4 de julio de 2021

GR-333 - Etapa 15ª: Ribesalbes - Tales

 Sábado 17 de abril de 2021

Decimoquinta y última etapa del GR-333, al cual le hemos podido dar continuidad este año hasta el punto de finalizarlo. Esta es la crónica de la última etapa, la que nos llevó de Ribesalbes a Tales, donde iniciamos nuestro particular proyecto en enero de 2019. Esta etapa fue la más larga, y quizás, comparada con las catorce anteriores, la menos atractiva, aunque tuvo algunas cositas muy interesantes e inéditas para nosotros. El recorrido circular, y la manera de trazarlo, fue, de todas las etapas, el que más estudio de mapas y tracks requirió, llegué a variarlo totalmente un par de veces, incluso hice pequeñas excursiones previas sobre el terreno. Al final también tuvo algo de improvisación y aventura, quedando una señora ruta de 32 kilómetros.



Hoy arrancábamos en Ribesalbes, así que toca hablar de este pueblo de la Plana Baixa, el más poblado de todos por los que pasa el GR. A nivel natural destaca, como no, el Riu Millars y l'Embassament del Sitjar, el cual es un destino muy apreciado para excursionistas, campistas, pescadores o practicantes de kayak, lo cual ha llevado a un incremento en el turismo de la población. Pero el verdadero motor económico de Ribesalbes es, y siempre ha sido, la cerámica, pueblo de arraigada tradición alfarera, ha visto como poco a poco, de la producción más ancestral de la cerámica se ha ido evolucionando hacia la actual, más moderna e industrializada. A nivel histórico destacamos el Aqüeducte del Barranc de Martí, que data del siglo XIX. También destaca la Casa de la Baronía, utilizada actualmente como museo.

Església Parroquial de Sant Cristòfol de Ribesalbes, construida en el Siglo XVIII.

Fachada del Ayuntamiento de Ribesalbes.

Aqüeducte del Barranc de Martí, del siglo XIV. Fue construido para llevar agua a los huertos que rodeaban la población. Se restauró en 2007.

La arraigada tradición cerámica de Ribesalbes se hace patente al pasear por el pueblo. Cerca del río encontramos este paseo con murales que explican, paso a paso, cual era el proceso que antaño se seguía a la hora de fabricar azulejos.


Echamos a andar en la cola del embalse, junto al puente que la cruza, lo pasamos en dirección sur, para llegar al Barri del Pla, en el cual nos internaremos brevemente para dar con el Pont de Remi, por el que volvemos a vadear el Millars hasta llegar a una estación hidroeléctrica, ahí seguimos un asfaltado ascendente, que nos llevará hasta el primer sendero de la jornada. Este sendero no es otro que el Camino de los Llanos, que ya conocíamos de otra ocasión y que es una pasada, ya que transcurre colgado a media ladera, y con unas sensacionales vistas en todo momento hacia el río.

Primeros metros de la ruta. Cruzamos el puente. Da gusto ver el Sitjar así de rebosante.

Hemos salido del pueblo, cruzado el Millars por el Pont de Remi, se ve en la imagen. Se nos queda esta panorámica de Ribesalbes.

Primer sendero del día. Volvemos a entrar en la cuenca del Millars. Este sendero que recorre su margen orográfico izquierdo es una pasada.

Nos regala bonitas estampas como esta...

...y sobre todo nos ofrece unas preciosas vistas hacia el río.

A lo lejos, en la vertiente opuesta vemos esta antigua explotación minera, que nos recuerda, salvando mucho las distancias, a la Capadocia.


Como os comentaba en la intro esta etapa iba a tener secciones bonitas, pero también otras más feotas, aunque la que venía a continuación, más que fea fue aburrida. Una larguísima tirada de asfalto paralela al canal de riego de la Cota 220. Por suerte el tedio iba a finalizar al desviarnos por un ramal descendente, que nos terminaría bajando hasta el Mijares -volvíamos a estar en la comarca del Alto Mijares- con el que íbamos a tener contacto, literal, pues nos tocó, bueno, me tocó, descalzarme para vadearlo. Tras secarme los pies, y aprovechar para tomar un bocado seguimos por un carril paralelo al río, en una atractiva sección entre cañares y cultivos.

Nos aguarda un tramo bastante aburrido, en el que caminaremos unos cuantos kilómetros por un asfaltado y paralelos a este canal del riego. Quizás lo mejor del tramo las vistas hacia el río que fuimos teniendo.

Aquí alguna de esas vistas.

Dejamos el tedioso asfalto y bajamos al río. Tocará descalzarse para cruzarlo. Parece ser que cuando se hizo el GR se construyó una pasarela, pero se ve que fue destruida y arrastrada por una riada.

Menos mal que gracias al amigo Juane fui previsor y metí una pequeña toalla en la mochila para secarme los pies de inmediato.

Cruzado el río seguimos por las huertas paralelas al mismo. Bonito campo de olivos.

El verdor de una generosa primavera era primoroso.


Topamos con el Barranco de la Muela, que bajaba con agua y nos regalaba un bonita pincelada, con un pequeño salto de agua, ideal para empezar la que a mi juicio iba a ser la sección más bonita de la etapa. Venía una sucesión de senderos, empedrados en algunos tramos, y caminos, bajo frondosos bosques, y que tendría puntos de paso tan interesantes como las ruinas de la Lleuxa, la Fuente de los Canónigos o el Mas de los Canónigos. Con esta agradable tónica boscosa fuimos andando hasta topar con la carretera de Montanejos.

Barranco de la Muela, que para nuestra sorpresa y gozo bajaba con algo de agua y nos regaló esta cuca pincelada.

La ruta entra ahora en un tramo realmente frondoso...

...y con secciones de sendero muy atractivas.

Pasamos junto a las ruinas de la Lleuxa o los Casales, asentamiento morisco de la época medieval. Esto arcos los encontramos en muy buen estado de conservación. Más info aquí.

Nuevas vistas hacia el valle de Mijares, y es que la etapa transcurrió parcialmente por el término municipal de Fanzara, y por lo tanto en la comarca del Alto Mijares.

Y hablando de Fanzara...

Seguimos por la boscosa senda. Aparece ante nosotros la Fuente de los Canónigos, que no tenía agua. A tenor de la balsa construida junto a este manantial deducimos que tiempo atrás debió tener una mejor época acuosa.

Un poco más arriba de la fuente encontramos el Mas de los Canónigos.

En el transcurso de la novena etapa, cuando íbamos camino de Torrechiva por el cordal de la Cueva Negra apareció Penyagolosa, y os dije que era la última vez que la íbamos a ver en el transcurso del GR. Me equivocaba, al salir a la carretera de Montanejos las tres puntas del Gegant asomaron tímidamente.


Tras cruzar, con ojo, la carretera -suele tener bastante tráfico los findes- la práctica totalidad de camino que nos quedaba hasta Tales iba a ser por pistas forestales y caminos asfaltados. Y uno de ellos iba a ser realmente feo, ya que por él bordearíamos casi completamente un gran finca abandonada de naranjos. La posterior combinación de asfaltados y caminos fue un poco más amena, ya fuese por las vistas, ya fuese por los bosques, pero se nos terminó haciendo largo. Pero es lo que hay, la gran parte de los senderos de este GR eran los antiguos caminos para unir unas poblaciones con otras, y hoy no era la excepción, ya que toda esta combinación de caminos hasta Tales eran los que antaño comunicaban Tales y Fanzara, o Suera y Onda, o Fanzara y Artesa...

Tras cruzar la carretera recuperamos el sendero, que sigue con la agradable tónica boscosa.

Al llegar a esta curiosa masía finalizaba el feote tramo junto a la finca abandonada de naranjos. Nos esperaba ahora una larga tirada de pista de tierra.

Por la susodicha pista, y con el Montí, en cuya base se encuentra Tales, como faro.

El Montí, y por consiguiente Tales, cada vez más cerca.

Mirad que figurantes más molones encontré en este tramo de camino 😉.

Este tramo de camino tuvo vistas muy chulas hacia la Serra d'Espadà...

...especialmente de los Órganos de Benitandús y el Pic d'Espadà.


Así llegábamos a Tales, retornábamos a la Serra d'Espadà, cerrábamos el círculo, el GR-333 estaba completado. No voy a negar que me emocioné un poco, y que alguna lagrimilla se escapó, pero ya tocará hablar de emociones más adelante, ahora os contaré que para celebrarlo buscamos una mesa libre en una de las dos terrazas de Tales -copadas por ciclistas- e hicimos un relajado almuerzo/comida con bocata de bar, sus aceitunas, sus dos tercios y un carajillete de anís. No todos los días se finaliza un GR.

Tales a la vista, el final del GR-333, y un merecido almuerzo, nos esperaban.

Tales es la cuna de "la dolçaina i el tabal", y este monumento nos lo recuerda.

Posando contento, y tras haber almorzado, junto al panel del GR-333. Justo aquí empezamos, a finales de enero de 2019, este apasionante proyecto.


Pero el proyecto todavía no estaba cerrado. Tocaba ahora dar forma a esa circular que nos había de retornar a Ribesalbes y que tanto estudio de mapas, y algún quebradero de cabeza que otro, había requerido. Empezamos siguiendo el asfaltado que, por la Falda del Montí, lleva al bonito y frondoso paraje de l'Assut de Tales. Desde allí continuamos por el mismo asfaltado, que pasa junto a un tupido alcornocal, baja al cauce del Riu Veo y remonta, en bonito tramo entre huertas hasta el pequeño núcleo urbano de Artesa.

Iniciamos el camino de regreso a Ribesalbes. Cogemos el frondoso camino de la Falda del Montí, y que se dirige a l'Assut de Tales.

He aquí este bonito paraje, en el que hay un área recreativa. En época de lluvias, cuando el Riu Veo baja con más caudal resulta un bonito espectáculo ver el agua saltar el dique.

El camino continúa hacia Artesa. Habremos andado y corrido por él decenas y decenas de veces, y no nos cansa, por eso no dudé en incluirlo en la circular. Uno de sus tramos más bonitos es cuando pasa junto a este alcornocal.

Bajamos al cauce del Riu Veo, que a su paso por Onda se le conoce como Riu Sonella.

Ahora subiremos hasta Artesa. Siempre me ha gustado este camino que da acceso a este pequeño pueblo.

Torre del campanario de l'Església de Santa Anna.

Con Artesa le añadía un pueblo más a los 17 -contando Benitandús y Veo- núcleos poblacionales por los que pasa el GR. Esta pequeña población es pedanía de Onda.


Desde Artesa continuamos por el inevitable asfalto, del cual nos esperaban unos cuantos kilómetros, por terreno llano y rodeados de fincas de naranjos, con vistas parciales hacia Onda y su castillo. Acabamos llegando al Convent de les Clarisses, donde por fin se nos presentaba un escollo montañoso a salvar, las lomas de Beniparrell, y lo mejor de todo es que tras muchos kilómetros retomábamos el tránsito por sendero, y además una senda con bonito nombre, la senda del Racó de Lleó, que encontramos balizada como PR. La idea inicial era seguir este PR hasta la Ermita del Salvador, pero en plena subida vimos un desvío señalizado como Ojo de Dios, ante una cosa tan divina no nos pudimos resistir, y empezamos a seguir ese ramal. Deducimos que habíamos llegado a ese Ojo de Dios cuando nos topamos con una curiosa construcción triangular, que indagando luego en casa no se sabe a ciencia cierta ni cuando se construyó ni con que fines. La ruta de hoy también tuvo su dosis de misterio.

Tras dejar atrás Artesa nos aguarda un larguísimo tramo de asfalto, de este tramo destacaremos las vistas hacia el santuario y museo del Carme...

...el Montí y Espadà...

...o el Castell d'Onda, el cual os recomiendo visitar.

Por fin volvemos a caminar por sendero, que nos encarama a los montes de Beniparrell.

Vistas durante la subida, Onda y su castillo y detrás mi queridísimo Solaig.

Sentimos curiosidad por saber que era el Ojo de Dios y esto fue lo que encontramos.

Cuanto menos curiosa construcción. Este enlace explica mejor el misterio del Ojo de Dios.


El sendero que nos había llevado al Ojo de Dios tenía su continuidad, y nos acabó devolviendo al PR, por él bajamos al Barranc del Salvador donde tomaremos el desvío asfaltado que sube a la carretera de Montanejos -de nuevo- y a la Ermita del Salvador, todo un emblema para la gente de Onda. Junto a la ermita arranca un sendero que continúa monte arriba por boscosas laderas y que nos hace alcanzar una bien conservada caseta de piedra en seco, donde haremos una pausa de media hora, pues ya llevábamos 26 kilómetros en las piernas -y en las patas-y aún quedaban otros 6 para llegar a Ribesalbes.

Por esta senda recuperaremos el PR que habíamos dejado de seguir para ir al Ojo de Dios.

Volvemos a dejar el PR para subir hasta la Ermita del Salvador, patrón de Onda, y que data del siglo XVIII. Cogemos el sendero que nace junto a la ermita.

Sin dejar de subir en ningún momento llegaremos a esta bien conservada caseta de piedra seca.


Cerca de la caseta hallamos una intersección, en la que tomamos un ramal descendente que se introduce en una frondosa vaguada que nos acabara llevando a una urbanización, desde allí engancharemos el penúltimo sendero a Ribesalbes. Este sigue la tónica boscosa, con algunas subidas y bajadas y con vistas parciales hacia la Plana, el Sitjar y Penyagolosa. Así desembocamos en un carril que sin dejar de seguirlo nos encamina hacia el Millars, ya muy cerca de Ribesalbes.

Cogemos la senda en dirección a Ribesalbes. Muy frondosa como veréis en las dos siguientes fotos.



Un claro en el bosque nos permite tener estas vistas hacia la Plana...

...entre las que distinguimos Betxí, mi pueblo, y la Muntanyeta de Sant Antoni, con la ermita en su cima.

Mirad que lejos queda ya el Montí.

Más vistas parciales, hacia el Sitjar...

... y hacia el interior...

...donde para nuestra sorpresa volvía a aparecer Penyagolosa.

Ribesalbes a la vista, ya me venía el aroma a cerveza 😉.


Y llegaba la parte aventurera de la ruta, pues antes de que el carril empezase a bajar al río, yo tenía en mi disco duro, tras haber estudiado el track de una de las marchas senderistas de Ribesalbes, que un sendero nos evitaría hacer la parte final de la ruta por la carretera. Aunque un hito señalizaba el sendero, este estaba totalmente comido por la vegetación, y se podría decir que este tramo fue un trochemoche en toda regla, eso sí, con bonitas vistas al río. Pero no terminaba ahí la aventura, pues llegamos a una fábrica abandonada de azulejos, en cuya valla, y pegado a ella y según el track que tenía memorizado, transcurría un sendero. Más de lo mismo, comido por la vegetación, y tuvimos que ir con cuidado de no dar un traspiés que nos hubiese hecho rodar ladera abajo. Terminamos llegando de nuevo al Pont de Remi, donde ya solo nos quedaba invertir el primer tramo de la mañana. Ahora si, el proyecto de convertir las etapas en circulares estaba terminado!! Emoción, un poco de euforia interna, alguna lagrima rebelde que otra y una modesta celebración, pero la mejor que puede haber, con dos cervezas bien frías en una terraza de Ribesalbes. Mientras me las tomaba muchas cosas pasaron por mi cabeza, como por ejemplo lo completo y bonito que había sido todo el recorrido del GR, y que todas esas horas empleadas estudiando mapas para trazar las circulares habían valido mucho la pena, también me vinieron muchos recuerdos, estampas y momentos de este proyecto que iniciamos mis fieles Laia y Senda y yo -aunque a Senda solo la llevé en la primera etapa- en enero de 2019 y que finalizábamos dos años y casi tres meses después, pero sobre lo que más reflexioné es sobre las cosas que pueden pasar, y como pueden cambiar, en tan corto intervalo de tiempo, a nivel global, y sobre todo a nivel personal, por eso amigos no deberíamos preocuparnos tanto por el futuro y deberíamos vivir más el ahora, aunque a veces en él las cosas no vengan muy dadas, pues en esa cosa llamada tiempo, el presente es el único momento que tenemos seguro y hay que vivirlo intensamente.

En pleno trochemoche. Bonita vista hacia el río.

Fijaos que en la base de los roquedos hay construida una canalización de agua.

Caminando ya por Ribesalbes vimos vestigios de la época en la que los azulejos se producían de forma más ancestral.

Mi fiel compañera en las 15 etapas celebró la finalización del proyecto con un bañito en el Sitjar.

Y tras 32 kilometrazos esta última etapa llegaba a su fin. Bonito hacerlo con el Sitjar como marco.

Una Estrella para celebrar la finalización de un recorrido estelar.


Solo me queda felicitar a la gente de la Mancomunitat Espadà-Millars/Mancomunidad Espadán-Mijares por el pedazo de recorrido que se han currado, aprovechando en su mayoría los antiguos caminos que antaño se utilizaban para unir unos pueblos con otros, por lo bien mantenidos que están los senderos, por la señalización, precisa y sin abusar de marcas y paletas indicadoras. A nivel paisajístico el recorrido aúna la más pura esencia de Espadán con la pureza del valle del Mijares, más no se puede pedir. No sería descabellado, aunque ya sé que es complicado, coordinar un poco los alojamientos de los pueblos, y sería una manera de atraer más turismo a la zona, y vender esta ruta en plan travesía pirenaica circular de cuatro/cinco días, os aseguro que no tiene nada que envidiarles. Yo desde luego, ya sea en el formato que sea, os recomiendo encarecidamente realizar este GR-333. Reitero mi enhorabuena a sus creadores.

Abrazos!!


  • Longitud del recorrido: 32,2 kilómetros.
  • Longitud de la etapa: 16,5 kilómetros.
  • Desnivel positivo acumulado total: 726 metros.
  • Desnivel negativo acumulado total: 726 metros.
  • Desnivel positivo acumulado de la etapa: 286 metros.
  • Desnivel negativo acumulado de la etapa: 225 metros.
  • Track del recorrido.
  • Si os animáis a realizar este recorrido quizás deberíais saber que...
...este se realiza por buenos senderos y caminos de montaña, y también por un puñado de asfaltados rurales. El tramo correspondiente a la etapa no presenta problemas de orientación y seguimiento. Para el resto de la ruta si que es aconsejable llevar el apoyo de un mapa o un track. El último sendero antes de entrar en Ribesalbes se encuentra muy comido por la vegetación, casi inexistente. Podréis abasteceros, o comprar, agua en Tales, Artesa y la Ermita del Salvador.
  • Web del Ayuntamiento de Ribesalbes.
  • Web del Ayuntamiento de Tales.
  • Artesa-Wikipedia (en valenciano)
  • GR-333, etapa 1: Tales-Suera.

  • Longitud total del GR-333: 107,1 kilómetros.
  • Longitud total de las rutas circulares: 221,8 kilómetros.
  • Desnivel positivo acumulado del GR-333: 4110 metros.
  • Desnivel negativo acumulado del GR-333: 4110 metros.
  • Desnivel positivo acumulado de las circulares: 8952 metros.
  • Desnivel negativo acumulado de las circulares: 8952 metros.

12 comentarios:

  1. ¡¡¡ F E L I C I D A D E S !!!. Poco más puedo decir.
    Un bonito proyecto que se ha visto culminado con muchísimo curro por tu parte. No es lo mismo hacer el GR de manera lineal que redondear las etapas de la manera que lo has hecho y eso tiene mucho mérito. Así es que ¡G R A C I A S! por compartirlo y explicarlo de tan didáctica manera. Un abrazo y a ver qué proyecto estás ya elucubrando ...

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    1. Las gracias te las doy yo a ti amigo Paco, por las felicitaciones y por haber seguido en el blog este periplo mío de tres años por estas sendas y caminos del GR-333.
      Este GR es, en cuanto a diseño de trazado y a nivel de paisaje, una maravilla, y a modo personal siempre va a tener mucho significado para mi, en especial las últimas ocho etapas, pues, y no lo he reflejado en la crónica (debería haberlo hecho), en los meses más oscuros de mi trastorno de ansiedad, cuando toqué fondo, llegué al extremo de pensar que nunca más volvería a salir al monte, pero por suerte fui viendo la luz, y cuando volvieron las ganas de salir a la montaña lo hice retomando este proyecto que con tanta ilusión inicié. Por eso las emociones afloraron más aún cuando lo finalicé. Este GR para mi siempre va ser el del reencuentro con la vida, y las ganas de disfrutar de la montaña.

      ¿Proyectos?, pues le he estado echando un vistazo al GR-331, un recorrido circular que recorre la comarca de els Ports, y ya he estado haciendo alguna indagación a ver si lo pudiera realizar en el mismo formato que este GR-333, o sea, que tocará de nuevo hincar codos y ponerse a estudiar mapas y tracks como un loco ;-). Pero eso será más adelante, ahora toca pensar en Pirineos, que el lunes, y aprovechando una semanita de vacaciones que he rascado en el curro, nos vamos mi fiel Laia y yo mano a mano, o mejor dicho mano a pata, para arriba. Te imaginarás, tras diez años seguidos subiendo, y el no poder haberlo hecho el pasado 2020, las ganazas que tengo!!

      Un abrazo.

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  2. Hola Dani...
    Pues iba a entrar en tu blog,para ponerme al día y me encuentro con la "traca final" de ese imponente GR-333.
    La etapa de Fanzara-Ribesalbes y la que hiciste por el Sitjar,tendran que esperar...jejeje
    Lo primero es felicitarte por haber finalizado ese impresionante GR-333 y con más merito si cabe,al haberte currado esas etapas para hacerlas circulares y de un día.Sin duda esos 221 kms totales lo demuestran.
    Dices que te emocionaste un poco al llegar a Tales y dar por concluido ese GR-333,pues he de confesarte que también se me hizo un "nudito en la garganta" y también afloro alguna lagrimilla en los metros finales llegando a Villamalur.Me vinieron de golpe el sinfin de emociones vividas en esas intensas cuatro jornadas en las que completamos ese GR-333.
    Bueno y en cuanto a la etapa,pues una pasada con esos 32 kms.Coincido contigo que esa etapa es quizá la menos vistosa de ese GR,pero como bien apuntas,si tiene sectores muy chulos.
    La senda que va colgada al salir de Ribesalbes es magnifica y desde luego la parte después de cruzar el Mijares(gracias por el apunte...jejeje),también creo que es la más bonita de toda la etapa.
    De la parte desde Tales para hacerla circular,también tiene sectores muy atractivos como el que va hasta Artesa o el de la Ermita del Salvador(recuerdo una rutita por los alrededores en 2017,con foto de grupo en el Ojo de Díos...jajaja).
    Parte aventurera al final,pero gran recompensa también.Lo dicho mi enhorabuena por ese GR-333 completado y estoy contigo que el tema del hospedaje,habría que mejorarlo,ya sabes lo que me costo cuadrarlo a mi...jejeje.

    Un abrazo

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    1. Gracias Juane. Me vino de perlas que publicaras en YouTube el vídeo de vuestra segunda etapa un día antes de que yo hiciera esta última y ver que os tocó descalzaros par cruzar el Mijares, pues pensaba que había una pasarela, para así meter una toalla en la mochila, pues en esa época aún hacia rasca y no era cuestión de estar con los pies molados mucho rato jeje.
      Cuando se finaliza un proyecto de este tipo, sea en el formato que sea, siempre afloran las emociones, y más si ha habido circunstancias personales de por medio. En vuestro caso la cosa también tuvo mucho mérito, pues en todas las etapas os metisteis una buena calcetinada, y además con una meteo que os fue adversa de mitad travesía en adelante. Normal que también se te escapase alguna lagrimilla jeje.
      En esta última etapa se hizo la transición de una zona más montañosa a otra que ya es más agrícola, así que es normal que hubiese algún tramo más soso, pero en líneas generales el recorrido de esta última etapa me gustó bastante, tanto en la ruta a Tales como en la vuelta a Ribesalbes. Sin duda en la ida me quedo con ese sendero colgado y el tramo boscoso antes de salir a la carretera de Montanejos. Y de la vuelta ese Ojo de Dios tan curioso y misterioso, que además fue una improvisación pasar por allí, también tuvo su gracia.

      Un abrazo.

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  3. Hola Dani.

    Aquí voy leyendo a trancas y barrancas las entradas.

    Que qué voy a decir! Enhorabuena por este proyecto culminado de recorrer este gran GR, y darte las gracias por habernos hecho partícipe de él a través de ti y las perritas, y de tu manera de afrontarlo y ese toque didáctico etnográfico y natural.

    Lo has hecho muy ameno, y eso es muy meritorio, y era un placer andar contigo virtualmente y conocer los intríngulis de todos estos pueblos y comarcas.

    Un abrazo.

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    1. Muchísimas gracias amigo Toni. Bueno, mi fiel compañera en esta aventura ha sido Laia -y Senda en la primera etapa- pero también habéis sido muy fieles, y me he sentido muy bien acompañado por todos vosotros, los que habéis seguido y comentado estas 13 entradas del GR-333, por eso os estoy también muy agradecidos.
      El hecho de plantear el recorrido así, etapa a etapa, y buscando trazar un recorrido circular era todo un reto, y poder finalizarlo fue una gran satisfacción, además este formato me permitió descubrir muchos senderos y paisajes que no conocía y redescubrir otros que hacia tiempo que no visitaba. A modo personal, las últimas etapas, y como le he comentado a Paco, este GR fue un reencuentro con la montaña, después de unos meses bastante oscuros. Por eso este proyecto lo recordaré de una manera muy especial.
      Respecto a la manera de redactar, el quitarme este año la presión de publicar todas las semanas me permite elaborar un poco más las crónicas, y creo que se nota en los resultados, me alegro que te gusten también, lo cual es todo un halago viniendo de ti.
      Ahora ya sabes que tengo un nuevo reencuentro, con los Pirineos, tras casi dos años sin subir, y también va a ser muy especial, pues va a ser la primera vez que vaya allí en solitario, bueno, no tan en solitario, pues me acompañará mi fiel Laia, como no. Y para cuando vuelva a ver si ponemos fecha para otro reencuentro que también será muy especial, el de Magia Serrana/Per Dalt i Per Baix, pues también va a hacer un año que no nos juntamos y tengo muchas ganas de veros.

      Un abrazo.

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  4. Hola Dani,

    Primeramente, felicitarte a ti y a a Laia por haber completado un proyecto tan bonito como este, donde nos has mostrado rincones preciosos.

    Que manera de terminar el GR-333, con un rutón de 32 Km!!! Que puede ser que tuviera algún tramo un poco más aburrido y soso, pero en general me ha gustado mucho, con zonas boscosas, historia, lugares místicos y, como no, su trochmoche, que nunca debe faltar... jejeje

    Por cierto, me han entrado muy buenos recuerdos cuando he visto que pasabas por la ermita del Salvador, ya que cuando era pequeño siempre parábamos ahí a desayunar con mis padres cuando íbamos a Montanejos, y como no podía ser de otra manera, en la primera visita de Quim al pueblo, él también desayunó allí... jejeje

    Lo dicho, muchas felicidades por el objetivo logrado y por hacerlo tan ameno en tus crónicas.

    Un abrazo.

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    1. Hola David.

      Como le he dicho a Toni las gracias os las doy yo a vosotros, por haberme acompañado virtualmente en este bonito y apasionante proyecto, que por fin pude finalizar y además con broche final de 32 kilómetros, que ya hacía un porrón de años que no hacía una ruta de +30 en una sola jornada. Lo de finalizar un proyecto como este con un trochemoche solo nos puede pasar a nosotros jajaja.
      No sabía esa conexión tuya tan especial, y ahora generacional ;-) con la ermita del Salvador, la verdad es que es un lugar que tiene bastante encanto, y una zona recreativa muy amplia y sombreada. Tentado estuve de parar a tomarme una cerveza antes de afrontar el tramo final hasta Ribesalbes, pero la terraza estaba a tope de gente.

      Un abrazo.

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  5. ¡Hoka, Dani! Ante todo, enhorabuena por la culminación de este proyecto tan trabajado, pero como bien comentas, ha valido la pena el esfuerzo y las horas utilizadas. Esa satisfacción personal no te la quita nadie. Un magnífico colofón con este rutón de 32 kilómetros. Acuerdo total en tu reflexión final tomándote las dos cervezas en Ribesalbes. La vida te puede dar un vuelco en cualquier momento, pero hay que seguir y vivir el presente, que es lo que tenemos. ¡Enhorabuena, campeón! y a tus perros también.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Emilio. A nivel global súper satisfecho de que todas las rutas circulares me saliesen, excepto la de Ayódar-Espadilla, como las había trazado en mi cabeza, y en especial esta última que culminaba el proyecto, que fue la que más quebraderos de cabeza me dio. A nivel excursionista un diez, tanto por el paisaje y los caminos y senderos, y a nivel personal pues lo que les he comentado a los compañeros unos comentarios más arriba.
      Me alegro de que estés de acuerdo conmigo en que hay que vivir el momento presente. Pensar en exceso en el futuro o querer anticipar, y también pensar en el pasado, buscando los errores cometidos, o los malos pasos dados, y dejar que eso te reconcoma, todo ello es un generador de ansiedad, y ahora ya lo sé por experiencia, por eso lo importante es el ahora, y yo lo estoy intentando aplicar cada vez en mi.

      Un abrazo.

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  6. Hola Dani:
    Enhorabona per un projecte més acabat, i un tan interessant com el GR-333 que igual no valorem prou al tindre'l tant prop de casa.
    Enhorabona també per haver estat capaç de "trobar" una manera més que digna de tancar el cercle d'una etapa final a l'altura del sender.
    I afegir un comentari sobre el "ojo de Dios", segons un arqueòleg d'Onda (no sé si l'autor de l'informe de l'ajuntament) es tractaria de la base d'una creu inacabada que es va voler fer a la postguerra. Supose que algú li va traure el nom de "ojo" pel "ojo de la providencia" que sol representar-se com un triangle amb un ull dins, sovint usat en la iconografia cristiana però originari de l'antic Egipte.
    P.S: espere en caneleta la crònica de les teues rutes pels Pirineus.

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    1. Hola Xavi.

      Perdona per la tardança en contestar, però ja sabràs que després de vacances sempre costa arrancar, en tots els aspectes, i el posar-se al dia en el blog no és una excepció ;-). La setmana als Pirineus ha estat insuperable, encara que per a les cròniques encara tindreu que esperar uns mesos, doncs tinc un munt de cròniques de rutes més properes pendents de publicar, i al ritme més relaxat que m'he agafat a l'hora d'escriure...
      T'agredeix les felicitacions, i també els teus precisos apunts, en este cas sobre el Ojo de Dios. És curiós que de no haver fet eixa petita improvisació a hores d'ara segurament encara no coneixeria la seua existència ni tot el misteri que te al darrere. Però és que completar aquest gran GR m'ha servit per descobrir moltíssimes coses, i ja no sols en l'àmbit natural i paisatgístic.

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