataba de una nevera), alcanzo mas o menos los 1300 metros y ahí me doy cuenta de la extensión de esta muela (unos 2 kilómetros cuadrados aproximadamente), la niebla desaparece y la senda también por lo que hay que seguir unos pilones de madera, pero no hay problema ya que en esta enorme llanura la vegetación no alcanza un palmo y se puede ir perfectamente campo a través.
Alcanzo el vértice geodésico de la Mola d'Ares, a 1321 m.s.n.m. y donde aparte de almorzar disfruto de unas buenas vistas del norte de Castelló, viéndose allá en la distancia Morella, las vistas hacia tierras de Vilafranca ofrecen el nuevo paisaje de aerogeneradores.

Fijaos en la extensión de la muela

Mola d'Ares 1321 m.s.n.m

Vistas hacia el norte

Mola de Vilar,  muy extensa también

Finalizo el rodeo (en el mapa del final de la crónica se puede apreciar) y vuelvo a caminar otra vez por la zona de la niebla, que ha desaparecido totalmente, en dirección a la nevera, ahí me empiezo a sentir un poco como carroña, al sobrevolar sobre mi siete buitres, pero no les debí parecer demasiado apetitoso y me dejaron en paz.

Como cambia la cosa sin niebla

Me vieron como su almuerzo

Los bancales y azagadores dibujan formas en el terreno

Mi siguiente parada es la Nevera dels Regatxols, única de la comarca en ser restaurada, y que dejó de ser usada a principios del siglo XX, no había visto nunca una nevera con una casa encima, cosa que me llama la atención, en el panel informativo leo que antiguamente el comercio de la nieve tenia tanta importancia que en esta nevera se construyo una casa que servía de vivienda al "nevater" o guardián de la nieve, en esta casa actualmente hay un museo.

La Nevera dels Regatxols

Sigo la senda que bordea la nevera y por ella y por una zona de micro reserva de flora, voy a parar a el Refugi dels Regatxols (Refugio de los Regatxols) en donde se encuentran el lavadero del pueblo y una fuente que data de 1818 .

Font dels Regatxols

Refugi dels Regatxols

Lavadero

Ahora camino unos metros por el GR 7, pero lo abandono enseguida y continúo la marcha cruzando unos bancales y antiguos corrales donde lo que mas me llama la atención de ellos son las puertas para que no se escape el ganado.

Puertas de los corrales

Ahora mi próximo objetivo es ver un salto de agua y por una zona donde no existe senda ninguna llego hasta él y lo veo desde arriba, pero yo lo que quiero es bajar a él, así que me meto en una zona donde se hace imprescindible usar el GPS e ir con mucho cuidado ya que voy bordeando un precipicio.
Llego debajo mismo del salto donde aun cae bastante agua y veo otro a mi izquierda mucho mas grande pero en el que no cae ni gota, una lastima.

El salto de agua desde arriba

...y desde abajo

Este con agua tiene que ser la hostia

Desde el salto y bordeando el Barranc de Cantallops se atisba una senda que sigo y por la que también tengo que tener cuidado, incluso me toca saltar una valla de las que ponen para las vacas, llego a un punto donde la senda es difícil de seguir y vuelvo a ver cabras.

 Y llego a la zona mas bonita y espectacular de toda la ruta, primero me encuentro con un fantástico salto de agua en el que la senda pasa por debajo, y luego en menos de un kilómetro hay cinco antiguos molinos, todo ello rodeado de abundante agua (había tramos en los que por la senda bajaba un palmo), allí me encuentro con una pareja de Vilafranca y su perro y los tres coincidimos en que el lugar es impresionante ( y el perro porque no hablaba...).
Cada molino tiene un panel con su nombre, historia y utilidad), los molinos son los siguientes: Molí de la Roca, Molí del Planet o Molinet, Molí de Dalt, Molinet del Bassot y Molí del Sol de la Costa, habiendo sido convertido este último en una casa de turismo rural y centro de interpretación.

El salto de agua, espectacular

Molí de la Roca

Rueda de molino en el Molinet

Molí del Planet o Molinet

Mucha agua

Los dos primeros molinos y el salto

Molí de Dalt

Molinet del Bassot

Molí del Sol de la Costa, ahora casa rural y centro de interpretación

 Y ya por un agradable camino y después de ver un antiguo y curioso puentecillo, encuentro de nuevo el camino de la mañana, echo un último vistazo a Ares y regreso de nuevo al punto de partida donde doy por finalizada esta sorprendente y espectacular ruta.

Un curioso y antiguo puentecillo

Un último vistazo a Ares

En conclusión, una ruta completísima, que me ha sorprendido gratamente (nunca antes había estado por esa zona), un pueblo precioso, un paisaje donde predominan las enormes muelas, he visto animales, grandes vistas, cultura y una parte final con los saltos y los molinos realmente espectacular, volveré!!!

Recomiendo hacer esta ruta en invierno y después de lluvias, para ver los saltos rebosantes de agua, también tiene que ser un puntazo hacerla con nieve.


Como regalo aquí os dejo con un vídeo de los saltos de agua:




Saltos de Agua en Ares del Maestre from Daniel Alcala on Vimeo.


DATOS DE LA RUTA:


Ruta circular
Longitud: 19'5 kilómetros
Altura mínima: 849 metros
Altura máxima: 1321 metros
Desnivel positivo acumulado: 738 metros
Desnivel negativo acumulado: 748 metros
Tiempo: 5 horas 10 minutos en total
Dificultad: media, aunque antes de llegar y entre los dos saltos de agua se hace preciso el uso del GPS y hay algún tramo resbaladizo y expuesto a un precipicio en el que hay que ir con precaución.


Esta ruta la he realizado basándome en dos tracks de Tiocanya y Ludwin.


Ruta realizada en solitario.