La Vall de Gallinera: Passet y Bassa de Benirrama - el Miserat - Castell de Gallinera

 Sábado, 27 de noviembre de 2021

Crónica de la tercera y ultima escapada que hicimos en 2021 a sierras alicantinas. Volvíamos a la Vall de Gallinera y la Serra de la Foradà, que tan buen sabor de boca nos dejaron cuando las visitamos en febrero de 2016. En aquella ocasión entramos en el valle por poniente, y conocimos parte de sus sectores occidental y central. En esta ocasión la ruta se centró en Benirrama, pueblo más escorado a levante del valle, y en la vertiente más oriental de este valle, y municipio, de la Marina Alta alicantina. Ambas rutas siguieron patrones similares, los cuales os paso a desgranar a continuación.

Evidentemente la primera similitud se la encontramos en que ambas rutas arrancaron en sendos pueblos del valle, por los cuales callejeamos. En 2016 la ruta arrancó y finalizó en Benissili, y entre medias pasamos por Alpatró. La ruta que hoy nos ocupa tuvo su inicio y final en Benirrama. En ambas rutas disfrutamos del encanto rural que poseen estos pequeños núcleos de población a su alrededor. Otro punto en común fueron esos ancestrales y serpenteantes caminos de herradura que tanto nos gustan, y que en ambas rutas nos sirvieron para subir y bajarnos del cordal de la Serra de la Foradà. Y luego está el tema castillos, en 2016 visitamos el Castell d'Alcalà o Benissili, que controlaba la entrada al valle por el oeste, y en 2021 rodeamos, no se puede acceder a él, el Castell de Gallinera o Benirrama, que ejercía la misma función pero hacia el este. Y si cinco años y pico atrás subimos a tres cimas (Tossal de la Creu, Tossal dels Quartesos y Penyal Gros), en esta ocasión solo ascendimos una, pero que menudas vistas nos regaló, su nombre el Miserat o Xillibre. Y por último no podía olvidarme de las curiosidades humanas/geológicas/naturales, en la anterior ruta visitamos el ingenioso refugio pastoril de la Cova del Moro y sobre todo la Foradà, emblema y estandarte del valle. En la ruta más reciente nos acercamos hasta las orillas de la Bassa de Benirrama, una charca de origen natural que en otras circunstancias no sería nada excepcional, pero tratándose de las montañas alicantinas es algo bastante insólito. Y a parte de estas similitudes muchísimas más cositas interesantes tuvo la excursión, y os las paso a mostrar en la galería fotográfica, en la que también detallaré un poco más el recorrido.

Tras encontrar un hueco donde aparcar, no fue fácil, en Benirrama, echamos a andar. Dos de los puntos de paso de la ruta, Castell de Gallinera (izq.) y Miserat (der.) bien visibles desde el principio.

Nada más salir de las calles de Benirrama hallamos la Senda del Passet, un frondoso camino de herradura que sube hasta el Passet de Benirrama.

Entre tanta frondosidad aún fuimos capaces de cazar alguna panorámica, como esta hacia el Penyal Gros y la Foradà, que desde aquí parece pequeña, pero no lo es, y si no mirad esta foto.

Alguno de los tramos de este sendero los encontramos incluso escalonados.

Pronto empezaron a aparecer las calizas, en perfecta conjunción con una frondosa vegetación de umbría.

Se notaba que andábamos por vertiente norte...

...por la vegetación y por que no nos dio el sol durante esta subida hasta el Passet. Las vistas empiezan a ganar protagonismo, en ellas destacan...

...el cercano, coqueto y pequeño núcleo de Benirrama (vemos incluso nuestra furgoneta)...

...y un poco más alejada la esbelta silueta del Benicadell, en una de sus más espectaculares perspectivas.

Una de las numerosas curvas de esta Senda del Passet, con pincelada otoñal incluida.

Llegamos a lo que es el Passet de Benirrama propiamente dicho, el paso que da acceso al cordal, se nos muestra por primera vez el Mediterráneo.

Desde el Passet volvemos a ver Benirrama y nos fijamos también en lo corta pero vertical que ha sido la subida.

En esta fría mañana estas primeras caricias del sol fue bien recibidas. Vemos el cordal a recorrer hasta el Miserat...

...el cual dejamos para dentro de un rato, de momento empezaremos, sin perder de vista el Miserat, a caminar por unos altiplanos...

...para llegar a la Bassa de Benirrama, una pequeña pero preciosa charca de origen natural.

Aunque se le llame charca no deja de ser una laguna permanente, y esto, amigos, es algo excepcional en montañas valencianas y sobre todo si lo extrapolamos a Alacant.

En una de las rocas cercanas a la Bassa hay una placa en memoria de Joan Pellicer i Bataller, y es que este ilustre divulgador etnobotánico valenciano era un apasionado de este bello rincón.

Sin duda se trata de una pequeña joya que todos los que la visitemos tenemos la obligación de cuidar y conservar.

Allí nos hicimos esta bonita foto de grupo.

Invertimos el camino que nos había llevado hasta la Bassa y ahora sí, nos ponemos con el cordal, que cada vez nos regalaba vistas más amplias.

Nos plantamos ante la vertiente occidental del Miserat y sus calizas. En este punto existe la posibilidad, si no se tienen ganas de subir al Miserat, de bajar del cordal y acortar considerablemente la ruta.

Bajamos unos metros por ese sendero, para gozar de esta buena panorámica...

...en la que destacan los restos del Castell de Gallinera, los cuales veremos de más cerca en la recta final de la excursión.

Volvemos al cordal, teniendo tan cerca el Miserat no íbamos a renunciar a su cima.

Andamos unos metros por esta carreterilla, que nos condujo hasta el Coll del Miserat, al sur de la cima. Allí se nos abrieron estas fantásticas vistas hacia el litoral.

Desde el collado empezamos a remontar el senderillo que se encarama por la pala sur. No fue necesario llegar arriba para tener una visión casi completa de la Vall de Gallinera.

Estamos ya en los 757 metros de altitud de la cima del Miserat o Xillibre. Allí arriba hay un puesto de vigilancia forestal, y no es de extrañar, pues las vistas son de escándalo. Os desgrano un poco el elenco...

...superlativo Benicadell...

...sector occidental de la Serra de la Foradà, con Mariola y Montcabrer al fondo...

...azul Mediterráneo y comarca de la Safor...

...con su estandarte Mondúver, los pueblos que se ven en la foto, si, son dos, son Ador y Palma de Gandia...

...más azul y zona limítrofe entre la Safor y la Marina Alta...

...con el colosal Montgó...

...aunque para coloso el Puig Campana...

...Serrella...

...y Cavall Verd.

El descenso lo efectuamos por la carreterilla que sube hasta la cumbre, que además de muy buenas vistas tiene unos rampones bastante interesantes. Si os gusta la bicicleta y subir puertacos echadle un vistazo a las altimetrías (1 y 2) del Miserat.

El Miserat, un Mount Ventoux en miniatura.

De regreso al collado el track nos mandaba seguir por la carretera, pero a nosotros no nos manda nadie, y mucho menos un track, así que decidimos investigar y seguir un sendero que se alejaba de la ruta pero que parecía llevar la misma dirección.

Fue todo un acierto improvisar, pues nos evitó asfalto, seguimos teniendo buenas vistas hacia la costa, Pego y su Marjal, Segària y Montgó...

...además de otros interesantes matices paisajísticos...

...y terminamos enlazando de nuevo con el track, que nos encaminaría ahora hacia el paso que vemos en la imagen.

Ese paso nos abrió de par en par estas vistas hacia las estribaciones más orientales de la Serra de la Foradà...

...y nos hizo transitar bajo las calizas de la vertiente norte del Miserat.

Oeste, sur, este, norte y cima, el Miserat a full.

Esta vertiente norte también nos tenía guardada alguna que otra sorpresa, como esta oquedad.

Volvemos a ver la vertiente occidental del Miserat, que bien iluminada por el sol se mostraba aún más imponente.

Y le llegaba el turno al Castell de Gallinera, al cual no se puede acceder por ser propiedad privada y solo se puede rodear por el camino que lo circunda.

Como todos estas fortalezas de origen musulmán, castillo antiquísimo este, y del que pocas cosas se conservan en pie.

Miserat omnipresente durante el rodeo al Castell...

...y también la Vall de Gallinera.

Pasamos al lado contrario del castillo, donde vemos que se conservan más restos, incluso de murallas...

...y alguna que otra almena o torre.

Y rodeado el castillo ya solo nos quedaba regresar plácidamente a Benirrama, por buen camino y con un protagonista indiscutible...

...el Miserat...

...grande dentro de su modestia.

Detalles y pinceladas que contribuyeron a que este camino de regreso a Benirrama se nos hiciese muy ameno.

Hablando de Benirrama ahí lo tenemos, bien protegido por la Serra de la Foradà.

Pinceladas rurales para despedir una bonita y agradable ruta...

...que rematamos con un callejeo por las tranquilas y estrechas calles de Benirrama.

Powered by Wikiloc